"Estoy muerta" es lo que me repetía una y otra vez.

Mis ojos parecían mirar un juego de ping pong entre la mirada interrogante de mi padre y a Leonardo herido detrás del sofá.

- Papá...

- ¿Donde estabas?

- Emmm yo... ¿Qué?- el nerviosismo siempre es mi peor enemigo.

- Pregunté adonde estabas.

- ¿Adonde fui? Si no fui a ningún lado...

- No creas que no te vi salir de la casa Kimberly- ya estoy muerta- vuelvo a preguntarte, adonde fuiste.

- Yo fui....- baje la mirada y observe a Leo- fui a... ¿buscar el periódico?

Leo golpeo su frente con la palma de su mano.

- Si fuiste por el ¿Dónde está?

- No lo encontré, el chico no lo habrá dejado todavía- sonrío nerviosa.

- ¿No se te ocurrió algo mejor?- Leo me recriminó en un susurró

- Shhhh, cállate.

- ¿Con quien hablas?- levante la cabeza rápidamente.

- Con nadie.

Él ignora mi comentario y comienza a acercarse.

Podía sentir mis manos temblar. Con miedo volví a mirar a Leo y él ya tenía una mirada de "estoy perdido".
A partir de ahora seré responsable de que encierren a una tortuga mutante en laboratorios para hacerles experimentos y autopsias.

 Como si alguien hubiera escuchado mis plegarias, el teléfono comenzó a sonar. Mi papá se detuvo frente al sofá, sostuvimos la mirada un par de minutos hasta que salio de la sala para atender el telefono.

Sin tiempo que perder tome el brazo de Leo y a rastras lo lleve hacis el otro lado del sofá.

- Arrastrado por el suelo y casi descubierto, el mejor día de mi vida...

- Agradece que el teléfono sonó- digo ejerciendo fuerza- pesas mucho...

Cuando lo deje del otro lado del sofá mire a mi papá. El hablo por unos minutos más hasta que termino la llamada.

- Hay una emergencia en la comisaria, tendré que irme- dijo mientras buscaba sus cosas- nos vemos mañana y no me esperes despierta.

- Claro, nos vemos después- me despedí.

Al escuchar la puerta cerrarse y me desplome en el sofá.

- Casi muero- digo en un susurro.

- ¿Tú casi mueres?- miro hacia abajo y Leo se encuentra acostado boca arriba- a mi casi me descubren, otra vez.

- Para ser un ninja no eres bastante cauteloso.

Él me ignoró cerrando los ojos. Me acoste boca abajo en el sofá y lo mire fijamente por aproximadamente siete minutos.

- Que haces- exclamó sin abrir los ojos y usando sus manos como almohada.

- Te veo dormir.

- No lo hagas, es raro.

- Lo dice una tortuga mutante- sonrío por su silencio.

- Tengo que recobrar energías, ahora déjame.

- Aguafiestas.

- No me llames asi.

- De acuerdo, aguafiestas...- reí al escucharlo gruñir.

Voy a la cocina y vuelvo con una caja de comida en mi mano.

- Esto te ayudará a recuperar energía- dejo sobre su pecho una caja de fideos chinos.

- ¿Porque haces esto?- preguntó abriendo la caja de comida.

- No lo sé, solo que por tu estado- dije refiriéndome a como estaba lastimado- me imagino que tendrás hambre.

- Y no te equivocas- contestó.

Para acompañar un poco el ambiente prendí la television y en la pantalla apareció un reportero relatando los destrozos de una plaza cercana. Las imágenes de una pared escrita con un simbolo bastante raro apareció en la pantalla.

Miré a Leo él se había quedado estático mirando la pantalla, con los ojos muy abiertos.

- Leo ¿Qué sucede?- él no respondió- acaso... ¿sabes lo que significa ese símbolo?

- I found you- susurró.

- I found you- pensé- eso no significa te encon...- me callé, comprendiendo su preocupación- eso quiere decir que...

- Están aquí- dijo observando hacia arriba.

En el techo se escucharon pisadas, junto con voces desconocidas.

- Tenemos que escondernos, ahora- ordenó.

Pasé su brazo por mis hombros para conducirlo hacia las escaleras. Cuando pisamos el primer escalón la puerta empezó a ser empujada muy fuerte, se la escuchaba crujir por la fuerza que se le ejercía.
Sin perder mas tiempo comenzamos a subir, y en el decimo escalón Leo cayo sobre sus rodillas.

- ¿Estas buen?- pregunte, él levantó la vista y asintió.

Llegando arriba escuchamos un "crash" y ambos volteamos, observamos a un montón de ninjas ingresaban a mi casa e inspeccionaban todo el lugar.

La chica, Karai, y un tigre con un parche en el ojo ingresaron a la sala.

- Busquen a Leonardo, él debe estar aquí.