FAKE LOVE

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La última semana antes del receso, Jungkook se la pasaba en la azotea. Había bloqueado a Seok Jin de todas la redes posibles, no solo para que no intentará comunicarse, sino para tampoco caer en la tentación de rogarle por otra oportunidad, rogarle que se quedará.
Pero su hora de siesta se veía interrumpida por una melena peliverde que le tapaba el sol cálido que acariciaba su rostro aquella tarde, mientras su cuerpo yacía boca arriba sin preocupaciones. Chistaba y empujaba a Holland lejos para sentarse.

—¿Qué hacés? —preguntaba su amigo.

—Intentaba tomar una siesta ¿No es obvio? —soltaba desinteresado.

—Jungkook, me tienes preocupado —decía sin perdida de tiempo—. Tuvimos exámenes para cerrar esta primera etapa. Tuvimos proyectos y dejaste todos y cada uno por la mitad. ¿Qué mierda estás haciendo?.

Jungkook se levantaba sin decir nada al respecto—. No te preocupes, ni exageres. Estamos a jueves, los proyectos que falten los entregaré mañana. Y si me puse al día para los exámenes finales. Estoy seguro que me fue bien.

Se apresuraba para escapar de la vista y preguntas de su amigo.

—¿Por qué no almuerzas con nosotros mañana? —insistía—. Has dejado de hacerlo desde el lunes que fuiste a ver a Seok Jin y tampoco me has-... —Holland se mordía la lengua—, tampoco me has contado que sucedió

—Nada —respondía de inmediato—. Terminamos, él se fue. Ni siquiera sé dónde —se encongia de hombros intentando ser fuerte o aparentarlo—. Tendré todo al día, no tienes que preocuparte

—¿Creés que soy estúpido? —cuestionaba más cabreado de los esperado.

Jungkook abría sus ojos, entre sorprendido y no tanto, Holland había sido un increíble respaldo todo este tiempo. Sin embargo, ahora cuando una parte de él se encontraba destrozada, había evitado a la única persona que sabía porque estaba mal y, que quizás no podría hacer un jodido cambio en su estado de ánimo, pero que al menos hubiera intentado hacerlo reír.

Sin embargo, él lo estaba evitando y alejando.

—No creo que seas estúpido, Hol —exclamaba cansado—. Pero tienes que entender que no quiero hablar al respecto

—Perfecto, no hables. No te lo pediré, si no sientes de hacerlo —afirmaba—. Pero me gustaría recordarte, que tenías una jodida meta. Eso fue antes de conocer a Seok Jin, tenías ánimos de salir del tipo de gente con la que te juntabas —Holland parecía no respirar mientras tiraba palabra tras palabra—. Te dije que las pandillas no me gustan porque tuve una experiencia personal con alguien a quien amaba. Solo espero que en esas dos semanas no te pierdas a ti mismo.

Suspiraba sonoramente.

—Holland, no tienes de que preocuparte...

—Eso espero. No seas un estúpido adolescente hormonal —salía de la vista del pelinegro, llevándose su hombro consigo en un fuerte empujón—. Tenías un sueño antes de tener a Seok Jin entre tus piernas.

Jungkook hubiera acotado algo antes de que Holland saliera largando humo, lo hubiera hecho. Pero no tenía nada que decir. La verdad era que, no tenía su cabeza en aquella última semana. No tenía su cabeza en sus exámenes y proyectos finales. Pero a decir verdad, tampoco era todo culpa de Seok Jin. Nikko y Sujin seguían dando vuelta en su cabeza. Kai se había rehusado a darle las últimas noticias sobre ellos y habían demasiadas cosas que le quitaban el sueño y concentración.

Lo mejor sería tratar una a la vez, o mejor encargarse de lleno de sus amigos y así olvidar a Seok Jin en el proceso. Si, era lo mejor, el bastardo no merecía seguir dando vueltas en sus recuerdos y en su cabeza. No merecía si quiera que su cuerpo extrañase tanto sus manos, el calor del suyo. O que sus labios aún se sientan sensibles por la falta de contacto con los pomposos y carnosos labios de los que Seok Jin era dueño.

—Una jodida patada en la cabeza dolería muchísimo menos que tener que lidiar con su rechazo —murmuraba mientras se dignaba a ir a la siguiente clase.

La verdad era que estaba siendo un robot, cumpliendo con las últimas clases solo porque así debía hacerlo, pero no tenía ánimos de nada. Deseaba llegar al viernes para finalmente volver a su casa, aunque tampoco estaba muy entusiasmado al respecto. Solo sabría que cerca de sus amigos le sería más fácil poder inspeccionar en que estaban metidos.

Quizás su meta se veía algo atrofiada por su corazón roto, pero estaba más que seguro que ayudaría a sus amigos a ir por el buen camino. Una distracción para no pensar en que el hombre que amaba lo había rechazado, hecho añicos y dejado solo.

Seok Jin lo había decepcionado en todas sus formas posibles.

Jungkook se encontraba llegando a su casa demasiado temprano para sorpresa de sus padres. Su madre se veía hermosa y radiante, nada que ver con aquella mujer que solía contemplar cada vez que llegaba tarde por ser un joven sin rumbo alguno y con malas influencias. Por otro lado, su padre seguía viéndose autoritario como siempre, pero también tenía un semblante más relajado, no se veía tan distante y frío como tiempo atrás. La casa donde había crecido se veía diferente, pero el ambiente hogareño seguía siendo de lo más cálido para su corazón.

Su vieja  habitación estaba intacta, aunque mientras más pasaban las horas notaba que había cosas que ya no estaban. La casa parecía similar a la que había dejado hacía meses atrás, pero a la vez no era la misma. Su teléfono no cesaba con mensajes de sus amigos, no se había despedido de ninguno y había salido del grupo de WhatsApp que los cuatro compartían. Las chicas y Holland habían quedado preocupados, especialmente este último, tenía la sospechas de que no vería a Jungkook a la vuelta de sus vacaciones y ese sentimiento lo hacía enviarle mensajes y llamarlo constantemente.

Pero nunca era atendido.

La hora de la cena se había aproximado, Jungkook se había mantenido acomodando algunas cosas y más que nada encerrado en su habitación, pero su hermana y esposo habían llegado a darle la bienvenida y debía de ser un buen chico.

Chung-ho Hyung su cuñado y Young Mi su hermana se encontraban dándole un abrazo grupal que lo tomaba demasiado por sopresa.

—Niño universitario —murmuraba el esposo de su hermana—. Me parece que la responsabilidad te hizo más viejo

—Es porque estaba trabajando y estudiando —soltaba Young Mi mientras los despeinaba—. Dios, tu pelo está tan crecido. Ya no te ves tan adorable cómo cuando te fuiste.

Su madre aparecía colocando una gran fuente con kimchi para cenar.

—Por favor, déjenlo respirar. Seguramente tiene muchas cosas para contarnos —decía feliz, sonriendo en dirección a su hijo

—No creo que sea tan así —murmuraba el pelinegro, acomodándose en la mesa—. Esto se ve genial, mamá

—Y sabe muchísimo mejor —decía su padre, mientras tomaba asiento en la punta de la mesa.

Jungkook estaba tan desganado, que realmente no tenía apetito, pero lo último que quería era llamar la atención de los presentes hacía un depresivo Jeon Jungkook.

—¿Todo bien las últimas semanas? —preguntaba su padre.

Jungkook se removía algo incómodo, llenando su boca para no tener que hablar, pero los cuatro pares de ojos estaban sobre él.

—Sip, algo —decía sin mucho detalles.

—¿Ya tienes novia? —preguntaba su cuñado.

Young Mi lo codeaba al notar las mejillas enrojecidas de Jungkook y como se había ahogado con comida en su boca. Su madre y padre llenaban el lugar con sus risas al notar el rostro de este.

—¿Que cosas dices? Para nada Hyung —respondía de inmediato—. Mejor hablemos de que veo la casa más vacía que cuando me fui... ¿Por qué? —cuestionaba viendo directo a sus padres.

Su hermana se removía algo incómoda en su asiento. Notaba a su madre bajar la mirada y a su padre aclarar su garganta de repente.

—¿No sé lo dijeron? —preguntaba la castaña de cabello corto.

—¿Decirme qué? —exclamaba confundido.

Su madre suspiraba, pero su padre se hacía cargo de darle la explicación.

—Nos mudaremos —soltaba sin más.

Jungkook se había atragantado un poco, pero se recomponía.

—¿Cómo? ¿Por qué? —cuestionaba sin salir de su asombro.

Lentamente su madre bebía un poco de agua y con una servilleta limpiaba su boca para responder.

—Cerca de aquí... —exclamaba—. Han reportado muchos robos en casas —añadía—. No se tiene ningún sospechoso. Los autos en los que se manejan, no tiene matrícula. Muchos se han mudado ya

—Nadie quiere caer en el radar de esos vagos. Por lo tanto con tu madre, decidimos mudarnos —exclamaba su padre con tono duro.

Jungkook fruncía el ceño, había crecido en aquella casa y en ese barrio, aunque no podría decirse que le molestaba alejarse de ese lugar. Los recuerdos irían con él donde sea que vaya, sin importar dónde se habían creado.

Por otro lado, la curiosidad de saber quienes estaban detrás de esas entraderas era lo que ocupaba su cabeza. Para ser honestos, le traía un muy mal presentimiento.

—Si ustedes creen que es lo mejor. Estaré para ayudarlos con la mudanza —decía sin chistar.

Sus padres suspiraban aliviados, pero rápidamente su madre añadía—. Será el próximo mes. No podrás con tus estudios, pero cuando tengas tiempo libre, iremos por ti para que la veas en persona

—Yo tengo fotos, te las mostraré —decía su hermana Young Mi, quien lo miraba con cautela desde que le habían preguntado si había algún romance en su vida.

Hacía tiempo que Young Mi se había casado e ido de la casa, pero seguía siendo de las mejores personas para leer al joven. Sabía que su esposo lo había incomodado, así que por lo tanto, sabía que Young Mi sospecharía sobre alguien con relación amorosa conectada a él.

¿Pero como se tomaría su hermana el hecho de que su hermanito ahora tenía sentimientos incontrolables por un hombre más grande y encima profesor suyo?. Ciertamente el interior del menor se removía, los consejos de su hermana habían sido efectivos a lo largo de los años y gracias a ella y su encuentro con Kai, este mismo había vuelto a su vida.

Ella siempre apoyaba a Jungkook cuando tomaba buenas decisiones, sino, no se mordía la lengua para escupirle en la cara que estaba equivocado. Quizás, un buen consejo por parte de su hermana mayor, sería algo que estuviera necesitando ahora. Aunque también el plan era, no pensar en Seok Jin...pero eso sería tarea difícil, sino ponía manos a la obra con sus amigos.

Tenía que ayudar a sus hermanos y superar a su profesor y, probablemente retomar el rumbo de su vida. Holland tenía razón, él tenía un sueño, una meta antes de Kim Seok Jin.

Llegando con un capítulo de mi bebitas HIA gracias por seguir a mis fieles.

Perdón si fue muy largo y aburrido 😔

Con amor Niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro