1. Glory

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«Soy un hombre que recordarás, soy más que una emoción, voy a ser el mejor de todos ahora, ten cuidado, soy una fuerza que temerás» The Score

Kim Taehyung, es el sucesor de una pequeña organización del crimen que opera al sur de Busan, de ser hijo de un pandillero pasó a ser líder de una mafia que se había desintegrado por la invasión de los Yakuza en todo Busan. Una guerra de poder que dejó a casi a todos los clanes de Busan desintegrados y bajo el poder de los Yakuzas, fueron años bajo el mando de los japoneses, muchos escondidos en sus territorios, hasta que los jóvenes sucesores de los distritos Gangseo y Geumjeong construyeron su propio imperio, y lucharon contra quienes querían quitarle sus tierras.

Con la muerte de su padre y toda su familia a causa de esta invasión, Taehyung siendo un joven de apenas 20 años unificó a todos los clanes bajo su mando llamándola Jumok. Durante toda su vida había visto de todo, fue entrenado por su padre para cualquier circunstancia de la vida y eso incluía ser el líder de un clan, por lo que no le fue difícil dirigir una pequeña organización cuando fue preparado para ser un líder de algo más grande.

El tigre es un animal conocido por su fuerza de voluntad, pasión, coraje y poder, pueden ser violentos y algo aterradores, pero en la simbología coreana también son seres que traen buena suerte y que a pesar de que eran temidos mientras vagaban por Corea, se les respetaba por mantener la paz en el pueblo. Hace un tiempo Corea era conocida como "La nación de los Tigres". En la cultura coreana los tigres se vuelven blancos cuando superan grandes desafíos y un tigre blanco es considerado como uno de los cuatro dioses guardianes que protegen contra el Occidente. Y por esto, el tigre se convirtió en el símbolo del clan Jumok, mismo que llevan tatuado en la muñeca, mitad naranja mitad blanco.

Lo que Taehyung no esperaba es que esa pequeña banda se convirtiera en una de las organizaciones más poderosa e influyentes, con actividades tan reservadas que la policía no ha sido capaz de encontrar pruebas para detenerlos o arremeter contra ellos, pues el líder se preocupaba por mantener la tranquilidad en su territorio.

Es dueño de varios bares y clubes, no trabaja con drogas más bien con extorsión política y territorial, liderando el distrito Gangseo, toda la zona estaba protegida por el clan Jumok y aquel que se atreviera a desobedecer o intentara hacerle algo a quienes residían allí, sufriría las consecuencias.

Taehyung se convirtió en uno de esos gánsteres de los que todos saben las cosas malas que hace, pero su encanto y amabilidad con quienes quiere como aliados, es lo que le ha permitido permanecer firme y sin tener que esconderse de nada. Podía ser muy magnifico y cordial, pero solo lo era con aquellos indefensos, con quienes realmente lo merecían; pocas personas han visto su lado maquiavélico y manipulador cuando quiere conseguir algo, o su frialdad a la hora de acabar con la vida de alguien que se rebela contra él o lo realmente bueno que es en el combate cuerpo a cuerpo. La mayoría solo habían visto al hombre atractivo y que le gusta asistir a fiestas, el hombre de negocios con el que todos quieren aliarse, pero que muy pocos consiguen hacerlo.

Del otro de Busan se encontraban uno de los contrincantes de Kim Taehyung, con quien competía en el negocio de las bebidas y la extorsión en deportes. Conocía a Jeon Jungkook y la obsesión que éste con tener todo a sus pies, era un adicto al poder y muy conocido por tirar del gatillo tan rápido como un simple pestañeo. No iba con rodeos y era el dueño de uno de los burdeles más conocidos en Busan, especialmente porque era dirigido por las mismas mujeres que trabajaban allí.

Jeon Jungkook, fue parte de ese grupo que pasó por la crisis devastadora de los Yakuzas, fue entrenado por su abuelo, con quien creció y quien lo adiestro desde pequeño para dirigir el distrito Geumjeong. Toda su familia siempre se ha dedicado al crimen organizado, por lo que tuvo una crianza rigurosa y difícil en la que tenía que ser perfecto casi en todo o tendría un castigo severo, eso fue lo que más tarde le permitió convertirse en líder del clan Geum después de la guerra con los Yakuzas.

Aun cuando Jungkook era el candidato perfecto, muchos no estuvieron de acuerdo con el fuese el líder y lo primero que hizo tras la muerte de su abuelo, fue acabar con todos aquellos que se rehusaban a seguir sus órdenes. Había sido instruido para que no fuese compasivo con sus víctimas y esa actitud fue lo que hizo que los demás lo respetaran. Después de la muerte de más de la mitad del clan, fue tras los japoneses culpables de aquello y acabó con ellos de la manera más torturadora posible, lo que por supuesto le trajo enemigos.

El dragón azul, también llamado Yong, es un ser que es conocido por los europeos por ser destructivo y estaba vinculado al fuego, en cambio en la mitología coreana era considerado como representantes del agua y la sabiduría. Los Yong se caracterizaban por tener cuatro dedos en sus patas, el tener el resultado del nueve multiplicado por el nueve en sus escamas, es decir, 81 escamas en sus espaldas, era considerado un símbolo de buena suerte.

Específicamente el dragón azul, destacaba en la mitología coreaba por ser uno de los grandes dioses dragones que pertenecían a las cinco formas de la máxima deidad coreana. Este dragón azul era el símbolo del clan Geum, el que llevanan tatuado en su hombro izquierdo.

Taehyung y Jungkook, se conocían de nombre más no de rostro, sus peleas eran interminables, siempre hubo un intermediario que por años evitó su encuentro, la animadversión era lo único que los mantenía en contacto. Taehyung solo sabía que Jungkook se empeñaba en tener todo mejor que él, si compraba un bar, Jeon compraba uno más grande con más mujeres y más actividades. Taehyung odiaba eso de él, no soportaba que fuese tan molesto, en más de una ocasión intentó comprar parte de su territorio y por más dinero que éste ofreciera, este siempre lo rechazaba. Jungkook sabía que Taehyung iba a la cabeza con todo, las ventas, los negocios con otras mafias extranjeras y aunque estaba a la par con él, le molestaba como un demonio que Taehyung tuviese tanto poder como él, quería ser el número uno en todo, fue criado para serlo.

Era su rival más poderoso, mismo que se rehusaba a tener como aliado, hasta que se vio en la necesidad de recurrir a él, había algo más grande que ello respirándoles en la nuca, sabía que se aproximaba una oscuridad de la que no podría salir solo y para eso necesitaba gente poderosa de su lado y entre ellos, desafortunadamente se encontraba Kim Taehyung.

Una noche normal de trabajo, Taehyung pasaba por sus bares y terminó quedándose en su club con el que guardaba un cariño especial al ser el último lugar en el que su padre estuvo en el momento de su muerte. Se encontraba sentado en su zona exclusiva, viendo que no pasará nada raro debajo de las mesas. Acomodó su camisa negra y tomó un sorbo de su bebida mientras fijaba su vista en quien parecía ser un nuevo cliente que nunca había visto por ahí, en primera instancia desconfió de él, pero al verlo por más tiempo se dio cuenta de que era un inofensivo joven que parecía ser de su misma edad.

A sus 26 años Taehyung había experimentado todo tipo de cosas desde lo profesional a lo emocional, era el único mafioso del que se rumoreaba su raro gusto por los hombres, algo que nadie se atrevía a cuestionar. Por lo general los mafiosos como el iban a las reuniones importantes acompañados de mujeres hermosas, en cambio a Taehyung nunca se le había visto con una mujer, andaba de boca en boca que se acostaba con hombres, aunque no era algo que éste intentaba ocultar, siempre lo mantuvo a discreción de los demás. Los únicos que podían asegurar aquello eran quienes protegían su hogar y ellos no se atrevían a meterse en la vida privada de su jefe.

—Señor, Jeon Jungkook quiere hablar con usted. —Uno de sus escoltas se le acercó haciendo que este apartara su mirada del chico de cabello largo que le llegaba por encima de los hombros.

—Ese imbécil seguro envió a alguien más a ofrecer una cantidad impensable de dinero por este club, no lo quiero ver —comentó Taehyung dejando el vaso en la mesita frente a él.

—No señor, el mismo está aquí —informó su escolta. Lo que sorprendió Taehyung, por lo general Jungkook enviaba a su consejero a hacer tratos por él, que él estuviese allí significaba que era algo muy importante.

—¿Dónde? —cuestionó Taehyung interesado y el escolta señaló al otro extremo del lugar, la zona VIP, donde se encontraba un hombre de cabello negro brillante y largo peinado hacia atrás solo con algunos mechones que sobresalían en su frente, llevaba una camisa blanca desabotonada hasta los primeros tres botones y estaba rodeado de mujeres, no parecía estar allí para algo de negocios.

—Señor, ¿le digo que venga? —Su escolta volvió a sacarlo de sus pensamientos. No estaba muy seguro que ese hombre fuese realmente el Jungkook que él conocía, el mismo idiota que tanto provocaba su enojo como nadie más.

—Si —masculló tomando el último sorbo de su bebida.

A medida que el pelinegro se acercaba con sus escoltas detrás, Taehyung no tuvo la discreción de quitarle la mirada de encima hasta que llegó a su lado. Esperaba encontrarse con un hombre de algunos 30 o 40 años, pero en cambio parecía ser tan joven como él y desgraciadamente para Taehyung demasiado atractivo.

—Por fin nos conocemos —comentó Jungkook al llegar a su lado. Se dan la mano en forma de saludo y se sientan uno frente al otro.

—¿Qué es lo que quieres esta vez? No vendo el club, aunque me ofrezcas medio país a cambio —señaló Taehyung acomodándose el traje mientras miraba de arriba a abajo al hombre frente a él. Se veía mucho más alto y musculoso de cerca.

—No sé qué tiene éste lugar que te rehúsas tanto a venderlo, eso solo me hace quererlo más —opinó Jungkook—. Pero no vine por eso, hay algo más importante que no solo me está afectando a mí.

—¿De qué se trata? —preguntó curioso Taehyung.

—No creo que debamos hablarlo aquí, se trata de Japón —informó Jungkook levantando una ceja, algo que a Taehyung le pareció un gesto muy sexi. Se sorprendió al escucharlo hablar de Japón, recientemente ha estado teniendo problemas con ellos y al parecer no era el único.

—Vamos a mi casa —ordenó Taehyung poniéndose de pie.

Ambos emprendieron camino hasta la casa de Taehyung, misma que ocupaba toda una cuadra y estaba protegida por altos muros y escoltas en los alrededores, lo qu ele sorprendió a Jungkook es que estaba rodeada de altos árboles que la mantenía bien oculta y privada. Se dirigieron al estudio de Taehyung a donde los escoltas querían entrar, pero éste no les permitió, eran asuntos que solo ellos podían saber.

—Sabes que los Yakuza están intentando invadir, otra vez, quieren nuestros territorios si o si —comentó Jungkook sentándose frente al escritorio de Taehyung.

—Sí, he visto movimientos raros en mis bares, mucha gente que no son de por aquí, pero ¿qué es lo que propones? —cuestionó.

—Primero, deberías revisar tu personal, algunos clanes se están infiltrando —sugirió Jungkook—. Segundo, vine a proponerte una alianza, sé que no nos llevamos bien, pero sabes lo grande y fuerte que son los japoneses.

—Entonces me estás pidiendo protección —concluyó Taehyung echándose hacia atrás y llevando su mano a sus labios mientras le dedicaba una sonrisa ladina a Jungkook.

—Arrogante, no creas que tienes todo el poder para enfrentarte a ellos, te crees muy intocable —señaló con veneno Jungkook.

—Sigo pensando que viniste por protección, nunca nos habíamos visto antes, quizás causé en ti una sensación de seguridad —se mofó Taehyung causando en Jungkook una risa carente de humor, para luego volver a su seriedad, fulminando al rubio oscuro frente a él.

—Al revés, yo sé que detrás de todo ese traje hay un cuerpo pequeño, lo único que sentí fue compasión porque, ¿cómo puedes enfrentarte a tus enemigos siendo así de delgado? —replicó Jungkook.

—Ni siquiera me conoces, ¿quieres una demostración de lo bien que me se defender? —cuestionó Taehyung fulminante dejando ver su arma encima del escritorio e inclinándose hacia adelante.

—No hace falta, viene aquí para unir fuerzas no para seguir nuestra interminable disputa, tu y yo tenemos el mismo poder —demandó el azabache.

—No es así, tú eres el más vulnerable en este momento, tú me necesitas a mí, no yo a ti.

—Los dos perderemos lo mismo, pero si no quieres aceptar no es mi problema, puedes irte a la mierda junto con todo tu clan, otra vez —gruñó Jungkook dispuesto a irse.

—De acuerdo—masculló Taehyung casi entre dientes—. Hagámoslo —se resignó—. Acabamos con esos bastardos y seguimos nuestros caminos separados, solo es negocio.

—¿Qué más podría ser si no es eso? —cuestionó Jungkook con media sonrisa mientras estrechaba su mano con la de Taehyung.

—No preguntes lo que ya sabes —replicó Taehyung dejando ir la mano del pelinegro.

Jungkook solo se rio por la bajo y luego de haber compartido número telefónico, se despidió de su ahora socio, mientras salía de la casa siendo acompañado por uno de los escoltas de la casa, Jungkook hizo una reverencia hacia un chico joven que entraba a la casa, el azabache miró por encima de sus hombros y vio cómo este se acercaba a Taehyung.

—Ya sabes que hacer —escuchó a Taehyung.

Jungkook volvió su mirada al frente y salió de la casa con aquella imagen en su cabeza. Por como Taehyung miraba a aquel chico y como se habían saludado, el azabache supo de qué se trataba y decidió simplemente no meterse en los asuntos personales de su socio.

Jungkook sabía lo poderoso que era Taehyung, lo influyente y querido que era en su territorio, por lo mismo tenían enemigos que querían tener todo lo que él tenía, muchos han intentado quitárselo por ser "el más joven" de todos los mafiosos de Busan, agregándole a eso que estuviese a la cabeza con Jungkook detrás de él, no solo de su territorio sino de todo Busan, provocaba una lucha de poder entre las pandillas, en la que Taehyung y Jungkook siempre salían victoriosos. Eso fue lo que una vez más llamó la atención de los Yakuzas japoneses, el hecho de que todos hablaran de los Jumok y los Geum, hacía que los japoneses no quisieran sus terrenos o sus clubes, sino el poder de ser líderes de aquellas organizaciones, la influencia sobre los políticos y algunos artistas. Sobre todo, la alianza que estos tenían con otros países.

Jungkook sabía perfectamente que eso era lo que querían conseguir, infiltrarse para luego dar el golpe, como también sabía que no eran una mafia pequeña y que la última vez que Busan tuvo un enfrentamiento de poder con los Yakuzas, perdieron casi la mitad de sus líderes, solo quedaban algunos pocos de aquellos japoneses que seguían a la cabeza de algunas organizaciones, pero la unificación de los distritos Gangseo y Geumjeong fue lo que mantuvo a flote a los demás distritos que seguían invadidos por los Yakuzas. Fue un tiempo de guerra de pandillas en el que tanto Jungkook como Taehyung perdieron a mucha gente, y perder a aquellas personas fue lo que los hizo los líderes que son hoy.

Su poder había sido construido desde las cenizas, con esfuerzo, pérdidas. Cuando apenas iniciaban en el mundo del crimen organizado, tuvieron sus alto y bajos, eran los más jóvenes de todos los clanes de Busan precisamente por ser sucesores de quienes murieron en el enfrentamiento con los Yakuzas. No fueron completamente entrenados, la mitad de lo que saben lo aprendieron sobre la marcha y por eso le costaba a cualquier a quitarles eso.

Ambos sabían que otra guerra con los japoneses, solo traería desgracia, ellos eran los únicos en capacidad para poder quitarles lo que tenían, así que los líderes de Jumok y Geum entendían lo importante que era unir fuerzas antes de que llegaran a invadir sus territorios por completo.

No eran enemigos, pero no se llevaban para nada bien, Jungkook podía decir que se detestaban únicamente porque Taehyung se rehusaba a vender su club y Jungkook se rehusaba a no tenerlo. Aquel club era lo que Taehyung más atesoraba por ser lo único que le había quedado de su padre, algo que el pelinegro no sabía.

Al poner un pie en su casa, mientras se bajaba del coche que conducía su chofer, caminó hasta la casa y cuando estuvo a punto de abrir la puerta escuchó a uno a uno de sus escoltas gritar su nombre, se dio la vuelta confundido y lo siguiente que escuchó fue un sonido estruendoso que resonó por toda la zona, fue empujado por uno de sus guardaespaldas al piso, haciendo que éste se lastimara. Jungkook se cubrió con los brazos mientras escuchaba vidrios romperse y el olor a quemado se hizo presente. Su casa había estallado en una explosión que la destruyó por completo, tosiendo y con dificultad se arrastró por el piso para alejarse del fuego y el humo que empezaba a asfixiarlo.

—Señor, manténgase abajo, estamos rodeados. —Dos de sus escoltas lo arrastraron por los hombros hasta el vehículo más cercano, aún abrumado Jungkook vio el cuerpo de su escolta tirado en la entrada de la casa, ardiendo en llamas, en ese momento pensó que aquel hombre pudo haber sido él.

—Señor Jeon, ¿está bien? Vamos a sacarlo de aquí —comentó uno de sus escoltas.

—¿Cuantos son? —preguntó Jungkook viendo cuantas balas tenía su pistola.

—Algunos 10 hombres, están bien armados —informó mientras les hacía señas a los hombres en la entrada principal de la casa.

—Hijos de puta —masculló apretando la mandíbula y los disparos se hicieron presentes. Jungkook no tenía chaleco antibalas puesto y toda su casa ardía en llamas.

Ubicó de dónde venía los disparos hacia él y luego de tomar una bocanada de aire salió de su escondite y disparó hacia dónde provenían la mayoría de disparos.

—¡Ve al frente, al frente joder! —ordenó Jungkook a uno de sus guardaespaldas, quedándose únicamente con el jefe de operativos. Espalda contra espalda contraatacaron a quienes ahora se encontraban en el interior del terreno, lo que le daba una mejor vista a Jungkook para poder dispararles.

Todo se volvió más caótico y sus enemigos parecieron duplicarse cuando ya se estaban quedando sin balas, Jungkook tenía la respiración agitada por correr y ocultarse siempre que podía. Con los labios secos y su pecho subiendo y bajando por la adrenalina, se mantuvo detrás de uno de los árboles desde allí Jungkook vio al francotirador que se encontraba ahora de espaldas a él.

Varios de sus hombres habían sido heridos, era muy pocos para todos los hombres que lo estaban acorralando, Jungkook no se dio por vencido y aun cuando le quedaban pocas balas salió a combatir junto a sus escoltas. No podía solo esconderse mientras su casa ardía en fuego y sus escoltas estaban siendo atacados.

Los disparos, gritos y el humo de la casa hicieron parecer aquel lugar una zona de guerra. Jungkook tiraba del gatillo con su última bala que iba a dirigida a uno de los invasores que tenía en frente, fácilmente acabó con él, pero entonces sintió el roce de una bala que vino por detrás, se dio la vuelta para enfrentarlo y se encontró con una sonrisa maliciosa y un hombre que portaba un arma más grande.

—¡Agh! —vociferó con enojo al ver que se había quedado sin balas en el peor momento. Uno de los invasores tomó a Jungkook por el cuello y sujetó con fuerza sus muñecas detrás de su espalda.

Cuando el hombre frente a él le apuntaba para dispar, Jungkook pensó que era su fin hasta que vio como una bala atravesaba la frente del hombre frente a él, quién cayó al piso haciendo un charco de sangre en el mismo. Jungkook aprovechó el momento de debilidad de quien lo sujetaba y con una maniobra lo lanzó al suelo y los desarmó para luego dispararle con su propia pistola.

El pelinegro alzó la mirada para identificar a quien lo había salvado de una muerte segura y muy pusilánime. Se sorprendió al verlo allí, lo miró a los ojos mientras se dejaba caer en el piso ocultándose detrás del auto, mientras verificaba que no había sido herido, pero la sangre en su abdomen no era buena señal.

¡Hola otra vez! 😎🔥

Primero que todo quiero que sepan que tenemos un grupo de lectores Whatsapp. Si quieres estar escríbeme al privado😉.

Volví con esta historia corta, iba a ser un 3SHOT, pero debo admitir que soy terrible para escribir cosas cortas, así que estoy ensayando con esta.

Esta vez venimos con un género que es fuego, chispa, candela y al que si estoy acostumbrada a escribir. Ya saben que fue sometido a votación y se los debía🤭.

Espero que les haya gustado el primer capítulo, cuéntenme que opinan, que esperan leer en esta historia, quiero saberlo todo😎❤️.

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