ʚ🌺ɞ Capitulo 24.

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Las semanas habían pasado, y cada día Ta estaba más convencido de lo que quería hacer.

Toda su adolescencia se dedicó a tener infinidad de parejas, algunos omegas y otros betas, no iba a negarlo. Pero paró de hacerlo luego de la muerte de su madre. Eso sí, sus relaciones jamás duraban, no era fanático de las largas relaciones, él simplemente no se veía con alguien a largo plazo. Mucho menos, se imaginó que terminaría así.

Su yo de quince años se reiría si le hubieran dicho que a sus casi veintinueve años estaría por marcar a un omega, estaría por dejar que lo marcaran. Y se burlaría mucho más del pensamiento que ahora tenía de casarse y tener cachorros, de las inmensas ganas que tenía de quedarse con la misma persona por el resto de su vida.

Pero ¿Qué más podía hacer? Barcode tampoco se la había puesto difícil. Desde el primer momento en que sus ojos se cruzaron con esos miel supo que estaba yendo hacia su perdición y salvación a la vez.

Y ahora, estaba terminando de peinarse para ir a encontrarse con su omega. Para finalmente terminar con el tan esperado cortejo.

Suspiro antes de cerrar sus ojos.

-Mamá...-carraspeo- sé que donde sea que te encuentres, me estás viendo ahora mismo. Me gustaría que estuvieras aquí y poder presentarte a Barcode, se que los hubieras amado -sonrió- Espero que estés orgullosa de mí. Soy feliz, era lo que querías, así que deberías agradecerle a Barcode por eso- suspiro -Deséame suerte, mamá, si Barcode no me acepta como su alfa, no se que haré.

Abrió los ojos y tomó sus cosas de la cama, y salió de su departamento para ir a recoger a Barcode.

Mientras iba en camino tarareaba una canción con la intención de que los nervios y el miedo que lo estaban invadiendo desaparecieran.

Le envío un mensaje a Barcode cuando llegó a por él.

Estaba tan nervioso que no se percató de que el menor había llegado hasta que escuchó el vidrio de la puerta ser tocado dos veces. Quitó el seguro y se estiró para abrirle la puerta.

-Lo siento- Fue lo primero que dijo cuando sus ojos se encontraron con los del omega.

-No te preocupes -Barcode le sonrió, entrando al auto y cerrando la puerta.

El aroma del omega lo embriagó totalmente, dejándolo más atontado de lo que ya estaba. El olor a vainilla y chocolate blanco llenaba el poco espacio de su auto. Sentía el aroma más denso y fuerte que las últimas veces.

Sacudió su cabeza, acercándose a Barcode para darle un rápido beso, sin que le fuera imposible no llevar su nariz hasta su cuello e inhalar un poco de su aroma.

-Delicioso, como siempre- Susurro.

Barcode se removió inquieto en el asiento- Alfa...

Ta sonrió para sus adentros. Se acomodó de nuevo en su lugar para así comenzar a conducir.

Se sumergieron en un espacio tranquilo y lleno de paz. Dándose una que otra mirada cargada de cariño, y sonrisas tímidas de parte de Barcode.

Si bien, Ta lucía tranquilo y bien, en su interior su alfa estaba inquieto y nervioso. Tenía que algo saliera mal, principalmente tenía que Barcode lo rechazará.

Ya lo hizo una vez ¿Qué nos asegura que está vez no lo hará?, decía una y otra vez su alfa. No lo hará, porque volvió. Se repetía él tratando de calmarse.

Llegaron a un lugar que el rizado conocía bien. Era aquel lugar al que habían ido en su primera cita.

Barcode sonrió -Extrañaba este lugar.

Caminaron hasta estar dentro del lugar, el cual seguía exactamente como lo recordaba. Ahí también estaban las hermanas gemelas de Ta, quienes saludaron al rizado amablemente.

La noche pasó tranquila, comieron algo por recomendación de las gemelas entre pláticas banales.

No fue hasta que Barcode se disculpó para ir un momento al baño que Ta finalmente comenzó a prepararse para lo que tenía que decir. Se puso de pie para decirles a sus hermanas que era el momento de que le hicieran el favor de cerrar temprano la cafetería, las gemelas ya habían aceptado desde horas antes que Ta les llamo para contarles todo.

No pasaron más de cinco minutos cuando la última pareja que se encontraba en el lugar se fue y justo en ese momento Barcode regresaba del baño.

-Ouh, ¿Ya cerrarán? -preguntó cuando llegó hasta Ta

–Si, pero podemos quedarnos un poco más -. Se encogió de hombros nervioso.

-Cerraron temprano ¿No?

-Si un poco...

Code simplemente asintió y terminó de beber su malteada de chocolate.

-Barcode, hay algo sobre lo que quiero hablar...

El nombrado llevó su mirada hasta el hombre que estaba frente él, frunció el ceño pero asintió- Si, dime.

-Bien, hmm, no sé por dónde empezar pero- soltó una risa nerviosa- diré que... ¿Sabes que jamás me gustaron las relaciones largas?

El rizado se alarmó de inmediato- ¿Vas a terminar conmigo?

-¿Mhm? No ¡No! ¿Qué dices? ¿Terminar? -el mayor nego rápidamente -Sería muy tonto hacer eso.

-Oh, bueno. Mm, no, no sabía que no te... gustaban

-Si, bueno. No sé qué tonterías estoy diciendo- Negó con su cabeza para después agacharse y tomar una caja que estaba en el piso y ponerla frente a Barcode.

—¿Qué es esto? —tomó la caja entre sus manos, agitando un poco.

-Soy pésimo con las palabras, esto debería decirlo todo- Suspiro, juntando sus manos frente a él.

Barcode lo miró interrogante, pero terminó abriendo la caja de madera. Había una rosa roja, un chocolate blanco y una vela olor a vainilla. Había un collar precioso y anillos. Sabía qué significaba eso. También había una caja de chicles de eucalipto.

-Ta -soltó una carcajada- ¿Chicles? - Comenzó a reírse.

Ta rió y frunció su ceño— ¡No encontré nada más! Y de café no se diga...

-¿Ibas a darme un bote de café? -dijo secándose las lágrimas a causa de la risa.

-En realidad, sí lo pensé, pero como te gusta, creí que tendrías suficientes en casa -tapó su rostro con sus manos. -Perdón soy pésimo en esto.

Barcode sonrió, checo que las gemelas no estuvieran y se paró para acercarse hasta el mayor y sentarse en su regazo.

Quitó las manos de su rostro y lo forzó a verlo. Le sonrió y le dió un beso. Uno en sus labios, en su nariz de botón, en su frente, y en sus mejillas.

-Si quiero, alfa — Le dijo mirándolo a los ojos.

-¿Aun cuando sabes lo torpe que soy con los regalos?

Barcode soltó una risita, que Ta se guardó en su memoria y corazón, como todas las demás.

-Aun así. ¡Y no eres tan malo! Ese collar es precioso, los anillos también...y esos chicles me gustan. Apretó sus labios en una fina línea para no volver a reírse.

Ta bufó rodando los ojos, pero con una sonrisa en su rostro. Barcode le dió otro beso solo porque podía.

-Entonces...-carraspeó- ¿Si?

—Si, alfa. En esta y en mil vidas más diría que sí- Lo abrazo por el cuello con Ta enredando sus brazos por su cintura.

-Gracias.

Se quedaron unos minutos así. Disfrutandose el uno al otro. Con un silencio cómodo, solo oyendo los coches pasar por las calles, y el bullicio que generaba -No te irás ¿Cierto?- le fue imposible preguntar.

A Barcode se le dió un nudo en la garganta. Tomó el rostro del alfa entre sus manos, acariciándolo con los pulgares.

-No me volveré a ir, Ta -susurró, tan bajito que apenas el otro escuchó― Se que jamás ni tú, ni tu alfa me lo perdonarán, pero no me iré. No más, no tengo porqué.

-Ya te hemos perdonado, solo tenemos miedo- Hablo en un susurro igual que el de Barcode, cerrando sus ojos.

-No tienes porque, aquí estoy ¿Me ves?

Ta abrió sus ojos- Te veo

-Así será el resto de nuestras vidas, o al menos hasta que te canses de mí.

-Nunca podría suceder eso- Negó con la cabeza.

-No me iré, lo prometo.

-Lo prometes...-susurro viendo los preciosos ojos que tenía tatuados en el alma.

-Me marcarás...y yo te marcare. Solo tú y yo

-Solo tu y yo -Repitió como hipnotizado.

-Y quizás unos cuantos minis Ta — Sonrió de lado

-Mhm...también eso, si- Asintió.

-Te amo- dijo Ta luego de estar unos minutos en silencio.

Barcode lo miró como si de un fantasma se tratase, para luego sonreír.

-También te amo- Le contestó, con un brillo especial y único destellando en sus ojos.

Ta sonrió, ocasionando arrugas a un costado de sus ojos. Se sentía pleno y feliz.

Por un costado de Barcode, vio a las gemelas haciendo señas con sus pulgares hacía arriba y sonriendo.

El mayor miró a su omega, sintiéndose el alfa más afortunado del mundo.















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