₀₆

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Taehyung.

Bajo por mi garganta el sorbo de jugo de naranja estando de pie en compañía de la luz que irradia el Sol de las ocho.

Flashback

Visualizo con sagacidad el balón de fútbol a mis pies, y retrocedo unos tres pasos para luego de un pequeño conteo, patear el objeto inflable con fuerza. El predecible bullicio desde las gradas y el número ascendente en el marcador anuncian que he anotado el gol con el que acaba el partido.

Un cúmulo de chicos sudados viene hacia mí, dos de ellos me levantan del suelo.

Minutos después ya todos van desocupado el lugar, solo quedamos los del equipo, quienes estamos recogiendo nuestras cosas.

-¿Kim? ¿No quieres venir? Vamos a mi casa a tomar algo, hombre, anda.

Giro sobre mis pies con mi maletín al hombro, caminando de espaldas- En lo absoluto. Ya tengo planes, y seguro que son mejores.

-¡Déjenlo, a mí también me gustaría celebrar con mi novia!, ¿verdad Kim?- encogí mis hombros con una risita ladina y ellos me molestaron mientras me iba

Me pongo lo suficientemente serio para tomar mi celular y llamar a Tn. Cuando lo tengo en el oído, escucho solo timbres, pero ella no responde. Eso me hace fruncir el ceño e intentar otra vez, obteniendo la misma respuesta. Si es cierto que no la vi a partir de la mitad del juego, pero pensé que solo era yo o que se había cambiado de lugar, no tenía tiempo para barrer con la mirada a todos los ahí presentes para encontrarla. En eso diviso de casualidad a un grupo de las de su clase y voy hacia ellas, llamando la atención de las cuatro mientras me acerco. Casi que se ponen a susurrar en mi cara lo guapo que soy. A eso sumándole que rara vez los de último año les hablan a los de primero.

-Hola...- es lo primero que digo, ellas me devuelven el saludo casi al unísono, mirándome atentamente- ¿Alguna a visto a Tn?

Se miran entre todas, preguntándose de quien les hablaba.

Suspiré y lo repetí especificando, serio.-Park Tn, va a la misma clase que ustedes.

Una de ellas parece recordar- Aah, dices ella..

-¿La vieron o no?- pregunto enmarcando una ceja

-¿Y por qué querría un chico como tú saber en donde está?- bufó la pelinegra que lleva mascando un chicle desde que estoy aquí, roscando un mechón de su cabello.

-Porque soy su novio, niña, ¿me vas a decir en donde está? - exigí harto, causando la sorpresa de las cuatro

-M-me pareció verla en el baño, no sé si...- otra da la cara, media tímida.

-Gracias- ínterrumpí tomando el camino hacia los baños

Una vez llego a la puerta doy toques girando el pomo, llamo porque está trabada- ¿Tn?- seguí tocando- ¿Estas ahí?, ¡Abre, soy yo!- la tardanza solo me demuestra que en verdad si es ella quien está dentro.

Dejo de insistir, y milagrosamente la puerta se abre, bajo las cejas cuando su cabeza asomada aparece en mi campo visual, sus pupilas me miran apocadas entre sus tupidas pestañas.

-Tae...

-Mi vida, ¿qué sucede? ¿Por qué te tardas tanto ahí dentro?- le pregunto, más comprensivo de lo que me gustaría

-¿Como... cómo sabías que estaba aquí?- dijo esquivando mis ojos

-Eso no importa, ¿tardarás más?- no obtengo ninguna respuesta, ella solo me evita la mirada con incomodidad- Te espero, no te preocupes.

-No puedo salir... es que...- cierra la boca como si fuese imposible continuarme diciendo

-¿Vino tu periodo?, ¿eso o...?- pregunto sabiendo que me miraría en seguida

-¿C-cómo lo supiste?- pregunta parpadeando incrédula y nerviosa, haciéndose más pequeña detrás de la puerta, de repente.

-Lo intuí. Ahora dime, ¿qué necesitas?

Parece dudar, y hasta se le ve a punto de decirme que me vaya, pero sabe que no me moveré de aquí -¿Puedes... conseguir tampones para mí?- pidió bajito y sin mirarme

-¿Qué cosa?- pregunté, haciéndome el desentendido, con la sonrisa escondida a penas.

-Vamos, no me hagas repetirlo...

Reí enternecido -Espera, no te muevas, ya vuelvo.

Y como me importaba un pene la opinión de nadie, pedí almohadillas sanitarias a cualquier chica que me encontré, sin especificar para que era. A la primera fallé, pero me encontré con par de chicas de mi clase que ya se marchaban a casa, y ellas sin dudarlo me dieron lo que necesitaba, preguntándome si eran para mi novia.

Regresé con mi chica y, dándole lo que conseguí, la esperé afuera. En unos pocos minutos ella ya abría la puerta, ahora sí saliendo por completo.

-¿Lista?- pregunté separándome de la pared de la que estaba recostado, viéndola asentir. Me quité el suéter que tenía amarrado en la cintura y decidí ponerlo en la suya.

Terminé el fácil amarre y le di una leve sonrisa que ella me devolvió. Puse un cariñoso beso en su pómulo derecho y le agarré la mano para luego irnos juntos.

Fin del flashback.

La noche fue larga. No se cuantas vueltas di en la cama hasta poder dormir. Lo bueno del caso es que aparte de que fue dificilísimo dejar de levantar los párpados cada cinco minutos; cuando se supone dormiría hasta el otro día, solo pude par de horas, horas en las que estuve soñando cosas sin sentido, de esas de las que no te acuerdas cuando te despiertas.

La cuestión es que a las cinco de la mañana yo ya no podía más. Era oscuro, pero no estaría otro jodido minuto ahí tumbado. En los últimos tres años se ha vuelto muy familiar la sensación cuando la cama es incómoda, como si fuera de roca o tuviese algo que me impidiese descansar como era debido.

Espabilé con mi ardua rutina de ejercicios, golpeé un saco el saco de boxeo y levanté pesas tanto como quise. En unas dos horas hube acabado tomé una refrescante ducha y me puse algo cómodo.

Yaquí me encontraba, recreándome con Yeontan echado a mi lado, cualquiera podría confundirlo con un apetecible puf.

Apiadándome de sus ojos golosos, revisé entre los alimentos, hallando algo para él. Rasqué mi nuca al darme cuenta de que no tenía donde echarlo para dárselo. El perro me lanza un ladrido exigente, lo miré moverme la cola fervientemente, y alcé el brazo para coger un plato de plástico.

-Lo que importa es comer, ¿verdad amigo?- puse el recipiente en el suelo y comencé a vertir la comida, haciendo que el animal corra a engullirla, sin dejar de mover la cola- Luego te comparé algo más a tu gusto.

El can ahora es como mi mejor amigo. ¿Quién lo diría?. Pensándolo bien, Yeontan era un miembro más de la familia, es como si nos hubieran apartado y olvidado a los dos. Supongo que por eso lo acogí, más porque me recordaba a Eunnie. Aunque cumple estupendamente la función de mejor amigo. Las cosas como son, es favorable hablarle a algo que no te responde. ¿Es loco? Bueno, loco yo ya estoy, hablar con un animal solo me hace comportarme como lo que soy. Cien por ciento recomendado buscarse un mejor amigo canino.

-Buenos días- oigo una voz de bostezo a mis espaldas, es Jimin.

-Pensé que despertarías más tarde- me paro del suelo y volteo a verlo.

Se encoge de hombros empezando a prepararse un bol con cereales.

Apoyé los codos en la isla de la cocina. Sorbí mi nariz, hábito desde que aspiro un polvo llamado cocaína. Mi única compañía humana en esta casa, se me acerca ocupando un taburete.

-No te sentí llegar, dime como fue la gala, me muero de la intriga.

-Vi a Tn- atino a responder, de la nada, como queriendo resumirlo todo

-¿Hablaron?- Jimin alza las cejas, indagando.

-Dentro de lo que cabe, sí.

-¿Cómo fue?, ¿te trató bien? ¿no la fotografiaste o algo?. Dios, que misterio, hombre, déjate de respuestas cortas, era para que ya me hubieses redactado una composición.

-Debe ser que no quiero hablarlo.

-Pero yo quiero saber, venga, dime.- pide, insistente.

Miro a un punto fijo, pensativo, en el fondo si quería hablar sobre el tema- Se comportaba... fría, ha cambiado muchísimo desde la última vez, su físico, su forma de ser, toda... toda ella es distinta.

-¿Tanto así?

Asentí a su gesto dudoso.

-Quizá no ha cambiado tanto por dentro como dices.

-¿Insinuas que no cambia el que sienta algo por mí?- planteé, el ahora pelinegro me da la razón con un gesto obvio- ¿Sabes?, yo... no lo creo.- Jimin frunce el ceño, parando sus acciones- No parece ser así, por su trato hacia mí, como me ignoraba de una forma para nada antinatural frente a todos, tal como si yo no estuviera, todo el tiempo fue Hoseok.

-¿Y tú?- me pregunta, y lo miro sin entender.- Todavía la quieres ¿verdad?

Suelto una involuntaria risita sarcástica, agachando la mirada- ¿A ti que te parece?

-Me parece que sí. También me parece, o más bien sé, que si te duele que esté con otro está muy bien merecido.

-No empieces, Park- rodé los ojos.

-Es que no te entiendo, joder, por más que me esfuerce.

-Ya hemos hablado de esto, Jimin, cambia el temita este.

Mi amigo guarda silencio- ¿Que hay de los críos?, porque hablaron sobre eso, ¿no?

-La amenacé, le dije la que expondría a una cita judicial con un juez por prohibirme el derecho a verlos.

-Pero qué dices, ¿estás loco?, ¿la amenazaste?-

-¿Y cómo quieres que ceda? La conozco, yo sé lo que hago.

(...)

Tn.

-¿Y chicos?

-Debe tener por monto, ya conocemos al Jungkook fuckboy, ¿a quién le quitaste el novio ahora, niño?- Lisa utiliza sus bromas, haciendo a Jungkook carcajear del otro lado de la pantalla de mi teléfono.

Hoy sábado, Lisa y yo decidimos salir de casa a dar un paseo juntas por la ciudad, con los niños, claro. Jin pudo venir pero nos dijo que tenía planes, causando una expresión tácita e indescifrable en el rostro de mi amiga. No me quiero adelantar, pero hay algo que ella no me dice.

Estábamos en una heladería del centro comercial.

-Envidiosas- soltó engreído el pelinegro- Maldición, quiero estar ahí con ustedes- hace un puchero, Lisa y yo hacemos uno también.- Bien, ya vamos a colgar, no quiero llorar y tengo cosas que hacer.

-Vale- hablamos nosotras, Lisa abría y cerraba su mano en despedida, tan consternada como yo.

-Espera, no cuelgues- pedí apurada, y busqué con la mirada a Eun-Sang y Dae-hyun, quienes jugaban cerca de unas plantas - ¡Eun, Dae, vengan a despedirse del tío Jungkook!

Los niños vinieron, parándose a mi lado los dos, yo volteé el teléfono en dirección a ellos.

-Adios Kookie, ¡te extrañamos!- Esa fue Eun-Sang, lanzando besos a la cámara frontal de mi teléfono

-Adios, tío Kook- dijo tiernamente mi hijo.

-Adios hermosuras.

-¿Nos podemos ir?- Eun me mira con las manos cruzadas detrás de la espalda- Gracias- y se fueron sin dejarme hablar

-¡No corran!- exclamé

Nos volvimos a despedir brevemente de nuestro amigo para luego terminar la videollamada.

-Le echo de menos un montón- comentó Lisa

-Ni lo digas- dije.

A penas pongo el celular en la mesa, este vuelve a sonar. Lo cojo enseguida.

-¿Quién es?- pregunta Lisa

-Ni idea, es privado.

-Cógelo- gesta despreocupada

Arrastré el ícono verde y llevéel celular a mi oído. -¿Aló?

-¿Podremos vernos?, soy Taehyung.- no tenía que decirme quién era, hemos hablado por teléfono setecientas veces, ni por mil años dejaría de reconocer su voz.

-¿Qué? ¿Cómo es que tienes mi número?

(...)

Ojeo por todas las mesas, fijando la vista en una de las que están junto a la valla que limita el restaurante al aire libre del mar.

Sin más ni menos, me acerco. No tengo algún bolso, solo cargo mi teléfono y va muy cómodo en uno de los bolsillos delanteros de mis shorts de mezclilla oscura.

Taehyung me aparta una silla, pero yo abro por mi misma la que hay frente suyo, de poderme haber ido al sitio más lejos lo haría.

Repaso el océano brevemente con la mirada, azul y tranquilo. Me humedezco los labios con la lengua y finalmente lo miro.

-Cinco minutos y me voy.- condicioné, interrumpiéndolo cuando justo iba a hablar.

-¿Ni siquiera buenos días?

-Si quieres te abrazo- seguí.

-No estaría mal.

-No malgastes tu tiempo- sugerí, neutra, moviendo el pie con nervios bajo la mesa.

-¿Pensaste en lo hablamos ayer?- preguntó.

Cinco minutos no serían, estaba segura.

-¿En tu amenaza?- levanto una ceja.- ¿Iba en serio? No me digas que crees que me puedes quitar la patria potestad de mis hijos.

-Nuestros, Tn, nuestros, que no los hiciste tú sola.- toma rigidez, yo me quedo callada, poniendo los ojos en otro lado que no sea su cara, incapaz de dejar el pie quieto-. No tengo tiempo de que pienses en cambiar de opinión, son tres puñeteros años sin verlos, no sé si me entiendes pero me urge verlos.

-No vas a disuadirme, Taehyung.

-Tengo dinero, suficiente como para sobornar a cualquier estúpido juez, ¿quieres eso?.

(...)

Giro la llave luego de introducirla en la cerradura, antes de que la calidez de mi departamento me reciba. Paso con calma, consciente de quien viene junto a mí.

-Pasa- le digo al ver que parece esperar a que le autorice.

Taehyung cruza el marco de la puerta, a unos diez centímetros de tocarlo con la cabeza debido a su altura.
Cierro el pedazo de madera y tras indicarle que se siente, me encargué de revisar que Jin no esté. Solo corroboro que no hay nadie más.

-¿Quieres algo de beber?.

-¿Tienes vodka, vino, ron?

-No- dije, sin poder creer que se tomara el atrevimiento de hacer esas peticiones. Está claro que se está comportando así apropósito, o tal vez es que me cuesta creer el nivel de imbecilidad que ha alcanzado en el tiempo sin vernos.- pero si quieres puedo darte agua o jugo.

-No quiero nada entonces- dijo mirándome desde su sitio en el sofá, con las manos sobre las rodillas, encima de su fino pantalón.

Rodé los ojos y fui a sentarme con él, obviamente en un sillón aparte.

-Entonces ya eres doctora- mencionó, mirando a su alrededor.

-Sí, recién graduada pero lo soy.- contesto.

-¿Tardarán en llegar?, los niños, quiero decir.- porque sí, sus amenazas me terminaron convenciendo, no es por nada que esta aquí, sentado como si nada en un mueble de mi hogar, conmigo ofreciéndole algo de tomar.

-Seguro que en unos minutos están aquí- con eso trozo el diálogo durante unos minutos.

No se escuchaba absolutamente nada a excepción del ruido de la calle y uno que otro ruido alejano de los otros apartamentos. El ambiente estaba algo embriagado de su perfume, que de hecho no es ni el asomo del perfume que usaba antes, el cual de seguro hubiera reconocido si lo llevase, no creo que se me haya olvidado ese olor.

Sin que lo note, me dedico a escanearle lo que puedo con la mirada.

No me gusta presenciar este indecoroso silencio, pero tampoco quiero hablarle. Me enoja lo increíblemente hipócrita que es mi subconsciente, ordenándome que lo mire, y luego regañándome cuando lo hago.

Me atrapa observándolo, y lo menos que hago es dejar de verlo.

-¿Hay alguna cosa que me quieras decir?- relaja la espalda en el sofá, recorriéndome entera con los ojos en un milisegundo.

-No.- digo, con una pizca de obviedad y seriedad

-Puede ser que yo si tenga muchas por decirte.

-¿Cómo cuales?- pregunté, sin que me detuviera la inquietud que me ocasionaba su presencia.

Hace como que piensa, pero sé que solo dramatiza- Algo como que el honorable doctor Park Jungsok, tenía un complot con Rachel para que nos separáramos- de haber tenido una sonrisa se me habría borrado, ante mi silencio analítico, Taehyung continua hablando-. Quedaron en que Rachel me iba a engatusar para serte infiel, y Jungsok haría lo mismo contigo. Todo el tiempo fueron un magnifico equipo.

-¿De dónde sacaste todo eso?, ¿Rachel te lo confesó mientras te la follabas o lo supiste después? Digo, si no es que se han seguido viendo.

-Lo supe hace poco.

Se defendió.

-¿No quieres decirme que se siente descrubrir cuán mierda era tu querido profesor?- realmente estaba impactada, pero no gastaría mi saliva hablando con él. Ya tendré tiempo de sentirme traicionada.

-¿Puedes guardar tus palabras ardidas? No me apetece discutir contigo.

Taehyung desiste cambiando la mirada, rendido y un poco alterado por la pequeña discusión.

La vida ha hecho de nosotros lo que ha querido. Nos pone un vínculo que hoy es irrompible, pero mañana puede romperse. Volver a verlo luego de años en los que nos hemos convertido prácticamente en personas nuevas, me hace concientizar en que Taehyung jamás saldría de mi vida, ni yo de la suya. No importa con quién estemos, ni en donde, podríamos incluso superarnos, pero olvidarnos...

Siguiente cap.

Su rostro se acerca lentamente al mío, violando mi espacio personal. Tengo el corazón a mil, pero no lo demuestro. La diferencia de la Tn de ahora, es que ella no caería en los truquitos con los que el poderoso y atractivo Taehyung conseguía hacerme sucumbir antes.

Cuando está a punto de besarme formulo una sonrisa demasiado leve y egocéntrica, girando el rostro como muy pocas veces se lo había hecho en mi vida.

○○○

Holaa 🥰🥰🥰
A

lgunos días desaparecida pero aquí les dejo un cap con el que espero que queden satisfechxs. Y de paso los dejo con duda de lo que pasará en el siguiente nwn😋😉

Graciasxleer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro