Los días y las semanas que siguieron fueron complicados. Faith y Hermione estaban cada rato enojándose con Harry y Ron por no hablar como lo harían los seres humanos normales en una discusión. Ambos eran demasiado tercos para eso. Faith esperaba que tal vez pudieran resolver sus problemas en la detención con Snape, pero ese fue el mismo día que Rita Skeeter publicó un artículo en el Profeta sobre Harry. Se suponía que iba a ser sobre el Torneo de los Tres Magos, pero ella solo escribió cosas sobre Harry, la mayoría ni siquiera eran correctas. Escribió mal los nombres de los campeones de Durmstrang y Beauxbatons y ni siquiera mencionaron a Cedric.

La noche de la lección de Pociones, Faith escuchó de Ron que Harry recibió una lechuza, pero Harry no se lo contó a pesar de que se habían acercado más durante estas semanas. No era asunto de Faith y recordó cómo se prometió a sí misma que no se acercaría demasiado pronto. Bueno, eso fue contraproducente, por lo que solo puede preguntarse sobre la carta. Faith sabía que Harry se lo había contado a Hermione. Siempre que eran solo ellos dos, susurraban al respecto.

La semana siguiente, los días fueron algo mejores. Alex y ella se reunieron varias veces para estudiar juntos. Aunque, realmente no llegaron al estudio (por eso Harry, Ron y Hermione estaban tan sorprendidos que no entregó su tarea de Encantamientos sobre los Hechizos de Invocación). Llegaron a conocerse muy bien. La mayor parte de su "tiempo de estudio" consistía en paseos por el lago y picnics debajo de los arboles si tenían un período libre. Alex le dijo a Faith cuando hablaban de intereses amorosos que tenía un ojo puesto en una chica de su escuela. Su nombre era Monika. Le dijo a Faith que se parecía exactamente a ella, razón por la cual se sintió tan atraído por Faith en primer lugar. Pero cuando llegó a conocerla mejor, dijo, le gustó más porque era más fácil hablar con ella y Faith lo entendía mucho mejor.

El fin de semana anterior a la primera prueba, a los estudiantes se les permitió ir a Hogsmeade. Faith se fue con Ginny, con quien no ha hablado en un buen tiempo. Faith vio a Ron sentarse con sus hermanos y Hermione se sentó sola, aunque Faith estaba segura de que vio a Hermione deslizar una cerveza de mantequilla debajo de la capa de invisibilidad frente a ella; Harry.

Él le había hablado de la capa hacía un tiempo. Estaban hablando en la biblioteca, Hermione eligió sentarse con Ron ese día, y de alguna manera llegaron al tema de los objetos mágicos. Le dijo que lo recibió como regalo de Navidad de Dumbledore, pero que solía ser de su padre.

Esa noche, Harry le dijo que Hagrid le pidió que se reuniera con él a medianoche y que no sabía de qué se trataba. A la mañana siguiente de irse, les dijo a ella y a Hermione que Hagrid le mostró dragones. Cuatro dragones enormes que escupen fuego. Escuchó a Charlie Weasley decir que era la primera prueba. Ellos específicamente pidieron madres anudadoras. Hermione pensó que probablemente era porque esos eran más peligrosos, protegiendo su nido y cosas así. Inmediatamente fueron a la biblioteca para encontrar un hechizo suficiente que Harry pudiera usar para derrotarlo.

No encontraron nada antes del almuerzo así que se fueron para ir al Gran Comedor, y también porque Viktor Krum entró a la biblioteca y supusieron que unos cinco minutos después vendría su club de fans.

Al día siguiente, se sentaron juntos a desayunar. Harry casi no comió nada, probablemente por los nervios. Faith tampoco comió mucho. Su cabeza estaba llena de preocupaciones sobre su hermano, por supuesto, y Harry. Ella y Cedric siempre han sido muy cercanos y Harry fue uno de los primeros amigos que tuvo. Y ahora sabía sobre la primera prueba, pero Cedric no, lo que lo convirtió en el único de los campeones porque Maxime y Karkaroff también vieron a los dragones. Obviamente se lo dijeron a Fleur y Krum. Faith no sabía si debería decírselo. Si no fuera amiga de Harry y solo viera a los dragones, se lo diría al instante. Pero Harry se lo dijo y ella no sabía si contárselo a Cedric contaba como traicionar y hacer trampa.

Durante el desayuno, siguió mirando a Cedric en la mesa de Hufflepuff y Harry se dio cuenta.

—Hermione, te veremos en los invernaderos, Faith, tienes que venir conmigo, —Harry agarró a Faith de la manga y la arrastró con él. Ella pudo agarrar su bolso con ella. —¡Te alcanzaremos!— Le aseguró a Hermione.

—Harry, llegarás tarde, la campana está a punto de sonar...

—Te alcanzaremos, ¿de acuerdo? —La interrumpió y soltó a Faith, quien se encogió de hombros en dirección a Hermione y siguió a Harry.

—¿Puedo preguntar, adónde vamos? —Faith siguió a Harry hasta el final de las escaleras de mármol y se detuvo allí. Ella siguió su mirada hacia arriba y vio a Cedric allí, rodeado de sus amigos de sexto año. —¿Por qué nosotros seguimos ...? —No tuvo tiempo de terminar esa oración cuando Harry rápidamente subió las escaleras. Siguieron a Cedric a distancia durante un rato.

—Quiero contarle sobre los dragones, —explicó Harry mientras entraban al pasillo de Encantamientos. —Pero no quiero hablar con él frente a sus amigos.

Faith sabía por qué. Esa fue una de las muchas personas que siguieron citando líneas del artículo de Rita Skeeter.

—¿En serio? —Faith preguntó feliz ante la primera declaración de Harry. Harry asintió y sonrió. —Está bien, espera, sé cómo hacer que sus amigos se vayan, —sacó la varita de su túnica. —Y para que practique un poco más del hechizo de reparación avanzada que se supone que debe conocer para su próxima lección.

—¿Qué? ¿Cómo... —Antes de que Harry pudiera preguntarle a Faith ya había puesto su plan en acción.

—¡Diffindo! —Susurró y vieron que la bolsa de Cedric se partía. Sus libros, pergaminos y plumas se cayeron y las botellas de tinta rodaron.

—No se molesten, —le dijo Cedric a sus amigos. —Diganle a Flitwick que voy, continúen...

—Es demasiado amable para su propio bien, —le dijo Faith a Harry mientras escondía su varita en su túnica. El pasillo ahora estaba vacío, excepto por Cedric, Faith y Harry. Corrieron hacia Cedric.

—Hola, —dijo Cedric cuando los notó. Estaba recogiendo una copia de Una guía avanzada sobre transformaciones. —Mi bolso se acaba de romper ... nuevo y todo ... —Harry le lanzó una mirada a Faith cuando Cedric mencionó que el bolso era nuevo, pero ella se encogió de hombros con una sonrisa en su rostro.

—Cedric, —comenzó Harry, —la primera prueba son los dragones.

—¿Qué? —Miró hacia arriba. Su mirada fue de Harry a Faith, para comprobar si hablaba en serio y ella asintió.

—Dragones, —Harry tenía prisa porque no quería que nadie más lo escuchara. —Tienen cuatro, uno para cada uno de nosotros, y tenemos que pasarlos, —Cedric no dijo nada, pero Faith notó que sus ojos grises mostraban una especie de pánico.

—¿Está seguro? —Cedric preguntó en voz baja, probablemente también asustado porque alguien podría venir.

—Seguro, —confirmó Harry. —Los he visto.

—¿Pero cómo te enteraste? Se supone que no debemos saber ...

—No importa, —Harry no quería que Hagrid se metiera en problemas por su culpa. —Pero no soy el único que lo sabe. Fleur y Krum ya lo sabrán - Maxime y Karkaroff también vieron a los dragones, —Cedric se puso de pie, su bolso rasgado colgando de su hombro y todas sus cosas en sus brazos.

—¿Por qué me lo dices? —Preguntó un poco sospechoso. Faith suspiró.

—Si él no lo hubiera hecho, yo lo habría hecho. —Con esa declaración, la sospecha de Cedric se desvaneció. Él le sonrió amablemente y la habría abrazado si no fuera por todas las cosas que ya tenía en sus brazos.

—Y también es justo, ¿no? —Añadió Harry. —Ahora todos sabemos ... estamos en pie de igualdad, ¿no es así? —Luego hubo un ruido detrás de Faith y Harry. Era el familiar ruido sordo de la pierna de Ojoloco Moody.

—Ven conmigo, Potter. Diggorys, váyanse, —murmuró.

—Eh ... Profesor, Faith y yo se supone que estamos en Herbología.

—Bien, la señorita Diggory también puede venir, —se dio la vuelta y se alejó. Faith se despidió de Cedric con un meso en la mejilla y siguió a Moody con Harry. Se preguntó dónde y por qué los estaba llevando. Tal vez escuchó que le dijeron a Cedric sobre la primera tarea y ahora los estaba llevando con Dumbledore. Tal vez iba a convertirlos en hurones como Faith escuchó que hizo con Malfoy el día que la profesora Trelawney hizo esa extraña profecía.

Los dos de cuarto año siguieron a Moody a su oficina, después de lo cual Moody cerró la puerta. Se dio la vuelta para mirarlos a los dos, tanto su ojo normal como el mágico.

—Eso fue algo muy decente que ustedes dos acaban de hacer, —dijo Moody simplemente. Los dos se miraron sorprendidos. No esperaban que dijera eso. —Siéntense, —Harry y Faith se sentaron uno al lado del otro en el pequeño banco de terciopelo que estaba contra la pared.

Faith miró a su alrededor y vio que la oficina estaba llena de extraños objetos mágicos. Algunos objetos emitían pequeños zumbidos y otros se iluminaban cada diez segundos. Faith pensó que debía ser algo que usaba para su trabajo de Auror aunque ya estaba retirado. Moody era conocido por ser muy paranoico. Una vez les dijo que solo bebe las bebidas que él mismo prepara, en su petaca. Dijo que es porque es fácil para un mago oscuro envenenar una taza desatendida.

—Como mis detectores oscuros, ¿verdad? —Moody le preguntó a Harry quién estaba mirando las cosas en la habitación.

—¿Qué es eso? —Preguntó Harry cuando señaló una antena dorada que zumbaba.

—Chivatoscopio. Vibra cuando detecta ocultamiento y mentiras ... no sirve de nada aquí, por supuesto, demasiada interferencia - los estudiantes en todas direcciones mienten sobre por qué no han hecho sus deberes. He estado tarareando desde que llegué aquí. para desactivar mi Chivatoscopio porque no deja de silbar. Es muy sensible, capta cosas a una milla a la redonda. Por supuesto, podría captar más cosas que las de los niños , —explicó Moody con un gruñido.

—¿Y para qué es ese espejo? —Faith preguntó ahora.

—Oh, ese es mi reflector de enemigos. ¿Verlos ahí afuera, merodeando? No estoy realmente en problemas hasta que veo el blanco de sus ojos. Ahí es cuando abro mi baúl, —se rio de su último comentario y señaló a el baúl grande debajo de la ventana pequeña. Tenía al menos siete candados. Se preguntaron qué había en él.

—Entonces ... averiguaste lo de los dragones, ¿verdad? —Moody interrumpió sus pensamientos. No sabían qué decir porque no querían que Hagrid se metiera en problemas. Y ciertamente no al propio Harry, ya que conocía a Hagrid personalmente durante mucho más tiempo. —Está bien,— dijo Moody mientras se sentaba frente a ellos en una delgada silla de madera frente a ellos. —Hacer trampa es una parte tradicional del Torneo de los Tres Magos y siempre lo ha sido, —Moody le estaba hablando más a Harry que a Faith, lo cual a ella no le importaba en absoluto. Solo esperaba no meterse en problemas con la profesora Sprout.

—No hice trampa, —murmuró Harry. —Fue una especie de accidente que me enteré.

—No te estaba acusando, muchacho, —dijo Moody con una sonrisa. —Le he estado diciendo a Dumbledore desde el principio, puede ser tan noble como quiera, pero puedes apostar que el viejo Karkaroff y Maxime no lo serán. Le habrán dicho a sus campeones todo lo que puedan. Quieren vencer a Dumbledore . Les gustaría demostrar que es solo un ser humano,— soltó una carcajada antes de continuar. —Entonces ... ¿ustedes dos tienen alguna idea de cómo superar a su dragón? —Miró de Harry a Faith y viceversa.

—No, —le dijo Harry honestamente. Pasaron mucho tiempo en la biblioteca, pero no surgió nada que pudiera ayudar a Harry a derrotarlo. ¡Y la tarea es al día siguiente!

—Bueno, no te lo voy a decir, —dijo Moody con gravedad. —Yo no muestro favoritismo. Solo voy a darte un buen consejo general. Y la primera parte es: juega con tus fortalezas.

—No tengo ninguno, —dijo Harry casi de inmediato, lo que hizo que Faith volviera la cabeza.

—¿Estás bromeando? —Faith dijo sin pensar.

—Disculpa, —gruñó Moody. —Tienes puntos fuertes si te digo que los tienes. Piensa ahora. ¿En qué eres mejor? Y de lo contrario, creo que la señorita Diggory puede ayudarte en esto,— Harry y Moody miraron a Faith, quien resopló.

—Bueno, para empezar, eres un buscador increíble...— Moody ya interrumpió a Faith.

—¡Así es, eres un maldito buen buscador, por lo que he oído!

—Sí, pero ... —Harry miró a Faith. —No se me permite una escoba, solo tengo mi varita...

—Mi segundo consejo, —Moody lo interrumpió descaradamente. —Es usar un hechizo simple y agradable que te permitirá obtener lo que necesitas, —Harry frunció el ceño pero los ojos de Faith se abrieron como platos.

—Por supuesto, —susurró.

—Parece que ya lo entendió, Potter. Tu turno. Vamos, chico, no es tan difícil.

Para pasar al dragón en el aire, Harry necesitaba su Saeta de Fuego. Y para obtener su Saeta de fuego, necesitaba ...

—Faith, ¿puedes enseñarme a hacer el hechizo de invocación decentemente para mañana?

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¡Aquí hay un nuevo capítulo! Realmente me gusta escribir una escena con Harry y Cedric. Solo por la tensión tácita de saber que él es su hermano mayor y Harry, sus nuevos amigos que pueden ser incómodos con ella (todos se dan cuenta de eso) y probablemente estén enamorados de ella en algún momento. ¡Así que sí!

—nota traducida