JUST ONE DAY

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El jóven se encontraba empacando su ropa, no tenía mucha, pero por alguna razón tampoco entraba toda y debía de dejar un poco.

Seleccionó aquellas prendas que sabía que usaría más, sus botas preciadas de leñador color mostaza, no podía faltar su camisa blanca, sus pantalones anchos obviamente serían empacados la mayoría y luego aquello que tenía para salir y verse bien.

«Quizas si tenga mucha ropa», pensó.

Luego de unas horas lo más importante estaba empacado, mientras tanto su Madre lo llamaba para almorzar, bajaba emocionado, nada ni nadie podría hacer decaer su estado anímico.

—¿Como se encuentra el universitario de la familia? —preguntaba su Padre con detonante orgullo en su voz.

—Padre, también fui a la universidad —exclamaba su hermana mayor con un tono divertido.

Jeon Young Mi era una abogada recibida, joven y casada, pero sin hijos.

—Bueno, pero considerando las amistades que tú hermano tenía y como vivía en la calle, jamás creí que este día llegaría —replicaba el hombre alto con gran porte y voz gruesa.

Jeon Jungkook había crecido con sus vecinos, se habían vuelto casi hermanos, pero la mayoría con el tiempo había elegido el camino fácil.

Más de una vez y por pura diversión—probablemente también por ser un estupido adolecente—había transitado ese camino, ya que sentía que ellos eran sus amigos, sus hermanos de sangre, después de ese estúpido voto a los doce años donde habían cortado las palmas de sus manos para ser "oficialmente" hermanos de sangre.

Luego de pensarlo mucho, Jungkook realmente quería salir de ese lugar, él tenía talento—no es que los otros no lo tuvieran—pero una vez que Kai había dejado al grupo para irse a estudiar medicina, pensó que él también podía ser alguien, y en cierta forma le pesaba, teniendo a su hermana mayor con una carrera y matrimonio exitoso, era la carga del hermano pequeño estar a la sombra del éxito de su Noona.

Pero era un deseo, él tenía un sueño, una pasión y cuando supo a dónde quería dirigir su vida, sus notas habían comenzado a mejorar. Sus padres ya no eran citados a la escuela porque Jungkook se había metido en alguna pelea, si no que eran citados para informarles lo mucho que sus notas y actitud habían cambiado.

Tanto los profesores como la directora del lugar se encontraban orgullosos al ver el cambio en el jóven y los progenitores del susodicho rebosaban de orgullo. La relación con su padre había mejorado en gran manera y su madre ya no sufría por las noches pensando en donde estaba metido su hijo menor.

Como toda madre, ella estaría para él siempre, pero le daba muchos dolores de cabeza, ésta ahora ya no se veía cansada, ya no había ojeras cubriendo su pálido rostro porque ahora descansaba en su almohada cada que iba a dormir y sabía que su hijo estaba bajo el mismo techo y no vagando por las inseguras calles de su barrio.

Jeon Jungkook sabía lo que quería, y no se detendría hasta conseguir su cometido, quería ser académico instructor de música, pero quería serlo en el extranjero, quería ver el mundo, quería salir de Corea y dedicarse a lo que le gustaba, aquello que sacaba lo mejor de él.

Cuando había preparado aquel video presentación para la universidad de música de Dankook, estaba lleno de nervios y de ilusiones, no solo debía entrar, necesitaba la beca porque le era imposible para su padres hacerse cargo de esos gastos, pese a que todos prometieron ayudarlo si la beca no le salía, él no quería ser esa carga.

Así que eventualmente, cuando la carta de aceptación había llegado junto con la noticia de aquella beca que respaldaría sus estudios, había estallado en llanto, solía tener una suerte horrible, pero por primera vez eso estaba cambiando.

DK Univertisty of music quedaba a unas cuatro horas de donde vivía, por ende, estaría instalado en el campus, estaba lleno de ansiedad y preguntas. ¿Quién sería su compañero de cuarto? ¿podría manejar la tensión?, casi que su fe comenzaba a menguar sintiendo que no sería capaz de lidiar con aquello, que no estaría a la altura.

Pero luego su madre se acercaba y levantaba su ánimo con las palabras exactas—. Mírate Jungkook, tú puedes lograr lo que desees, solo tienes que pensar a futuro, aunque el presente no se vea color de rosa, siempre mira hacia adelante y lograrás lo que te propongas.

Luego le daba esos abrazos que solo una madre podría dar y se sentía con fuerzas de nuevo.

La cena había culminado a la perfección, se encontraban desgustando un café con unas masas dulces que su hermana había traído, pero un mensaje llegaba a su teléfono llamando la atención de los presentes.

—¿Todo bien, hijo? —preguntaba su padre con voz firme.

—Si, solo son los chicos —respondía restándole importancia.

—¿Qué quieren? —preguntaba Young Mi.

Más de una vez había aconsejado a su hermano alejarse de esas amistades.

—Despedirse —respondía el jóven sabiendo que la mirada de su padre ardía.

Hacía ya mucho tiempo había dejado de demostrar interés en prohibirle verlos, como todo adolescente si su Padre decía "no" él lo haría. Claro que luego eso había cambiado y ya dejaba que Jungkook tomara sus propias decisiones con respecto a sus amistades.

—Si vas, ten cuidado —solo eso se limitaba a decir.

Su madre suspiraba con temor, pero no le reclamaba. Él asentía y añadía—. Iré, pero volveré en menos de una hora, solo cerraré ese capítulo de mi vida —respondía el menor apretando la mano de su madre para brindarle confort.

—¿Quieres que te lleve? —preguntaba finalmente el esposo de su hermana.

—No es necesario, gracias Chung-ho Hyung.

El jóven se levantaba para ponerse más o menos pasable e ir a despedir a sus antiguos amigos, G-dragon era el líder, Jungkook sabía que lo quería, pero no había sido fácil para él aceptar que se iría al igual que Kai, de todas formas no sería un impedimento y tampoco permitiría que el resto lo fuera.

Pasadas las horas Jungkook se dirigía a la dirección que éste le había brindado por mensaje. Una vez allí unos pares juntos con G-dragon lo estaban esperando.

El olor a marihuana fluía de ese grupo, estaban los más cercanos que solo eran dos aparte del líder y luego cinco más con los cuales Jungkook nunca había tenido buena relación.

—¡Baby Jk! —exclamaba con entusiasmo el líder atrapando al menor en un fuerte y caluroso abrazo.

—G-dragon —respondía éste—. No me quedaré mucho tiempo, mañana debo partir temprano

—Claro, claro —lo atraía al grupo y el resto daba un apretón de manos—. Solo unas cervezas y quizás alguno que otro descontrol en la fiesta de la chica rica.

Señalaba la casa de la tal Jaime que siempre daba fiestas extravagantes con todo tipo de gente como invitados, por ende, ellos entrarían sin problemas, aparte Jaime sentía una gran atracción por el jóven.

—No me interesa entrar a esa fiesta —respondía con tranquilidad.

—Baby Jk ¿no quieres perder tu virginidad con la niña rica? será una buena despedida —exclamaba G-dragon elevando sus cejas.

—¿Qué te hace creer que soy virgen? —preguntaba divertido.

—Tu pánico hacía las mujeres que se te acercan —respondía uno del grupo.

—Muy chistoso —replicaba el menor.

—Oye, Jk —decia G-dragon llevándolo aparte—. Necesito de tu encanto esta noche.

Jungkook lo miró enseriando sus rasgos—. Te dije que estoy fuera y dijiste que estabas de acuerdo —replicaba con rabia.

—Lo sé, lo sé, pero vamos, nadie tiene tu rapidez —exclamaba y tomando las manos del menor añadía—. Tus manos van acompañadas de tu encanto y nadie nota nada, por favor. Solo serán un par de billeteras y iPhones, por favor —rogaba el mayor—. Delitos menores.

Siempre tenía el poder de convencerlo, quizás por temor o porque G-dragon le daba esa adrenalina que a todo jóven a veces le hacía falta.

—Te conseguiré un par y me iré

—Prometo ser yo quien te lleve a casa —exclamaba orgulloso el mayor.

—No, te daré lo que consiga y me iré, será la última vez que nos veamos —decía con firmeza.

La mandíbula del mayor se había tensado, pero no replicaba, solo asentía fingiendo una sonrisa.

—De acuerdo, te extrañaré —palmeaba el hombro del menor para finalizar con un apretón un poco más fuerte de la cuenta.

Jungkook solo esperaba que no fuera una noche larga y no veía la hora de salir de ese lugar.

Solo quería comenzar su nueva vida de una maldita vez, cerraría esa puerta dejaría a todas esas personas fuera de su vida, solo así crecería, solo así sería alguien, solo así todo mejoraría.

Hola, no me canso de intentar sorprenderl@s.
Perdón se me había olvidado el Whatsapp.

Qué les pareció?
Le dejan cariñitos?

Con amor, Niñita Nany 💜

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