Capitulo 5

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Luciana

El almuerzo mas soñado y terminó todo  bien; Massi me acompaña a mi auto, toma mi cara en sus manos y me besó, fue un corto y lindo beso.

—Nos vemos el sábado petite.. ¡Acuérdate que me invitaste a tu departamento! —asiento energéticamente, como no tener el placer de presentar mi nuevo hogar, ha  este increíble hombre.

Subo mi auto y arrancó, faltaba 20 minutos para las tres, debía llegar rápido, aceleró a toda velocidad para llegar a tiempo, ya que la residencia de los Worreys  no estaba tan lejos.

Me bajó del Auto e ingresó a la mansión que ya me esperaban

—¿Qué pasó, mi Niña? — llegue y la niña estaba llorando me abraza a mi con fuerza.

—Mamá no me entiende Luchiana, ella no me deja hacer nada, me dijo que soy inútil, porque no puedo caminar. —y llora con más fuerza.

—No pequeña, tu mamá no te trato de decir eso.. Solo se preocupan por ti, no quieren que te pase nada malo, no mas.. ¿Por qué crees que te regaño, mi niña? —ella asienta con esos ojitos de cachorro —, ya cuando estés mejor podrás ayudar en todo lo que quieras a tu madre, bueno —ella asienta energéticamente —, esa es mi niña, ven vamos a trabajar en el jardín, caminaremos otro poquito más vale.

Dentro de un año Lanita debe ya haber caminado por sí sola o si no.. Niego varias veces, ella caminara y comenzará hacer sus cosas por ella misma, no la quiero ver más deprimida por nada.

—Lucienne, hija...

—¡Héléne! —ella me sonríe, me sonrojo

—Eso así me gusta, es mejor que el señora —me acaricia la mejilla —, gracias por intermediar, mi hija está en el despacho le dije que se tranquilizara.

—En lo que las puedo ayudar con mucho gusto no se preocupe es normal y más si Roxxy quiere ver  a su hija bien, entiendo sus miedos no se preocupen, con el tiempo todo eso cambiará.

—Confiamos en ti querida.. —le suena el móvil a la señora. —¡Hijo!.. ¿Como estas?. Me tienes enojada por el anuncio de tu compromiso ¿para cuando?... Como que no tienes tiempo.. Esta bien, esta bien, que sea en dos meses.. Espera hijo.. —me mira —Compermiso querida debo alegar con mi hijo — reí por lo bajo —, nos vemos después..

Asiento y me retiro, no sabía que la señora Héléne tuviera hijos varones, se que tiene dos hijas, Roxxy y Morgan, pero no sabía de la existencia de  un varón en la familia.

En fin.. Mi día transcurrió normal..

.......

Maximiliano

El tiempo había pasado rápido, ya mañana es el día... Y es mi día favorito porque pasaré tiempo con ella.

Mi belle de ojos verdes.

Primera vez en mi vida que pasaré un día completo con una chica pero, ella no es cualquier chica, no.. Ella me brinda confianza y eso pocos lo hacen, ni siquiera Luisa, aunque Mercedes me joda yo se quien es Luisa, aunque no me gusta juzgar.

Me sumerjo en mis pensamientos, solo faltan unos cuantos documentos y salen..

Si Yuri..

Señor Bermudez, la señora Landazuri  al teléfono..

Pongo mis ojos en blanco — Pasala.

—¡Amor como estas..! Querido quería decirte que no olvides que mañana almorzamos con mis padres, solo te llamo para eso, no te quito mas tiempo, nos vemos.

Resoplo de fastidio, no me acordaba ese detalle, creo que estar con cierta castaña despistada se te pega, es contagioso no ser despistado o olvidar algunas cosas.

Qué más daba, llamó a Lucienne

Habla Luci..

—Petite... Podemos posponer el almuerzo para la cena, ¡se me presentó algo urgente! —ella se ríe, ¿qué es lo chistosos?, yo la quería ver, pasar un día agradable con ella pero no, mis planes me los dañan.

No te preocupes Massi, claro que si, nos vemos en la noche, además te iba a decir lo mismo, ya que mi padre y mi hermano vienen a almorzar a casa, ya te iba a llamar — vuelve a reír suavemente, ya veo... Con que el destino hace de las suyas...

Será que... ¡Niego varias veces!.

—Dale nos vemos a las siete de la noche, cuidate besos.

—¡Besos! —cuelga.

.......

Ya sábado, ando corriendo de un lado a otro, me quedé dormido soñando con aquel ángel de ojos verdes.

Me terminé de acomodar y salgo en mi auto directo al restaurante de los Landazuri, comida inglesa, ya que ellos son provenientes de Inglaterra.

—Maximiliano, hasta que llegas.. —me regaña Luisa, pongo mis ojos en blanco

—Se me presentaron cosas, soy un hombre ocupado.. No te compliques.

La velada pasó tranquilamente entre risas y comentarios insignificantes, ya eran las cinco de la tarde, me despido de ellos prometiendo otro día a cenar juntos.

Me encaminó a mi casa para tomar una ducha y acomodarme.

Petite 6:00 pm.

—¿Qué deseas que te prepare?

Sonrió, no me lo esperaba.

Yo 6:06 pm.

—¡Lo que me quieras dar!.

Petite 6: 10 pm.

Enserio Massi, que quieres que te cocine, ¡dime, te quiero sorprender!

Mi corazón.. Por que se acelera de esa manera!.

Yo 6:15 pm

—Está bien.. ¡Me gustan los Ravioli !

Es un plato complicado no creo que pueda..

Petite 6:17 pm

Que bien, ese plato me gusta, lo prepararé, nos vemos a las 7, besos...

—¡Conduce con cuidado, Massi!

Ese comentario me hace sonreír, pero recuerdo que ya casi van hacer las siete de la noche, corro a comodarme, me coloco algo cómodo y casual, un jean negro una polera verde y mis zapatos negros, un poco de loción, no necesito peinar mi cabello desde que tengo uso de razón, siempre ha sido rebelde.

Bajo las escaleras y me topo con mi madre.

—¿Hijo a donde vas?  ¡Estás muy guapo! Me gusta ese estilo que llevas.

Sonrió era lo que necesitaba —Voy a salir un rato, no me esperes despierta —le guiño un ojo.

—Te notó muy feliz hijo.. Se puede saber ¿por qué? o ¿por quién?...

—Ay mamá, que cosas dices, ¡nos vemos!.

Salgo de la mansión antes de que siga acosando con sus preguntas incómodas. Aceleró el auto para llegar rápido a la unidad residencial de Lucíana.

Hacen el anuncio y me abren el portón para ingresar con el auto, lo aparco cerca del ascensor y subo, séptimo piso 707 es su número.. El de la suerte.

Timbro dos veces y se escucha alguien correr

—¡Hola Massi, pasa! — tomo su cara con mis manos y cortó la distancia, un beso tierno y suave, terminó con un pico en sus labios y sigo de largo, ella estaba totalmente sonrojada.

—Haces unas cosas que me avergüenzas y a la vez me sorprende, Massi

—¿Pero que hice? Te extrañaba, esos besos tuyos son una droga, me volví adicto, ¿que hago?

Ella me sonríe y pasó de largo miró su departamento, es bastante lindo muy a su estilo, me gusta el ambiente que genera este lugar.

—Te prepare tu comida.. Espero que te guste..

—De hecho, es mi plato preferido, ya te lo he dicho — le guiño un ojo, ella sonríe aún más, sus ojos verdes brillan como si fueran estrellas.

—También preparé una torta de chocolate, de hecho la hice también para mi padre, le gusta mucho y te guarde a ti un pedazo —me guiña un ojo, la abrazo de la cintura.

—No puedes ser más perfecta, me encanta el chocolate, vamos a cenar, no me aguanto las ganas de comer lo que haces con esas hermosas manos, aparte de ayudar a las personas...— le doy un beso en cada una de sus manos, ella me corresponde con un suave beso en mis labios, no me esperaba que me diera un beso.

Veo que sirve el vino y comenzamos a cenar ... Cabe resaltar que es una gran cocinera.

—¿Donde aprendiste a cocinar así de este modo?, esto quedó mejor que en un restaurante bastante caro! — estoy asombrado, si es así de delicioso esto, no me imagino la torta de chocolate.

—Mi padre es bueno en la cocina, él me enseñó muchas cosas, también leo libros de cocina, me gusta preparar cosas nuevas, hasta cocina Inglesa y Francesa, también cocino Italiana, sobre todo  por Lau, le fascina esa comida  — bebí un poco de mi copa, ella hace lo mismo —, es bueno aprender de todo un poco.

—Yo cada vez aprendo más de ti y quedó bastante impactado por la gran persona que eres.

—Que dices Massi.. Soy normal, soy un ser humano que comete sus errores como cualquier persona.

—Me gusta como piensas, además jamás te noto enojada o disgustada, porque sonrías a cada rato.

—Por la vida, otro día mas de vida, es un motivo para sonreír y agradecer, no importa como acabe tu día, debes sonreír.. Aunque si ahí algo que me molesta y me ganas como enemiga y son las mentiras, eso no es bonito, pienso que es un fetiche muy feo de las personas y de muy mal gusto. ¿Que ganan con lastimar a las personas que supuestamente amas?

Mentiras... Aahhhh... ¡¡Que hago!!.

.....

La cena pasó tranquilamente, jamás me sentí tan cómodo como ahora en este preciso momento, ¿donde estuvo metida Lucíana en toda mi vida? ..

Le estoy ocultando tanto de mi, que a veces temo su cercanía, ¿será que todavía no se da cuenta de quien soy?

Ahora estamos acostados en un enorme sofá que tiene ella en su sala, ella tan solo vestida con un short deportivo y un crotop de color negro y su cabello recogido, se ve tan relajada.. seguimos bebiendo vino.

De hecho, le gusta mucho beber vino.

—Petite, recuerda regular las bebidas..

—Pero es vino Massi, ¿qué daño hace él Vino dime?

Se acerca a mi y me da un tierno beso, me hace un mimo con su nariz y sonrió como un niño pequeño, tantos afectos que me está dando Lucíana  son únicos, primera vez que siento algo así de sincero.

Suena mi móvil es Merceded, decido apagar mi móvil, nadie va a arruinar mi noche.

Nos besamos por un largo rato, la luz de la luna nos iluminaba a los dos, ella brilla, su piel brilla, suave y delicada, ella suspira muchas veces.

Creo que me estoy enamorando de Lucíana...

Ella se separa de mi —Massi, yo también te quiero conocer! —trague grueso y sonreí nervioso.

—A ver... Soy de mi natal Francia, soy presidente de una compañía, mi mejor amigo es Claudio, el chico de la otra vez, tengo una prima fastidiosa es más me estaba llamando, se llama Mercedes, tengo dos hermanas y una linda sobrina, y vivo con mis dos padres! —ella en sus labios plasma una enorme "o"

—Eres sensacional.. Con qué presidente.. Pero eres amable, he visto en películas que los presidentes son activistas, humillantes, malas personas, mentirosos, egocéntricos.. Y muy.. —la callo con un beso, la verdad... Yo soy todo eso que ella está diciendo y no deseo escucharlo de su hermosa voz, la cargo y la siento encima mio.

—Me gustas Lucíana.. No se que me hiciste, pero no puedo vivir sin ti.

Ella me sonríe me vuelve a dar cariñito con su nariz y acaricia mi cara — Tú también me gustas, Massimiliano— me encanta que me habla en su idioma, y más mi nombre, es seductor.

Nos besamos, deciendo por su cuello, ella jadea más de una vez, Lucíana me retira la camisa dejando mi pecho al descubierto, soba con delicadeza los musculos, se muerde el labio, sonrió de medio lado y vuelvo a devorar sus labios, soltamos un gemido al mismo tiempo, ya que nuestros sexo se medio rosaron.

Yo ya estaba mal.. Y ella...

Por Dios, esta mujer destila belleza, sensualidad y un toque de inocencia, por eso me gusta tanto Lucíana  y por muchas cosas mas.

Retiró su crop top ella me ayuda levantando sus brazos, y me dejó seco, ver sus hermosos senos blanco y su lindos pezones rosados me deja seco.

Los comienzo acariciar y los introduzco en mi boca, los lamo, succiono y muerdo, ella suelta varios gemidos, me tiene mal.

—Pronto tomaré mis vacaciones, ¿me acompañas a descansar, petite? —ella se muerde el labio y me mira con una sonrisa.

—Tu serás tu propio jefe y te puedes dar tus vacaciones, pero yo todavía no tengo mis vacaciones, bueno creo que no sería problema ya que, llevo 5 años sin tener vacaciones, hablaré y tomaremos juntos las vacaciones!.

Esa es mi chica...

Sonrió como idiota y la cargo camino hacia su habitación como ella me indica entre besos, pasaremos una noche increíble los dos.

Nos tumbamos juntos en la cama, bastante grande diría yo.

Le retiró las últimas prendas que la cubren al igual que yo, beso cada centímetro de su cuerpo, acarició su bello abdomen, paso mi mano en su intimidad, ella suelta un gemido más fuerte.

Acarició sus glúteos, y los aprieto, ella ya está preparada.. Introduzco dos dedos en su vagina y estaba bastante húmeda, aquellos mismos  dedos los metí en mi boca, veo que ella se sonroja.

—¡Massi! —me da un suave golpe y sonrió.

Me introduzco en ella suavemente y mis vaivén comienzan suaves y delicados.

—Aaahhh .. —gime Lucíana  —, todavía.. No.. Me.. La.. Creo.. Tu.. Y.. Yo.. —beso sus labios.

—Fue gracias a esa noche... Oohh.. Eres.. ¡Deliciosa petite! —noto un leve sonrojo y aumentó las embestidas, nuestros choques corporales se escuchan, cada vez aceleró más mi envestidas, hasta que... Nuestros néctar se mezclan en uno solo, ambos respiramos con dificultad, me tumbo al lado suyo, nos acomodamos y tal como quedamos desnudos, así mismo nos dormimos, ambos abrazados y eso sí, con una sonrisa en nuestros labios.

Primera vez en mi vida, hago el amor... Porque eso fue lo que sentí con Lucíana, amor.

............
Continuará

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