Aspros sentia que en cualquier momento explotaria.

Hace dias, desde esa noche, venia sin poder dormir bien y estaba de mal humor.
Tan mal estaba que los "regaños" o mejor dicho consejos de su amigo Sagitariano o el Taurino le poneian los pelos de punta y ganas de mandarlos a la mierda.

Y la cara que el patriarca ponia al verle no le ayudaba mucho.
Y hablando del patriarca… ahora mismo estaba subiendo a verlo para darle su reporte de una misión…

Estaba por abrir la puerta del salón para anunciarse cuando escucho unas voces fuertes…

-¡Ya te dije hermano que no lo comprendo!- era claramente la voz del Patriarca Sage…

Pero lo que le desconcertó fue el hecho de la palabra hermano.

Con duda miró a su alrededor… no había guardias. Entonces, sin muros en la costa,  creó un pequeño portal para ingresar al gran salón.
Al hacerlo, detrás de unos pilares, se llevó la sorpresa de ver a otro hombre físicamente idéntico a Sage.
Los dos discutían…

-Si me dijeras que te pasa Sage, en vez de gritar podría ayudarte- dijo el otro hombre. Este no llevaba las hermosas túnicas del patriarca. Sino unas más simples y con su largo cabello gris y rostro a la vista.

Aspros se sorprendió… No podia ser cierto…

-Es la armadura de los geminis… Hakurei…ella no quiere aceptar a Aspros- al escuchar eso, algo dentro del peli azul comenzó a romperse- Se niega a hablarme pero la última vez reacciono bien a la cercanía de Defteros… ¿Me he equivocado? ¿O tal vez es solo un capricho de la armadura?- Sage estaba que le daría un ataque.
En su interior no sabía cómo le explicaría eso a los dos hermanos.

-Ah es por eso… te dije que dejaras a ambos entrenar y no solo al mayor- reprendió Hakurei en un suspiro- ¿No fue así entre nosotros dos con Cáncer y Altar?

-Si, pero es por eso hermano. Somos del signo cáncer… y sabes que lo que pasa con Geminis- Sage sonaba exhausto- El oráculo me dijo que uno de ellos sería una estrella maligna… si no fuera por eso los hubiera dejado entrenar…

Aspros sentía cada vez más algo burbujear dentro de él.
Decidió irse sin mas de alli.

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"¿El patriarca tambien tiene un gemelo?" "¿Todo este tiempo Defteros podria haber entrenado conmigo?" "¿Estrella maligna?" "¿Por que nos ha ocultado todo esto?"

Eran las preguntas mas destacables que rondaban la mente de Aspros.
El habia salido corriendo a todo lo que su velocidad daba, buscando a su gemelo para contarle todo lo que habia escuchado.

Se supone que los dos estarian junto ante todo, seguramente entre los dos sabrian que hacer…

-"¿Hmm? ¿Def esta en la playa?"- se detuvo al final del bosque del santuario ccuando sintio la presencia de su hermano en tal lugar.
Era raro que el gemelo menor fuera a la playa si no era de noche o con el… asique decidio ir.
Sentia a su hermano agitado.

"Cuidate de tu hermano"

Las palabras de esa noche volvieron a su cabeza.

-Qué estupidez…-se dijo a sí mismo, sacudiendo su cabeza y yendo para ir a ver a Defteros.

Grande fue su sorpresa al encontrar al menor entrenando.

En otro momento se alegraría por eso.

En otro momento seguramente iría a ayudar al menor.

En otro momento plenamente ignoraria el cosmo brillante que brotaba de su hermano.

Pero… ahora no podía hacer ninguna de esas cosas.

El perfil que mostraba Defteros era brillante, imponente y sagrado.

"Te lo dije… todos te mintieron. Hasta tu propio hermano…"

Y si, recordaba el como Defteros le había dicho antes que no quería entrenar.

Recordaba cómo a veces llegaba tarde o aparecía más cansado de lo normal.

Recordaba el ligero cosmo que comenzaba a sentir brotar dentro de él.

Recordaba las palabras que escucho en la cámara del patriarca.