HOLD ME TIGHT

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Los jóvenes estaban en el sótano de la casa de uno de los dos, apartados de su grupo. Eran alrededor de las doce y media de la madrugada y se encontraban inhalando ese polvo blanco que habían conseguido a muy buen precio.

—No quiero —aspiraba—. Si G-dragon se entera, nos mataría.

SuJin se tomaba su tiempo a diferencia de Nikko que ya había aspirado tres líneas seguidas y parpadeaba de forma pesada.

—Oye, tranquilo —golpeaba su hombro—. Habías prometido una línea.

Nikko apartaba su mano de mala gana—. Déjame en paz, tuve una pelea con mis padres hoy.

SuJin hacía una mueca de negación, él no era tan adicto como Nikko, solo intentaba hacerle compañía. Pero caía con facilidad, muchas veces solo intentaba detenerlo. Nikko era amado, tenía a sus padres que lo adoraban, mientras que SuJin vivía con su tío quien se preocupaba más por tener feliz a su novia que a cumplir la promesa a su fallecida hermana de cuidar a su hijo.

—Jungkook dijo que tiene buenas noticias, démosle el beneficio de la duda —soltaba.

Nikko negaba.

—Él se siente culpable, no quiere hacer con nosotros lo que Kai hizo con él —exclamaba y preparaba una linea más.

—Oye, basta —ordenaba empujándolo para que no volviera a inhalar más de esa porquería.

—¡Quítate! —lo empujaba de forma brusca.

Sujin se levantaba del piso ya asqueado y hartado.

—Vete, Nikko.

El susodicho lo observaba confundido.

—¿Me estás echando?

—Mañana veré a mi amigo, tu no quieres venir —añadía mientras lo levantaba por sus hombros—, vete a seguir drogandote en otro lugar, yo tengo planes y quiero ir a dormir.

Nikko se soltaba—. Espera, espera. De acuerdo, iré contigo —exclamaba limpiando su nariz.

—Guarda esa mierda y vamos a dormir. Ahora —ordenaba señalandole la droga.

El pelinegro obedecía sin borrar el claro puchero de su rostro.

—¿Puedo acompañarte en al menos un ensayo con el profesor? —rogaba Chery con sus manos juntas en forma de súplica.

JungKook no quería llevarla, no sabía de lo que Chery era capaz y, claro que sabía que Seok Jin era homosexual, pero no toleraría si quería coquetearle.

Estaba siendo estúpido, lo sabía.

—¿Si te llevo, dejarás de molestarme?  —cuestionaba entre suspiros.

Chery asentia de forma frenética, Jae la observaba suprimiendo una sonrisa.

—Eres tan extraña —soltaba la castaña.

—Solo quiero estar en la misma habitación y que pueda mirarme de cerquita —decía soñadora.

—¿Sabes que es gay, no? —le recordaba el peliverde.

—Lo sé —soltaba tranquila—, prometo no molestar.

JungKook asentía con cierta duda—. Tengo ensayo a las siete. Es en el salón ciento cinco

—La sala más grande de música —soltaba Chery—, siempre quise entrar ahí, mi hermana dice que tiene tantos instrumentos.

JungKook reía, no lo había notado la primera vez por estar algo embobado con Seok jin, pero hoy debía de pretender, ya conocía la personalidad de Chery, esta no desisitiría y, él tenía poca paciencia con las  mujeres.

—Si, esa sala. Yo tengo que ver a unos amigos antes —exclamaba ganando la atención del peliverde sobre él.

—¿Unos amigos? —repetía éste.

—Si, iré con Kai —Jungkook palmeaba su hombro—. No tienes de que preocuparte, Hollito —decía con una sonrisa.

Luego del almuerzo y Chery que no paraba de halagar a Seok Jin, la hora de ir a su clase favorita se hacía presente. JungKook ponía lo mejor de si para concentrarse, pero la camisa azul cielo que Seok Jin había llevado ese día—y no había visto en el almuerzo—lo distraía demasiado.

El jóven quería saltarle encima o ponerse de rodillas, cualquiera de las dos opciones era perfecta. Lo que el menor no había notado a pesar de concentrarse y mantenerse neutro era que, lo estaba desnudando con la mirada y esta era una tan intensa, mientras no dejaba de morderse el labio.

No había pasado desapercibido para el profesor. JungKook ese día había asistido con ropa más ajustada que de costumbre. Unos pantalones negros que marcaban sus piernas y trasero de forma infernal y, Seok Jin amaba las piernas de Jungkook.

Llevaba una camisa blanca con unas motocicletas negras de adorno dentro del pantalón y desde que había entrado había estado robando suspiros de muchas chicas, perticularmente de un grupito que estaba en frente de él y no dejaba de girar a verlo constantemente. Seok Jin solo podía llamar la atención como profesor, pero queria evitar hacerlo y sentía el calor subir por todo su cuerpo y posicionarse en su nuca por los extraños celos que se habían presentado en su pecho.

Mientras escribían todo lo que él había puesto en la pizarra—ya que era la última clase teórica—habia aprovechado para desabrochar los primeros botones de su camisa dejando a la vista—inconcientemente—un increíble chupón que él había tapado con maquillaje, pero que con el paso de las horas había perdido la cobertura.

—¡Wow, profesor! —gritaba Seongwha al final.

Ese alumno de tez blanca y rostro exótico era uno de los más extrovertidos en la clase del profesor y pronto estaba siendo acompañado por otros al comenzar a chiflarle a Seok Jin.

Esto no lo tomaba como una falta de respeto, realmente Seok Jin había hecho un lazo especial con los alumnos y bueno, este trato era parte de su encanto personal con ellos.

—¿Por qué grita, jóven Park? —cuestionaba confundido y divertido a la vez.

JungKook ardía en celos desde su silla que no había notado que a Seok Jin se le veía la marca que él mismo le había hecho.

—Oye, quita esa cara —susurraba Holland.

—¿Que le pasa a este estúpido? —cuestionaba el azabache—. Siempre encuentra algo para gritarle o hablarle o llamar su atención.

Holland no sabía si reír o llorar, JungKook realmente estaba viendo directo al chico Park que le sonreía coqueto a Seok Jin.

—Le están gritando por tu culpa y ninguno de ustedes parece darse cuenta —susurraba Holland.

—¿Uh? —Jungkook posaba sus ojos en Seok Jin y su cuello marcado.

Se había sonrojado recordando cómo había succionado ese parte mientras, ese turno, había sido él quien follaba a Seok Jin

—¡Profesor Kim! —llamaba Holland levantando su mano.

—¿Joven Holland?

—Su cuello —el peliverde tocaba el suyo propio—, Seon se refiere a su cuello.

El rostro perfecto de Seok Jin se bañaba de todos los colores, pero no taparía de forma brusca la marca—como adolescente escapando de sus padres—así que con una leve sonrisa en la que entrecerraba sus ojos e inflaba sus mejillas pacíficamente se tapaba abrochando un botón más.

—Nada del otro mundo clase —soltaba firme—, sigan con la pizarra.

—¿Quien es el afortunado? —cuestionaba Seon con sonrisa coqueta—, mentira, mentira. Pero definitivamente es un afortunado.

«Pedazo de mierda»

JungKook estaba deliberadamente asesinando a Seon con la mirada, hasta que un toque en su brazo lo quitaba de su trance.

Una de las chicas que no dejaba de voltear a verlo le susurraba:

—¿Eres el chico del Pernoctar, cierto? —preguntaba sonriente.

JungKook seguía con su ceño fruncido, había visto a muchas chicas preguntando si él era el chico de la universidad y ahora en la universidad le preguntaban si él era el chico del bar.

Estaba gravemente confundido y solo quería golpear el bonito rostro del pelinegro que había coqueteado libremente con su profesor.

—Señorita Min —la voz del profesor llamaba la atención de la chica—, la pizarra está hacía este lado. ¡Últimos treinta minutos clase!.

Seok Jin acomodaba el cuello de su camisa mientras intentaba lucir pasable nuevamente. Al finalizar los últimos minutos, JungKook se estaba tomando su tiempo, porque Seongwha Park se estaba tomando el suyo también.

—¿Vienes o te quedas? —preguntaba Holland al verlo guardar todo lentamente y mirando a Seon fijamente—, oye —palmeaba su brazo llamando finalmente su atención.

—¿Qué? —cuestionaba el azabache.

—Deja de mirar a Park de esa forma —soltaba Holland.

—No me agrada, siempre sale último ¿Notaste eso? Lo estoy notando ahora —decía sin dejar de verlo.

—Jungkook, vam-...

—¿Jeon Jungkook? —la chica castaña aparecía nuevamente en su campo visual cortando a Holland y empujándolo apenas un poco para estar por completo frente a Jungkook.

—Lo siento, no te recuerdo —soltaba viendo con pánico como Park Seongwha se acercaba a Seok Jin.

Holland, doblemente irritado aclaraba—. Te veré en la próxima clase, no hagas ninguna estupidez —soltaba y se iba siendo arrastrado por su novio.

JungKook observaba como Seon se desenvolvía con mucha comodidad, tocando al profesor en sus hombros y sonriendo de forma seductora.

¿En qué momento se había hecho de tanta confianza con el profesor? La chica frente a él le hablaba y hablaba, pero él tenía sus ojos puestos en la mano de Seon que ahora apretaba el antebrazo de Seok Jin.

—Entoncea Jaime me habló muy bien de ti... realmente no creía que compartíamos esta clase.

«Jaime»

La atención de JungKook ahora sí recayó sobre la castaña frente a él.

—No soy amigo de Jaime —aclaraba escuetamente.

—Sé que no, pero creeme que volverá al Pernoctar para seguir viéndote —le guiñaba un ojo y se iba.

Lo último que JungKook quería era alguien de su pasado cerca de él en el presente. Jaime solo había sido una revolcada, pero G-dragon había trabajado bastante con ella. Lo último que quería era tenerla cerca, Jaime era sinónimo de problemas.

Sacudiendo su cabeza guardaba su último cuaderno e iba directo a sacar a Seon del lado de Seok Jin. ¿Que le diría sin quedar como un ridículo? No importaba, pero pondría distancia ahora mismo.

Sus pasos estaban llegando cuando escuchaba.

—Lo veo esta tarde, Profesor Kim —hacía una reverencia y se iba mirando de soslayo a Jungkook.

El azabache por poco y rogaba largar rayos por los ojos estilo Cíclope de X-men.

—¿Te gusta Seon que lo miras tanto? —preguntaba Seok Jin divertido.

Ya no había nadie en el salón.

—¿Desde cuándo tiene tanta confianza con Park, Hyung? —cuestionaba en un puchero.

—Me llevo así con la mayoría de mis alumnos —exclamaba Seok Jin que estaba camino a la puerta, para cerrarla con traba.

JungKook estaba tan enojado con su compañero que no había notado aquello.

—¿Por qué dijo que lo vería a la tarde? Ensayaremos juntos —exclamaba aún con tono algo irritante.

El mayor encontraba la escena muy adorable. Llegando cerca del menor, muy cerca...

—Me marcaste demasiado este fin de semana—susurraba cerca de su oído depositando pequeños y castos besos.

—Hyung ¿por qué lo verá a la tarde? ¿Va a cancelarme? —Jungkook estaba entre perdido por la sensación de los besos, pero sentía mucha ira por culpa del chico Park.

—Me estás hablando con honoríficos y de forma tan respetuosa  —los besos de Seok Jin pasaban por su mentón y llegaban a la comisura de los finos labios de JungKook. Luego mordía apenas—, me calienta que me hables de esa forma y también que este renfunfuñando solo porque Park tiene problemas con las última parte de mi clase teórica.

Ahora Seok Jin estaba tan cerca del menor que recordaba de repente dónde se encontraba, así que se alejaba de inmediato al caer en la realidad.

—Hyung ¿Por qué es tan complicado que lo vean conmigo? —soltaba JungKook cambiando  totalmente de tema.

Seok Jin aclaraba su garganta y volvía a guardar sus cosas para alejarse de JungKook que se encontraba demasíado irresistible.

—Es complicado, Kook —decía sin verlo.

—Pero hay relaciones de profesor – alumno de las que muchos ya saben ¿Acaso hay homofóbicos aquí? —cuestionaba buscando una respuesta.

Seok Jin suspiraba.

—¿En tu familia saben que te gustan los hombres? —cuestionaba con calma.

El azabache tragaba el nudo en la garganta, por dios, se había olvidado por completo de que podrían llegar a pensar sus pudorosos y clásicos padres.

Volvía a fruncir el entrecejo.

—¿Por qué Seon lo verá esta tarde? —volvía a preguntar.

—Quiere reforzar unas cosas que le costaron entender antes de mudarnos a la sala de prácticas. Solo eso, bebé.

«Bebé»

JungKook miraba a la puerta y volvía a mirar a Seok Jin, acortaba rápidamente la distancia y lo besaba de forma apasionada. Su lengua se introducía rápidamente y era aceptada al mismo tiempo que Seok Jin presionaba su cintura y con la otra mano tomaba un puñado del cabello semi largo del menor. JungKook por su lado tenía el rostro ajeno prisionero entre sus manos. Un beso sonoro que se tragaba el oxígeno del otro y los obligaba a respirar fuerte y ambos inclinaban la cabeza en dirección opuesta para profundizar aquel beso.

Joder, había que soltarse, tenían que hacerlo, alguien podría golpear o quizás alguien notaría que luego un alumno saldría de su salón. No era la primera vez, pero está vez si tenía la conciencia sucia.

Pero JungKook era adictivo, la mano que tenía en la cintura la había bajado hasta el trasero fornido del menor y apretaba para luego sentirlo más y hacer una pequeña fricción.

—Espera... —pedía entre besos desesperados que JungKook seguía dándole—, por favor.

El azabache lo soltaba mordiendo fuerte el pomposo belfo inferior.

—Sss... bebé, duele

—Joder, quiero repetir —soltaba agitado, el azabache.

—Eres insaciable —decía divertido limpiando su labio—, nos vemos hoy a la misma hora del viernes. Ahora sal de aquí

—Hyung... —puchereaba.

—Este fin de semana hablaremos al respecto ¿Ok? Ahora sal por favor.

—Tengo una amiga que quiere acompañarme en el ensayo de hoy ¿Le molestará si la dejo venir?

—Traela —afirmaba—, nos servirá para no repetir esto aquí.

JungKook suspiraba acomodando su pelo y limpiando con su pulgar su labio inferior. Sonreía débilmente a Seok Jin y se disponía a salir.

Antes de la hora de ensayo, tenía una merienda con Kai y sus amigos. Sujin le había informado que le había sido complicado convencer a Nikko.
Pero sentado en aquella cafetería no podía evitar dibujar una sonrisa al verlos entrar.

—¡Chicos! — se ponía en pie y SuJin lo recibía primero.

—Tu pelo esta cada vez más largo, Kookie —observaba su amigo.

Este reía y notaba a Nikko serio y demasíado tenso con su mirada fija en Kai.

—Nikko —soltaba el mayor de los cuatro—, es bueno verlos.

Sujin estrechaban su mano primero y luego intentaba hacerlo con Nikko, pero era ignorado. Éste se sentaba en silencio en la mesa sin saludar a ninguno.

Luego de unos minutos en el que pedían algo para tomar, estaban esperando las buenas nuevas que JungKook tenía para ellos.

—Bien, estoy perdiendo tiempo importante aquí ¿Que es lo que quieren con nosotros los universitarios? —cuestionaba Nikko.

Sujin mordía su labio nervioso.

—Quiero ayudarlos con su adicción —soltaba Kai.

Nikko fruncia el entrecejo gravemente ofendido.

—Kai encontró un centro de rehabilitación para adictos muy genial. Verás... —Jungkook sacaba los folletos de aquella clínica para mostrarle a sus amigos.

Sujin se veía interesado, pero Nikko solo negaba con cara de odio.

—Tienen talleres dónde pueden anotarse —exclamaba el menor esperanzado que sus amigos aceptarán la ayuda.

—Pero Kook ¿Cuánto sale meterse en un lugar como este? —soltaba Sujin leyendo el folleto.

—Eso no es problema —exclamaba Kai—, tengo un amigo que trabaja ahí y me debe varios favores.

Kai les regalaba un sonrisa amable y cálida.

—¿Cuál es el punto? —cuestionaba Nikko furioso—, me gusta como estoy

—Nikko —exclamaba dulcemente el azabache—, puedes ser más que un peón de alguien como G-dragon

—No soy tu jodido proyecto, Jk —exclamaba—. Te fuiste, nos dejaste. No quieras venir a consolar tu jodida conciencia

—Son mis hermanos —respondía con calma—. Tienen los estudios terminados, solo deben elegir que carrera desean seguir y los talleres son para orientarlos en eso y cuando salgan estén encaminados y decididos

—¡No quiero tener una carrera! Sujin tampoco, estamos bien así —se ponía de pie para salir, no sin antes arrastrar a Sujin con él.

—Oye, suéltame —pedía el otro.

Kai dejaba el dinero en la mesa y se iba detrás de los tres más jóvenes, ya que JungKook había salido corriendo tras ellos.

—Nikko, por favor piénsalo —exclamaba poniéndose frente al castaño.

—No tengo nada que pensar —exclamaba dando un leve empujón a Jungkook. Kai aparecía en su campo de visión—, y tú deja de preguntar tanto con tus contactos. Luego G-dragon se desquita con nosotros. Ya dejen de jugar a los putos héroes. Nosostros estamos bien.

Se disponía a caminar, pero la voz de Sujin lo hacía detenerse un segundo.

—Yo no estoy bien —soltaba de repente éste.

Nikko giraba con un rostro indescifrable.

—Sujin, vámonos —ordenaba.

JungKook miraba la escena dolido, no entendía como su amigo se había perdido tanto. Se echaba a andar sin escuchar lo que SuJin tenía que decir y se subía al auto de su padre esperando por su amigo.

—Sujin —Kai apretaba su hombro—, está es mi tarjeta. Ya tienes mi contacto

—Hyung, no voy a agendarte, sería más problema —le devolvía la tarjeta—, intentaré convencerlo. ¿Tengo algún límite de tiempo para aceptar? —Sujin de verdad quería salir de toda esa mierda, aunque no quería dejar a su amigo.

—No hay límite de tiempo para querer empezar algo nuevo y salir de toda la mierda —exclamaba.

Sujin asentia y se giraba para abrazar rápidamente a Jungkook ya que Nikko comenzaba a tocar la bocina del auto para que entrara de una vez.

Luego veían como los jóvenes desaparecían y recibían una mirada dura de Nikko.

—Debes abrirte de esto —decía Kai—, G-dragon podría enterarse que ya los citaste. No tienes que lidiar con esto

—Te dije, son mis amigos y no le temo a él.

Había cierta mentira en sus palabras, a decir verdad G-dragon le erizaba cada vello de la piel, pero él haría lo que fuera por sus amigos.

Llegaba unos minutos antes que Chery y se dirigía al salón bañado en loción solo para molestar a su Hyung con su aroma varonil.

Iba muy sonriente mentalizado en, probablemente ver a Chery babeando por su profesor, pero definitivamente sería mejor llevarla ahora para que dejase de molestar de una buena vez. Aunque no cabía la posibilidad de creer que la chica se desecantaria con Seok Jin, no definitivamente no, Seok Jin era increíble.

Y tenía un punto, para no volver a besarse de esa forma en los salones una tercer compañía no era mala. Al llegar al salón iba a golpear al verlo cerrado, pero poco le importo así que adentraba con confianza y se encontraba con una escena que lo desorientaba y llenaba de furia.

Park Seongwha, riendo de quién sabe que cosa y con su mano en el muslo de Seok Jin quien reía estruendosamente.

«¿Que mierda está pasando aquí?»

JungKook carraspeaba su garganta y ambos protagonistas giraban hacía dónde venia el ruido. El azabache se cruzaba de brazos como intentando intimidar a Park, pero este lo miraba con sus cejas enarcadas.

—Joven Jeon, llegó quince minutos antes —decía Seok Jin poniéndose de pie.

Seon hacía lo mismo.

—Jeon ¿Por qué esa cara? —soltaba con aire altivo—, ¿Alguna niña no te hace caso?.

Seok Jin observaba en silencio mientras guardaba unos papeles, podía meterse y decirle a Seon que no dijera tal cosa, pero era un intercambio de palabras de dos compañeros, él no debía de reaccionar a menos que fuera algo grave.

—Me parece que las niñas no te hacen caso a ti —decía burlón el azabache.

Seok Jin negaba con su cabeza desde su lugar.

—Oh, a mí me gustan los niños —decía con seguridad—, bueno no tan niños, más grandes para ser más específico —y miraba descaradamente a Seok Jin.

—Joven Park, es turno de Jeon para ensayar la canción que tendrán que practicar —Seok Jin utilizaba su tono dulce, pero firme.

—¿Puedo quedarme? —preguntaba.

—No —soltaba JungKook.

—No te preguntaba a tí —respondía el chico de rostro exótico y bien parecido—, ¿Profesor Kim?

—No importa lo que el profesor diga. No quiero público mientras práctico, yo voy a cantarla y podrás verme hacerlo dentro de una semana. Ya no insistas.

JungKook podía llegar a ser bien berrinchudo, si no fuera porque Seok Jin no era nada serio y, tampoco nada público.

Seon suspiraba—, Si en algún momento quiere un alumno más maduro, yo podría cantar para usted —sonreía coqueto nuevamente.

JungKook estaba comenzando a odiar esa sonrisa y quería quitársela de su rostro. El tipo queria conquistar a Seok Jin no había que ser muy inteligente para notarlo.

—Lo tendré en mente, aunque la voz de JungKook tiene el color preciso para esta canción.

Jungkook canturreba victorioso en su interior mientras Seon puchereaba, pero no parecía herido, parecía divertido.

—Me gustaría ofrecerme para su próxima composición —se inclinaba para hacer una reverencia y estiraba su mano esperando a ser estrechada.

Seok Jin respondía y añadía—: Lo tendré en mente, Park

—Genial —el chico seguía sosteniendo su mano y JungKook largaba humo por las orejas.

—Ya, Park. Devuélvele su mano —exclamaba entre furioso y sorprendido. Su boca se abría antes de repensar las palabras correctamente.

Seon reía y soltaba al mayor para finalmente, salir.

—Cierra la puerta, no me gusta que vean para dentro mientras práctico —ordenaba.

Seon carcajeaba y soltaba—. Cierrala tú, Jeon. Tenga buena noche señor Kim.

JungKook resoplaba con dirección a la puerta y la cerraba tras de él.

¿Quien se creí Seon para tocar a su profesor tanto? Era un irrespetuoso.

—Me parece, Hyung —mirando al piso, mientras caminababa y sin respirar entre palabras decía—, Seon se está tomando demasiados atrevimientos, Hyung. Cualquiera podría sospechar, porque quizás usted no lo notó Hyung...pero él está descaradam–...

Los labios del mayor se estampaban contra los suyos tomándolo por sorpresa, tardando en responder al beso, pero rápidamente se recomponía tomando a su profesor de la cintura para nuevamente robar el aire ajeno y hacer bailar sus lenguas para hacer una competencia sobre quien dominaría a quien.

"Mmm~.."

JungKook lo había levantando apenas del suelo para sentirlo y apretujarlo a su gusto. Unos segundos más y se separaban con respiraciones entrecortadas.

—Creí que no debía suceder algo así de nuevo —exclamaba totalmente excitado el menor.

—Dijiste Hyung demasiadas veces con un puchero en tus labios —Seok Jin limpiaba los rastrojos de saliva—, jugaste sucio.

JungKook se mordía el labio inferior sonriendo de lado, su profesor ya no podía contenerse. Eso debía ser una buena señal, quizás y si podría avanzar de a poco con lo que tenían

Aunque si así fuera, debía pensar que diría a sus padres, si no, tantas exigencias a Seok Jin no tendrían peso si él no era honesto con su familia. De igual forma, era cada vez más adicto y vivía cada vez más necesitado del mayor y su tacto.

JungKook estaba sumándose demasiadas cosas en las que pensar.

Llegué bebus.... moría ignorada.
Les dejo aquellos rostros que representan cada personaje (si tienen sus propios está bien. Yo solo les dejo aquellos que me dieron la vibrador cada uno)
y como verán entro uno nuevo personaje. Bebito Seongwha...

"Si te he fallado, te pido perd–..." ahre

La próxima a editar será ALL OVER AGAIN.

Están avisados, les amu.

Con amor Niñita Nany 💜

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