𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆. aaron wayne

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xx. capítulo veinte
aaron wayne

KAILA SUSPIRÓ Y SE ESTIRÓ LOGRANDO SONAR SUS HUESOS. Aún no se acostumbraba a estar en forma de gato todo el tiempo. Ella, por floja que sea, prefería caminar y estirar un poco las piernas. Había estado viviendo de comida que le daban o robaba. No sabía exactamente a donde iba, ni siquiera sabía cómo podría empezar buscando al asesino de Jack.

Kaila trataba de caminar por la parte trasera de las tiendas y casas. Ser un gato era divertido, caminar por los techos y trepar árboles, pero llega un momento en el que te aburres de tener patas cortas, así que Kaila decidió arriesgarse un poco a ser vista. Tampoco creía ser atrapada, si la veían simplemente tenía que convertirse en gato y huir.

Viaja por las calles de Londres hacia algún destino. Xenophilius había sido muy amable de cuidar a Buckbeak mientras ella viajaba, Kaila había prometido volver y llevarse al hipogrifo cuando consiguiera un lugar fijo donde quedarse e investigar.

Kaila comenzaba a dudar. No tenía pista alguna sobre quién mató a su hermano. Todo lo que quedaba en su mente era un silueta, sabía que podría reconocer la silueta si la veía o tal vez esa noche estuvo muy drogada y todo era imaginación suya.  ¿Y si ella realmente lo había matado pero no lo podía recordar? Ella no sería capaz de eso, pero esa noche estaba bajo los efectos de las drogas.

Malditas drogas.

No sabía por dónde empezar a buscar. Si sus recuerdos le mostraron una silueta fue por que había alguien más en su casa esa noche. Pero no podía ir por las calles buscando una silueta en particular, ¿o si? Comenzaba a arrepentirse de dejar la casa de los Lovegood. Tal vez podría volver, pero las pesadillas aumentaban en esa casa ahora que Pandora había muerto.

Gracias a todo el dolor sufrido antes y en Azkaban, era casi imposible olvidar los momentos tristes y dolorosos, esos eran los únicos recuerdos estables que quedaban. Aún no podía superar la muerte de su hermano, tampoco superaría la de Pandora. Ahora solo quedaba la venganza. Matar al asesino, tal vez eso ayudaría a superar o al menos Kaila se sentiría mejor.

Podría ir al Ministerio y robar algunos papeles, ¿qué papeles exactamente? Ni idea...

Kaila se quiso golpear la cabeza por estúpida. Era fugitiva, caminaba a plena luz del día arriesgada a que cualquiera la viera y los aurores la lleven de vuelta a Azkaban o a su muerte.

De repente chocó con algo. Era alto pero no muy duro. Todo menos un árbol o un poste...

Frente a ella había un chico. Joven, flaco, alto, peli-negro, aspecto desaliñado. Traía una falda negra y una camisa abierta. Parecía igual de sorprendido que Kaila. Traía una bolsa llena de cosas y parecía haber estado contando mucho dinero antes de haberse quedado tieso frente a la rubia.

—Tu no viste nada —dijeron los dos al mismo tiempo. Nuevamente el silencio los inundó, esta vez fue incómodo. Aún estaban sorprendidos y no sabían que hacer—. Yo no hice nada —volvieron a corear. El chico oculto rápidamente la bolsa y el dinero tras el.

El silencio los volvió a inundar. Kaila escuchó ajetreo de personas tras ella, al darse la vuelta vio a varios aurores caminar apresurados. Alguien la había visto (aparte del chico frente a ella) y había avisado al ministerio. Antes de que los aurores pudieran mirar en su dirección y reconocerla. Kaila tomó la cara del chico y lo besó.

Dudaba que pudieran reconocer su espalda. Ahora usaba ropa decente (muy colorida a decir verdad), su pelo estaba más corto y agradecía usar pantalones y una chaqueta para que no divisaran sus tatuajes en las piernas y brazos. Si no le veían la cara, no veían a Kaila y su cara estaba enterrada en los labios de un desconocido que al parecer había robado dinero al igual que otras cosas.

Abrió un ojo para divisar de reojo y no soltó al chico hasta ver a los aurores desaparecer por una esquina.

—Wow —dijo el chico al terminar el beso. Kaila lo callo y lo arrastro del brazo hasta quedar tras una tienda escondidos por la basura—. ¿Por que me...?

—Por que me iban a ver —dijo Kaila obvia—. Por favor, no le digas a nadie que me viste.

—Solo si tu no le dices a nadie que me viste —el chico señalo la bolsa que traía y el dinero—. Espera, ¿tu no eres la fugitiva esa, la que mató a su hermano?

Kaila rodó los ojos ante ese comentario. Ser famosa por eso no era lo más halagador.

—No lo mate —corrigió Kaila.

—Si tu lo dices —susurro el chico.

—Y tu robaste.

—No, esto ya era mío.

—Si tu lo dices.

Y una vez más, el silencio los volvió a invadir. Mierda, esto era incomodo. Los dos estaban nerviosos, podían delatarse el uno al otro. Aunque era más que obvio que Kaila saldría perdiendo, a fin de cuentas ella era fugitiva.

—Soy Aaron —dijo de repente el chico—. Aaron Wayne.

—¿Wayne? —susurro Kaila, pensativa. Tras unos segundos abrió los ojos y lo miró sorprendida—. ¿Tu papá es batman? ¿No? Entonces es tu hermano, ¿tampoco? ¿Primo, tío, sobrino, abuelo, hijo? ¿Que otros familiares existen?

—No tengo ningún parentesco con Bruce Wayne, es un personaje ficticio —resopló Aaron—. Hablando de eso, ¿Batman era el bueno o el malo? Nunca lo entendí.

Kaila se encogió de hombros y suspiró.

—Ni idea, mi hermano era el que leía los cómics de DC, yo era más de MARVEL —comentó—. Aún así, creo que Bruce Wayne es sexi.

—Si yo también lo creo. Oye me caes bien —dijo Aaron, cambiando de tema—. No me importa si eres una asesina, ¿quieres mariguana?


AL FIN KAILA Y AARÓN VOLVIERON!!! LOS EXTRAÑABAN?

No quedan muchos capítulos ya escritos que tenga que editar, así que probablemente esté publicando esos (agregando cosas tal vez) y después empezare a escribir todo lo nuevo que se viene.

¿Alguna teoría hasta ahora? ¿Sobre Augustus? ¿Aaron y Kaila? ¿Kaila y Sirius? ¿Cómo creen que se van a reencontrar?

xoxo, cass 🫶

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