BOY WITH LUV

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Los jóvenes se encontraban frente a sus hyungs en aquella pandilla, si es que merecían aquel honorífico, ya que solo eran un puñado de imbéciles.
Las preguntas no comenzaban a llover, G-dragon se había tomado su tiempo, casi dos semanas después, solo para verificar si era seguro que Kai estaba metiéndose con sus chicos.

No es que G-dragon no tuviera gente de mierda haciendo lo que a él se le antojaba, pero Nikko y Sujin eran más manipulables y, eso era lo que él necesitaba. Nunca sabía si podía llegar a ser traicionado por alguno de aquellos lobos vestidos de oveja que tenía por mano derecha. Estaban planeando en grande, algo que jamás habían hecho y tenían más tipos para lograrlo, pero él sabría que por miedo, los más jóvenes jamás dirían nada en su contra.

—¿Quieren abrirse? —preguntaba con voz profunda—. ¿Es lo que quieren? ¿No han sacado provecho también de todo lo que hemos hecho hasta ahora? .

Sujin no tenía pensado abrir su boca y si así fuese se limitaría a negar todo contacto con Kai y JungKook solo para lograr poder salir de ese entorno una vez que convenza a Nikko, no podría dejar a su mejor amigo en esa pandilla de dementes.

Ya no comenterian delitos menores, estaban pensando en grande y eso era peligroso. Era joven y no quería terminar tras los barrotes a temprana edad. Tenía sueños y podría cumplirlos con la ayuda de sus amigos, pero Nikko tenía tanto miedo, jamás admitiría que no estaba moviendo un dedo por su futuro a causa del miedo que le tenía a los mayores de aquella pandilla.

Más ahora con sus nuevos métodos para persuadirlos.

—No iremos a ningún lado, G-dragon —decía Nikko—. Solo intentaron convencernos y Sujin dudo, pero él se quedará aquí conmigo. Nos quedaremos contigo.

Sujin sentía un escalofríos recorrerle, no esperaba que su amigo dijera que siquiera había considerado la idea de salirse, pero Nikko no lo había dicho con malicia él solo quería demostrarles que su amigo había cambiado de opinión.

Mala idea había sido aquella, porque esa misma noche Sujin había terminado con un corte en su labio a causa de la golpiza suave que había recibido.

Era jueves a la tarde y hacía ya dos semanas y días de la proposición que Kai y JungKook le habían hecho a los más jóvenes de la ex pandilla del azabache. Dos semanas en las que JungKook y Seok Jin se habían hecho más íntimos, pero aún así se manejaban con cuidado.

Las clases de el profesor habían dejado de ser teóricas y, había que admitir que se habían vuelto más caóticas y pesadas, pero así le gustaban a él. Ahora el estudiante de primer año se encontraba merendando con su Hyung, Kai, verificando si alguno tenía información de Nikko o Sujin.

—¿Qué dicen tus contactos? —preguntaba JungKook.

Kai suspiraba.

—Ji-Yong sabe que ando tras su rastro, yá no tengo contactos dentro —contestaba—. Lo último que se es que se trae cosas pesadas entre manos, al menos cosas que no se verían bien en el historial de dos chicos tan jóvenes como lo son Nikko y Sujin.

JungKook fruncía el entrecejo.

—Sujin apenas si me ha texteado —decía preocupado—. Yo no he querido comunicarme por si se encontraba en presencia de G-dragon o los idiotas de King-D y Rascal.

Kai asentía con un rostro consternado.

—Moví todos mis contactos para poder ingresarlos, pero necesito una respuesta. Voy a intentar volver al barrio para buscarlos

—Yo iré contigo —exclamaba JungKook al instante.

—Te dije que no te quiero más metido en esto —regañaba el mayor—. No quiero que Ji-Yong se meta contigo

—Y yo no quiero que él se meta con mis amigos, aparte... —cuestionaba—. Ellos me conocen bien. Tenemos que confiar que podremos con esto y acudirán a nosotros.

Kai volvía a suspirar, había olvidado lo terco que JungKook podía llegar a ser.

—¿Qué vas a hacer cuando tengas la semana libre? —preguntaba cambiando de tema.

—Ire a ver mis padres, pero también quiero aprovechar a trabajar

—¿Trabajar o aterrizar otro fin de semana en casa del sensual profesor de música instrumental? —decía socarron.

—Un poco de esto un poco de aquello —decía más divertido.

Kai negaba ante la desfachatez de JungKook.

—¿Entonces tienen algo serio? —preguntaba.

—Eso acordamos —decía recordando que hacía desde ya dos semanas eran algo oficial, aunque realmente se les complicaba poder disfrutar como un pareja normal.

—¿Son novios? —preguntaba otra vez.

—¿Esos títulos se usan? —cuestionaba arrugando su nariz—. Podría decirse que oficialmente no llegamos a eso porque nadie conoce a la familia o amigos del otro aún —respondía con calma—. Pero es mucho más que solo sexo. Estoy enamorándome de él y aún intento averiguar cómo debo actuar al respecto.

Kai notaba que JungKook tenía tanto en que pensar.

—¿Tus padres....saben algo? —cuestionaba.

JungKook negaba inmediatamente sacudiendo su cabeza.

—No estoy seguro como lo tomarían

—¿Por ser con otro hombre?

—Y encima un profesor —chasqueaba su lengua—. Es el medio hermano del nuevo director de DK

—Por favor dime que es un broma —decía Kai divertido, pero su sonrisa desvanecía al ver como Jungkook no parecía estar bromeando.

—Tenemos que tener demasiado cuidado —decía con pucheros—, pero de igual forma me siento como imbécil flotando —decía con sus mejillas rojas.

—Definitivamente te trae loco —opinaba con una sonrisa sincera—. Disfrútalo, pero ten cuidado.

Eran las últimas palabras de su hermano mayor por elección. JungKook no había pensado en sus padres, solo estaba viviendo el momento y era demasiado intenso como para mirar a su alrededor.

Luego de un par de horas Kai y JungKook se despedían, el mayor había intentado llevarlo al campus, pero Jungkook ya tenía planes.

Seok Jin.

Era jueves y querían tomar un poco de aire como pareja y, eso significaba salir muy lejos de la universidad y sus alrededores, dónde nadie pudiera reconocerlos.
Pero a la vez no disponían de muchas horas y era jueves, el ante último día de una semana ajetreada.

El azabache veía el auto de Seok Jin estacionado en una esquina y se disponía a llegar de una buena vez. Al entrar al interior del mismo—dueño de unas ventanas polarizadas—sonreia al castaño, quien cambiaba de música en el estereo, muy relajado.

—Hola bebé —decía de forma calmada, pero su rostro era atrapado por las manos de Jungkook quién comenzaba a besarlo de forma intensa y sugerente.

Seok Jin dejaba escapar un leve gemido que era tragado por los besos del menor.

Ahora y tomándose un respiro lo soltaba—. Por dios te extrañe tanto, Hyung

—Pasamos todo el domingo juntos —decía riendo mientras acariciaba las manos de Jungkook que aún acunaban su rostro—. Es más todos los fines de semanas los pasas conmigo —decía burlón y besaba reiteradamente los finos, pero tentadores labios de JungKook.

Este correspondía casi tirando su cuerpo encima del mayor.

—¿Podemos ir a tu casa? —preguntaba pegado en sus labios, pero de inmediato se encaminaba al cuello largo del profesor.

—Ah, dios... espera un momento —pedía entre suspiros empujando a Jungkook quien accedía a alejarse, pero lo observaba confundido—. Tengo planeado una cita contigo.

JungKook sonreía y alzaba sus cejas.

—¿Una cita?

—Algo que está a nuestro alcance —decía con una mueca chistosa.

—Oh —Jungkook se sentía halagado, no esperaba aquello ya que Seok Jin a veces se sentía realmente incómodo—. ¿Dónde vamos?

—Bueno habrá autocine hoy y mañana en el parque central —decía con timidez—. Pasarán Los Vengadores Endgame y compré un lugar para nosotros.

Los ojitos de JungKook se habían iluminado muchísimo más de lo que ya brillaban de por sí solos, no lo esperaba y dentro de todo sería algo privado, mucho mejor que un cine porque estarían metidos en el auto de su profesor.

Definitivamente era una cita perfecta.

—Si —decía débilmente.

—¿Si? —repetía Seok Jin.

—¡Si! —gritaba con más euforia.

Seok Jin comenzaba a reír más relajado creyendo que quizás JungKook no querría salir de las cuatro paredes de su casa donde vivían follando y comiendo.

Necesitaba cambiar un poco la rutina.

—Traje una canasta con pochoclos, golosinas y vino —decía la última parte con voz de adulto y JungKook no podía evitar reír.

Sin más preámbulos se dirigían al parque bajo diferentes canciones que iban sonando y JungKook no podía evitar cantar.

Entre esas canciones sonaba All Of My Life del artista Park Won, canción que JungKook realmente disfrutaba y cantaba cerrando sus ojos sin prestar atención al camino.

Seok Jin no podía evitar contemplarlo, la voz de aquel chico lo tenía encandilado, como las sirenas a los piratas desahuciados que vagaban por las aguas profundas en las historias.
Si JungKook fuera un tritón en la actualidad, Seok Jin iría directo a su ruina con aquella aterciopelada voz que el estudiante poseía.

—Tu voz es hermosa —decía cuando la canción finalizaba.

JungKook se sobresaltaba, realmente se había perdido en la canción y en la melodía, que al notar a Seok Jin felicitándolo hacía que fácilmente su rostro se tornará rojo.

—Gracias, Hyung —replicaba bajo.

—Es increíble que guardes cierta timidez cuando en la cama no dejas de pedirme que lo haga más duro —decía con voz más grave de lo que hubiese querido.

JungKook sentía un calor recorrerle por toda su anatomía ¿Cómo osaba decirle algo así? realmente golpeaba en su zona sur directo a su entre pierna.

—Hyung... —carraspeaba su garganta—, por favor no me digas esas cosas porque no podré sentirte dentro de mi hasta el sábado y eso es demasiado —murmuraba.

Si, ambos sabían cómo jugarse sucio.

Finalmente después de una tensión palpable llegaban al parque y Seok Jin se acomodaba en su lugar.

—Cariño estamos realmente lejos, casi al final —decía con puchero el menor.

Seok Jin reía por lo adorable que se veía aquel muchacho con esos pucheros hermosos que dibujaba en sus finos labios.

Más si entre esos pucheros soltaba la palabra "Cariño" el mayor adoraba aquel apodo dulce apodo que JungKook le decía de vez en cuando con tanta naturalidad.

—¿Te he dicho que adoro la forma en la que abultas tus labios y formas los pucheros más hermosos que he visto en mi jodida vida? —un increible cumplido que hacía caer la mandíbula de Jeon.

Rápidamente negaba colorado y se ponía más cómodo quitándose su chaqueta.

—Deseo vino antes que nada  —soltaba revisando con cuidado la canasta.

Seok Jin hacía también lo mismo, se quitaba su chaqueta de jean para estar más cómodo. Llevaba una camisa negra al cuerpo y pantalón negro con roturas, como pudo el menor se las había arreglado para ojearlo, se veía exquisito.

Ahora sacaba con cuidado las dos copas que había traído, quitaba el corcho de la botella que había sacado con anterioridad para más facilidad y servía una copa para cada uno.

—Yo no podré beber más de esto —decía listo para brindar.

JungKook reía—. Yo puedo beber por ambos —chocaban ambas copas—, pero no sé cómo será mi comportamiento después de la segunda copa, el vino suele ser muy fuerte para mi organismo —levantaba sus cejas de forma sugerente.

—Por favor estamos en un auto y necesitamos tener citas normales —decía con voz grave el mayor—, hay que conocer más al otro. Ya sabemos que en la cama nos gusta duro y en muchas posiciones —decía acercándose aún más a Jungkook—, pero tú tienes sueños que me gustaría conocer con más detenimiento... —rozaba sus labios a los del menor—. En la cama eres increíble y sé que fuera de ella lo eres aún más.

JungKook quería evitar ponerse cachondo ante eso, pero es que era misión imposible, su cuerpo cobraba vida propia al lado de Seok Jin.

—Si, tienes razón —respondía en un susurro, pero en vez de besar al mayor bebía un sorbo de su vino tinto y se alejaba.

El castaño había captado el pequeño acto de maldad y solo atinaba a sonreir y tomar de su propia copa.

Los créditos de la película ya estaban terminando.

—¿Podemos ir atrás? Para estar más cómodos y apoyarme en tu hombro —pedía JungKook.

—De acuerdo, yo saldré y tú pasa por arriba —Jungkook asentía ante lo minucioso que era el profesor, pero obedecía.

Al llegar al asiento trasero Seok Jin entraba y se acomodaba junto a él, su auto era lo suficientemente espacioso para su suerte. Se miraban unos segundos recorriendo las facciones ajenas y JungKook daba un beso tímido y casto en los labios de su profesor.

Seok Jin posaba su mano en la nuca del azabache para que no dejará de besarlo. Abría más su boca y le permitía meter su lengua en aquella cavidad caliente y húmeda. Sus labios hacían presión sobre los ajenos y y se fregaban entre si para conseguir un beso húmedo y subido de tono.

Según las probabilidades de la situación, era pronóstico seguro que no verían demasiado la película.

Saben, no le quedan muchos capítulos a este fic.
Ese cover de Jungkook me llena el alma.

🤧🤧

Con amor Niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro