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PROMESAS

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El sonido de golpes rompió el silencio que reinaba en la mansión Mikaelson. Después de lo sucedido en el cementerio acordaron ir a la mansión para reagruparse, con eso se referían a intentar regresar a Brooke a la vida. Pero, como siempre, hubo desacuerdos en el cómo debían hacerlo. Marcel y Vincent querían usar a Finn y el vampiro se ofreció como voluntario, pero tanto Camille como Virginia se negaron lo que, de alguna forma, terminó en Marcel y Finn peleando.

—Deberíamos buscar una bruja—opinó Virginia encendiendo la vela que tenía en su mano.

—Uno de los que atacaron el pent-house de Marcel—la apoyó Camille.

Al escuchar las palabras de Camille la pelinegra se quedó estática en su lugar, los recuerdos de ese día llegaron a su mente. Aún tenía a Josh atrapado ahí.

—¿Todo en orden?—le preguntó Vincent al ver que no se movía.

—Si, pensé que había olvidado algo, pero no es nada.

Detrás de ellos los vampiros habían dejado de golpearse, pero continuaron gritando cosas que para ellos no tenían sentido.

—Bien, es suficiente—con un movimiento de su mano Virginia rompió el cuello de los dos dejándolos inconscientes—. No se olviden de llamarme cuando hayan solucionado su problema.

—Gracias por venir a ayudar, y disculpa si te presionamos demasiado—se despidió Vincent.

Camille se despidió con un abrazo y una promesa de volver a encontrarse. Cuando Virginia se fue los dos se pusieron manos a la obra para revivir a Brooke. Lo primero que hicieron fue invocar el alma de la castaña que no lucía para nada feliz al escuchar que Finn y Marcel habían estado peleando, y para desgracia de Vincent su amiga parecía muy cercana al Mikaelson que más odiaba en la vida. De verdad pensaba que eso era karma.

Cuando Finn despertó lo primero que vio fue la cabellera castaña de Brooke, pensando que estaba alucinando parpadeo un par de veces, pero la imagen no se fue. Se sentó en el suelo con cuidado de hacer ningún ruido e inspeccionó su alrededor encontrando una barrera de protección a su alrededor, dedujo que había sido obra de Vincent ya que era el único presente en ese momento. Brooke estaba dentro de otro círculo rodeado de velas, la castaña ahora estaba mirándolo y tenía ese brillo en sus ojos que Finn había comenzado a extrañar.

—Por fin despiertas—escuchar su voz fue como un premio para él—, pensé que ya no lo harías.

—¿Por qué estás del otro lado aún?—fue la pregunta de Finn. —Les dije que me utilizaran para traerte de regreso.

—Y yo me negué—respondió ella—, no voy a dejar que regreses a este lugar.

—¿Y si yo quiero regresar?

Un silencio pesado cayó sobre ellos. La situación se volvió tan tensa que Vincent comenzaba a sentirse incómodo de estar en el mismo lugar que ellos dos, sobre todo porque él sí se daba cuenta de lo evidente. Es evidente para él, pero claramente no para ellos.

—Pues yo no quiero que regreses—insistió ella.

—Brooke...

—No—lo interrumpió—, no seguiremos con esta conversación.

Tanto Vincent como Finn se voltearon a ver con una sincronía que asustaría a cualquiera. El brujo estaba sorprendido por la extraña relación que tenían ellos dos y Finn comenzaba a cuestionarse todo lo que había sentido desde que conoció a la castaña.

Marcel y Camille hicieron acto de presencia un par de horas después rompiendo la atmósfera incómoda que se había generado tras la conversación de los enamorados como Vincent había comenzado a llamarlos en su mente. Venían acompañados de Josh y un brujo inconsciente, seguramente uno de los que atacó el pent-house de Marcel. El ritual fue tal como la primera vez, la única diferencia era que Brooke ya sabía lo que sucedería con el brujo que estaban usando.

Esta vez tuvieron que esperar dos días para que Brooke despertara, en esos dos días Marcel había sacado a Klaus de la pared en la que estaba enterrado y lo había movido a una celda bajo la mansión, a pesar de la petición "amable" de Finn no lo dejaron ver a su hermano y para evitar una guerra decidió dejarlo de esa forma. La casa también estaba siendo limpiada, tal como Marcel le había prometido a Amelie. Las cosas estaban bien, lo único que les impedía disfrutar la paz era saber que Brooke y Camille tendrían que irse de Nueva Orleans otra vez, solo que ahora Finn las acompañaría.

Cuando Brooke despertó y le contaron el plan ella no se negó, ya sabía lo que estaba en juego y no quería arriesgar la frágil paz que se había generado en la mansión. Dos días después de despertar decidieron dejar la ciudad, Camille fue la primera en irse, ella había tomado la decisión de regresar con su tío por lo que no viajaría con ellos. El día que iban a dejar la ciudad Marcel dejó que Finn visitará a su hermano, a petición de Brooke.

—Tienes que encontrar a Hope—una voz desconocida llegó hasta Brooke a medida que se acercaba al lugar donde estaban Finn y Klaus—, merece conocer al menos a uno de sus tíos.

—Te prometo que la encontraré, hermano—Brooke detuvo sus pasos en la puerta—. Le contaré de su padre.

Hubo un silencio en el que Klaus solo miró a su hermano, desde donde estaba Brooke podía ver lágrimas acumuladas en los ojos del híbrido y casi podía jurar que Finn estaba igual.

—Sé feliz, hermano, lo mereces después de todo lo que hice.

—Es triste, ¿No?—el sonido de una tercera voz sobresaltó a Brooke. —Tranquila, soy yo—Amelie le sonrió.

—¿Brooke?—la castaña regresó su mirada a los hermanos y los encontró mirándola.

—Disculpa, no quería interrumpirlos, es solo...

—Así que esta es la mujer—Klaus la interrumpió—. Gracias, por traer a mi hermano de regresó y darle otra oportunidad.

—No tienes que agradecer, yo...—un escalofrío la interrumpió.

La castaña miró a Amelie y la mujer le regaló una sonrisa soltando su mano, Finn observó la acción de Brooke y la imagen de su cuñada apareció en su mente de inmediato.

—¿Está aquí?—preguntó poniéndose de pie.

—Si.

—¿Quién está aquí?—Klaus los miró con confusión en sus ojos.

—Amelie dice que no estás solo.

Brooke tuvo que voltear para evitar que la vieran llorar, a pesar de no conocer a Klaus la reacción que tuvo al escuchar el nombre de su esposa le resultó dolorosa, incluso Finn tuvo que apartar la mirada. Marcel apareció en ese momento para avisarles que era momento de irse y ninguno pudo protestar, era lo que habían acordado.

—Te prometo que nos volveremos a ver, hermano.

Finn le dio una última mirada a su hermano menor antes de tomar la mano de Brooke y salir de aquel lugar. Entonces la castaña se sintió mal, si bien Finn había prometido reunirse con su sobrina ella sabía que no ayudaría a su familia para evitarle problemas con Vincent y Marcel, pero ella no quería eso. Lo que ella quería era verlo feliz y solo recuperar a su familia lo haría feliz, por eso al cruzar la salida de Nueva Orleans Brooke se prometió que la familia Mikaelson estaría reunida, no importa cuánto tiempo le tome.

FIN.

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Pronto habrán noticias sobre el segundo libro de la serie.

Gracias por haber leído Haunted House, Lu.