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Tn.

Las brisas nocturnas no se ausentan pero no eran insoportablemente frías, por alguna razón la noche era un poco demasiado buena. Las estrellas están cernidas por todo el cielo, centelleantes e infinitas. No recuerdo la última vez que me tomé el tiempo de admirar el cielo de noche, pero recién hoy recuerdo que a veces hay que mirar hacia arriba. Y la vista es increíble, probablememte relajante, pero no creo albergar un espacio para la relajación dentro de mí justo ahora.

Los músculos de mi estómago se crispan y se retuercen, no estaba segura pero era una sensación vertiginosa bastante inquietante. ¿Por qué no me sentí así todo este tiempo? ¿Por qué es tan normal desnudarme en frente suyo y no mirarlo a los ojos y empezar una conversación?.

Ya cocinamos juntos, reímos, jugamos con harina, nos bañamos y cambiamos de ropa, pero tal vez era hora de hablar.

Por eso, cuando me propuso salir a su terraza y tumbarnos sobre una cómoda manta gruesa de algodón, dije que sí. Supuestamente solo esperaríamos a que la tarta se horneara, pero, inevitablemente, sabíamos que esos eran los minutos previos a la conversación de la que yo había querido huir todos estos días. Porque sí, podria decirse que dependía de mí el que esa conversación se llevase a cabo.

De soslayo, puedo ver a Taehyung girar sobre su cuerpo, quedando de costado, y por muchas cosas que hubieran para mirar, sus ojos sin duda aterrizaron en mí. Y aunque mis nervios dan vueltas en espiral dentro de mi cabeza y mi corazón emite latidos inestables, giro mi rostro hacia él.

-¿Quires parar?- su voz sale tranquila. Sus siguientes palabras aunque podrían sonar autoritarias fluyen de su boca despacio- Casi que puedo oír como te atrofias pensando, es angustiante, joder. No hablemos si no quieres, obviemos la mlaldita conversación.

-Hay que hacerlo- cambio la mirada, sintiendo que tenía demasiado por decir pero tan poca valentía para ello.

-No, no hay que-

-Hoseok estará de vuelta mañana.- lo interrumpo, mencionando el principal motivo por el que estamos tan tensos.

El silencio nos embarga automáticamente.

Tras el paso de unos largos segundos, la mano de Taehyung me sorprende, agarrando la mía. Bajo la mirada para observar como cruza sus ásperos y largos dedos con los míos, los curva y los aprieta contra el dorso de mi mano, habían posibilidades de que estuviera notando el sudor y la frialdad que se albergaba en ella, signo de mi nerviosismo.

¿Por qué carajos lo vuelve mas complicado? Quisiera saber cómo hace para actuar tan tranquilo, por qué su mano está cálida y no fría y sudorosa como la mía.

-Entonces tenemos que detenerlo- hay contrariedad en lo que dice con respecto a lo que acaba de hacer.

Respondo, irritada e indecisa- Pero yo no. . . no

-No quieres que acabe- continúa. Está casi mas seguro que yo.

-No, yo no dije eso.- digo de inmedtiato, intentando defenderme, mintiendo, vergonzosamente mintiendo.

-Pero es lo que quieres decir.- me contradijo, ahora con mas seriedad. Mis párpados caen, como quien otorga la razón manteniéndose callado- Mueres por decirlo, Tn, ¿por qué te empeñas en mentirme? ¿A mí? ¿A mí me quieres engañar?- pregunta, sabiendo que no voy a responderle.-Ya estabas dispuesta a todo, no tiene caso que intentes reprimirte ahora. ¿Todo por qué? ¿Por qué mañana vendrá Hoseok? ¿Crees que si te propones hoy olvidarte de todo lo que has disfrutado hacer estas semanas, mañana lo habrás conseguido?.

-¿Qué pretendes diciéndome todo esto?- hablo yo, por fin, mirándolo.

Las palabras se pierden para él, algo que no veía venir. Sin embargo, solo le basta un momento para responderme.

-Yo tengo claro lo que quiero.- no obtengo una respuesta directa. Sus ojos calan en los míos, no puedo soportarlo así que desvío la mirada.

-Pero yo no.- dije, mi voz sonando afligida- yo no tengo malditamente nada organizado.

Taehyung se aproxima luego de profundizar en mis palabras, dejándome sentirlo. Nuestros cuerpos se pegan, percibo su calidez, la apereza de su pecho cubierto por una sudadera gris. No me aparto, y en lugar de huir de su mirada establezo contacto visual. No impido que me sostenga la mejilla y me acaricie, dejándome hacer como una tonta.

-¿Disfrutas de estar conmigo?

No hay nadie además de él, no habrá alguien que me juzgue y me regañe además de mí misma, lo que me impulsa a ser sincera

-Lo hago, jodidamente sí, me encanta estar contigo.- confesé- aunque seas el canalla que me destrozó y prefirió a otra, aunque sé que debo odiarte y me estoy olvidando de hacerlo.

Noto que mis palabras le duelen un poco.- Ya sé que no hemos tocado este tema- pausa cortamente- Y, ¿sabes qué? No te pediré perdón- dijo, lo miro atenta porque es obvio que tiene más por decir y yo quiero escucharlo- no voy a disculparme, es hipócrita y ya es un jodido premio tenerte aquí entre mis brazos,  diciendo olvidar odiarme.- hace una ligera mueca con sus labios, enrollo mi mano en su muñeca, detestando no poder quitar la serenidad con la que lo miro.

-¿Quiere decir que te da igual lo que sea que haga o decida?.

-Por supuesto que no, yo te quiero de vuelta, Tn- su última confesión me deja helada, tal yo ya no lo supiera-, y no prometo conformarme con tu decisión si no es la que quiero que tomes.

-Estás esperando demasiado de mí- hago que aleje su mano de mi rostro- tú no estas en condiciones de exigirme nada.

-No es lo que pretendo.

Hay un leve silencio- Era solo una semana.- menciono.- y esa semana ya pasó.

-Podríamos extenderlo más...- dijo, su sugerencia llena de súplica y convencimiento.

Suspiré y lo miré, lidiando con la hipnosis que me causan los esos ojos negros que tantas veces me han mirado. - Lo decidiré mañana... - murmuro lentamente, no muy segura de querer desperdiciar lo que queda de este día- ¿puedes besarme ahora, por favor?- soy directa al pedirlo.

Taehyung no se lo piensa.

Está cerca, nuestras respiraciones se hacen una, cierro los ojos y dejo que sus labios se posen sobre los míos. Deslizo mi mano por su brazo mientras que la suya lo hace por mi vientre hasta aparearse alrededor de mi cintura. Yo sola me arrimo mas hacia él, recibiendo el beso sin objetar, ignorando mis actuales estragos mentales.

Es lo que quiero después de todo.

Cuando el oxigeno nos hizo separar, lo repetimos. Nos besamos mucho, mucho, y después de que desistimos, el tema en cuestión era otro. Me reí cuando Taehyung me dijo algo gracioso, lo besé cuando quise y él lo hizo igual. Regresamos a la cocina a terminar con la dichosa tarta, la comimos cuando estuvo y, al final de la noche, estábamos dormidos en su cama.

(...)

Dos días después.

Dejé el tazón de té sobre la mesa viendo que era lo que me quedaba por colocar para luego quitarme el delantal e ir a colgarlo en su sitio. Me paré junto al fregadero y abrí el grifo para lavar mis manos cuando sentí un cálido pecho contra mi espalda. Unos brazos me rodearon en un abrazo, y entonces Hoseok besó mi mejilla con sus  parejos labios haciendo que los míos se estiren ligeramente en una sonrisa.

-Justo iba a despertarte- le dije- ya está el desayuno, te puedes sentar.

Hoseok me soltó y miró la mesa puesta -Se ve delicioso, amor, gracias- dijo sentándose en una de las sillas.

Sacudí y sequé mis manos, quedándome a verlo probar lo que preparé.

-Mm... está bueno- dijo mientras masticaba- pero falta que te sientes, ¿que haces ahí?, ven a mi lado, no habrás comido nada.- echó hacia atrás la silla a su costado indicando que tome asiento.

Hoseok volvería, lo supe todo el tiempo, sin embargo, habían horas faltantes de las cuales yo me valía, ignorando.

De Taehyung me despedí esa mañana, quedamos en que yo lo llamaría, me dio un beso que me robó el aliento, y me marché.

Quería quedarme más, pero ocurren otras cosas fuera de su casa, no podía simplemente olvidarme de mis responsabilidades.

La llamada que prometí hacerle hasta ahora no la he hecho, y claro su paciencia solo duró hasta ese día por la noche ya que me llamó él antes. Yo no podía contestar en ese momento, y quizá mas tarde tuve la oportunidad pero no lo hice, ¿qué iba a decirle?, ¿qué me arrepiento de todo lo que hice? ¿qué lo olvidemos? Él no va a conformarse con eso, sin embargo no puedo tampoco decirle que nos veamos de nuevo, o peor, tirarlo todo por lo ocurrido los días atrás.

En cuanto a las cosas con Hoseok...  No es obviamente lo mismo ahora a diferencia de cuando se fue, tengo tantas (demasiadas) cosas en la cabeza. Y es incómodo, y agonizante, y triste. No sé como reaccionar ante su actitud amorosa, y es lógico desde algún punto de vista, está muy... desinformado de lo que sucedió y sucede en realidad, por así decirlo.

Fue y está siendo engañado por mí.

Dios, me siento tan miserable.

-Uh, no, yo no puedo, a mi se me hace tarde- dije viendo la hora en el reloj de mano que siempre llevo.

Hoseok dirige su mirada hasta el reloj de pared y frunce el ceño- ¿A las seis y cuarenta? Entras a las siete y cuarto, te da tiempo.- me mira.

Hago que mi expresión cambie- Sí, sí tienes razón, desayuno contigo.- sonrío de boca cerrada y voy con él.

-Ah, extrañé esto como no tienes y idea.- comentó sirviéndose más.

-¿Qué, la comida?- pregunté

-Sí, bueno todo en realidad. Mi departamento... tu comida... a ti- me observa sonriente.

-¿Me decías que tomarás vacaciones?.

-Anja, me tomaré un descanso, a lo mejor si hago algo desde aquí, pero tengo que olvidarme un poco del trabajo, he hecho mucho en Ucrania- respondió.

-Oh, está bien entonces, lo tienes merecido por esforzarte tanto- le alenté como de costumbre.

-Supongo que sí- asintió- me encargaré de aprovechar mi descanso contigo.- Toma mi mano izquierda, apretando suave y cariñosamente. Otra vez me regala una sonrisa, y yo de igual forma lo hago.

Aunque no sé si con la misma sinceridad.

Graciasxleer❤

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