Capítulo 20

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿Estás segura de que puedo estar en tu casa? —Me preguntó Ricky mientras íbamos hacia mi casa. —Estás castigada y no me sentiría cómodo si tus padres llegan a montar alguna escena o algo así...

—No te preocupes Ricky. —Contesté. —Mi padre ha salido de la ciudad por temas de trabajo y mi madre hoy tiene turno doble en el hospital. —Dude en tomarle de la mano.

—ChanHee tiene clase durante la tarde, pero... ¿Y MinHee?

—Me dijo que tenía que hacer un trabajo con HyeongJun y que se quedará a comer. —Finalmente tomé su mano y Ricky entrelazo nuestros dedos. —Está todo calculado al milímetro para que estemos solos. —Solté una risilla y Ricky beso mi cabeza.

Después de llegar a mi casa y de haber almorzado algo entre risas, Ricky y yo subimos a mi habitación. Ambos nos encontrábamos tumbados sobre mi cama abrazados.

—¿Estás mejor? —Me preguntó mientras acariciaba mi cabello.

—Sí... —Murmuré. —Estar contigo me tranquiliza.

—¿Quieres hablar de lo que ha pasado? —Me preguntó mientras acariciaba mi barbilla con su dedo índice y pulgar.

—Creo que te puedes hacer una idea por lo que ha sucedido con Shin YuNa. —Suspiré de mala gana.

—Sí, pero no creo que hayas llorado por eso. No eres ese tipo de chica. —Dijo mientras colocaba mi pelo detrás de mí oreja.

—Creo que a EunChae le gusta HanBin, porque se ha molestado conmigo porque supuestamente me he besado con HanBin. —Dije rodando los ojos mientras apretaba los labios intentando que las lágrimas no se acumularán en mis ojos.

Ricky se quedó en silencio unos segundos mientras acariciaba mi cabello antes de hablar. —Entonces seguro que tu amiga siente algo por ese tal HanBin, sino no se habría molestado.

—Me jode que haya preferido creer a YuNa antes que a mí... —Murmuré mientras limpiaba una lágrima traicionera que se había escapado de mis ojos.

—Se solucionará amor. —Susurró mientras dejaba un casto beso en mi frente.

—Te quiero. —Murmuré mientras me pegaban a su pecho. —Ni siquiera te he preguntado, ¿Cómo estás?

Ricky sonrió levemente. —Creo que bien... Me acababa de levantar, estaba solo en casa.

—Siempre que te he preguntado me respondes con que estas solo. —Fruncí el ceño mientras hacia un pequeño puchero.

—Es que siempre estoy solo en casa.

Deje un pequeño beso sobre su camiseta, en su pecho.

—A veces me siento culpable... —dijo Ricky de repente mientras acariciaba mi cabello.

Aquello me tomó por sorpresa. Me levanté confusa y le miré. —¿Por qué? No es tu culpa estar siempre solo en casa.

Ricky se enderezó y se sentó delante de mí mientras abrazaba uno de los cojines. —A veces siento que no merezco ser feliz... Ya sabes... Creo que he pasado tanto tiempo solo en casa, que ahora me incomoda estar tanto tiempo con gente.

—Pero... Yo no te incomodo, ¿verdad?

—Por supuesto que no corazón. Me gusta tu presencia.

Abracé a Ricky con fuerza mientras acariciaba su cabello. Me partía el alma saber que ha estado tanto tiempo solo.

—Me harás llorar si sigues abrazándome durante más tiempo. —Me susurró.

—A veces llorar está bien. —Murmuré mientras me separaba de él y acariciaba sus mejillas.

Sus lindos ojos no tardaron en llenarse de lágrimas. Pasaron algunos minutos hasta que Ricky dejó de llorar.

—Ya cariño, ya... Todo está bien ¿sí? —Deje un beso en su frente y sobe su espalda.

—Además... ¿Está bien que salga contigo? Soy mayor que tú. —dijo mientras se tapaba la cara con las manos.

—Tres años tampoco es tanto.

Ricky acaricio mi mejilla. —De vez en cuando pienso en ¿Cómo es que a veces puedes ser más madura que yo?

—Porque soy HeeJin, soy simplemente genial.

—Uh, ahí está tu ego de nuevo. —Dijo haciendo una mueca.

Yo solté una ligera risa. —Se que siempre digo que soy genial, pero me considero un puto desastre... Solo lo digo para intentar subirme la autoestima.

Ricky me miró varios segundos antes de acercarse y dejar un beso en mi frente. —No te preocupes por eso porque desde hoy me encargaré de hacerte saber lo genial que eres.

—Eres increíble.

Ricky rodó los ojos. —Lo sé. —dijo de manera obvia. Se quedo acariciando mi cabello durante unos minutos, me estaba quedando dormida hasta que de repente dijo: —Ah, soy un desastre...

—Claro que no lo eres. ¿Por qué dices eso? —Pregunté mientras tomaba sus manos para evitar que tapara su bello rostro.

—Porque te he estado llamando 'amor' cuando ni siquiera has aceptado todavía a ser mi novia.

Aquello me hizo reír. —Yo ya lo di por hecho...

—¿Eh?

—No me voy besando ni teniendo citas con cualquiera, idiota. —Me burlé. —Desde nuestra primera cita yo ya consideré que estábamos saliendo.

—¿Entonces estamos saliendo? —Se tumbó sobre mi cama mientras se tapaba la cara con las manos nuevamente. —¡Dios, soy un puto desastre! ¿Cómo no me he dado cuenta?

Yo volví a reír. —Shen Ricky, eres mi novio, ¿Entendido?

Ricky quitó sus manos de su cara y me miró. —Eres un encanto.

—Ya lo sé. —Dije mientras ondeaba mi cabello con la mano en modo diva. —Dime algo que no sepa.

—Que estoy tan jodidamente enamorado de ti, que me da miedo. —Dijo mientras se sentaba y se acercaba a mi cara. —Y que quiero ser tu novio y también quiero hacerte feliz, Jinnie. —Susurró mientras nuestros labios se rozaban.

—Ya me haces feliz Ricky.

Nuestros labios se juntaron con emoción. No pude evitar sonreír mientras pasaba mis brazos por detrás de su cuello. Mi novio también comenzó a sonreír mientras me tomaba de la cintura para colocarme a horcajadas sobre él.

—Te quiero. —dijo Ricky entre besos. —Eres un rayo de luz que ha llegado para iluminar mis días.

No pude evitar reír mientras le daba otro beso. —¡Oh, por dios! ¡Eres tan cursi! —Le di otro beso más. —¡Me encantas!

Seguimos besándonos entre sonrisas y risas hasta que cada cierto tiempo Ricky comenzó a asomar tímidamente su lengua, por lo que decidí seguirle el juego. Rápidamente nuestros tiernos y juguetones besos se transformaron en algo más rudo. Se sentía raro y algo incómodo que me estuviera besando con lengua, era la primera vez que alguien me besaba así.
Una de mis manos pasó a acariciar su pecho mientras la otra jugueteaba con el cabello de su nuca. En cambio, sus manos pasaron a recorrer toda la parte baja de mi espalda.
Ricky se incorporó y me tumbó sobre mi cama mientras dejaba caer su peso sobre mí. Aquel acto me hizo soltar un pequeño jadeo por el aire que me hizo soltar de repente.

Los labios de Ricky se separaron de los míos y susurró: —Mierda, HeeJin...

Mi novio volvió a besarme igual que antes pero ahora con una mayor desesperación, yo intentaba seguir su ritmo hasta que sus labios bajaron a mi cuello.

—No me hagas un chupetón por favor. —Dije como pude mientras intentaba recuperar el aire perdido.

Ricky se separó de mi cuello y puso sus manos a ambos lados de mi cabeza. —¿Por qué no?

—No me gustan y no quiero que se me forme algún coágulo. —Confesé.

La verdad es que me daba algo de miedo que a Ricky le molestara el no poder hacerme chupetones. Pero era lo que había, si no le gustaba era su problema.

—Está bien, no te preocupes. —Dijo antes de volver a besarme con intensidad.

Mis manos recorrían su suave cabello, en cambio sus manos recorrían mi espalda y me apretaba más contra él. El ambiente entre nosotros se empezó a caldear, nuestros besos eran cada vez más bruscos, al igual que nuestros toques. Empuje a Ricky y me senté a horcajadas sobre su cintura.

—Eres preciosa. —Me dijo mientras sobaba mis muslos.

Aquello me hizo esbozar una pequeña sonrisa y decidí quitarme la sudadera y la camiseta que llevaba, dejando ver mi sujetador.

Ricky gimoteo un: —HeeJin cariño...

Me agache para besarle hasta que el grito de MinHee resonó por toda mi casa: —¡Hermanita, ya llegó el mejor hermano del mundo!

Ricky y yo nos separamos de repente.

—¿Qué? ¡Oh, mierda! —Me estiré para intentar coger nuevamente mi sudadera que se encontraba más arriba de la cabeza de Ricky. —Escóndete antes de que...

—¡¿Pero qué cojones?!

Miré hacia el umbral de la puerta de mi habitación. Mi hermano se encontraba parado en el marco de la puerta con una cara de trauma y como para no estarlo, estaba a horcajadas sobre mi novio con mi pecho sobre su cara mientras una de mis manos estaba entre su cabello y la otra estirada intentando agarrar mi sudadera, por no hablar de que las manos de Ricky estaban sobre mis muslos. Parecía que estábamos haciendo otra cosa.

—MinHee... ¿N-No tenías clase?

—¡Y tenía, pero me la han cancelado! —MinHee hizo una mueca de asco. —Vengo corriendo para no dejar a mi hermanita sola en casa. ¡Y me encuentro con esto!

—MinHee, yo... Nosotros no... —Balbucee.

Ricky habló por mí diciendo: —No estábamos haciendo nada.

MinHee lo miró con una mueca y se recostó en el marco de la puerta antes de hablar. —¿Sabes? Es difícil creer eso cuando tienes la cara entre las tetas de mi hermana.

Ricky y yo nos separamos avergonzados y yo me coloque la sudadera.

—E-Eso ha sido un accidente...

—Sí, ya... —MinHee rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos. —Ya le dije a HeeJin que no iba a hablar con ella de sexo, así que no me hagas hablar contigo Shen. —Las orejas de Ricky se tornaron rojas. —Saldré con SeongMin, así que por favor si vais a hacer algo; cerrar bien la puerta o el próximo en entrar podría ser ChanHee y no quiero ni pensar en cómo se pondría. —MinHee cerró la puerta.

Ricky y yo nos miramos antes de empezar a reír de la vergüenza que había sido que mi hermano nos encontrara así. Pasamos el resto de la mañana abrazados viendo películas y jugando a videojuegos. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro