Narrador

Sarang estaba parada en medio de una inmensa oscuridad, miro a su alrededor y no encontraba nada, solo estaba ella en ese vacío, siempre sola, siempre triste, toda su vida había sido así, se sentó abrazando sus piernas, colocando su barbilla sobre sus rodillas. Empezó a escuchar el sonido de un violín, al fondo noto una leve luz, una luz tenue. Sarang se levanto para dar pasos lentos hacia la luz, el sonido del violín era cada vez mas fuerte, cuando llego a la luz debajo de esta estaba una pequeña margarita, el sonido del violín siguió tocando la misma canción una y otra vez, la reconoció al ponerle más atención.

Era el lullaby que le pareció hermoso en su momento, la primera canción que toco para que su bebe escuchara, sintió el rostro húmedo y se llevo ambas manos al mismo, ella lloraba sin entender porque, el sonido del violín disminuyo en cambio la letra de esa canción llego a ella con un viento ligero. Una letra cruel....

Déjame cantar una canción de cuna
Mientras cierras los ojos
Y mientras te quedas dormido
Como espero que los sueños que encuentres sean brillantes

Amor, ¿podemos volver a encontrarnos pronto en el cielo más azul?
Donde un mañana nos espera a ti y a mi
Así que abrázame fuerte una vez más pero no me des un beso de despedida
Porque sé que te veré del otro lado

Pensaré en nuestra canción
las noches son demasiado largas
Voy a soñar contigo
Porque ahí es donde pertenezco

Amor, ¿podemos volver a encontrarnos pronto en los cielos más azules?
Solo en mis sueños
¿Nos volvemos a encontrar?

Cuando se acercó a querer tocar la flor está se marchito, la letra y el violín cesaron siendo reemplazadas por voces que no reconocía, voces que decían cosas sin sentido para ella....

Sus ojos se sentían pesados, pero aun así logro abrirlos poco a poco, notando el sonido de un Bip continuo, seguido un ligero cosquilleo en la nariz, llevo una de sus manos para sentir un par de manguera delgada en sus fosas nasales, le dolía el cuerpo además de una punzada en la mano, de donde provenía otra manguera más.

—¿Sra. Jeon? — Sarang giro débilmente su mirada al de bata blanca —¿Me escucha? Soy el Doctor Donovan.

Asintió como pudo, pero aun estaba demasiado adormilada por los medicamentos para el dolor que le habían suministrado.

—Amor, estarás bien.

Esa voz la hizo sentir un pinchazo de dolor en el pecho, abrió los ojos de par en par con un sentimiento de horror al ver ahora la figura de sus pesadillas aun lado de ella sosteniendo su mano. Sarang la apartó para llevar está a su vientre, el doctor notó la acción, acercándose más a Sarang.

—Necesito que se calme.

Sarang apretó la bata sobre su vientre, cerró sus ojos, sabía perfectamente que le diría el doctor pero no quería escucharlo.

—Los primeros meses de embarazo están llenos de riesgo. Gran porcentaje de los fetos no llegan a completar su gestación correctamente, solo intento decir que esto tiene formas para lidiarse. No será fácil, pero la pérdida...

—NO.

—Su útero ya tenía un daño previo, combinado con su caída, termino por dañar completamente el saco amniótico causando la pérdida del producto.

Sarang empezó a negar con la cabeza.

—NO.

Su llanto domino su habla, empezó a dar golpes en la cama apretando lo puños, cada vez aumentando más sus gritos de dolor emocional, Jungkook de acercó a querer abrazarla.

—¡No me toques! ¡no te atrevas a ponerme un dedo encima! — el dolor y la rabia eran notorias en su voz —tú lo mataste.

—Amor, fue un accidente, la caída...

Se giró en la cama, pero Jungkook la tomo por los hombros.

—Es normal que reacciones así, pero a mí también me duele.

Una risa irónica salió de la garganta de Sarang.

—¡Tu no sientes nada! ¡lárgate!

—Señor  es mejor que salga, ella está muy alterada, no es momento.

—No me iré, ella es mi esposa.

Sarang comenzó a gritarle a Jungkook que se fuera arrojándole los objetos que encontraba a su alcance, entraron enfermeras para tratar de detener el ataque de furia de la joven, alarmando a las personas que estaban en el pasillo esperando noticias de la chica.

—¿Es el cuarto de Sarang?

—Creo que si.

Su madre corrió a ver qué sucedía, Sarang al verla se tranquilizó extendiendo los brazos hacia ella, sin perder tiempo la madre la abrazo y acunó entre su pecho.

—El mató a mi bebe, mamá él lo mató.

El hipo ya no dejaba que articulara palabras de manera clara. Jungkook miraba desde la puerta.

—Es mejor que te largues —Yoongi lo empujó —no le des más pena.

—No puedes impedirme estar aquí.

—En realidad si, Sarang te quiere fuera, y aunque seas si esposo ella es un adulto.

—¿Quién demonios te crees?

—Kim Seokjin, soy el abogado de la señorita Sarang.

Jungkook miraba a Sarang que lloraba en el pecho de su madre, miro alrededor y notó como, Yoongi, Seokjin y Namjoon no lo dejarían dar un paso más a la habitación de su mujer, se fue maldiciendo.

—Tranquila mi amor– su madre le acariciaba el cabello.

Sarang siguió llorando sin parar, no quería aceptar la idea de que su pequeño tambor no se escucharía más.

Namjoon

Acabábamos de salir del trabajo cuando me entró una llamada de Taehyung, era algo extraño ya que dónde se encontraban ellos era de madrugada.

—¿Bueno?

—Nam.

—¿Yoongi? ¿Qué sucede?

—Es Sarang.

En cuanto dijo eso mi corazón se paralizó, me intento poner al tanto de la situación, pero no podía explicarme del todo bien, lo único que capte de lo que me dijo fue que la pequeña había perdido a su bebe.

Tampoco me dio mucho contexto quería que le avisará a la señora Kang de esto, pero lógicamente la llevaríamos hasta allá, hablé para usar el avión privado de la familia, no se perdería ni un segundo para llegar a hasta ella, al enterarse que íbamos en camino, me pidió que llevará a Seokjin conmigo, toda la situación era muy extraña.

Casi 10 horas de viaje después y sin ninguna escala mas llegamos al hospital, en el área de recepción vimos a Yoongi caminando de un lado a otro, la señora Kang se notaba horrorizada Yoongi tenia la ropa llena de sangre, su aspecto no era el mejor.

—¿Dónde esta mi niña? –La señora Kang tomo por el brazo a Yoongi –¿Ella está bien?

—Si, perdió mucha sangre, pero estará bien, está estable.

—Quiero ir a verla.

–No se puede están terminando de hacerle un legrado, además su esposo dio la orden de que nadie puede entrar mas que el a verla —note un atisbo de rabia en el tono de Yoongi— Jin necesito hablar contigo.

—Claro.

Taehyung llego con una bolsa que le entrego a Yoongi, supongo que era un cambio de ropa, se acerco a saludarme y después fue con la señora Kang a ver si podían convencer a Jungkook de que la dejaran verla, yo no podía hacer nada mas que esperar, ella es su madre, ellos sus amigos, yo solo soy un extraño en esta situación.

Yoongi se había ido a cambiar, ahora él y Jin estaban sentados charlando en las sillas del área de espera, aunque su expresión era de rabia por sus mejillas rodaban algunas lágrimas, me acerque ya preocupado tenía demasiado sin verlo así.

—Pude evitarlo, todo esto se pudo haber evitado, vi las señales y aun así lo permití.

—No podía evitarlo Yoongi, las victimas de abuso es muy difícil que lo reporten, ellas creen que lo que pasa en sus vidas es normal, no es tu culpa, es culpa de ese malnacido.

—¿Abuso? — esa palabra capto toda mi atención me senté para que me lo explicaran —dime con detalle que sucedió.

No podía creer lo que me decía, en realidad me creí el cuento del asalto, sin mencionar que no note las señales de alarma que menciona Yoongi, aunque el sujeto me daba mala espina, no se veía capaz de dañar a su esposa, todo lo que mi amigo conto parecía sacado de una película de terror donde la pequeña era víctima del monstruo.

Mi pie inicio un vaivén rápido con cada palabra más, quería ir y golpear a ese hijo de puta, pero no solucionaría nada con ello.

¿Quién eres para hacer justicia por tu propia mano?

En eso una discusión al fondo de la recepción capto mi atención, Taehyung estaba enfrente de la señora Kang señalando con el dedo a Jungkook, mis pies se movieron por si solos, llegue también al frente de la señora Kang.

–Lo que me faltaba, ninguno debería de estar aquí, ella solo me necesita a mí, no necesita a nadie más.

—Solo quiero verla por favor.

La señora Kang le sujeto el brazo a Jungkook, este se safo empujándola, en un segundo yo lo tenia sujeto por el cuello de la camisa.

—Escúchame basura, no nos moveremos de aquí hasta saber algo de ella, no puedes impedirlo, pero si te atreves a ponerle otro dedo encima a alguno de ellos, o a Sarang, desearas no haber conocido el nombre de Kim Namjoon—sentí que la señora Kang me toco la espalda para que me calmara —ella ya no está sola.

Lo deje en suelo, él se acomodó la ropa metiéndose de nuevo a el área de las habitaciones. No salió de nuevo a nada, el director de la gira fue quien nos consiguió toda la información, ya que el imbécil no dio la cara de nuevo, estuvimos esperando cualquier momento para poder meternos a verla, pero ese sujeto no bajaba la guardia.

—Deberías de irse a descansar Joven Kim, me quedare aquí.

—No la dejare sola, estaré aquí hasta que podamos verla.

En eso vimos que las enfermeras corrieron hacia las habitaciones donde se supone que estaba Sarang.

—¿Es el cuarto de Sarang?

Entre todo el alboroto, nos acercamos lo suficiente para solo escuchar los gritos de dolor y desesperación de Sarang, Yoongi aprovecho para sacarlo cuando ella lo pidió fuera de la habitación, la señora Kang corrió a abrazarla, Jin y yo nos pusimos en la puerta también, mientras mi amigo extendía con sutil amenaza que si ella no deseaba verlo, él se encargaría de que así fuera.

Después de él se fuera dejamos a Sarang con su madre, verla tan frágil sin dejar de llorar, me prometí que haría todo lo posible de que esta escena no se vuelva a repetir.

Jin se quedo hablando con la Señora Kang de lo que pasaría ahora, nosotros nos fuimos a dormir un rato al hotel, mire mi teléfono y tenia varias llamadas perdidas de Lia, junto con algunos mensajes, mire el reloj ya era algo tarde para marcarle, así que lo dejaría para hacerlo más tarde, tenía que descansar un poco antes de hablar con ella.