Capítulo 21

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Zhang Hao y yo nos encontrábamos en la azotea jugando con mi Nintendo Switch. Nos habíamos escaqueado de una clase intensiva que querían hacer de gimnasia con todo el instituto. Seguramente solo estaría JiWoong porque ama hacer deporte, HanBin probablemente estaría escondido en la cafetería comiendo, y EunChae... La verdad es que no lo sabía. Ni quería saberlo.

Llevaba casi una semana sin hablar con ella.

—¡No! —Grito Zhang Hao. —¡Mi Gengar! ¡Estúpido Snorlax!

—No puedo creerlo. —Dije mientras miraba la pantalla de la Nintendo. —¿Te ha ganado un Snorlax?

—Gengar estaba débil de la batalla anterior, ¿vale? —Mi mejor amigo defendió a su Pokémon antes de salir del juego y devolverme la Switch.

—Mi Gingir istibi dibil. —Me burle.

—¡Oh, cállate!

Ambos nos reímos durante un rato cuando la pregunta de Hao hizo que me sonrisa se esfumara: —¿Por qué no te has hablado con EunChae? Shin YuNa dijo la verdad en mitad del pasillo.

—EunChae no ha venido a hablar conmigo. —Le dije mientras apartaba la vista.

—Pero tú tampoco has intentado hablar con ella. —Me dijo mientras me miraba.

—Y no voy a hacerlo.

—HeeJin...

—Hao, fue ella quien se cabreo conmigo sin razón y la que prefirió escuchar a Shin antes de a mí. —Dije molesta. —Tengo todo el derecho a estar enfadada con ella. Si quiere disculparse que lo haga, pero no pienso arrastrarme.

Hao suspiro antes de recoger sus cosas. —Haz lo que quieras.

Lo miré asustada. —¿Te has enfadado?

—No, pero es que las dos me tenéis cansado con vuestro orgullo femenino de mierda. —Me dijo mientras se colgaba la mochila en el hombro. —Voy a ir a buscar a HanBin para ir al trabajo.

—Hao. —Lo detuve agarrando su muñeca.

—Cari, no estoy enfadado contigo, de verdad. —Dijo mientras revolvía mi cabello. —Te lo prometo.

Yo asentí tímidamente con la cabeza.

—No me mires así, me haces sentir culpable. —Dijo mientras me abrazaba con fuerza. —Sabes que nunca me enfadaría contigo.

—Lo sé... —Murmuré. —Pero me asusta que algún día lo hagas y me dejes sola.

—No estás sola. —Me dijo.

Aquello me reconfortó, pero cuando Hao se fue me volví a sentir sola.

«Definitivamente tengo que encontrar la manera de dejar de sentir esas cosas.» Pensé.

Estuve varios minutos mientras esperaba a Ricky, había quedado con él y como todo el mundo se encontraba en el gimnasio o en el patio trasero, mi novio podría colarse sin problemas en el instituto.

Oí como la puerta de la azotea era abierta y al girarme vi a mi lindo y precioso niño mimado.

Me levanté del suelo y me acercaba a él. Pasé mis manos por su cuello antes de dejar un beso en sus labios. —Hola guapo.

—Hola guapa. —La cara de Ricky cambio de un momento a otro. —¿Podemos hablar?

Aquello me tomo desprevenida. —Sí, claro.

Ambos nos sentamos donde minutos antes había estado sentada junto con Zhang Hao.

—¿Pasa algo malo? —Pregunté preocupada.

—¡No! Claro que no. —Ricky parecía más bien confuso. —Es solo que... Desde el otro día, cuando estuve en tu casa... Hay algo que no he podido sacar de mi cabeza.

—¿Es por lo de MinHee? —Tomé sus manos y comencé a jugar con sus anillos.

—No, que va... Fue mientras jugaba al Resident Evil, cuando te quedaste dormida... —Ahora fue Ricky quien comenzó a jugar con los anillos de mis dedos. —Comenzaste a llorar... Supongo que debías de tener una pesadilla, pero...

No sé porque sentí que sabía lo que venía a continuación.

—Comenzaste a decir algo como: 'YeJi por favor deja de golpearme'. —Yo agache la mirada avergonzada mientras apretaba sus manos. —Jinnie... ¿Hay algo que no me hayas contado?

—Ricky yo...

—¿Te pasó algo antes de que te cambiases de instituto?

Cientos de lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas sin control alguno, mi respiración se volvió irregular y me cubrí la cara con las manos. Ricky sujeto delicadamente mis muñecas e intento apartar mis manos de mi cara.

—Jinnie.

Cada vez lloraba con más intensidad y comencé a hiperventilar por la ansiedad que me provocaba em recordar los maltratos de YeJi y HyunJin y aquello desencadenó en una crisis asmática. En ese momento quité las manos de mi cara e intenté hacerle señas a Ricky.

—Ricky... Aire...

—Tranquila amor, cálmate e intenta respirar. —Negue con la cabeza mientras una de mis manos iba hacia mi pecho. Ricky tomo mi mochila y busco mi inhalador desesperadamente. —Respira tranquila cariño.

Al encontrarlo, lo agitó y lo puso sobre mis labios antes de apretarlo, de este salió una fina niebla que inhale por la boca hasta que llego a mis pulmones.

—Lo siento bonita. No debería haberte presionado a que me cuentes algo que claramente supone un trauma para ti, yo...

Lo interrumpí con un casto beso en los labios mientras mi respiración volvía a ser normal.

—Perdóname a mí. Yo... Esto... Esto no se lo he contado a nadie, ni a Hao... Solo lo sabe MinHee, y ni siquiera lo sabe todo porque omití cosas para que no se alterara. —Le conté lentamente mientras secaba las lágrimas de mi rostro y el aire volvía por completo a mis pulmones. —Antes de que me cambiaran a este instituto...

—HeeJin. Si no quieres o no te sientes preparada, no lo hagas. —Me dijo Ricky mirándome seriamente. —Sí te lo he preguntado es porque me preocupó mucho verte así en ese momento.

—No... Yo... Quizás me viene bien hacerlo... —Balbucee mientras limpiaba las lágrimas de mis ojos.

—Está bien, te escucho. Pero ya no llores amor, estoy contigo. —Dijo antes de besar con suavidad la comisura de mis labios.

Una de las cosas buenas que tenía Ricky, es que transmitía un aura de confianza que me hacía que pudiera contarle prácticamente cualquier cosa. Se lo conté todo, con pelos y señales. Como conocí a YeJi y HyunJin porque les habían cambiado de escuela. Como les integre a mi grupo de amigos. Como YeJi comenzó a ser la líder en ese mismo grupo de amigos. Como YeJi comenzó a manipularme para que fuera prácticamente su esclava. El cómo poco tiempo después de empezar a salir con HyunJin comenzó a decir cosas sobre mi físico y mi peso. Como comenzaron a alejarme de todos e incluso de mis propios hermanos. Y, como por supuesto, empezaron a hablar mal de mi a mis espaldas con mis propios amigos y como el último día de secundaria me dejaron en ridículo al lanzarme un cubo de basura con agua sucia encima.

—Por Dios, ¿Por qué no me contaste todo eso antes, HeeJin? —Me preguntó Ricky mientras sujetaba mis manos y dejaba varios besos.

—No me sentía preparada, ya ves lo que me ha pasado... —Dije refiriéndome a mi pequeño ataque de ansiedad y asma. Mis manos todavía temblaban. —Además, es algo que quisiera olvidar.

—Mi niña, ven aquí. —Dijo mientras me acercaba a él para abrazarlo. —Como vea a esa chica pienso acabar con ella. —Se expreso Ricky enfadado. —¿Cómo se atreve a hacer sufrir a mi preciosa HeeJin?

—No... No quiero seguir recordando eso, ¿Podemos cambiar de tema? —Dije rápidamente.

Ricky puso sus manos sobre las mías, las cuales seguían temblando. En cuanto sentí el calor de sus manos las mías dejaron de temblar por lo que las subí a su cuello y comencé a juguetear con la parte de atrás de su pelo.

—¿Tanto te gusta el cabello de mi nuca? —Me preguntó.

—Mucho. Me relaja hacerte mimos en el pelo. —Le confesé. Su pelo era suave y sedoso.

—A mí me encanta que me hagas mimos en el pelo. —Dijo antes de dejar un beso en mi frente. —De verdad que me enfada mucho que te pasara todo eso. Quiero acabar con esa chica.

—No importa Ricky...

—Pero ese tal... ¿HyunJin era? —Yo sentí con la cabeza. —Ya no te gusta ¿Verdad? —Preguntó Ricky mientras hacía un puchero.

—Por supuesto que no. —Negué rápidamente con el ceño fruncido. —Me gustas tú.

—A mí también me gustas tú. —Ricky acarició mi cabello. —¿Quieres que tengamos una cita?

—Me encantaría tener una cita contigo, Shen Ricky.

—Gracias por aceptar tener una cita conmigo, Le-Jeon HeeJin.

Lo miré fingiendo indignación. —¿Ibas a llamarme Lee HeeJin?

—Lo siento cielo, pero legalmente eres Lee HeeJin. —Se burlo mi chico.

Yo le saque la lengua y me cruce de brazos mientras hacía un puchero y sentía mi ojo palpitar.

«Otra vez ese estúpido tic.»

Ricky se acercó a mi oído y susurro: —No te enfades nena. En unos años serás Shen HeeJin.

Aquello me hizo soltar una pequeña risa y le di un beso en la mejilla. Apenas llevábamos unas semanas saliendo y él ya pensaba en casarnos. Era muy dulce de su parte que pensara en un futuro lejano juntos. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro