CAPÍTULO 5

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El impacto era abrumador al igual que evidente, toda la atención estaba puesta sobre el Titán Colosal. Su gran vapor cubría parte de este siendo poco el aire que podían respirar sin que sus pulmones se quemaran, los demás cadetes no movían ni un músculo, a excepción de Eren. Pero no le dio el tiempo suficiente como para ir hacia su espalda y cortar su nuca. El titán levantó uno de sus enormes brazos llevándolo a su dirección y, así mismo, volver a romper la Muralla Rose abriendo una gran abertura en la puerta.

-¡CUIDADO! -. Gritaron a lo lejos, por lo cual, cayeron al vacío activando sus arpones, clavándolos en la muralla para no caer precipitadamente. Ambos pies derraparon en el duro concreto, pero consiguió el detenerse.

-¡Espera! -. Gritó Connie en dirección de Sasha apenas la vio bajar con velocidad activando su arnés, impactándolo en una de las piernas de un cadete caído y así, evitar su muerte prematura.

-No... - Murmuró Eren viendo aquello hallándose estupefacto.

Esas imágenes se hicieron presentes en su visión, reconociéndolas de inmediato, ver a su madre siendo devorada frente a sus narices sin poder hacer algo.

-¡Los mataré a todos! -. Oyó en un eco su voz de aquel día con desprecio y odio hacia esas criaturas.

Regresó al presente tomando una decisión, asesinarlo.

-¡Escuadrón ciento cuatro! -. En ambos lados lo miraron con atención - ¡Vayan al cuartel general!

-¡¿Y tú qué harás?!

-¡Acabaré con él! -. Decidido, activó el gas comenzando a impulsarse hasta llegar nuevamente a la cima de la muralla, quedando frente a frente del titán - Han pasado cinco años.

Sus ojos se posaron en su pequeña silueta con intención de atacarlo, pero Eren actuó con anticipación impulsándose con el gas y los arpones, cayendo en el brazo. Comenzó a correr con rapidez cruzando todo este, a lo que se movió levantándolo.

Maldita sea, tiene inteligencia. Pensó.

Al percatarse en que lo iba a aplastar, salió disparado por los aires logrando estar en la parte trasera de su cabeza. Incrustó el arnés en este acercándose, pero antes de lograrlo, grandes cantidades de vapor desprendieron de él empezando a quemarlo y, así mismo, dificultándole su propósito. Todo se detuvo de un momento a otro y Eren aprovechó acercarse a su nuca sacando ambas cuchillas de su cinturón.

Se desconcertó completamente al ver que el titán había desaparecido completamente de su vista, antes de poder lograr siquiera cortar un milímetro de su nuca.

-Pero ¡¿qué?! -. Activó el gas regresando nuevamente a la muralla - ¿Cómo pudo desaparecer? -. Observaba a lo lejos las huellas que dejó el vapor en la tierra de la entrada.

-¡¿Estás bien?! -. Preguntó uno de los cadetes en cuanto llegó a su lado.

-Si... El titán desapareció, no sé a dónde fue -. Miró de reojo una última vez el vapor - Fue mi culpa.

-No, claro que no -. Respondió este - Aun así sería difícil el vencerlo.

El sonido de otro equipamiento hizo que ambos voltearan en dirección de la ciudad, uno de los superiores llegó con ellos mirando su entorno.

-¡Cadetes! -. Musitó con autoridad; Eren y el chico saludaron como correspondía sin emitir palabra alguna - ¡La operación en contra del Titán Colosal está en marcha, regresen al cuartel general a esperar órdenes, mientras que las Tropas de Guarnición hacen su trabajo!

-¡Si señor! -. Respondieron ambos acatando sus órdenes.

▪︎▪︎▪︎

La revuelta causaba cada vez más nerviosismo entre las personas. Cadetes y superiores iban y venían dentro del cuartel ordenando los equipamientos necesarios para enfrentarse a los titanes que habían entrado a la Muralla Rose.

-¡Deben de defender el distrito de Trost! -. Gritó uno causando más nerviosismo en el rubio.

-Esto es demasiado Leah -. Dijo Armin en cuclillas tratando de enlazar las bases de los tanques, pero sus manos temblaban notoriamente siendo complicado para él - No tenemos la tecnología suficiente para tapar una abertura de más de ocho metros. Si no lo logramos, los titanes entrarán y será el fin de la raza humana... Nos aniquilarán.

-Armin -. La chica puso su mano sobre la suya captando su atención - Pararemos esto, ¿sí? Ahora necesito que te concentres en lo que debes de hacer.

El rubio se tomó el tiempo suficiente en mirarla para así tranquilizarse finalmente, a lo que Leah se levantó para darse media vuelta, pero al hacerlo chocó bruscamente con Eren quien iba a su dirección.

-Maldición -. Soltó esta - Eren, ¿estás bien? -. Lo miró rápido de pies a cabeza comprobando en que no estuviera herido.

Siendo la misma reacción que la suya.

-Lo estoy, ¿ustedes? ¿Dónde está Mikasa?

-Estamos bien. Están reclutando a los mejores para cuidar el trono y la eligieron en un puesto importante, defenderá la parte trasera de la muralla.

-Bien -. Habló mirando al rubio - Armin levántate, tenemos que irnos. Están solicitando reagruparnos.

Este asintió y los tres fueron al punto de reunión.

Realizaron su formación como correspondía, escuchando a sus superiores dar estrictas órdenes para mantener el control de la situación.

-¡A partir de ahora seguirán a las Tropas de Guarnición! -. Musitó - ¡Estas irán en la vanguardia, en la guardia media las tropas de cadetes y la retaguardia las unidades de élite! -. Todos hicieron el saludo, a lo que se dispersaron comenzando su planeación.

-Maldición -. Se repetía Jean una y otra vez llevando una mano a su rostro en forma de frustración - ¿Por qué hoy? Mañana hubiera ido a la Policía Militar y me habría evitado todo esto -. Farfulló comenzando a caminar.

Al no prestar atención, chocó con Eren, causando que su rabia aumentara.

-¿Qué te pasa Jean? -. Preguntó molesto, si antes no era de su agrado, en esta situación menos.

-¡¿Que qué me pasa?! -. Soltó - ¡Tuvo que suceder todo esto hoy! ¡Mañana hubiera estado en la Policía Militar, pero todo se jodió!

-¡Esto es una emergencia! ¡¿No lo entiendes?! -. Contraatacó.

-¡Tú ya estás listo para morir maldito loco suicida! ¡Pero yo no! -. Eren lo pegó contra la pared con fuerza.

-¡Entonces sobrevive para mañana imbécil! -. Lo soltó alejándose de él.

Sentía que su sangre hervía de la rabia, más por la impotencia de no haber podido derrotar al Titán Colosal como tanto lo ha anhelado, incluso se sintió humillado e inútil por ni siquiera hacerle un rasguño, hasta desaparecer sin más.

-Eren -. Escuchó la voz de Mikasa a sus espaldas, a lo que volteó - Si la situación se vuelve más caótica, ven a buscarme.

-¿Qué? -. Frunció su entrecejo - Estamos en escuadrones diferentes, Mikasa.

-Lo sé, pero debo de protegerte...

-¡No lo harás! -. Elevó la voz, cortándola - Aleja tus pensamientos egoístas y haz lo que se te pide -. Lo observó sin decir nada, dignándose a asentir, pero su semblante demostraba mucha preocupación, incluso dolor por sus acciones bruscas.

-No mueras... Por favor -. Dijo casi inaudible, pero fue la gota que derramó el vaso para Jeager.

-No moriré -. Soltó con dureza comenzando a alejarse.

Pasando pocos segundos en donde su paciencia se agotó por completo y la rabia hablaba por él.

-Eren -. Sintió que lo tomaban por la manga de su chaqueta, causando que se soltara con brusquedad de un movimiento.

Esto es el colmo. Pensó.

-¡TE DIJE QUE NO MORIRÉ MALDICIÓN, SOLO DÉJAME EN PAZ! -. Gritó con cólera en cuanto volteó, pero su rostro cambió drásticamente cuando se dio cuenta que era Leah.

La tomó por sorpresa al escucharlo de esa manera, bajó levemente la mirada juntando ambas manos, al grado de sentirse incómoda y tener un nudo en la garganta.

-N-no quería molestarte, E-Eren... - Su voz tembló, cosa que no quería hacer.

-Leah, yo no... – Su expresión era de preocupación, hasta sentir la culpabilidad calarle los huesos.

-Vine a decirte algo -. Formuló en tono seguro cortándolo a él esta vez, siendo una acción desprevenida para Jeager.

Sintió arrepentimiento por lo que hizo, pero aun así sabe que lo arruinó y se merecía lo que fuera que viniera de ella.

-Bien, ¿qué sucede? -. La veía cada vez más nerviosa, sus manos temblaban un poco y su rostro estaba levemente ruborizado, cosa que preocupó más al chico.

-Eren... Yo siento que... Q-quiero decirte algo importante... - Consiguió decir.

-¿Qué me quieres decir? -. A pesar de lo que hizo, dio dos pasos más para acercarse, teniendo la necesidad de sujetar su mano con tal de apoyarla y darle confianza, y que olvidara su anterior trato.

-¡Grant a tu puesto, es hora! -. Demandó un superior a sus espaldas evitando que dijera una palabra más. Leah cerró los ojos con fuerza, para mirar los de Eren una vez más perdiéndose en estos - ¡ES HORA! -. Volvió a gritar.

-Lo siento -. Susurró Leah yendo a su posición y en un intento desesperado en que no se fuera, Eren trató de sujetar su brazo, pero fue demasiado tarde, lo supo al ver su silueta ir alejándose hasta desaparecer.

Eren maldijo por lo que hizo, pero no había vuelta atrás, intentará arreglar las cosas en cuanto acabe con todo el caos de esa situación, eso era un hecho.

Miraban sobre los peldaños de las casas la gran cantidad de titanes arribando la ciudad, devoraban a las personas o destruían la infraestructura de estos por sus pasos torpes y lentos. Pensaba sobre lo que Leah trató de decirle dejándolo intrigado, a lo que decidió comentárselo a Armin. Pero quedó igual o peor de confundido que Eren optando no decir nada más.

Soltó un suspiro regresando al presente.

-Si logramos acabar con ellos, nos subirán de puesto -. Miró a un lado al rubio quien tenía su vista fija en las criaturas - ¿O no Armin? -. Este salió de sus pensamientos para mirarlo y sonreír de lado.

-Si, tienes razón. Nos subirán de puesto.

-No te olvides de nosotros Eren -. Respondió Mina a sus espaldas llamando la atención de ambos, mientras que los demás de su escuadrón llegaban con ellos.

-Bien, ¡andando! -. Gritó el chico eufórico comenzando a andar entre las casas con el gas y sus arpones. Lo siguieron y observaron a lo lejos varios titanes ir a su posición.

Estaba siendo optimista, pero esto es demasiado. Pensó al verlo.

-¡Un anormal! -. Este se balanceó entre las casas para ir en contra de ellos - ¡Deténganse! -. Ordenó cayendo a una casa tomado de la cornisa mientras que Armin llegaba a su lado. Vio cómo el titán chocó con una torre y, entre sus dientes, yacía un cadete quien fue alcanzado sin piedad.

-Thomas -. Dijo Armin anonadado.

-Ayúdenme... - Habló este con dificultad, sintiendo los dientes perforar sus entrañas.

Pero a los segundos fue devorado frente a todos ellos, su sangre salpicó a sus alrededores y salía en las comisuras de la boca del titán hasta gotear en la barbilla, provocando furia en Eren.

-¡¿Cómo te atreves?! -. Gritó yendo tras él.

-¡Eren, espera! -. Dijeron al unísono empezando a seguirlo.

Eren iba a diestra y siniestra columpiándose con sus arneses e impulsándose con el gas de su equipamiento. Recorrió el techo de una gran casa, pero antes de volver a elevarse, un titán anormal arremetió contra de él sorpresivamente devorando una de sus piernas, cayó súbitamente rodando entre los ladrillos del techo hasta detenerse abruptamente, quedando boca abajo.

-¡EREN! -. Gritó Armin tratando de alcanzarlo. Los demás siguieron al chico, pero uno de ellos fue alcanzado, tomado y devorado por otro titán. Mina se apresuró aún más pero otro anormal jaló su arnés, provocando que su cuerpo se golpeara bruscamente contra la pared y se desplomara al suelo, para ser devorada también.

Armin estaba frente a la estructura en donde Eren había caído herido de gravedad. Observaba horrorizado aquella escena sin poder moverse.

Esto no está pasando... Mis amigos están siendo devorados frente a mis ojos... N-no... No me puedo mover.

Pensaba el chico con la mirada desorbitada puesta en Eren. Sus piernas flaquearon cayendo de rodillas, todas las extremidades de su cuerpo temblaban horrores sin despegar la mirada de su amigo. Otro titán se acercaba a su posición para tomarlo de su chaqueta y alzarlo varios metros de la casa para ser devorado también.

¿Por qué no puedo moverme?

Al percatarse que había reaccionado demasiado tarde, el titán lo soltó haciendo que cayera dentro de su boca. Armin gritaba horrorizado y desesperado tratando de agarrar algo para no caer en la garganta de esa cosa.

Sus gritos llegaron a los oídos de Eren aún tendido en los ladrillos, inerte en su lugar, la sangre recorría su rostro sin piedad y había perdido la sensibilidad de su cuerpo. Pero recordó fugazmente su conversación con Armin, el poder saber qué hay más allá en el mundo exterior, e inconscientemente también a Leah quien le había prometido ayudarla a saber su pasado. Sin poder decirle y aceptar que sentía cosas por ella.

Como última voluntad logró levantarse e ir tras ese titán. Se adentró a su boca poniendo una de las cuchillas entre los dientes, evitando que la cerrara para así tomar el brazo de Armin con rudeza, mientras que este aún seguía gritando, entrando en un estado de shock.

-¡No morirás aquí! -. Con fuerza bruta jaló su cuerpo para lanzarlo hacia el techo de la casa sacándolo de allí y, así mismo, impactarse con este.

Armin aún lastimado, se levantó acercándose al titán para ver a Eren que luchaba y persistía en seguir con vida.

-M-me niego a m-morir aquí... - Decía sujetando la cuchilla, evitando que el titán cerrara la boca - Dijiste... Que iríamos al mundo exterior... - Su fuerza empezaba a disminuir, a lo que extendió su brazo hacia Armin - Y lo haremos... - Continuó dando una última mirada - Dile... A L-Leah que la...

-¡EREN, NO! -. Pero fue demasiado tarde ya que ambos dientes chocaron entre sí cortando su brazo de un movimiento, devorando a Eren Jeager frente a Armin Arlert. Quien este sin dudarlo comenzó a llorar y gritar descontroladamente al presenciar tal atrocidad.

El viento golpeaba con brusquedad su rostro moviendo su cabello, pero las lágrimas seguían saliendo sin parar, mirando anonadado la escena. El miedo lo había tomado completamente, evitando poder realizar una maniobra acertada para salvar a Eren, maldiciendo y odiándose a sí mismo.

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