Cuando mis padres me dijeron que por fin iríamos a ver a mis primos después de tanto tiempo, me alegré muchísimo. Demasiado incluso. Había pasado mucho de tiempo desde la última vez que nos vimos, por lo menos unos cuatro años.

Hacía como dos o tres meses desde que habíamos vuelto a la ciudad, pero aún no habíamos podido ir a ver a mis primos.

Mi padre TaeHyun y mi tía ChanMi siempre han estado muy unidos. Básicamente se habían crecido y habían criado juntos, pero ahora también se habían vuelto personas muy ocupadas.

Podría haber ido perfectamente por mi cuenta a verlos antes, pero no los veía desde los catorce años. Llevaba cuatro años sin ir a su casa, ni siquiera recordaba exactamente el camino.

Además, volví a reencontrarme con mis amigos del instituto y durante estos meses ellos me fueron introduciendo en sus carreras ilegales.

Mi mejor amigo de la infancia, RiWoo, tenía que pagar la hospitalización de su madre y era la única manera que habían encontrado de sacar dinero rápidamente.
Pero el problema fue a peor cuando al llegar a casa de mis tíos, volví a ver a mis primos.

ChanHee estaba igual, solo que parecía más malhumorado que de costumbre, cosa que contrastaba con su aspecto angelical.

MinHee había crecido una barbaridad, era altísimo y seguía teniendo esa sonrisa adorable que heredó de su padre, pero parecía querer ocultar sus pecas.

Y luego estaba ella... HeeJin.
Quien me estaba mirando como si hubiera visto un fantasma y no es para menos cuando yo tenía que estar igual o peor.

«Esto debía de ser una jodida broma.»

Jeon, una de las princesitas protegidas del grupo de Kim, Sung y Zhang. Así que Jeon H. era en realidad Lee HeeJin.

«Esto sí que era una absoluta pesadilla.»

—Hace mucho que no os veíais, ¿Verdad? —Dijo mi padre BeomGyu. —JaeHyunnie, saluda a HeeJin.

Nos saludamos incómodamente, pero como también estaba algo incómodo al saludar a ChanHee y MinHee todos lo asociaron con que hacía mucho que no nos veíamos.

«Sí mis padres supieran la verdad, estoy seguro de que mi padre TaeHyun ya me habría enterrado en medio de un bosque.»

Apenas pude comer, se me había hecho un nudo en el estómago. Tenía náuseas con cada bocado que ingería.

Todos estaban hablando entretenidamente cuando mi tío HeeSeung me dijo: —JaeHyun, seguro que casi no recuerdas cómo era la casa. HeeJin, ¿Por qué no le das un pequeño tour?

«Con ella no, por favor. Con cualquiera menos con ella.» Pensé.

La muy loca me llevó prácticamente a rastras hasta su habitación.

«Oh, mierda. Estaba en la habitación de Jeon H.» Pensé aterrado. «Si TaeSan se enterara de esto se desmayaría. Le tiene terror a Kim.»

—No puedo creer que seas tú. —dijo ella de repente.

—Lo mismo te podría decir yo. —Dije mientras la miraba de arriba a abajo y levantaba una ceja. —Joder, TaeSan me va a matar... —Me pasé las manos por el pelo frustrado.

«Quien iba a pensar que mi prima pequeña estaba metida en semejante porquería.»

—¿Qué haces tú en... En eso?

—Y yo qué coño iba a saber que tú eras Myung. —Ahí estaba esa mirada de querer asesinarme otra vez. —No nos vemos desde los catorce años, JaeHyun joder.

—Vale, calma, clama. —Comencé a pasearme inconscientemente por su habitación paranoico. —No pasa nada, pensemos...

—¿Sería muy raro si nos juntamos allí, nos ven juntos por la calle o algo?

Dejé de caminar y la miré un par de segundos. —En realidad no... Pero quizás el grupo de Karina no se lo toma bien. Giselle y LeeHan son muy amigos.

—No sé cómo no te había reconocido... —Me dijo mientras me miraba con una pequeña sonrisa. —Sigues teniendo los mismos ojos.

«Aww, que lindaa.»

Sonreí tontamente mientras me rascaba la nuca tímidamente. —Yo te veo rara... No sé, como más apagada.

Y eso era verdad. El recuerdo que tenía de HeeJin era el de la niña más adorable y feliz del mundo. Sus ojos brillaban por sí solos. Ahora solo tenían un leve destello.

—Han pasado muchas cosas... —La pequeña sonrisa que tenía en su rostro momentos antes desapareció por completo.

«¿Quién ha hecho que tu sonrisa se apagué?»

—¿Ya no estudias donde antes? —Le pregunté. Ella negó con la cabeza mientras hacía una pequeña mueca. —¿Y YeJi y su hermano? Recuerdo que HyunJin te gustaba mucho.

Recuerdo que HeeJin se ponía rojísima cuando estaba con HyunJin. Y él no se quedaba atrás. Eran la pareja tómate.

—No quiero hablar de eso. —La mirada que me dio fue fulminante.

«La has cagado JaeHyun.»

—Perdón... Creo que he tocado un tema sensible...

—Traumático más bien.

La miré un par de segundos antes de sonreír. De verdad que estaba al borde de la locura.

—No puedo creer que seas HeeJin. Mi adorada HeeJin. —No pude evitar tirar de uno de sus brazos y la abracé con fuerza. Sinceramente la había extrañado mucho. —¿Sabes? Es muy raro que esté abrazando a Jeon. En otras circunstancias Zhang ya me habría separado de ti y Kim, Sung y él me estarían dando una golpiza.

HeeJin soltó una risilla que me hizo sonreír. —¿Cómo iba a pensar que el idiota de Myung es en realidad mi tonto primo favorito, Choi JaeHyun?

—Yo también te quiero mi animal de granja. —La volví a abrazar con fuerza.

Realmente estaba feliz de reencontrarme con mi prima pequeña, pero esto solo lo complicaba todo aún más.

SungHo, TaeSan y LeeHan fueron quienes me convencieron para unirme a las carreras para ayudar a la madre de RiWoo. El problema estaba en que desde que me uní, había una chica que me llamó la atención porque siempre estaba de espectadora junto a su amiga, y ellas eran parte del grupo de Kim, Zhang y Sung.

Puede que sin querer desarrollará un pequeño crush por una de esas dos chicas porque me llamaba la atención que siempre estuvieran sentadas y nunca compitieran.

—¡Ey, TaeSan! —Llamé a mi mejor amigo mientras le daba un pequeño golpe en el hombro. —¿Sabes quién es esa chica? —Le pregunté mirando a las dos chicas que llamaron mi atención hace dos semanas cuando las vi por primera vez.

TaeSan miró hacia donde miraba. —¿Te refieres a la del flequillo o a la otra?

—La otra. —Murmuré sin apartar mi mirada de ella. Ambas estaban hablando entre risas ignorando todo a su alrededor.

—Se hace llamar Jeon H. —Me dijo TaeSan antes de darle un gran trago a su cerveza. —No se mucho más. Nadie en realidad. Los chicos de su grupo no dejan que nadie se acerque a ellas.

Aquello me pareció demasiado sobreprotector.

—¿Y no participan en las carreras?

—No, nunca. —Me respondió negando con la cabeza. —Solo apuestan, pero nunca han corrido. —TaeSan me miro de arriba a abajo por unos instantes. —¿Te gusta?

—Es guapa... Ambas lo son. —Rectifique rápidamente.

TaeSan soltó una risilla y me dio un codazo cuando LeeHan se acercó a nosotros. Miré de reojo a la chica que ahora sabía que se llamaba Jeon H y la vi correr a los brazos de Zhang.

Parecía que estaban saliendo, pero LeeHan me dijo que Zhang salía con una chica que falleció hace ya varios meses al caer de su moto en una carrera. Bueno, en realidad RiWoo me dijo que Giselle la había cerrado en la última curva porque la chica iba ganando y que eso sumado a que era invierno y el suelo estaba congelado hizo que su moto patinara y eso ocasiono su fallecimiento. 

Desde entonces intenté buscarla incluso en las redes sociales, pero era casi imposible y obviamente no iba a acercarme a ella. Kim y Zhang siempre estaban cerca de ella como moscas, protegiéndola.

El problema era que esa chica era HeeJin. Tenía un crush con quien resultó ser mi prima.
Era una mierda de persona. Me consideraba un asco de persona en estos momentos.

«Que asco das JaeHyun... Aunque no compartimos sangre... ¡La he visto crecer, joder! He crecido con ella una parte de mi vida.»

Estaba decidido a eliminar cualquier rastro de ese crush por completo.

«Nadie nunca sabría nada de esta mierda. Será algo que me llevaré a la tumba.»