₄₈

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Taehyung.

El chorro marrón cae en la jarra de cristal cuando pongo la máquina a andar. Entonces me recosté de la encimera cruzando los brazos mientras daba tiempo a que el café estuviese listo.

No me esperaba que el día temido, resultaría no tan temido cuando llegase, al menos no para mí, Tn seguramente si lo tenga un poco complejo.

Añoro lo que sucederá estos días, y las palabras que me dijo ayer me complementan las esperanzas del esperado nosotros  cada vez que las recuerdo.

El pitido de la máquina sonó justo cuando mi linda hizo aparición en la cocina acomodándose los tirantes del vestido, ya lista y usando sus sandalias. Se me estiraron los pómulos automáticamente.

-¿Quieres café?- le pregunté mientras vertía en un envase para mí.

-No, gracias.- dijo y yo me di un sorbo.

Puse la tasa en la encimera para tomar su mano haciendo que se acercase y abrazar su cintura, besando suavemente en la frente.

-Todo va a estar bien.- sobé su espalda con cariño y eché la cara hacia atrás para verla.

-Quisiera pensar como tú.- dijo amargamente, soltando un suspiro.

La analicé un momento. -Me amas, ¿verdad?

-Claro que sí.- no le costó admitirlo mirándome a los ojos, y estuve tranquilo esperando su respuesta porque sabia que sería esa.

-¿Por qué siento que puedes arrepentirte de lo de ayer?- confesé

-No, no me arrepiento, ¿de acuerdo?.- cogió mi mano cruzando nuestros dedos y yo alcé el enlace para posar mis labios en el dorso de la suya -. No me arrepiento de nada. -añadió mirándome con esos ojitos negros que amo.

No es muy difícil notar cuando Tn habla con la verdad, de hecho es muy notable cuando miente o no está del todo segura de lo que dice.

Y qué agradable verle seguridad y no duda como lo era antes.

La encerré entre mis brazos de nuevo para abrazarla, siento que nos hemos perdido demasiados abrazos y besos, y es como si quisiera recuperarlos todos. Descanzo la mandíbula en su coronilla mientras su mejilla suave está contra mi sudadera de lana.

-El día está tan bonito.- comentó con aires tristes.

-Tú estas mas bonita-  dije sacándole una sonrisita-. Ven aquí...- me adueñé de su mentón para dejar un beso extenso en sus comisuras que luego se convirtió en pequeños picos.

El timbre sonó inoportuno barriendo los corazones imaginarios que revoloteaban a nuestro alrededor.

-¿Esperas a alguien?.

-No. Eres la única que viene.- digo extrañado adoptando mi altura original al despegarme de la encimera-. Espera, veré quien es.

Tn se aparta en seguida y yo salgo de la cocina tomando rumbo al recibidor. Todavía sin tener idea de quien pudiera ser el intruso, cogí el pomo de la puerta abriéndola. Me da una ceguera momentánea por la luz directa del día, pero mis pulipas se adptan rápido a la claridad, y de repente quien está en frente es un desaliñado Hoseok con una expresión gélida con la que al parecer tengo mucho que ver. El estado de shock me duró los segundos que demoró el individuo en lanzar un puñetazo duro en mi pómulo derecho.

Tn.

Una mala corazonada se acomodó en mi pecho sin razón a penas escuché el sonido del timbre. Esto no me suele pasar muy seguido, pero cuando pasa, no me suelo quivocar. Por eso estoy más que preparada cuando escucho un gemido, una grosería, y el vago sonido de un golpe, aunque obviamente me alarmé y me moví hasta el recibidor.

-¿¡Donde está, eh?! - la voz de enfado de Hoseok me pone de los nervios.- ¿Qué hiciste con ella, cabronazo de mierda?- aparezco detrás de Taehyung y veo como mi prometido le tiene cojido del cuello de la sudadera.

Hoseok luce irreconocible, se me pasan imágenes desagradables por la cabeza al verle en ese estado. Se le ve algo ebrio, hasta se le nota en la voz. Trago queriéndome convencer de que puedo posponer la sensación de culpa, pero no tardo en ponerme mal.

-Te sugiero que me sueltes.- Taehyung lo lleva con la mejor actitud que le he visto en mi vida frente a estos casos. Normalmente ya le hubiese ido encima. El Taehyung que conozco le hubiese roto el tabique en tres segundos.

Hoseok safa el agarre de un empujón con el que consigue quitar a Tae del medio y pasar.

-¡Tn!- me llama a gritos.

-Oye, ¿quién coño te invitó a entrar?- Taehyung no se quedó callado.

Aunque las manos me tiemblan un poquito, avanzo más poniéndome a la vista de ambos.

-¡Tn, ven ahora mismo!- sólo acaba la oración porque me ve después.

La sorpresa es lo primero que distingo en sus ojos, unos segundos después, la decepción es más clara. Tal vez sabía que sí estaba aquí, pero bueno, siempre duele más cuando se comprueba definitivamente una cosa. No puedo retener las lágrimas que se acumulan en mis ojos, y para cuando Taehyung hace presencia, ya me siento  inexplicablemente mal.

-¿Pasaste la noche aquí?- murmuró mirándome totalmente incrédulo, hay algo de molestia en su ceño fruncido.

Se debe sentir tan engañado.

-H-hobi... Hobi, lo puedo explicar- hice el intento de acercarme, sin embargo, me frenó.

-¡No te acerques!- exclamó- No... no quiero que estés cerca de mí.- no recuerdo que me haya hablado con tanto desprecio- ¡Tampoco me expliques nada, no quiero escuchar palabras baratas!

-Hoseok, escúchame ¿si?.- hago gestos con mis manos con los que quiero que se calme- por más que me odies, tengo que explicarte lo que-

-¡No, no tienes!- volvió a alzar la voz haciéndome detener los pasos que daba hacia él inconscientemente.- ¿Qué carajos me vas a explicar, uhm?- la rabia impulsa una risa cínica en su boca que termina en una mueca triste.- Olvídate ahora mismo de todo, nuestra boda, nuestra casa, ¡todo!...- mi pecho se encoge con sus menciones, pero no estoy triste por mí, sino por él, es cierto que habíamos construido nuestro futuro pero yo lo tiré todo por la borda.

- Eres libre de mí. ¿Lo prefieres a él de nuevo?- se puso de modo que miró a Taehyung y luego a mí- Perfecto. Ojalá no te destrocen otra vez porque... que pena ¿no crees?.

Dejó el sarcasmo de su último comentario en el aire, y me sacó las lágrimas con la crueldad de sus palabras antes de dar media vuelta y chocar el hombro de Taehyung al pasar por su lado, quien se quedó sin inmutarse.

Sus ojos me miran dudosos por un largo rato, teme de mi reacción, escuchó lo mismo que yo, y aunque él si puede pasar por alto lo que acaba de pasar, tal vez sabe que para mí no resulta igual. A mí  se me han escapado algunas lágrimas, todo pasó horriblemente rápido, pero no sé por qué todavía no me desplomo a llorar.

En vez de eso, saco el anillo de compromiso de mi dedo tristemente. Luego sequé el rostro con las manos dejando el anillo junto a un florero.

Y bservé a Taehyung , el moretón en su pómulo y una mirada de cervatillo que puedo jurar que solo utiliza conmigo.

Avancé hasta él y le abracé colocándome de puntillas como siempre. Al segundo siguiente, sus brazos me acogieron con más fuerza de la esperada. Cerré los ojos en lo que su olor adormecedor me embriagaba calmándome los latidos.

Me separé para buscar sus ojos- Esta no es otra oportunidad...- le digo teniendo toda su atención- es un "demuéstrame que mereces una más", ¿de acuerdo?

-Claro que sí, estoy muy de acuerdo.- dijo con voz de alivio.

Pone su frente sobre la mía.

Nos miramos largos segundos en silencio.

-¿Podré darte besos mientras te lo demuestro?- su pregunta me hace reír.

-Incluso más que besos, pero sólo... cuando yo quiera.- digo divertida.

Tae me mira ofendido pero luego porta una sonrisa perversa -¿Y es válido hacer que quieras?- murmura sobre mis labios, y miro como se mueven los suyos, tan besables y bonitos. ¿A quien engaño? Yo siempre quiero.

-No, inválido, así que no lo intentes. - lo señalo alejándome, pero el muy pillo me sujeta y viola las reglas en tiempo record.

Rompo el beso- Él último.- sentencié, a lo que él soltó un apurado "Mhm" antes de que volviésemos a besarnos.

Días después.

Dicen el tiempo va poniendo las cosas en su lugar.

Yo quise creer que así sería.

A Hoseok le volví a buscar claramente porque bueno teniendo en cuenta que no estaba del todo consciente cuando bramó las últimas palabras dirigidas hacia mí; y que por nada del mundo nos dejaría de ese modo, teníamos una conversación pendiente. Entonces así fue, dejé que pasaran al menos tres días y fui donde él. A la primera me lo imaginé pudriéndose en el alcohol, pero cuando el elevador abrió las puertas, me esperaba alguien fisicamente saludable. No pasó el que se negase a hablar conmigo ya que sí o sí debo tener la confirmación de subir desde recepción, el que habláramos era seguro desde que el recepcionista me autorizó pasar.

Y me atendió una persona totalmente distinta a la que estampó el puño en el pómulo de alguien el otro día. El diálogo transcurrió pacífico, Hoseok no estaba para nada contento con mi decisión, y hasta puedo decir que seguía molesto, pero fue mas llevadero hablar con él. Estaba callado, o dolorosamente callado, más bien. Su visible depresión decía mucho de lo mal que llevaba el asunto. Lo acepto, por un instante me pregunté por qué le decía todo aquello, me dió por arrepentirme y retroceder, pero recordé unos ojos negros y unos labios con una pequeña mancha de melamina que me recordaron por qué lo hacía.

Le entregué el anillo de compromiso con una mueca lastimera y besé su mejilla antes de ponerme de pie y marcharme. Los medios tampoco ayudaban, pues él es alguien reconocido, y nuestra boda estaba anunciada, así que la cancelación de esta también se informó. Lo bueno es que a la semana este tema estaba radicalmente olvidado.

Pero no todas las conversaciones han resultado pacíficas. Tuve que anunciarlo a los pocos miembros adultos de mi familia.

"Lo intentaré de nuevo con Taehyung"

Lisa lo tomó más o menos porque es mi mejor amiga, pero SeokJin...

Entiendo, ya no se trata de que sea sobreprotector, yo en su lugar estaría de igual forma. En su cabeza, mi desición es inmadura, y no hay quien lo convenza de una cosa distinta.

A los niños no les detallé nada, solo se les dijo que ya no habría boda, y bueno Dae solo se preocupa por sus dinosaurios, le da lo mismo una cosa que la otra, en cambio Eun-Sang se contentó de sobremanera, y eso que ni le dije lo de su "papi".

En fin.

Taehyung siguió asistiendo a sus consultas aquí en Londres. De hecho se atiende con una de las amigas de Eda. En cuanto a nosotros... no hay mucho que decir, el plan sigue siendo el mismo, él trabaja en ser mejor para mí y yo... yo lo amo, ¿qué más da?

-Entonces ¿no te casaste?

-No.- respondí sobándome el brazo un poco incómoda.

Odio las citaciones al despacho del señor Jack.

-Uhm, ahora que estoy aquí, aprovecharé para decirle algo.- dije mirándolo dejar el vaso del que bebía whisky y cruzar los brazos para mirarme, recostado de su escritorio de lo mas informal, conmigo sentada en una de las sillas de en frente.

-Soy todo oídos - dijo centrando toda la atención en mí, traté de que sus ojos azules no me distrayeran y lo solté.

-Estoy pensando en dimitir.

Jack se queda neutral, pero se aleja del escritorio poniéndose derecho. -¿Cómo?

Tomé aire y continué hablando -No digo que vaya a irme ahora mismo, solo se lo informo. En estos días presentaré mi carta de renuncia.

Una sonrisa torcida se forma en su rostro, y luego una carcajada amarga, se pasa la lengua por los labios, nervioso; y su mirada intensa me pone inquieta a mí, la sonrisa se le borra poco a poco como si terminase de procesarlo.- Pero tú no puedes hacer eso.

-¿Por qué no? - alcé una ceja.

-Porque no. No puedes renunciar.- sentenció serio.

-Claro que puedo.- contradije.

-¿Al menos puedo saber por qué?

-Motivos personales que-

-Motivos personales, motivos personales, malditos motivos personales.- gruñó histérico, haciéndome callar.

-No entiendo por qué se pone así.- digo, todavía sentada en mi sitio.

-¿No sabes?- pregunta mientras me mira, y me siento un poco intimidada.

Unos segundos en silencio.

-Bueno, entiendo que me considere una buena doctora y... eso, que me aprecie demasiado... Pero mi futuro no está en este hospital.

Nadie sabe sobre esto, lo he decidido yo por mi cuenta, no lo comento todavía porque sí, tal vez es una idea descabellada. Más estoy segurísima de que es lo que quiero, todavía no se muy bien el rumbo que tomará mi vida, pero estoy segura de que no quiero trabajar más aquí, empezando porque tengo un jefe lo bastante molesto.

Jack simplemente cambia la mirada apretando la mandíbula, así que me levanto con intenciones de irme y dejarlo precesando la noticia, pero él me mira de inmediato.

-Tn- se me acerca tomándome las manos de repente, bajé la mirada viendo como había tomado posesión de mis muñecas, y la subí para ver una cara de desesperación que no le hania visto jamás.- Linda, sabes el aprecio que te tengo, ¿es en serio lo que me estás diciendo?.

-Pero si ni siquiera me voy todavía...- murmuré.

-No me interesa, no estaré tranquilo sabiendo que te vas ...!- dio un tiron inconsciente a mis manos y yo me sorprendí un poco.

Tragué.

-Dime, ¿es porque he confesado que me gustas?

-¿Qué?- pregunté enseguida- N-no, no se trata de eso.

Sí, sí, totalmemte, joder.

-Tn, tú me gustas mucho.- me atrajo y yo intenté huir de la cercanía moviendo el rostro a otro lado.

-Jack, por favor.- murmuré apenada y horriblemente incómoda.

-¿Por qué me ignoras? ¿Por qué yo no te gusto, ah? ¿Crees que yo no puedo hacerte feliz?- sus preguntas me atormentaban como una plaga de insectos, quería que me soltase YA.- No me importa que tengas hijos de otro, te juro te haría la mujer más feliz.

-Jack, no es divertido.- dije nerviosa.

-Ya no estás comprometida, ¿qué lo impide?

-No, Jack. ¡No!- empecé a forcejear para que me soltase los brazos, asustada al verlo imposible. No quiero que esté así de cerca, es asqueroso.- ¡Jack!

-Santo Dios, ¿así te oirías en mi cama?

Fruncí el ceño horrorizada, y volví a inentar zafarme, soltando un jadeo, probar fuerza era evidentemente inútil. Estoy empezando a sentir ganas de llorar.

-Por favor...- lloriqueé.

Y el sonido de los tacones de alguien llegó a hacer que Jack me soltase. Era Sasha, quien se quedó algo atónita con la escena, dirigiendo la mirada de mi a Jack mas de dos veces.

Viéndome por fin liberada, acomodé mejor el bolso en el hombro y huí de inmediato sin mirar a nadie. A penas doblé el pasillo pegué la espalda con la pared poniendo mi mano en mi pecho mientras tomaba respiraciones profundas, asimilando que de nuevo tenía mi espacio personal. Me llevó unos dos minutos recuperarme, y entonces si seguí mi camino, deseando no volver a entrar a ese lugar, y mucho menos verlo a él.

.

.

.

.

.

Graciasxleer

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro