Capítulo 22

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El timbre sonó anunciando el final de las clases y recogí mis cosas corriendo. Vi como EunChae se acercó a mí.

—HeeJin... Yo... Emmm...

Terminé de recoger mis cosas y salí corriendo del instituto. Mi lindo novio estaba esperándome en la salida.

«¿Por qué siempre se ve tan guapo?»

—Ey, nena. —Ricky se acercó a mí y puso una de sus manos en mi cintura. —Mañana por la tarde, una pizza, peli, manta, tú y yo. ¿Qué te parece?

—Mmm... Me gusta la idea. —Dije riendo. —Pero la pregunta importante es; ¿Dónde?

—En mi casa. —Dijo mientras me sonreía.

—¿Estás seguro de que puedo ir?

Ricky asintió con la cabeza. —Solo estará mi madre.

Aquello me alivio un poco, había oído tantas barbaridades de la boca de Ricky sobre su padre que me daba miedo... Y asco.

[ . . . ]

—¿Cómo has convencido a tus padres? —Me preguntó Ricky.

Mi encantador novio había venido a buscarme para ir a su casa. Obviamente no había venido hasta mi casa, sino que habíamos quedado en la esquina de la calle.

—He ido a llevarle algo de comida a mi adorado hermanito a la universidad porque hoy estará ahí casi toda la tarde. —Aquello era mentira, había hablado con MinHee y me dijo que estaban en un Burger King junto a HyeongJun comiendo. —Y pasaré el resto de la tarde acompañando a JiWoong en su entrenamiento de baloncesto.

—Eres terrible. —Ricky soltó una risa.

—Lo soy. —Me burle.

Ricky me tomo de la mano. —¿Qué película quieres ver?

—La que tú quieras ver. —Dije mientras balanceaba nuestras manos.

El negó con la cabeza. —Una que nos guste a los dos.

—¿Una de terror?

Era uno de los pocos géneros de películas que teníamos en común.
Ricky asintió feliz con la cabeza.

Ambos entramos su casa entre risas por una payasada que yo había dicho.

—Oh, eres Lee HeeJin, ¿verdad? —Preguntó la madre de Ricky mientras me abrazaba. Yo respondí tímidamente con un pequeño "Sí".

—Es la primera vez que Ricky me presenta a un amigo que no sea ChanHee. —Dijo su madre con burla. Yo miré disimuladamente a Ricky.

«¿No le ha dicho a su madre que estamos saliendo? Aunque yo tampoco se lo he dicho a nadie... Solo lo sabe MinHee y ni siquiera sabe que estamos saliendo, solo que nos hemos liado.»

—¿Qué tal estás cielo? —Me preguntó su madre abrazándome por los hombros.

—Bien, muchas gracias. ¿Cómo está usted?

—Lo llevó como puedo, pero no me llames de usted, no soy tan mayor. —La madre de Ricky hizo un puchero. —En un rato os subiré la pizza, está en el horno.

—Gracias mamá.

—Lleva a HeeJin a tu habitación y vienes para llevarte las bebidas. —Dijo la madre de Ricky mientras iba a la cocina. —Por cierto, os robare un trozo de pizza.

Ricky y yo soltamos una risa mientras íbamos hacia su habitación.

—Mi madre no sabe qué estamos saliendo. —Dijo mientras se quitaba la chaqueta. —Aún no he encontrado el momento para decírselo.

—No importa. —Dije mientras me sentaba en la silla que tenía en el escritorio. —Tú casa es muy bonita

—Gracias supongo... Con algo de suerte, mi madre, y yo no volveremos a esta casa. —Dijo mientras se tumbaba en su cama.

Ricky me dijo hace unos días que iba a mudarse.

—Pero no te irás de la ciudad, ¿Verdad? —Pregunté asustada.

—¿Eh? Por supuesto que no. —Dijo mientras se estiraba. —No te quedes ahí, ven. —Dijo mientras palmeaba su cama. —Estarás más cómoda.

Le hice caso y me senté al lado suyo. Ricky abrazo mi cintura y yo acaricié su cabello. Él empezó a bajar besos en mi brazo mientras yo seguía acariciando su cabello, se sentó para poder subir sus besos hasta mi hombro mientras me hacía cosquillas.

Deje un beso en su mejilla y el me miró con los ojos muy abiertos mientras dejaba escapaba una pequeña sonrisa. No tardo en acercarse a mis labios para besarme.

—¡Ricky! —La voz de su madre la cual provenía desde la cocina hizo que nos separaremos.

—Enseguida vengo, corazón.

Ricky se levantó y fue hasta la cocina. Me levanté y empecé a curiosear con la mirada su habitación sobre todo su escritorio donde estaban los libros de la universidad, pero algo llamó mi atención y era que sus libros eran sobre Historia de la Música.

«¿No sé supone que Ricky y ChanHee están en la misma carrera?»

Ricky entró de nuevo a su habitación. —Linda, mi madre pregunta si quieres algo de postre para después de la pizza.

Giré la cabeza para mirarlo mientras él me abrazaba por la cintura y apoyaba su barbilla en mi hombro.

—¿Qué mirabas?

—¿No se supone que estudias Administración de Empresas con ChanHee? —Le pregunté confusa.

—No. —Ricky me miró todavía más confundido. —Ambos estudiamos Licenciatura en Música.

—Espera ¿Qué? —Me separé de él y le miré perpleja.

«Se suponía que ChanHee llevaba estos tres últimos años estudiando Administración de Empresas.»

—Pensé que lo sabías.

—No. Nos dijo que estaba estudiando Administración.

—Vaya... Yo... No sé qué decirte corazón. —Me dijo Ricky totalmente confundido. —Quizás ChanHee no quiere que lo sepáis por si no estabais de acuerdo con su decisión.

—Pero... Es idiota. —Solté un suspiro mientras me pasaba la mano por la frente. —Mi padre sería el primero en alegrarse de que ChanHee estudiara música.

—Lo único que puedo aconsejarte es que hables con él corazón. —Dijo mientras dejaba un beso en mi frente. Yo asentí con la cabeza. —¿Entonces quieres algo de postre? Quizás un... ¿Helado de chocolate con brownie?

Yo solté una sonrisita feliz.

—Sí porfis. —Me pedí mientras parpadeaba repetidamente.

—Se te han iluminado los ojos bebé. —Ricky soltó una risa mientras dejaba un casto beso en mis labios y salía de su habitación.

Yo solté un suspiro, todavía seguía dándole vueltas al tema de ChanHee.

«¿Por qué llevaba tanto tiempo mintiendo a nuestros padres?»

Volví a mirar la habitación de Ricky, una parte de su pared estaba llena de fotos en las que estaba solo o acompañado de ChanHee o su madre. Se veía muy atractivo en todas.

—Vaya... Hacía tiempo que Ricky no traía a una chica para tirársela. —Aquella voz hizo que llevara mi vista al umbral de la puerta.

«¿Ese es el padre de Ricky? No se parecen en absoluto.» Pensé.

—¿Perdón?

—¿Eres una de las chicas que se acuesta con mi hijo?

No negaré que aquellas palabras hicieron que me sintiera profundamente herida e indignada.

—¿Qué estás haciendo en mi habitación? —Ricky entró en la habitación y dejó las bebidas sobre su escritorio. —Mejor dicho, ¿Qué mierda estás haciendo aquí?

—Nada, venía a por algo de comer y me ha sorprendido que hayas traído a una amiguita tuya para tirártela. —El padre de mi novio me miró de arriba a abajo.

La vena del cuello de Ricky se hinchó. —¡Sal de mi puta habitación!

—Eres un exagerado. —Dijo el padre de Ricky saliendo de la habitación de su hijo.

—No salgas de aquí. —Me dijo Ricky. Vi como apretaba los puños con enfado y fue detrás de su padre.

Quise ir detrás de él, pero el oír sus gritos hizo que me quedará en mi sitio completamente cohibida.
En mi casa casi siempre era yo quien generaba esas peleas...

«¿Así se sentían mis hermanos al presenciarlas?»

—¡¿Por qué siempre tienes que ser así?!

—¿Qué? ¿Acaso no es una amiguita tuya a la que te vas a tirar?

—¡¿Te crees que soy como tú?!

En aquel momento se oyó un golpe, no quería pensar en lo que mi mente estaba pensando en aquel instante.

—Antes lo hacías, ¡No lo niegues!

—¿¡De qué mierda estás hablando?! —Ricky sonaba completamente histérico. —¡Si nunca estas aquí! ¡Solo vienes cuando te interesa!

—No claro que no lo hacías antes, lo haces ahora. Al menos me alegra saber que te gustan las mujeres y no los hombres.

Sabía que era un momento doméstico delicado, pero no pude evitar encender mi móvil y grabar la conversación que estaban teniendo.

—No tendrás alguna amiguita como ella, ¿Verdad? Aún que bueno... Ella también me sirve.

Abrí los ojos y la boca indignada.

Ricky gritó histérico. —¡Ni se te ocurra hablar así de HeeJin, hijo de...!

La voz de su madre no tardo en hacerse presente. —¿Se puede saber que está pasando?

—Pregúntale a él, que solo viene a esta casa cuando le conviene. —Dijo Ricky entre dientes.

—¿Por qué cojones estás tú aquí? ¡Lárgate de mi casa, imbécil!

Deje de grabar la conversación y la guarde, nunca se sabe cuándo podría resultar de ayuda para demandar a ese hombre.

Ricky no tardo en entrar de nuevo a su habitación. Yo me levanté rápidamente de mi sitio y dije: —¿Te ha pegado?

«Ahora sí que estoy furiosa.»

Ricky miraba al suelo y su mejilla estaba roja. —No es la primera vez que lo hace...

Yo me acerque hasta él para levantar su cara. —Pero, Ricky...

—No importa, cielo. —Dijo mientras tomaba mis manos entre las suyas y hacía que me sentará de nuevo. —Siento que hayas tenido que oír todo eso...

—Eso es lo de menos, ¿Cómo se le ocurre pegarte? —Ricky no dijo nada solo se sentó en su cama.

A los pocos segundos la madre de mi chico entró a la habitación. —Lovelicky, ese ser y yo tenemos que ir a... Un lugar. —Dijo mientras dejaba la pizza sobre el escritorio.

—A demandarle por seguir incumpliendo la orden de alejamiento. —Le corrigió Ricky.

—Sí... —La madre de Ricky se acercó hasta él y dejó un beso en la cabeza de su hijo. —No incendiéis la cocina por favor. —Dijo soltando una pequeña risa. —Y acompaña a tu amiga a su casa luego, no la dejes volver sola.

—Sí, no te preocupes, mamá.

—Mi niño. —Su madre le revolvió el pelo. —De verdad que lo siento mucho HeeJin... —Dijo mientras me miraba apenada.

—No pasa nada. —Respondí.

Finalmente, su madre cerró la puerta de la habitación y sus padres salieron de casa. Ricky soltó un suspiro y se revolvió el pelo frustrado.

—Me siento fatal, de verdad...

—No pasa nada, en serio. —Dije mientras me levantaba de la silla de su escritorio y me sentaba a su lado en su cama. —Todo está bien, ¿Sí?

Ricky hizo un pequeño puchero.

—¿Quieres un besito?

Mi adorable gatito me miró y asintió con la cabeza. Dejé un besito en su nariz.

—Te quiero.

—Yo también te quiero amor.

No quise preguntarle a Ricky por lo que había dicho de su padre, él me lo diría cuando se sintiera preparado, pero no pude evitar pensar en ello.

«¿Ese hombre tenía una orden de alejamiento? Dios...»

—Abuso de mi madre en una fiesta cuando era una adolescente... —Soltó Ricky de repente mientras buscábamos una película que ver.

Giré la cabeza hacia él a toda velocidad. —¿Qué?

—Mi madre le denunció y le puso una orden de alejamiento, pero al tío se la suda por completo y viene cuando le da la gana. —Dijo mientras ponía una película y tomaba un trozo de pizza.

—¿Y la policía no ha hecho nada? —Le pregunté mientras tomaba un trozo de pizza al igual que él y le daba un pequeño mordisco

—Siempre dice que es solo porque quiere verme... Es un imbécil. —Ricky se quedó mirando su porción de pizza. —Sí fuera por él también habría abusado de mí.

Me quede helada al escuchar sus palabras. «¿Que mierda...? ¿Cómo que si fuera por ese hombre también hubiera abusado de él?»

—Lo intentó cuando tenía cinco años, por eso siempre nos estamos mudando... Pero siempre da con nosotros. —Ricky no aparto la vista en ningún momento de su trozo de pizza. —Mi madre está harta y ya no sabe qué hacer... Y la policía tampoco es que ayude, como es joven se creen que es una rabieta de la juventud y que es un capricho mío porque le odio.

Deje mi trozo de pizza en el plato e hice lo mismo con la porción de Ricky, lo aparté y no dude en abrazarlo con fuerza.

—Por Dios... Amor... —Balbuceé al borde de las lágrimas.

«¿Cómo se le puede hacer eso a una persona?»

Ricky me apretó entre sus brazos y se le escapó alguna que otra lágrima.
No debía de ser fácil llevar una vida así.

En ese momento recordé al tío Jake. Él y su hermano mayor eran policías, estaba segura de que ellos podrían hacer algo. Pero no le dije nada a Ricky, quería asegurarme primero de que Jake y Jay pudieran hacer algo contra ese ser.

—No llores por favor... Odio verte llorar... —Solloce.

Ricky rompió más en llanto y lo abrace con más fuerza mientras le susurraba que todo iba a estar bien.

[ . . . ]

—¿Estás mejor? —Le pregunté a Ricky después de que me dejará cerca de casa.

—Sí... La verdad es que me ha sentido bien desahogarme. —Me dijo mientras sonreía levemente.

—Estoy contigo en todo. —Dije apretando su mano entre las mías.

Ricky sonrió y dejó un pequeño beso en mis labios. —Gracias amor... Oye cambiando de tema, ¿Conoces a Lisa?

—¿Lisa? —Dije para mí misma. —¿No es la chica que se encarga de arreglar y preparar los coches y las motos antes de las carreras?

—Esa misma. ¿Sabías que tiene una banda?

Yo abrí los ojos sorprendida. —¿Y tú cómo sabes eso? —Dije entrecerrando un poco los ojos antes de soltar una pequeña risa.

Ricky también soltó una risita, puso sus manos en mi cintura y me acercó a él, que seguía sentado en la moto.

Era la segunda vez que hacía eso. Y era la segunda vez que me ponía la piel de gallina.

—Es porque ella y sus amigas, JiSoo, Jennie y Rosé, tocan la semana que viene en un bar clandestino de Itaewon.

—¡¿Qué?! —Chille sorprendida. —Tenemos que ir, no puedes decirme que no. —Suplique.

—Por eso te lo cuento corazón, para preguntarte si quieres venir conmigo.

Asentí felizmente con la cabeza. Ricky me miró y me sonrió antes de pasar su mano por mis hombros para atraerme hacia él y besarme con ganas.

—Ve a casa, sino te regañaran y no quiero que te castiguen de nuevo. —Murmuró sobre mis labios.

—Eres el mejor, gracias. —Dije antes de darme media vuelta para ir hacia mí casa.

—HeeJin. —Giré sobre mis talones para verle, él se levantó de la moto y se acercó a mí.

Tiro de mis caderas para pegarme a él y beso con fuerza en mi cuello.

—Te quiero. —Me susurró antes de irse hacia su moto y colocarse nuevamente el casco.

Sentí mis mejillas arder y no pude evitar sonreír antes de decir en voz alta.

—¡Yo también te quiero!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro