CAPÍTULO SIETE
pov's baek narae

La lluvia cae torrencialmente desde hace seis minutos indeterminados, muchos alumnos corren con paraguas sacados de sus mochilas –es ahora cuando me insulto mentalmente por no tomar uno en la mañana–, o lo comparten con amigos. La idea de que es un momento romántico llega a mi cabeza, he visto a parejas en dramas hacer ésto para acercarse mil veces, y en todas genera una linda sensación en mi corazón. ¡Yo también quiero vivir algo así! Sin embargo, mi novio no aparece. Lo busque por toda la entrada, esperando que esté igual que yo, sin saber cómo irse pero al menos con un paraguas en su mano esperándola ser utilizado conmigo.

Subí al salón de quimica donde fue nuestra última clase del día, él no estaba allí. Luego, fui a los vestuarios de hombres, hasta pasé unos segundos en los baños. Pero no hubo forma, no tuve suerte en encontrarlo, volví a bajar con mis hombros caídos de la decepción, ¿Qué hice en mi vida pasada como para tener esta suerte del demonio? ¿O por qué JungKook siempre se me escapa de las manos? En un suspiro volví a la entrada, el corazón se me detuvo por alrededor de treinta segundos, me creí muerta, no lo estaba, eso quiero pensar.

Su cabellera rubia cae en cascada, y la mano de él sostiene su hombro para pegarla más de cerca. El paraguas es de Lima, lo reconozco porque yo se lo regalé la vez pasada para que no se mojara más a la vuelta de sus salidas. JungKook es un poco más alto que ella, y el hecho de que se vean tan perfectos estando juntos me genera un malestar profundo en el estómago, como si me dieran un millón puñetazos en el mismo jodido lugar. Bien, no importa, son amigos, al menos no estarán enfermos mañana.

Mientras más me quedaba ahí viendo, el cielo oscurecía de tantas nubes grises y tormenta. Coloqué sobre mi cabeza mi mochila, serviría para no mojar mi cabello planchado.

En realidad, no esperaba que fuera tan eficiente, ¡Ninguna parte de mi cuerpo se mojó! Woah, incluso mejor que un paraguas. Sonreí, pero al primer paso, vi la sombra de algo más sobre mi cabeza.

La levanté.

Él me ve sin sonreír, se encorva levemente. La otra mitad de su cuerpo está mojada porque no entramos bien los dos, ¿Por qué me ayuda? ¿Por qué se está mojando para permitir que yo no lo haga? Mis labios se abren, más ninguna palabra sale con normalidad.

Trato de salir del paraguas, pero él vuelve a colocarlo sobre mi en todos los intentos.

—¡Te vas a mojar más! —le dije.

—¿Estás triste porque te dejó aquí?

—Y-Yo… no lo estoy, ¿Por qué dices eso? Mis defensas son altas, puedo mojarme un poco sin enfermarme.

—Hum, deberías ser honesta. Él es un idiota.

—¿Qué insinúas?

—Déjalo, Narae.

DÉJALO. La nota amarilla de más temprano vuelve a aparecer en mi cabeza, y la posibilidad de que haya sido de TaeHyung es alta. Hay un dos porciento que me dice: 'No, no fue él.' ¿Por qué lo haría? JungKook es su mejor amigo, los hombres siempre se resguardan entre sí para no quedar expuestos.

El joven de cabello rubio y ojos rasgados me ve con tanta veracidad, que yo comienzo a creer en muchas cosas.

Baje la vista, luego volví a subirla.

—No puedo. —sus ojos me ven en busca de una respuesta más contundente, quiere que explique porque no puedo hacerlo.

Tras entender que no hay una razón lógica a mi amor hacía ese chico, emite un suspiro en lo alto. La mano que sostiene el paraguas pasa a acercarse a la mía, lo deja sobre mi mano y sale de debajo de éste. Se aleja de la misma forma que llegó.

— ¡Gracias por los 1k de leídas y los 3k de seguidores! ¿Debería hacer maratón de actualizaciones?