Capítulo 02

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Sentía que mi cabeza iba a explotar.

Después de llegar a casa casi no pude dormir, me quedé dando vueltas en la cama y despertando cada 20 o 30 minutos. Decidí sentarme en la silla de mi escritorio e intenté leer algo para distraerme.

Un horrible dolor de cabeza se comenzó a apoderar de mí. Esa era una de las cosas que más odiaba. Que me vinieran dolores de cabeza de la nada.

Intenté ignorar el dolor y seguí leyendo hasta que comencé a ver las letras borrosas, en ese entonces cerré el libro y dejé caer mi cabeza sobre el escritorio, los pinchazos en mis sienes eran horribles, sentía que me iban a traspasar el cráneo.

Unos ligeros golpes en la puerta hicieron que abriera levemente los ojos. -Adelante. -Murmuré.

—HeeJin cielo... —Se trataba de mi madre. —Voy a ir a... ¿Te duele la cabeza otra vez?

Asentí con la cabeza. Se me debía de notar en el rostro, tenía los ojos entrecerrados y el ceño fruncido.

—Te voy a traer algo para el dolor. —Dijo mi madre antes de irse. No tardó más de un minuto en volver con un sobre y un vaso de agua. —Ten. Se te pasará el dolor rápidamente.

—Gracias mamá. —Murmuré mientras abría el sobre y mezclaba los polvos de este con el agua. Intenté tomármelo todo de un trago, pero el sabor era algo repugnante. —¿Necesitas algo?

«Es extraño que mamá esté en mi habitación. Bueno... Es raro que cualquiera de mi familia, excepto yo, esté en mi habitación. No dejo entrar a nadie.»

—Voy a ir al hospital. Tengo que recoger unos papeles y tengo una pequeña reunión con la madre de JiWoong y demás compañeros. —Comentó mi madre mientras acariciaba mi cabello.

Aquel gesto se sintió raro, estaba acostumbrada a que principalmente solo Zhang Hao hiciera eso.

—¿Quieres venir? Antes siempre me acompañabas...

«Antes.»

—Estará Ni-Ki, hace mucho que no te ve y te extraña.

«Quizás... Quizás podría aprovechar para salir un poco de mi zona de confort y de la burbuja en la que me he encerrado.»

—Emm... ¿Irán ChanHee o MinHee? —Pregunté tímidamente.

—No, que va. —Mi madre negó con la cabeza. —MinHee ha salido a desayunar con sus amigos y ChanHee sigue durmiendo.

—Está bien... Iré. —Dije mientras me levantaba de la silla de mi escritorio. —Yo también echo de menos al tío Ni-Ki.

[ . . . ]

Hacía bastante tiempo desde la última vez que acompañé a mi madre al hospital. Cuando era una niña siempre la acompañaba y me recorría casi todo el hospital junto al tío Ni-Ki, pero después de cierto día...

«Odio venir a los hospitales.»

—Ni-Ki está en el área de pediatría. —Me dijo mi madre mientras recorríamos los pasillos del lugar. —Le he mandado un mensaje para que no se mueva de ahí. —Yo asentí con la cabeza. —¿Recuerdas cómo se llega?

—Sí, no te preocupes.

Mi madre subió al ascensor mientras que yo seguí por el pasillo de la izquierda. Cuando era más pequeña pasaba muchos fines de semana aquí junto al tío Ni-Ki, ayudándole y jugando con los niños que estaban enfermos. Mientras recorría los enormes e interminables pasillos oí una voz a mis espaldas llamándome.

—¿HeeJin?

Al girarme pude ver a mi tío. Nishimura Riki. En realidad, no era mi tío de verdad, pero era tan cercano a mis padres que era como si lo fuera.

—¿Eres mi pequeña HeeJin?

Yo asentí con una pequeña sonrisa mientras apretaba mis dedos en el bolsillo de mi sudadera. Estaba algo incómoda, hacía mucho que no le veía.

Ni-Ki se acercó a mí corriendo y me abrazó, le correspondí con un pequeño abrazo.

—No puedo creer lo mucho que has crecido, estás preciosa.

—Gracias... —Murmuré.

Me miró con una ceja levantada.

—Tú no eres mi HeeJin. —Me miró entrecerrando los ojos. —Mi HeeJin se hubiera lanzado a mis brazos llamándome mi futuro marido. — Ni-Ki se apartó y fingió con sus manos que tenía una pistola. —¿Quién eres tú y qué has hecho con mi futura esposa?

Yo solté una pequeña risa. —¿Todavía sigues con eso? Soy muy joven para ti tío Ni-Ki, mejor búscate a una chica de tu edad.

—¿Me estás llamando viejo?

Levanté los hombros mientras soltaba una sonrisa burlona. —Tómalo como quieras.

Ni-Ki soltó una risa y me abrazó de nuevo, pero durante más tiempo. —Esa es mi HeeJin de siempre. —Aquel comentario hizo que mi pequeña sonrisa desapareciera. —¿Por qué estás tan sería ahora? Antes tus ojitos brillaban.

«Mierda...»

—He pasado una mala noche y me he despertado con dolor de cabeza. —Dije mientras pasaba una de mis manos por mi brazo.

«A fin de cuentas, eso no era del todo mentira, solo era una verdad modificada.»

—Estoy algo ida todavía.

—Ya veo... Iba a jugar al escondite con algunos de los niños, ¿Quieres unirte?

—Sí claro, será divertido.

Por lo que sabía, Riki decidió estudiar medicina, como mis padres, cuando vio que la carrera de creación y desarrollo de videojuegos no era lo que él creía, pero quiso especializarse en pediatría, sobre todo para cuidar de niños enfermos, ya que él estuvo bastantes meses hospitalizado cuando era un adolescente.

Una niña muy linda de unos siete años se acercó a Ni-Ki cuando ambos entramos en la salita en la que los niños tenían juguetes. La pequeña tenía su pierna escayolada.

—¡Riki oppa! ¿Ella es tu novia?

—¡RaIm! —Ni-Ki se acercó corriendo a ella y se tiró al suelo de modo dramático. —Ojalá lo fuera, pero dice que soy muy mayor para ella. ¿Puedes creerlo?

La pequeña de nombre RaIm me miró antes de decir: —¡Riki oppa es muy atractivo, unnie!

Esa pequeña me causó mucha ternura e hizo que sonriera, por lo que me acerqué a ella y me agaché a su altura.

—Lo es, pero yo aún soy muy joven para casarme. —Dije haciendo un puchero.

—¡Pues si tu no quieres, yo me casaré con Riki oppa! Le cuidaré muy bien.

—Me parece bien RaIm —Le dijo Ni-Ki con una sonrisa mientras acariciaba el flequillo de la niña. —, pero ahora debes descansar. HeeJin y yo jugaremos al escondite con YoungJin, ChaeWon y MinJae.

—¡Pero ya puedo caminar bien! —Se quejó la menor. —No quiero quedarme sentada todo el tiempo.

—Pero...

—RaIm. —Llame a la niña, la cual llevaba dos coletas que la hacían ver más adorable. —¿Te parece bien si me quedo contigo y ambas contamos y luego buscamos a tus amigos?

La niña me miró varios segundos y parpadeo seguidamente antes de responder: —¡Venga, vale!

Los niños junto con Ni-Ki salieron corriendo para esconderse por todas las zonas del ala de pediatría en las que podían estar, mientras que RaIm y yo nos quedamos contando.

—¡Cien! —Gritó RaIm. —¡Voy a por vosotros, mocosos!

Yo iba detrás de la pequeña a su ritmo.

—RaIm no deberías apoyar el pie. —Le dije después de darme cuenta de que la niña estaba apoyando el pie que tenía escayolado para caminar más rápido.

—Me quitan el yeso mañana, no te preocupes unnie. —dijo la pequeña mientras sonreía. —Llevo toda la semana apoyando el pie porque ya no aguanto las muletas.

Yo solté una ligera risa mientras negaba con la cabeza. —De todas maneras, ten cuidado.

—Está bien unnie... ¡Oh! ¡Yu MinJae, te he visto! —Gritó la pequeña mientras señalaba uno de los pasillos, donde vi una pequeña cabellera girar una esquina.

Al llegar a la esquina, ambas vimos que el lugar por el que el pequeño MinJae había cruzado se dividía en dos pasillos.

—Unnie, tú mira en el pasillo de la derecha, yo miraré en el de la izquierda.

—Está bien, pero ten mucho cuidado con el pie. Ni-Ki me matará si te pasa algo. —Dije no muy segura antes de dirigirme hacia el pasillo que señaló RaIm.

Iba mirando por los alrededores mientras buscaba al pequeño Yu MinJae.

Me pareció oír unos pasos detrás de mí, giré mi cuerpo y seguí caminando de espaldas, pero no había nadie. Al girar de nuevo choque contra alguien y terminé en el suelo rodeada de papeles.

—Joder, ¿Quieres mirar por donde vas niña?

«Otra vez con lo de niña.»

—¿A quién llamas niña? Imbécil. —Respondí enfadada sin mirarle mientras me sobaba la muñeca. —Una disculpa no está de más, ¿sabes?

—Eras tú quien no miraba por donde iba. —Respondió el chico mientras se agachaba para recoger los papeles.

«¿Era un médico? No. Lo dudo bastante, sonaba demasiado joven y no llevaba bata, ni ninguna identificación que lo acreditara.»

—Y si ves que voy de espaldas, ¿Por qué no te apartas? —Le dije mientras me levantaba del suelo.

—Porque eres tú quien tiene que mirar por dónde camina. —Respondió sin mirarme mientras seguía juntando papeles. —Al menos podrías ayudarme a recoger todo esto.

—Has sido tú quien me ha visto caminar de espaldas y aun así no se ha apartado. Así que esto es culpa tuya y por ende no tengo porqué ayudarte. —Dije mientras intentaba no pisar los papeles y me alejaba para seguir buscando al niño.

—¡Oye!

El chico se puso de pie y me detuvo tomándome por el brazo, haciendo que sacara mi mano del bolsillo de mi sudadera.

El chico de cabello blanco me miró anonadado. —Pero tú...

«¡Oh, mierda, está buenísimo! Bueno eso es quedarse corto, pero lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil.»

—¿Qué? —Dije mientras tiraba de mi brazo para que me soltara, cosa que fue inútil, tenía bastante fuerza. —¿Crees que porque soy una chica tengo que ser amable? Pues lo llevas claro, cariño. ¡Suéltame!

El chico me soltó. —Estás completamente loca...

—Me lo dicen mucho, gracias corazón. —Dije mientras me alejaba.

—¡Oye! —Me gritó el chico, pero yo no me giré. —¿Cómo te llamas?

—No te importa.

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