Capítulo 17

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El sábado por la mañana, Harry se despierta cuando las gotas de lluvia golpean con fuerza contra los cristales de las ventanas, entre el olor del incienso y la lluvia. Hizo su rutina de mañana mucho más pronto de lo habitual, cuando el sol apenas se notaba en el cielo debido a las espesas nubes, y con una manta gris envolviendo su cuerpo, se dirigió a la cocina para prepararse una taza de té.

El suelo de madera crujía bajo sus pies, y Harry ya sentía aquella casa como el hogar que siempre había querido.

Escoge su taza favorita de pequeños patitos y una vez el té caliente se encontraba listo, sale fuera para sentarse en el viejo banco de madera verde situado en el porche. El frío de invierno lo golpea al igual que el olor a lluvia, y todo lo que puede ver es nieve, niebla y árboles sacudidos por el viento.

Y se permite llenar sus pulmones con aquel aroma que lo hace sentirse como en casa, que le hace sentirse vivo. Allí todo le hace sentir como en casa, y puede que sienta que su vida finalmente tiene algún tipo de sentido. Realmente podía jurar que había nacido para estar en aquella isla helada, en ese lugar, sentado cómodamente envuelto en su gran y cálida manta.

Harry entonces se permite pensar en lo mucho que había cambiado su vida, en cómo había dejado todo atrás antes de salir corriendo.

Y lo mucho que todo había valido la pena.

Incluso ahora, cuando la imagen de las llamas y el olor a quemado lo invadía, se preguntaba; ¿Cómo la cosa más horrible había podido llevarlo hasta allí?

Entonces, una hora después, cuando se encontraba con su segunda taza de té y con un libro apoyado en sus piernas, el Jeep negro de Louis aparece en el camino de la entrada, haciendo que todos aquellos pensamientos desaparecieran.

Sonríe cuando ve al castaño salir de este vistiendo unos skinny jeans negros y un suéter blanco con su típica chaqueta de cuero negro, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, su expresión seria y un cigarrillo tras su oreja.

Su corazón late con fuerza y sus mejillas se revelan en un intenso color carmesí. Porque era jodidamente precioso, y tenía la posibilidad de ser suyo.

—¿Que haces aquí fuera, ratón? -Dice llegando al porche un tanto mojado por las gotas de lluvia que caía con fuerza-

—Me gusta tomar el té aquí. -Responde, tranquilamente con la taza caliente entre sus manos-

Louis frunce el ceño mientras se acerca.

—Pero está lloviendo y hace frío, te vas a enfermar.

Harry sonríe mientras rueda los ojos ante las palabras de Louis, sin embargo no se mueve de su lugar. Cuando finalmente el castaño se encuentra frente a él, el olor a perfume caro y cigarrillos lo envuelve.

—¿No vas a recibirme? -Le pregunta, miente Harry seguía sentado cómodamente en aquel banco de madera, sin intención de moverse en lo más mínimo-

—Buenos días, Louis -Dice con una sonrisa-

El alfa suspira antes de rodar los ojos y inclinarse para besar los suaves y rojizos labios del rizado. Un beso corto que apenas dura varios segundos y que deja al rizado con ganas de más.

—Buenos días, ratón ¿Te duele la cabeza? ¿Estás mareado? Tengo pastillas para la resaca por si las necesitas.

—Estoy bien. -Responde, sonriendo ante la preocupación del castaño-

—Bien -Asiente, pasando una de sus manos por su cabello levemente mojado.-

—Siéntate conmigo -El rizado le pide con una sonrisa-

Y Louis lo hace, se sienta a su lado y sonríe con ternura cuando Harry pasa la manta por encima de su cuerpo.

—Muy amable de tu parte. -Le dice con cariño, a lo que Harry asiente.-

El rizado le da un sorbo a su taza de té para seguidamente pedir aquello que había estado esperando con ansias.

—Ahora, quiero mi explicación, lobito.

Louis aprieta los labios y lo mira, asintiendo suavemente.

—¿Que quieres saber?

—Todo.

—Bueno -Louis empieza un poco nervioso o tal vez, un poco emocionado de poder explicarle aquello a alguien.- Soy un alfa.

Decirlo en voz alta es casi aterrador, es casi irreal. No puede creer que una vez más, esté abriendo las puertas de su corazón, dejándose a sí mismo completamente indefenso.

—Sí, recuerdo esa parte. -Dice Harry con una pequeña sonrisa, estando ahí, a su lado. Con una expresión tranquila y las ganas de tan solo conocer su mundo. Y eso, es más de lo que Louis pensaba que recibiría.-

Más de lo que pensaba que merecía.

—Y Liam y Zayn también lo son. -Harry asiente dando un pequeño sorbo al té.- Niall y Maya son omegas.

—Omegas -Harry repite asintiendo con los labios apretados, como si quisiera mantener toda aquella información fresca en su memoria-

Y recuerda la forma en la que Liam llamó a Maya de aquella forma la noche anterior.

—Si, al igual que...

—¿El chico que trajiste ayer a la fiesta? -Louis asiente, con una mueca-

—Los omegas suelen ser las parejas de los alfas, aunque varios alfas se emparejan con otros alfas y algunos omegas con otros omegas.

—Pero a ti no te gustan ni los alfas ni los omegas. -Harry susurra mirándolo a los ojos, y eso saca una pequeña sonrisa al mayor-

—A mi no me gusta nadie.

—Cierto, se me olvidaba. -Harry dice, tomando la barbilla de Louis para poder inclinarse y besarlo-

Cuando se separan, la sonrisa triunfante de Harry hace que Louis ruede los ojos antes de darle un pequeño beso en la frente.

—¿Y qué más, lobito?

—Tenemos algo llamado los nudos y los celos.

—¿El qué y el qué?

El castaño no puede evitar soltar una pequeña risa ante la expresión de confusión en el rostro del más alto.

—Los alfas poseemos una especie de nudo que se crea al terminar de tener relaciones. -Explica con una sonrisa, divirtiéndose al ver como las mejillas de harry se iluminan con cada palabra que sale de su boca-

—Suena excitante y doloroso a la vez -Susurra, procesando la información.-

—Supongo que lo es, nunca he anudado a nadie -Confiesa encogiéndose de hombros.-

—¿Voy a ser el primero? -Se atreve a preguntar, con una pequeña sonrisa nerviosa que intenta esconder tras la taza amarilla-

Y aquellas palabras erizan la piel del alfa, quien no puede evitar morderse el labio inferior ante el pensamiento de anudar al bonito chico de rizos y ojos verdes.

—Ratón atrevido -Murmura con una sonrisa, negando levemente con la cabeza.-

Harry se sonroja, bajando la cabeza para que el castaño no se percatara de que el frío no era el único culpable de sus mejillas rojizas.

—¿Y que son los celos? -El rizado pregunta entonces, jugando con los dedos escondidos bajo las mangas de su suéter-

—Son... algo un poco complicado. -Empezó- Es algo que los omegas y los alfas tienen cada cierto tiempo, yo suelo tenerlo cada seis meses y básicamente mi lado más animal aparece. Se necesita tener relaciones varias veces al día para aliviar el calor del celo. -Explica lentamente para que Harry pueda entenderlo.-

—¿Tienes que tener sexo durante todo el día? -Pregunta con el ceño levemente fruncido-

—Sí, en parte -Asiente-

—No suena tan mal -Louis levanta las cejas con sorpresa ante la respuesta del rizado-

—¿Si? -Pregunta divertido.- Te aseguro que no es nada divertido cuando tienes que pasarlo solo.

Harry lo mira, sintiendo como algo en su estómago se remueve con fuerza. Su corazón se acelera y su mano busca la de Louis para entrelazar sus dedos.

—Ya no tienes porque pasarlo solo -Musita con cariño, dando suaves caricias sobre la mano del castaño.-

Louis sonríe divertido al verlo, y tiene que morderse el labio para intentar retener su sonrisa.

—¿Te estas ofreciendo a algo, ratón?

El rizado le guiña un ojo en respuesta antes de dejar su taza casi vacía sobre el suelo de madera, sin soltar su mano.

—¿Que más, Lou? -Pregunta, ignorando la pregunta del castaño-

—Los alfas marcan a sus parejas con una mordedura.

—¿Niall y Maya tienen una? -Louis asiente- No la he visto nunca.

—La ropa la tapa, pero la tienen.

Harry se pregunta que tipo de marca era aquella, se pregunta si dolería, si quizás era agradable para ellos o si quizás el también podría recibirla.

La idea de ser marcado por Louis en un futuro no sonaba para nada mal.

—¿Nosotros podemos hacer eso?

El alfa de Louis aúlla en deleite ante la pregunta del rizado, queriendo marcar al chico como suyo allí mismo y en aquel momento. La imagen de Harry con su marca en su cuello lo hacía temblar, su piel erizándose por completo. Que Harry estuviera allí de manera tan tranquila, queriendo saber todo lo posible sobre quien era, solo hacía que lo quisiera todavía más.

—Tu cuerpo no está hecho para que seas marcado, no sabemos que podría pasar, precioso.

Harry hace un pequeño puchero con sus labios ante las respuesta, triste porque realmente le gustaría tener la marca de Louis dentro de un tiempo. Ser completamente suyo si todo salía bien.

—¿Algo más que deba saber?

Louis lo piensa varios segundos antes de sonreír un poco.

—Los omegas pueden quedar embarazados.

Harry abre los ojos con sorpresa, levantando su espalda del respaldo del banco y mirando a Louis como si hubiera dicho una completa locura.

—¿Niall puede quedarse embarazado?

—Así es. -Asiente-

Harry se encuentra sorprendido por varios segundos, antes de que sus ojos comenzaran a brillar con ilusión.

—¿Lo dices enserio?

—Completamente, ratón.

Entonces hay silencio, uno en el que Louis se muerde el labio, con temor de que el rizado tuviera algo malo que decir sobre aquello.

—¡No es justo! -Exclama volviendo a recostarse con la manta sobre su regazo, sus brazos cruzados y su expresión falsamente molesta.- ¡Niall va a poder tener bebés y yo no!

Entonces Louis suelta una pequeña risa ante aquella respuesta inesperada del chico. Le hacía tan feliz la forma tan despreocupada en la que Harry tomaba todo aquello, como si lo que era no fuera algo extraño o algo de lo que temer.

Como si no fuera un monstruo.

—Sobrevivirás -Finalmente dice, tomando la taza de té del rizado y dando un sorbo a esta-

Harry suspira dramáticamente y Louis sonríe enternecido antes de acercarse más al rizado para dejar un casto beso sobre sus labios.

—No te preocupes ratón, hay muchas maneras de tener bebés. -Susurra rozando su nariz con la del ojiverde-

El corazón de Harry late con tanta fuerza por aquellas palabras, que está convencido de que la isla entera puede escucharlo.

—Quiero muchos bebés -Harry susurra, mirando hipnotizado los ojos de Louis-

—¿Si? Eso es genial -Sonríe, pillando desde un principio hacia donde iba todo aquello.-

—¿Y tu? -Pregunta nervioso, apartando la mirada del alfa mientras comienza a jugar con sus dedos otra vez- ¿Quieres tener bebés?

Louis lo mira divertido, cruzándose de brazos.

—¿Me estás preguntando si quiero tener bebés en general o si quiero tener bebés contigo, ratón?

El rostro de Harry se vuelve completamente rojo, el pánico en su expresión y el agradable calor en su pecho ante la imagen de tener una familia con el castaño.

—¿Ambas? -Pregunta un tanto inseguro.-

—¿No es un poco pronto para hablar de bebés? Creo que nos hemos saltado unos cuantos pasos.

—Sí, tienes razón, lo siento yo solo...

El ojiazul sonríe triunfante al ver el desastre de nervios que había causado en el rizado, seguidamente lo interrumpe colocando sus dedos en el mentón del rizado para obligarle a mirarlo

—Sí, a ambas. -Louis dice con una muy pequeña sonrisa apareciendo en su rostro-

El corazón de Harry late con fuerza, tan fuerte que por un momento piensa que se saldría. Y Harry no sabía si era normal la manera en que su cuerpo se llenaba de orgullo y satisfacción al ver aquella pequeña fina línea en los labios del más bajo, ya que por mucho tiempo solo recibía expresiones serias y palabras cortantes. Así que nadie podía culparlo si ahora se sentía la persona más afortunada del mundo.

Entonces se vuelve tímido por completo, sus mejillas brillando en colores carmesí. Y aquello solo derrite más el corazón frío de Louis.

—No sé si lo recuerdas, precioso, pero anoche te reclame como mío. -Louis habla de nuevo al ver el nerviosismo y timidez escrita en el rostro de Harry-No suelo hacer eso con nadie.

Harry aprieta los labios en una pequeña sonrisa mientras asiente.

—Lo sé.

—No sé si lo entiendes, Harry. Cuando un lobo se empareja, suele hacerlo de por vida ¿Es eso lo que quieres?

—¿Ser tuyo para siempre? Suena perfecto.

Porque aunque todo parecía ir demasiado rápido, Harry estaba seguro de lo que sentía, todo aquello que había retenido durante dos meses.
Y al recordar el dolor que sintió la noche anterior cuando pensó que Louis había encontrado a alguien más, le hizo darse cuenta de lo mucho que sentía por Louis realmente. Por primera vez, estaba completamente seguro de lo que sentía, de lo que quería.

Y eso era Louis.

Por su parte, el castaño sonríe completamente satisfecho por la respuesta, tomando el cuerpo del rizado por las caderas para colocarlo sobre su regazo.

—Entonces ¿Me dejarías cortejarte, ratón?

—¿Cortejarme? -Pregunta confundido, frunciendo el ceño-

—Sí, es algo que los alfas hacen para sus parejas. -Harry sonríe por la última palabra.- No tenemos porque hacerlo, pero yo solo...

—Quiero, quiero hacerlo.

Louis sonríe con un brillo en sus ojos azules, que hacen que la respiración del rizado se quede atrapada en sus pulmones por unos segundos. Y seguidamente, el alfa besa a Harry cariño.

Las manos de Harry ahuecan el rostro de Louis, dejando suaves caricias sobre sus mejillas mientras se besan lentamente.

—Bien, entonces tengo que irme -Dice en voz baja cuando finalmente se separan, colocando su frente junto con la de Harry.-

—¿Por qué? -Pregunta con el ceño fruncido-

—Debo hacer unas cosas, ratón.

—Bien -Suspira pero sonríe levemente-

Louis acaricia su mejilla con una sonrisa divertida bailando en su rostro antes de dejar un rápido y casto beso sobre los labios del menor.

—Nos vemos más tarde, ratoncito.

***

Harry pasa el resto del día en compañía de Maya y Niall, quienes habían llegado poco después de que Louis se marchara, con comida bebidas y películas para ver.
Pasaron el resto del día cocinando, riendo y viendo películas ridículamente románticas de las que los tres se sabían los diálogos y los recitaban en voz alta entre risas.

Hasta que se sentaron sobre el sofá con una aburrida película de fondo y tarrinas de helado entre sus piernas.

—¿Louis ha venido a hablar contigo? -Niall pregunta llevándose la cuchara llena de helado de menta a la boca-

—Sí -Asiente- Estuvo aquí esta mañana.

—¿Todo bien entre vosotros? -Esta vez la omega pregunta, sin apartar la mirada del televisor-

—Sí, dijo algo sobre querer cortejarme

Niall entonces se atraganta con el helado y Maya grita, un grito que Harry no sabe muy bien definir como asustado, emocionado o ambos al mismo tiempo.

—¿Que él quiere el qué?

—¿Cortejarme? -Pregunta con el ceño levemente fruncido.- Dijo que era algo que los alfas hacían.

Ambos lo miran con sorpresa, como si no pudiera terminar de creerse las palabras del rizado.

—Él realmente estaba dispuesto a renunciar a ti por miedo. -Niall dice con una sonrisa incrédula en su rostro mientras niega lentamente.-

—Creo que me he perdido -Harry dice con una sonrisa nerviosa.-

—Si quiere cortejarte, no es algo que haya decidido de un día para otro. Louis realmente quiere estar contigo. -Maya explica con la mayor sonrisa en su rostro-

—Realmente va enserio contigo. -Confirma Niall-

El nerviosismo entonces invade su cuerpo mientras sonríe avergonzado y comienza a jugar con la cuchara del helado. No sabía que aquello era algo tan importante para los alfas y los omegas, y ahora se sentía un tanto estupido.

Y ciertamente quería todo con Louis, absolutamente todo, pero también tenia miedo de que algo no saliera bien.

—¿Como es? ¿Ser cortejado? -Pregunta en voz baja, jugando con sus dedos un tanto nervioso.-

—Es muy lindo -Maya dice con voz risueña-

—Es genial, te dan un montón de regalos y se vuelven demasiado cariñosos.

Harry sonríe divertido imaginando como Louis lo trataría durante el cortejo.

—Oh Dios mío, definitivamente necesito ver eso.

—Lo verás, créeme -Niall dice con una pequeña sonrisa- Louis puede ser un verdadero osito de peluche cuando se lo propone.

Y Harry no puede evitar sonreír ampliamente, con su corazón acelerado mientras se muere por descubrir aquella versión del castaño.

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