Capítulo 01

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—Agradece que no presentaremos cargos, niña.

Yo apreté los barrotes de la celda con fuerza. Enfadada le di una patada a los barrotes antes de sentarme en el suelo mientras soltaba un suspiro de rabia.

—Baja los humos princesita. —En estos momentos deseaba pegarle un puñetazo a ese policía. Era un completo idiota. —¿Acaso quieres que te pongamos una multa y que presentemos cargos?

En ese momento el otro policía que me arrestó entró junto a MinHee.

El policía se acercó al otro idiota que estaba sentado en su redonda silla la cual apenas soportaba su peso. —Es el hermano de la chica.

—¡HeeJin! —MinHee se acercó a la celda en la que me habían metido. —¿Qué mierda has hecho?

Afortunadamente estaba sola y la celda estaba decente.

En aquel momento solo me quedaba hacer lo que había hecho desde que me detuvieron.

Hacerme la víctima.

Saqué la cabeza de mis piernas llorando.

—Hemos encontrado a su hermana en una carrera ilegal de coches. —Habló el policía que acababa de entrar junto con MinHee.

—¿C-Cómo?

—No estaba participando, solo estaba de espectadora. Pero en esas cosas siempre se suele apostar.

—¡Ya les dije que yo solo pasaba por ahí y me quedé a verlo! —Dije entre lágrimas. —¡Ni siquiera sabía que era una carrera ilegal! ¡Yo que iba a saber!

Ambos policías me miraron durante un segundo. Probablemente no se lo creían, pero tampoco tenían pruebas de que yo participara en eso.

—Precisamente por eso no vamos a presentar cargos. El tiempo que ha estado ahí debería de ser suficiente para hacerla reflexionar. —Dijo el policía idiota mientras sacaba un manojo de llaves y abría la celda en la que me habían metido.

—La próxima vez, no te acerques a esas cosas niña. —Me dijo el policía amable mientras dejaba un pequeño golpe en mi cabeza. Yo asentí con la cabeza mientras comenzaba a secarme las lágrimas de cocodrilo.

MinHee y yo salimos de la comisaría en completo silencio y le seguí mientras nos dirigíamos probablemente a su coche.

Entre ambos reinaba un silencio absoluto e incómodo (como de costumbre) hasta que de repente me gritó completamente histérico:

—¡Es la primera y la última vez que vengo a estas horas de la madrugada para sacarte de la comisaría! ¿Entendido?

—¡Oh, vamos! No es para tanto MinHee. —Me queje mientras cruzaba los brazos.

—¡¿Qué no es para tanto?! ¡Por dios HeeJin! —MinHee se apartó el pelo de la cara desesperado. —¿Qué dirían nuestros padres si se enteran de que te han detenido?

Yo solo subí mis hombros restándole importancia a la situación y me dirigí a su coche cuando logré distinguirlo.

—¡Lee HeeJin, te estoy hablando! —MinHee comenzó a seguirme.

—¡Deja de llamarme así! Me irrita mi apellido.

—Pues es el apellido de nuestros padres. No voy a llamarte de otra manera como hacen los idiotas de tus amigos y el imbécil de tu noviecito.

Yo me giré en dirección a MinHee, mirándolo seriamente. —No metas a ninguno de mis amigos en esto. ¿entendido?

—HeeJin... —MinHee acarició mi pelo. —¿En qué momento cambiaste tanto?

Yo me aparté de él mientras hacía una mueca de desagrado.

MinHee suspiró resignado y sacó las llaves de su coche. Ambos nos subimos en silencio y continuamos así durante el regreso a casa.

Mi teléfono vibró y la pantalla se iluminó.

Eran varios mensajes de mis compañeros de carreras, pero decidí leer primero el mensaje de mi mejor amigo Kim JiWoong. El mensaje decía que ya había pagado la fianza de Sung HanBin, quien es otro de mis amigos.

Apagué mi móvil y lo guardé en el bolsillo de mi chaqueta, a su vez me puse a buscar un cigarrillo en el otro bolsillo de la chaqueta, al encontrarlo me lo puse en la boca mientras buscaba el mechero para poder encenderlo.

—¡Por dios, Lee HeeJin! —MinHee me arrebató el cigarrillo de la boca y lo tiró por la ventana de su coche junto con el mechero.

—¡¿Qué coño te crees que estás haciendo, Lee MinHee?! —Grité histérica.

«Ni siquiera era mío.»

—¿De verdad te estás metiendo esa mierda? —MinHee me miró de reojo histérico. —¡HeeJin tienes asma, joder!

—¿Y a ti qué te importa? Es mi salud, no la tuya. —Me recosté en mi asiento enfadada con los brazos cruzados cuando MinHee frenó el coche de repente.

—Bájate del coche.

Le miré perpleja. —¿Qué?

—¡Qué te bajes del puto coche! ¡Ya! —Gritó seriamente, era la primera vez que lo veía así de alterado. —No pienso seguir cubriéndote.

Yo suspiré y rodé los ojos antes de bajar del coche y comenzar a caminar rápidamente hacía mi casa. MinHee salió disparado detrás de mí intentando alcanzarme.

—¿Hasta cuándo piensas seguir comportándote así, HeeJin? No tienes trece años joder. —Su voz se quebró por completo.

Al oír como comenzaba a llorar dejé de caminar, MinHee estaba al borde de las lágrimas. Nunca había estado así antes y aunque probablemente nunca me atrevería a reconocerlo, me sentí mal conmigo misma por ser la causante de las lágrimas de mi hermano.

—¿Cuándo vas a darte cuenta de que tus amigos no son una buena influencia para ti?

—Cállate... Por favor... —Murmuré apretando los puños en el interior de los bolsillos de mi chaqueta.

—Tú no eras así. —MinHee siguió hablando mientras se sorbía la nariz. —Pero desde que decidiste cambiarte de instituto y ellos aparecieron en tu vida, has cambiado radicalmente de la noche a la mañana. ¡Ahora tengo que sacarte de comisaría por estar en carreras ilegales junto con el idiota de tu novio que...!

—¡Cállate MinHee! ¡Cállate! —Le grité casi al borde de un ataque de nervios y con ganas de llorar. —¡Tú no sabes absolutamente nada!

—¡Pero quiero saberlo! —Gritó desesperado. —HeeJin por favor... soy tu hermano mayor, te he querido cuidar y proteger desde el primer día. —MinHee se acercó a mí para acariciar suavemente mi cabello mientras intentaba conectar su mirada con la mía. —Déjame volver a ser el hermano mayor que necesitas.

Lo miré a los ojos durante unos instantes. —Olvídalo MinHee. —Agaché la mirada. —La Lee HeeJin que conocías desapareció hace mucho, así que te agradecería que dejaras de llamarme así. —Volví a levantar la mirada y lo miré de manera seria. —Soy Jeon HeeJin.

MinHee suspiró y apartó la mirada y su mano de mi cabello, totalmente rendido. —Bien, como quieras... Pero vámonos a casa por favor.

Asentí con la cabeza y ambos volvimos al coche.

Al llegar a casa, me bajé rápidamente del coche de MinHee y saqué las llaves para poder entrar en casa, si pasaba un minuto más con MinHee me rompería en cualquier momento y terminaría abriendo la boca.

La puerta se abrió de repente, asustándome y dejando ver a ChanHee histérico.

—¡¿Se puede saber en qué mierda te has metido ahora, Lee HeeJin?! —Me susurró alterado.

Parecía querer matarme con la mirada.

Yo resople mientras bajaba la mano en la que tenía las llaves y me cruzaba de brazos.

—Jeon HeeJin. —Le aclaré.

MinHee se acercó a nosotros y dijo: —La han pillado en una carrera ilegal de coches y la han arrestado. —Los ojos de ChanHee se abrieron como platos.

MinHee siguió hablando en voz baja: —El lado bueno es que como ella solo estaba de espectadora, la policía no ha presentado cargos, solo un par de horas detenida en comisaría como castigo hasta que yo he llegado.

Me estaba poniendo nerviosa que ambos hablarán de mí como si yo no estuviera delante, y me jodía aún más que estuvieran hablando en susurros solo para no despertar a nuestros padres.

—¡Por dios, HeeJin! —dijo ChanHee.

—Bueno... ya está bien, ¿No? —Dije elevando un poco la voz. —Estoy cansada y quiero irme a dormir, he pasado una mala noche. —Me hice paso entre MinHee y ChanHee y entré a casa intentando hacer el mínimo ruido posible.

ChanHee es el hermano mayor, está en su tercer año de universidad.

MinHee es el segundo hijo y está en su primer año de universidad.

Y luego estoy yo, HeeJin, la oveja negra de la familia, a menos de un año de entrar a la universidad.

Aunque eso es lo que todo el mundo espera de mí, pero yo por mi parte no tengo ni la más mínima intención de ir. No me siento preparada para algo así y ni siquiera sé qué es lo que quiero hacer aún con mi vida.

Ni siquiera estoy segura de lo que me gusta.

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