capítulo 1

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nota. En estaa primera escena, les recomiendo escuchar la canción adjunta. Créanme, lo van a disfrutar.


—¡a que no me atrapas! –dijo Raisa muy alegre mientras corría por todo el jardín.

un chiquillo flacucho, de tes blanca y unos ojillos chispeantes la perseguía con una mirada de astucia implacable.

—¡te voy a encontrar! –le dijo canturreando las palabras.

La niña había aprendido a trepar árboles por necesidad, y se le ocurrió que era buena idea en el momento. Subió a un pequeño roble que estaba en su jardín, y esperó que el niño no la viera.

Lo había conocido no hacía mucho. Su maestra había dejado un trabajo en parejas, y Raisa decidió hacerlo con el porque siempre se la pasaba solo. Y aunque le gustaba molestar a los demás constantemente, no era mal chico.

De hecho, ella se sorprendió al ir a su casa y descubrir que le encantaba dibujar,¡ y era muy bueno.

Su nombre es Logan, y tras conocer a su mamá, ella le calló muy bien. Le contó que trabaja como abogada en el bufete en el que también trabaja su padre, y hasta ese momento no se había dado cuenta de que Bruno Grant era mantiene una gran amistad con ella. El padre de Logan es arquitecto, y vino de Australia de vacaciones hace mucho teimpo. Y así fue como conoció a la madre de el pequeño. Al principio Logan no tenía muchas ganas de hablar con ella, y a Raisa le daba tristesa, porque se daba cuenta de que el niño solo le dirigía la palabra cuando trabajaban en el proyecto.

Pero un día, mientras recogía sus cosas y se encaminaba ha la salida de la escuela, vio que unos chicos de sexto grado lo estaban molestando. Ella intervino, y para sus sorpresa, Logan le agradeció por el jesto. Y desde ese momento, se hicieron buenos amigos.

—¡oye! ¡no es justo! Tu si puedes subirte a un árbol y yo no! –protestó el niño

—bueno, está bien. Voy a bajar –le dijo la niña resignándose —pero aún no me atrapas

Y salió corriendo de nuevo hacia la dirección contraria.

Ambos continuaron riendo y jugando, hasta que Olivia los llamó para merendar.

—eres muy rápida-le dijo Logan a su amiga mientras entraban a la casa

—no, solo te falta práctica –le respondió ella con una sonrisita.

El niño también sonrió,

—¿me das la revancha?

—hecho –le respondió ella

No pudo darle la revancha a su amigo porque Circe la necesitaba para cubrirla en uno de sus foros virtuales para que ella pudiera sacar a Flare por la ventana, pero le prometió que jugaría con el al día siguiente.

El foro de Circe sobre química orgánica la aburrió tanto, que acabó por quedarse dormida.

Una media hora después, despertó en su cama, con el báculo a sus pies.

—estaba segura de que te había guardado en mi armario –dijo ella estirándose para tomarlo.

lo miró y se dio cuenta de que estaba mucho mas brillante que lo usual. En dos meces, nada raro le había pasado, y no lo había vuelto a usar.

Lo giró entre sus manos y el brillo poco a poco se fue haciendo mas y mas débil, hasta que se quedó igual que como había salido de su armario.

Circe tocó la puerta de la habitación con mucha urgencia, y tras decir un ¡pasa!, ella entró apresuradamente con Flare en brasos.

—Flare dice que hay un problema en Faeri ¡la magia dejó de funcionar! –dijo ella muy alterada

—¿qué? Pero¿eso es posible?

—no lo se, pero al parecer nadie tiene magia propia –le respondió ella sentándose junto a su hermana —el dice...sus majestades las necesitan a ustedes y a sus amigos

—entonces, debemos ir a Faeri –le respondió la niña

—si, y rápido

—¿crees que la señora Freeman lo sepa?

—no, y por eso vine. Alguien tiene que decirle –respondió la muchacha

—tu le rompiste el parabrisas al auto de mamá, entonces quieres que balla yo ¿verdad? –dijo la niña con suspicacia

—si

—está bien, voy yo –aseptó Raisa.

Y fue así como se encontró en el departamento de la mujer unos minutos después.

Le contó lo sucedido, y comenzaron a trasar un plan para poder viajar a lo mas pronto posible. Era una situación que no podían dejar pasar.

—no podemos ir a Bélgica, porque tus padres pueden sospechar algo. Así que tendremos que ir por otro camino –exclamó la mujer

—¿cuál?

—según lo que se, hay dos entradas a Faeri. Bélgica, y mi país natal –respondió ella

—entonces

—si, exacto. Iremos a Namibia

Un torrente de emociones inexplicables imbadió el corazón de la mujer al darse cuenta de la magnitud de estas palabras.

Por un lado, estaba muy contenta, porque su hija y su esposo podrían conocer a sus padres y los vería después de tanto tiempo lejos. Sin mencionar que por fin podría volver al hermoso lugar que la bio nacer y que le ayudó a descubrir sus poderes.

Pero por otro lado, tenía miedo al recordar todo lo que descubrir su pder desencadenó, y los malos tratos que tubo en su pasado. ¿realmente era lo correcto ir a Namibia?

Pero al mirar la expresión de su hija, que parecía estar muy emocionada, se dio cuenta de que arrepentirse no era una obsión.

Sirvió un baso de limonada para Raisa y volbió a sentarse, y justo cuando la niña iva a llevárselo a los labios, Circe entró corriendo al departamento mientras gritaba.

—¡tenemos un enorme problema!

—¡que pasó! –dijo Luna sorprendida

—no me lo ban a creer, pero literalmente tres hobbits acaban de caer desde el cielo –respondió ella un tanto alarmada

—¿qué dices?

—¡vengan a ver! -respondió ella saliendo del departamento.

Circe no mentía, para nada. Porque al llegar a su casa, vieron a Caelan, Gladius y Zéphiruz hechos un obillo en el suelo.

Gladius tenía la espada de solarion en la mano, y se aferraba a ella como si le fuera a salvar la vida. Caelan aún tenía el medallón de la verdad en su cuello y Zéphiruz intentaba con todas sus fuerzas no soltar el anillo de Brael que se le resbalaba en la mano.

—¡no puede ser! ¡son ustedes! Perocomo -tartamudeó Raisa.

—bueno, tal vez te lo pueda explicar –dijo Caelan entre emocionado y aturdido —nosotros estábamos en el jardín dando un paceo, cuando vimos una luz muy extraña. Zéphiruz se acercó y nos dijo que parecía ser el portal de nuevo

Eso era imposible, pero también lo vimos, aunque parecía estar muy extraño

—¿a qué te refieres? –preguntó Luna muy intrigada

—se refiere a que yano parecía ser una esfera como siempre, si no solo un agujero muy irregular –explicó Zéphiruz.

—creímos que algo anadaba mal, y decidimos crusarlo, aunque no esperábamos terminar en tu jardín –opinó Gladius

—es algo muy extraño ¡pero estoy feliz de que estén aquí! –dijo Raisa dando satitos.

Estaba contenta de ver a sus amigos de nuevo, y tenía muchas ganas de contarles todo lo que habái pasado desde la última vez que los vio. Estaba emocionada de decirles que había hecho un nuevo amigo, y que ahora las matemáticas ya no eran tan difíciles.

Pero tubo que esperar mucho para eso, porque sus padres estuvieron a punto de descubirrlos cuando los escucharon venir hacia el jardín.

Todos corrieron hacia debajo de la habitación de las chicas, y uno a uno entraron por ella lo mas rápido que pudieron.

La señora Freeman y Luna fueron a entretener a sus padres, y tras despedirse de las chicas y susurrarles que se prepararan para el viaje, se fueron a su departamento.

Circe les contó a los hobbits el tema de la magia, y concluyeron que el portal estaba funcionando raro a causa de su inestabilidad

—el anillo debe haber dejado de funcionar, asíque no podremos regresar a casa hasta que sepamos que pasó –comentó Zéphiruz.

—entonces, ustedes deben ir a Namibia con nosotros –dijo Circe emocionada

—¿A dónde? –preguntó Caelan extrañado

—Namibia. ES un país en el continente africano –respondió Raisa buscando unode sus libros de geografía.

—¿creo que estoy mas perdido aún –

Raisa sonrió y comenzó a ojear el libro, y encontró un mapa de áfrica. Y tras explicarles un poco sobre Namibia, estuvieron de acuerdo en ir con ellos.

—pues si es la única obción, supongo que iremos a Namibia –dijo Gladius un poco exaltado

—¿todo bien? No te veo muy convencido –expresó Circe un poco preocupada

—no se, usualmente no le tengo miedo a estas cosas, pero Namibia es un país muy diferente a este –le respondió el hobbit

—no, no es igual. Pero mientras no nos ceparemos, no te va a pasar nada –lo consoló Zéphiruz.

—¡ha! Eso fue muy tierno de tu parte, Zéphiruz –le dijo Circe

–no te emociones mucho –replicó el hobbit

Todos rieron y Raisa recordó que tenía que contarles lo del báculo, y decidió que lo haría cuando hubiera tiempo.

Mientras tanto, los cinco estuvieron charlando sobre algunas cosas que ocurrieron mientras estaban ceparados.

Gladius, Caelan y Zéphiruz les contaron a RAisa y Circe, que susu padrespadres estuvieron muy extrañados cuando el mayor de los Gamford se opuso rotundamente a fumar.

—se que los hobbits viven mas que los humanos, pero aún así me dio miedo –respondió el aludido

—es que de solo pensar lo que le causa a un humano, no puedo ni verlos –comentó Gladius.

—es orrible, pero no tienen que dejar de fumar si no quieren –respondió Circe

—yo paso –replicaron los tres al mismo tiempo

—buena elección –dijo una voz muy familiar.

Todos se voltearon y les sorprendi{o ver a Uriu y Brielis entrar por la puerta de la habitaci{on de las chicas.

Todos corrieron a abrasarlos y Circe pregunt{o muy intrigada como es que sus padres los hab{ian dejado entrar.

—la señora Freeman nos ayud{o un poco –explic{o Brielis —les dijo a sus padres que las hab{iamos conocido en Bélgica

—nos enteramos de lo que pasa en Faeri y bamos a quedarnos en casa de la señora Freeman hasta que nos bayamos –finalizó Uriu.

Los tres hobbits explicaron a lso recién llegados como habían llegado al jardín de las Grant, y les pareció que no era una casualidad que hubieran llegado allí

—creo —de cualquier forma, hay que irnos lo mas pronto posible {-exclamó Gladius

—¿cren que alguien esté causando que la magie sea inestalbe? –pregunt{o Caelan

—puede ser. Peor ¿quién? –se cuestionó Brielis

Todos se miraron pensativos, pero nadie respondió.

—si alguien está causando esto, hay que detenerlo cuanto antes –dijo Gladius

—si, porque ahora que lo pienso, si la magia no vuelve a la normalidad, no podremos regresar a la tierra media –dedujo Caelan un poco asustado

—no voy a dejar que eso pase –replicó Raisa con firmesa

Sus amigos se sentaron derrotados, y Circe trató de subir los ánimos contándoles lo que había pasado con ellas cuando regresaron de Faeri.

—Zéphiruz, Celine me dijo que también te extraña. Se puso muy contenta cuando supo que pudiste regresar a casa –dijo la chica guiñando el ojo

—¿de verdad? –preguntó el hobbit ancioso

—si, y creo que podrías decirle que estás aquí –sugirió Caelan emocionado.

—¡yo lo hago! –dijo Circe sacándo su teléfono.

Le tomó una foto a Zéphiruz y se la envió a su amiga. La respuesta no se hisoesperar, y Celine le escribió a su amiga que iría averlaen un rato.

—¡no puede ser! ¿cómo me veo? –preguntó Zéphiruz a los presentes.

—te ves bien –le respondió Uriu riendo

—no te preocupes. A ella le gustas mucho –le dijo Gladius —lo presiento.

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