4. Mind & Body

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

«Solo quiero hacerte saber que tú me tienes, tienes mi mente y cuerpo, me tienes» Ayelle.

Taehyung volvió a ver a Jungkook al siguiente día y por mucho que deseó tener un momento a solas con el no pudo, ambos estaban demasiados ocupados y el rubio necesitaba poner las cartas sobre la mesa antes de que las cosas fueran más lejos, algo que no quería que sucediera, no sabía cuáles eran las intenciones de Jungkook al besarlo de esa manera y por más que le gustaran esos besos, se rehusaba a averiguar que quería el azabache realmente.

Durante todo el día habían estado fuera de la casa y cuando ambos llegaron, ya era hora de la cena y como el trabajo no termina nunca, tenían su reunión semanal con sus consejeros, mismos que ahora tenían cosas en común para tratar con sus jefes.

Jungkook se encontraba frente a Taehyung en el comedor, cada uno con su asesor al lado. Taehyung mantuvo su mirada en la comida y en lo que tenían para decir los consejeros. Prestó más atención cuando el asesor de Jungkook, Mike, habló del clan que había intentado infiltrarse en uno de los bares del pelinegro, Taehyung junto a su consejero, Caleb, ataron cabos con lo que había pasado recientemente en el club. Cuando el rubio escuchó de qué clan se trataba todo le pareció claro como el agua.

—¿Sabes quiénes son? —preguntó Jungkook al notar que Taehyung estaba muy familiarizado.

—Más de lo que quisiera, son de esos fastidiosos que quieren obtener todo fácilmente, solo matando gente y reclamando territorios —explicó Taehyung sin mirarlo a la cara, sabía que en cuanto lo hiciera volvería a caer en el encanto de su mirada, y necesitaba tener la mente despejada para poder hacer que retrocediera.

—¿Uno de tus enemigos? —cuestionó el pelinegro tomando del vino con el que acompañaban la comida.

—Así es, han intentado por todos los medios quitarme todo esto, pero no han podido, me han atacado y se los he devuelto el triple, son una banda de bastardos que tuvieron que recurrir a los Yakuza para poder hacerme daño —respondió Taehyung.

—Para hacernos daño, también me quieren a mí, he tenido mis... roces con los japoneses —señaló Jungkook y Taehyung no dijo nada al respecto. Dejó que los aseos de se encargaran de hacer su trabajo.

Mientras llegan a un consenso de que harán al respecto antes de que el clan Yangban llegara a atacar y si eso pasaba como los enfrentarían. Como siempre Jungkook querías hacerle saber que no tenían miedo dándole una cucharada de su propia medicina atacándolo, pero Taehyung prefería actuar en las sombras, discretamente.

En medio de la discusión, el rubio sintió el pie descalzo de Jungkook tocar su muslo, Taehyung intentó detener sus movimientos disimuladamente mirándolo de reojo. Sus caricias llegan hasta su miembro y una vez más, le provoca una erección, Taehyung se movió más adelante para que esconder debajo de la mesa los toques traviesos de Jungkook y así evitar que alguien se diera cuenta de lo que hacía.

Cuando siente una presión en el bulto de sus pantalones, intentó suprimir un gemido en frente de sus asesores. Observó como Jungkook se rio por lo bajo, entonces este se detuvo cuando sus consejeros se fueron a otro lado para discutir en privado que deberían hacer ambas organizaciones. Momento que aprovechó para regañar a Jungkook.

—Eres un pervertido, te excitantes con eso —se mofó el pelinegro.

—Ni modo idiota, no estoy muerto, puedo sentir —gruñó Taehyung—. Detén éste maldito juego ya o te vas a quemar Jungkook.

—¿Me estas amenazando?, ¿qué es lo que podrías hacerme?, ¿azotarme como a tus amantes? —cuestionó Jungkook en tono de burla. El rubio no pudo contestar, ya que Mike y Caleb habían vuelto a la mesa con una decisión tomada.

Se pusieron de acuerdo en que enviarían algunos de sus hombres al territorio del clan Yangban, tal como ellos han intentado hacer, así sabrían que estaban planeando y estarían preparados cuando llegara el momento. Taehyung tuvo que bajar su erección antes de despedir a los caballeros en la entrada de la casa, con Jungkook detrás de él, quien estaba allí pero su mente estaba en otro lugar, específicamente en el cuerpo de su socio.

Jungkook estaba seguro de que lo que quería ya no era sólo besarlo, mientras más lo miraba más curiosidad le causaba saber cómo se vería desnudo, si en verdad era tan hermoso como se lo imaginaba, cuando se dio cuenta de que estaba siendo muy obvio, decidió irse a la habitación en la que dormía, se dio un baño largo y se preparó para irse a dormir.

Cuando Taehyung volvió al interior de la casa, no vio a Jungkook por ningún lado, resignado fue a su recámara y se sumergió en un baño caliente. Mientras se secaba el cabello recordó todo lo que le había permitido a Jungkook, sintió que estaba siendo débil con él, por lo que necesitaba ponerlo en su lugar y darle su merecido, primero por ser un completo bruto impulsivo y segundo por haberle provocado una erección en varias ocasiones y no hacerse cargo de ello. Estaba jugando, y de una forma muy sucia, pero Taehyung estaba dispuesto a hacerle saber quien llevaba las riendas del juego, nadie lo controlaba de esa forma, no podía permitir que Jungkook lo hiciera.

Dio vueltas por la habitación pensando si de verdad quería hacer aquello, estaba rompiendo una de sus reglas, no quería involucrarse con el azabache, pero ya era muy tarde para ello, la tensión sexual entre ellos era mucho más grande y ninguno de los dos podía seguir ignorando aquello. Taehyung se sentó en la cama enojado con el mismo y con Jungkook por haber aparecido en su club aquella noche.

Mientras más lo pensaba más le enfurecía el hecho de que Jungkook le hubiese hecho eso, tres veces, como si fuese tan fácil de provocar. Tan solo con un bóxer puesto se cubrió con su albornoz y salió furioso de su recámara. Caminó descalzo por el pasillo a toda prisa.

Ya no le importaba si eran socios o no, no le importaba esa estúpida regla, solo quería volver a sentir los labios de Jungkook sobre su cuerpo y que esta vez no se detuviera. Quería más que un beso.

Taehyung abrió la puerta de la recámara de Jungkook con fuerza, cerrándola de un portazo detrás de él, se encontró al pelinegro tan solo con un pantalón de chándal gris puesto y el cabello algo húmedo, mismo que lucía mucho más largo, así le llegaba hasta la mandíbula, lo que le pareció demasiado sexi a Taehyung. Había visto su pecho descubierto antes y todavía le seguía impresionado lo trabajado que estaba. Todo pensamiento de querer dominarlo simplemente desapareció, en el fondo quería ser sometido por Jungkook, pero eso era algo que no admitirá tan fácilmente.

—¿Qué pasó? —cuestionó Jungkook.

—Tu eres lo qué pasa —bramó Taehyung acercándose—. Eres un maldito bastardo cínico que lo único que ha hecho ha hecho es besarme a su antojo y dejarme con erecciones dolorosas.

—Oh, eso.

—¿Eso? —se rio sin gracia deteniéndose frente al azabache—. Termina tu maldito trabajo, ¿para qué me besas y me tocas si no pretendes terminar lo que provocaste? —cuestionó Taehyung pasando su mano por la masculinidad de Jungkook, éste miró cómo las manos del rubio acariciaban su miembro, levantó su mirada para verlo a los ojos con una sonrisa de lado y una ceja levantada.

—No sabes lo que disfrutaré desquitarme contigo —susurró Taehyung sobre los labios del pelinegro—. Arrodíllate —le ordenó. Jungkook lo miró con una sonrisa burlona en su rostro. Detuvo la mano de Taehyung con brusquedad y con facilidad lo levantó y lo arrojó a la cama, haciendo a Taehyung lanzar un chillido involuntario.

—¿Qué me arrodille?, ¿desquitarte?, ¿crees que estás con esos niñitos con los que te acuestas? Estas muy equivocado —espetó Jungkook mientras se bajaba los pantalones quedando solo en bóxer.

Taehyung lo miró asustadizo, estar debajo de él lo hacía sentir tan pequeño e indefenso muy diferente a cómo se sentía con otros hombres, a pesar de que eran casi de la misma estatura aun así Jungkook lucia mucho más grande, ancho y fuerte que él. Tratando de huir de lo mucho que le gustaba que Jungkook luciera tan dominante, se arrastró hacia atrás en la cama.

—¿A dónde crees que vas? —Jungkook lo tomó por los tobillos y tiró de él con fuerza provocándole un quejido a Taehyung—. Voy a terminar lo que inicie, ¿no es lo que quieres? —señaló con sus codos a cada lado de la cabeza del rubio.

(||)

Como respuesta Taehyung devoró sus labios en un beso hambriento. Por lo general era él quien controlaba, pero había un particular placer en ser dominado por Jungkook, su presencia era imponente, su fornido cuerpo, su cabello largo y esa mirada lasciva que le dedicaba, simplemente no pudo resistirse. Quería que lo hiciera suyo, lo necesitaba.

Lo había hecho en pocas ocasiones y fue con la persona que le rompió el corazón. Por eso, se convenció que solo por esa vez dejaría que Jungkook le hiciera lo que quisiera, solo necesitaba probarlo, lo urgía saciar esas ganas que le traía y ver si de esa forma podía finalmente dejar de pensar en él, se dijo a sí mismo que solo sería una probadita, solo sexo casual.

Ya se sentía lo suficientemente culpable desearlo y estar debajo de él mientras lo besaba, lo hacía sentir más culpable pero de una forma placentera.

El beso que compartían era tan sensual y ardiente que ambos podían sentir el calor crecer en su interior. Taehyung no mantuvo sus manos quietas y acarició la espalda ancha del hombre sobre él, luego la pasó por su abdomen marcado y sin apartarse del beso que empezaba a subir de intensidad, acarició por encima de la tela del bóxer su miembro erecto, sonrió con orgullo al darse cuenta de que él también lo ponía duro fácilmente.

Jungkook se deshizo del albornoz blanco que empezaba a fastidiarle y antes de seguir besándolo admiró su cuerpo desnudo y concluyó que era mucho de lo que había imagino, mucho más sensual y hermoso, sus curvas y sus clavículas estaban enloqueciendo al pelinegro. Se ató el cabello que le caía sobre el rostro e inició un camino de besos por los muslos de Taehyung y cuando volvió a su mandíbula, sintió los largos dedos del rubio en su cabello y seguido de eso su cabello siendo desatado y empujado hacia atrás.

Jungkook quitó el bóxer del rubio besando el vientre del mismo y escuchando sus suspiros. Se detuvo cuando notó algo a los costados de sus glúteos, un tatuaje, era una llama flameante justo debajo de sus caderas, en su glúteo medio. Jungkook lo puso de lado para apreciar mejor el pequeño tatuaje que lucía increíblemente erótico en su piel, es como si lo tuviese exclusivamente para sus amantes, Jungkook no pudo evitar darle una nalgada en la zona y al notar la respuesta de Taehyung con un gemido, levantó la mano y lo azotó con más fuerza para luego levantarse e ir por un preservativo y el frasco de lubricante.

Volvió a besar a Taehyung y al mismo tiempo acariciar la dureza del rubio, cuando escuchó jadeos de su parte. Se apartó para esparcir algo de lubricantes en sus manos; se inclinó sobre el rubio mientras acariciaba su entrada.

—Por favor, se gentil —le pidió Taehyung por lo que Jungkook se rio en lo bajo.

—¿De qué te ríes? —cuestionó Taehyung incrédulo.

—Me parece irónico que quieres que sea gentil cuando tú no lo eres con...

—Ya, pero estoy contigo, así que no te atrevas a... —Taehyung se calló al sentir el dedo de Jungkook penetrarlo, mismo que sigue mirándolo con esa sonrisa traviesa en su rostro.

—Tu disfrútalo —susurró Jungkook inclinándose sobre el rostro de Taehyung, proporcionándole un beso al mismo tiempo que introducía otro dedo en su interior causando un jadeo susurrado en Taehyung.

—Me parece que no es tu primera vez —masculló con voz ronca besando el cuello del rubio mientras éste jadeaba y movía sus caderas al compás de la mano de Jungkook.

—No lo es —susurró en un suspiro.

—¿Y por qué quieres que sea gentil? —le cuestionó al oído para luego besar el lóbulo de su oreja. Taehyung lo miró con las cejas fruncidas y la respiración agitada.

—Porque —hace una pausa al sentir otro dedo ser introducido y movido de adentro hacia afuera con lentitud—, hace mucho que no lo hago.

Jungkook asintió y aumentó el movimiento de su mano; intentó encontrar el punto débil de Taehyung, cuando escuchó los gemidos del rubio y sintió uñas ser enterradas en su brazo tatuado, el pelinegro sonrió orgulloso por haber encontrado el punto dulce de Taehyung tan rápido. Ahí fue cuando sus gemidos aumentaron, cuando sintió lo dilatado que estaba, sacó sus dedos y escuchó como el rubio se quejaba. Jungkook se colocó el preservativo y algo de lubricante en él y Taehyung. Lo menos que quería es que fuese doloroso.

Se inclinó sobre Taehyung y poco a poco introdujo su miembro en la cavidad del rubio quien ahora lo abrazaba por el cuello y enrollaba sus piernas alrededor de su cintura. Jungkook se apoyó en sus antebrazos a cada lado de la cabeza de Taehyung y vio que éste tenía los ojos cerrados y los labios apretados, por acto reflejo Jungkook apartó algunos cabellos que tenían pegado al rostro lo que hizo que el castaño abriera los ojos, ahí fue cuando Jungkook notó que estos estaban cristalizados.

—Estas muy... apretado —jadeó Jungkook al entrar por completo en su interior. Inició con movimientos suaves hasta que ambos se acostumbraran; el pelinegro sentía como las paredes de Taehyung le apretaban. Escuchó los pequeños gemidos del rubio y poco a poco fue subiendo la velocidad, logrando que los jadeos y suspiros del rubio se escucharan más alto.

—¿Duele? —cuestionó Jungkook sobre los labios de Taehyung.

—Ya no tanto —admitió.

A Taehyung le sorprendió lo gentil y preocupado que era Jungkook, esperaba que éste fuera menos considerado, pero en cambio era extrañamente considerado, diría que hasta romántico y se preguntó si él era así con todos o solo con él. No quería admitirlo, pero en el fondo quería que fuese solo con él.

Al recibir aquella respuesta Jungkook dejó un beso rápido sobre sus labios y se levantó quedando de pie delante de la cama, sujetando a Taehyung por la cintura e impulsándose hacia su interior con más rapidez y profundidad, lo que hizo los gemidos de Taehyung más escandalosos. Abrió los ojos cuando Jungkook llevó sus piernas sobre sus hombros, mismas que beso y succionó dejando algunas marcas, mientras lo embestía con presteza.

La respiración de Taehyung se volvió más agitada al sentir como Jungkook golpeaba su próstata, lo que le excitaba en sobremanera, lo llenaba de un placer tan intenso que nublaba su vista. El vaivén del pelinegro era tan estimulante y satisfactorio que aceleraba su pulso, no podía mantenerse callado, quería gritar por cada estocada y le avergonzaba ser tan ruidoso, por lo que se cubrió con una almohada, misma que Jungkook apartó de su rostro arrojándola lejos.

—Grita todo lo que quieras boo —le pidió Jungkook abriendo más sus piernas al sujetarlas por sus rodillas, yendo cada vez más profundo, haciendo que Taehyung se retorciera del placer.

—Ya no... —el placer que sentía lo estaba consumido tanto que era casi incapaz de completar una frase—. Ya no aguanto más, joder —gimoteó apretando sus labios, mientras sentida su cuerpo hervir en excitación.

—Eres un desastre —jadeó Jungkook mientras lo penetraba con furor—. Te ves tan obsceno.

Volvió a dejar las piernas de Taehyung sobre sus hombros, mientras se ponía de rodillas en la cama sujetando al rubio por sus caderas para embestirlo con más rapidez, arrancándole un gemido gutural.

—Jungkook, por favor no pares —chilló con las cejas fruncidas y los ojos brillosos.

El azabache llevó su mano derecha hasta el miembro palpitante de Taehyung y lo acarició mientras lo penetraba con furor. Lo miró a los ojos sin dejar su virilidad y pronto sintió todo su cuerpo sacudirse en un fuerte orgasmo que estalló en su mano y en el pecho de Taehyung.

Las piernas le temblaban y un gemido ronco salió de sus labios llenando toda la habitación con su voz profunda, permaneció jadeante por varios segundos irguiendo su espalda, pudo notar la vena que resaltaba en el cuello del rubio y como este no ocultó ni un poco gemidos, cuando lo miró a los ojos apreció una lágrima en la orilla de sus ojos, seña de que había sido un clímax intenso y muy placentero.

—Maldición. —La acción le pareció muy excitante a Jungkook. Rápidamente limpió su mano de las sábanas y apretó la cintura de Taehyung sin dejar de embestirlo. Éste se apoyó en sus codos por la sobreestimulación, vio a Jungkook echar la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.

Aún con sus piernas sobre los hombros del Jungkook, Taehyung se sostuvo del cuello del pelinegro mientras éste seguía penetrándolo, sintiendo el caliente del interior del rubio y como este apretaba sus paredes.

—Bésame, bésame —le suplicó Taehyung en u intentó de borrar el dolor que empezaba a sentir y Jungkook cumplió con su petición, lo besó hasta que sintió el conocido cosquilleo en su vientre.

Taehyung escuchó un gruñido ronco sobre sus labios y él pelinegro mordió el labio inferior del rubio ligeramente mientras llegaba al clímax. Taehyung bajó sus piernas con Jungkook cayendo a su lado en la cama. Ambos aun con sus cuerpos sacudiéndose por el reciente placer.

(||)

—Joder, hace tiempo que no tenía tan buen sexo —admitió Jungkook peinando su cabello hacia atrás—. ¿Estás bien? —preguntó Jungkook por las últimas estocadas, sabía que había sido demasiado rudo después de que él había terminado.

—Siento que estoy flotando, y por supuesto que no siento mi trasero —replicó cansado con los ojos cerrados.

—Oh créeme que mañana lo harás —indicó Jungkook sin recibir respuesta del rubio. El azabache se quitó el preservativo, arrojándolo a la basura. Vio a Taehyung con las piernas extendidas en la orilla de la cama y su brazo cubriendo su rostro, volvió al interior del baño mientras terminaba de limpiarse.

—Taehyung —lo llamó al volver a la recámara y solo recibió como respuesta un mmm—. ¿Te quedarás a dormir? —preguntó Jungkook. No esperaba que lo hiciera, la verdad tampoco le molestaba dormir con él, pero supuso que el rubio no era de quedarse después del sexo.

—Estoy muy cansado —dijo casi entre dientes. El pelinegro suspiró y limpió los fluidos de Taehyung sobre su abdomen, lo cargó para acomodarlo mejor en la cama y éste en medio del sueño y la realidad se colgó del cuello de Jungkook, lo que hizo que el pelinegro sonriera.

Lo arropó con las sábanas, cerró la puerta con llave y apagó las luces antes de recostarse junto a Taehyung, quien parece se había quedado dormido al instante.

***

A la mañana siguiente Taehyung fue el primero en despertar debido a la luz que se filtraba por las ventanas de la alcoba. Mientras se acostumbraba a la luz, aún algo aturdido miró a su alrededor; se sobresaltó al ver un brazo tatuado rodear su cintura, miró por encima de sus hombros a Jungkook profundamente dormido con los labios entreabiertos y su cabello despeinado.

—Maldición —susurró para sí mismo. Nunca dormía con quienes tenía sexo, eso se lo dejaba a las parejas sentimentales algo que él y Jungkook no eran. Supuso que el cansancio de haber sido el que recibe después de tanto tiempo sin serlo, fue abrumador.

Intentó salir de debajo del brazo de Jungkook, sin que éste se despertara, no estaba listo para tener un momento realmente incómodo con el pelinegro. Cuando estaba a punto de salir de la cama sintió como Jungkook afianzaba más su agarre atrayéndolo más a su cuerpo, Taehyung abrió ligeramente los ojos al sentir el contacto de la leve erección matutina del pelinegro. El más que nadie sabía que no había nada de sexual en aquello, pero le resultaba incómodo tener su rasero pegado a su miembro erecto.

Sin que le importara despertarlo, levantó su brazo y en cuanto se puso de pie sintió un fuerte dolor en su espalda baja y en sus articulaciones, hasta ese día no recordaba lo que se sentía ser el pasivo, era completamente diferente a lo que ha estado acostumbrado en los últimos meses y debía admitir que le gustaba. Con desesperación se colocó el bóxer y su albornoz. Escuchó la voz somnolienta de Jungkook cuando se acerca a la puerta, pero siguió su camino y prácticamente corrió hasta su recámara.

—Tengo mucha hambre hoy, Yoon-hee —le comentó Taehyung a su cocinera.

Se había tomado su tiempo en prepararse para el día. Fingiría que tenía cosas que hacer para no tener que encontrarse con Jungkook después de lo que había pasado la noche anterior. No se arrepentía de nada, pero sabía que sería incómodo.

Decidió comer en la terraza del patio, el día estaba soleado y la brisa era fresca. Mientras comía los recuerdos de la noche anterior llegaron a su cabeza y tan solo de recordar aquello se sintió caliente por dentro, había sido demasiado bueno como para olvidarlo o no repetirlo, dudaba enormemente que pudiera resistirse a no seguir teniendo esos encuentros con Jungkook. Ya no tenía esa necesidad de dominarlo, quería que el azabache lo hiciera con él y fue ahí cuando se dio cuenta de que ya no había vuelta atrás, había caído en los encantos de ese hombre, y peor aún, había roto para siempre su regla fundamental y por eso sintió un placer culposo.

No podía sacarse de la cabeza las miradas que Jungkook le dedicó durante ese encuentro tan pasional, como lo acarició y lo besó, su gentileza y rudeza era simplemente delirante. Puso el plato vacío a un lado y se dejó caer hacia atrás suspirando. Una vez más pensó en esa cabellera negra brillante y en ese cuerpo fornido, dejó en un segundo plano el sexo que ha tenido con otras personas. Estar debajo de Jungkook fue un placer no tan nuevo pero diferente, debía admitir que le gustaba mucho más que cualquier cosa que haya experimentado con alguien más. Y sin darse cuenta una sonrisita se deslizó por sus labios.

—¡¿Tanto te gustó?! —escuchó la voz de Jungkook gritarle, ladeó la cabeza sorprendida y encontró a la pelinegro acercarse a él.

—¿No tienes nada que hacer hoy? —cuestionó Taehyung sin contestar su pregunta. Jungkook sonrió de lado al sentarse junto al rubio.

—Eso venía a preguntar, me parece que tenemos que reunirnos con quienes se infiltrarán en el clan Yangban —respondió Jungkook.

—Pues vamos, te veo allá. —Taehyung se levantó de inmediato con la intención de irse, pero la mano de Jungkook lo detuvo.

—¿Por qué estas huyendo de mí? Fuiste a mi cuarto anoche buscando sexo y ahora intentas evitarme —señaló Jungkook en un tono de voz divertido.

—Tú fuiste quien me besó y provocó primero —se defendió Taehyung aún de espaldas al pelinegro. Jungkook dejó ir su muñeca y se levantó para acercarse a él.

Llevó sus manos a la cintura del rubio y le susurró al oído: —Tae, lo hice porque me lo pediste con la mirada. —dejó reposar su mentón en el hombro de Taehyung mientras lo apegaba a su cuerpo.

Taehyung abrió la boca para decir algo cuando sintió la mano de Jungkook en su barbilla haciendo que, ladeara su cabeza, para luego juntar sus labios en un beso corto, pero sin dejar de ser tan apasionado como siempre.

—¿Dormiste bien? —cuestionó Jungkook al alejarse del cuerpo de Taehyung, pero éste en lugar de responder se dio la vuelta para encarar por completo a Jungkook, se acercó peligrosamente y apoyó sus brazos sobre los hombros del pelinegro.

—No sabes cómo te odio por hacerme esto, se supone que yo te dominaría a ti, no al revés —susurró Taehyung con su mirada en el lunar debajo del labio inferior de Jungkook.

—No es nada nuevo que me odies, y que quieras controlar todo tampoco lo es, además—hizo una pausa para presionar la barbilla de Taehyung con su pulgar y dedo índice—, admítelo, te encantó que te tomara.

Como respuesta Taehyung presionó sus labios contra los de Jungkook, quien sonrió en medio del beso y lo acercó más para tener más contacto con su cuerpo.

—Por cierto, anoche no pude decirte lo mucho que me encanta tu tatuaje, te dormiste al segundo —halagó Jungkook—. ¿Lo tienes para ti o para tus amantes?

—Solo para mí, ahora para ti también, ¿es lo que querías escuchar? —cuestionó Taehyung dedicándole una mirada coqueta, por lo que Jungkook sonrió a medias, el pelinegro miró sobre los hombros de Taehyung y vio movimientos raros por los árboles en el exterior de la casa y éste se apartó de inmediato de Taehyung.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio incrédulo por su repentino movimiento.

—Creo que estamos en problemas, tenemos visitas —masculló Jungkook al notar la silueta de dos hombres en el exterior. Sacó su pistola y se preparó para un posible ataque, disimuladamente tomó la mano de Taehyung para alejarlo de la mira.

—¿Qué?

En el momento que el rubio se dio la vuelta, se escucharon disparos impactar contra el vidrio y algunos floreros del patio. Por acto reflejo Jungkook cubrió a Taehyung con su cuerpo y lo arrastró hasta el interior de la casa. No quería que le pasara nada, él lo salvó una vez y lo mínimo que podía hacer era protegerlo cuando éste no estaba en alerta para contraatacar. No le importó que sus contrincantes lo hayan visto besándose, lo único que quería y casi necesitaba era proteger a Taehyung, lo que al rubio le impresionó bastante.

🥵 Eso si estuvo on fire, ardiente, caliente. Estos dos si saben a qué vinieron al mundo.

Les daré un adelanto, el clan coreano tiene como líder a una persona importante, que Taehyung conoce muy bien, ¿quien creen que sea?

Espero que les haya gustado este capítulo, nos leemos en el próximo capítulo❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro