Capítulo 15: Entre miradas curiosas y risas secretas...

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

A pesar de la contrariedad que tenia Bonnie en ese momento se sorprendía de gran manera sobre las decisiones que tomaba. Le hacia recordar vagamente a sus años de niñez cuando era ignorante a todo lo que pasaba a su alrededor, como cuando aquella vez unos niños le dijeron que seria buena idea investigar en el salón de profesores y lo terminaron encerrando allí, por lo que tuvo que pasar alrededor de tres horas de esa forma para luego ser castigado, pues estaba prohibido estar allí siendo un estudiante sin supervisión... También estaba aquella vez en la que una niña menor de su primaria le suplicó ver si en una zanja se había caído su muñeco solo para cuando se inclinara empujarlo dentro y salir gritando; “¡Alabenme! ¡He encerrado al demonio y le he dado de comer a los muertos con su cuerpo!” Fue un momento raro, para que negarlo... Y aun con esas resumidas anécdotas la mas reciente que le pasó por la mente fue la que le pasó hace unos dos años, en dónde un club de musica se había organizado para hacerle una “fiesta sorpresa” por su cumpleaños número quince, y Bonnie como todo un ingenuo, sabiendo que casi nunca se la pasaba con otras personas y aun presintiendo que algo malo iba a pasar aun así fue, para terminar con la golpiza de su vida pues el ritual de “saquen al moustro había comenzado...

¿Y a que punto quería llegar pensando en todo aquello?

Pues muy simple, era el hecho de que inclusive alguien le diera la idea sobre hacer algo que involucraba su presencia, él igual aceptaba aun teniendo la sensación de peligro activada y de que en cualquier momento algo saldría mal... ¡Pero aun así lo hacia! ¿Y saben por qué lo hacia? Su curiosidad era mucho más grande que su apática y contraria actitud que dejaba demostrar siempre...

Ahora se encontraba en un Bus, sentado en uno de los asientos mas hacia atrás, a pesar de que éste estuviera casi vació. Por la distancia que mantenía notaba a cierto chico de orbita gris en los primeros puestos de vista hacia el lado que daba al estrecho pasillo del largo vehículo, pudo haberse sentado a su lado o al menos un puesto mucho más cerca, pero no quiso.

La retrospectiva estaba de la siguiente manera; él en un vehículo público acompañando a aquel joven menor que de la nada le pidió ir ambos a su casa siendo que se consideraban —o al menos él si lo consideraba— personas ajenas. Su forma de actuar al respecto se podría juzgar fácilmente como una acción contradictoria de si mismo y lo sabía. Pasaron alrededor de unos veinte o quince minutos, no podría asegurarlo ya que no traía su móvil, hasta que por fin el peli-morado notó como el chico delante de él se levantaba de su asiento indicando que ya se bajaría. Así que sin esperar mucho le siguió el paso bajando de aquel vehículo.

El de mirada verdosa volteó hasta centrase en él, y con una muy extraña expresión que Bonnie no podría asegurar si estaba....¿Molesto? O simplemente nervioso, lo miró y ladeó la cabeza indicando el camino que seguirían a continuación.

—Bien... Sigueme.

—¿Estas de broma? —inquirió Bonnie luego de recapitular y darse cuenta de que el menor no podía estar hablando en serio. ¿Él? ¿Yendo a su casa? Se despegó de aquel extraño acorralamiento que tenia y que lo había dejado vagando un rato entre pensamientos para mirar al chico gris frunciendo el entrecejo a través de esos poco reflejadores lentes que cargaba—. Ni siquiera te conozco ¿por qué lo haría?

—Ese es el punto... No es como si fuese a pasarte algo, yo solo... —murmuró una que otra cosa antes de soltar un cansado suspiro y despeinarse tras mirar como el menor en estatura daba unos paso, retrocediendo. Bufó—. Eh, salgo dentro de dos horas del Comité de Bienvenida...

Al escuchar eso Bonnie abrió los ojos y negó de forma inmediata, ¿Dos horas? ¿pretendía que estuviese esperándolo dos horas a que terminara de hacer sus cosas? Ese chico debía estar mal de la cabeza si tan siquiera lo pensaba. Bonnie procedió a dar media vuelta, dispuesto a irse, pero apenas al dar el primer paso logró escuchar nuevamente como Bon hablaba.

—En serio... No es nada raro... Y si quieres venir estaré esperando aquí cuando salga —Bon soltó un suspiro lleno de desgano y se encogió los hombros, pues al menos había hecho todo lo que estaba en sus manos, no iba a presionarlo mucho menos a obligarlo porque al fin y al cabo, era su decisión—. Es importante lo que te voy a mostrar, y creo que te interesara mucho... De cierta forma.

Divagó entre sus palabras haciendo un par de movimientos con su mano y dudando de lo que decía, observó nuevamente como Bonnie ahora se encontraba cruzado de brazos manteniéndose a su distancia... De verdad que ese chico era duro de convencer.

—Y... —continuó hablando tras no recibir respuesta— si de verdad no te interesa averiguarlo y no estas aquí cuando salga, yo... Dejaré de insistir... Aun si me das o no una respuesta ahora, con eso para mí ya seria suficiente.

Esas fueron las ultimas palabras que le dedico Bon con ambas manos escondidas en sus bolsillos de su pantalón meditando cada que salia de su boca y a decir verdad le sonaban tan desalentadoras. Vio como Bonnie asintió desde su posición provocando que él cerrara los ojos y diera la vuelta para emprender camino hasta internarse por los pasillos de la preparatoria dejando a un peli-morado con su expresión firme y orgullosa, aunque por dentro tenia mucha duda sobre lo que acababa de pasar...

¿Si se había dado cuenta de lo que había pedido, verdad?

Bonnie negó varias veces ablandando el entrecejo y procedió a ir directo hasta su casillero para arreglar sus cosas e irse de una vez a su casa. En sus planes no estaba esperar a aquel chico el cual mas le incordiaba y lo estresaba en múltiples puntos de su entorno. No, que va, lo mejor era evitar esos problemas al desistir de aquella forma porque a su parecer esa seria la manera mas factible de darle una respuesta... No buscaba expresarse con el menor, no lo tenia pensado, y tampoco quería hacerlo, así que tomaría por hecho lo que dijo y se dedicaría a imaginar que de aquella forma dejaría de buscar su propia cercanía. Bon le inquietaba, su condición no estaba para tolerarlo y menos si justo en aquel instante vivía altibajos tras conocer más y más cosas que lo hacia dudar totalmente de todo.

Algunos minutos de caminata pasaron para cuando Bonnie suspiró hallándose completamente internado en su linda morada y, como suponía, no había nadie. Caminó un poco hasta la cocina y al estar allí se preguntó así mismo si sus padres vendrían temprano, sin embargo ese pensamiento fue descartado en cuanto vio un pequeño toper reposando en la encimera de su cocina... Cuando su madre dejaba su cena lista era un indicio de que trabajaría hasta mas tarde, y como su padre siempre solía esperarla tampoco era muy certero de que éste viniese antes, por lo que tendría horas extras de soledad extrema.

Decidió no darle mas vueltas al asunto y vio que hora era desde su móvil, notando lo mucho que faltaba aun para que al menos cenara. Su pensamiento quedó en eso y opinó que tal vez se prepararía una merienda o comería de sus golosinas secretas... ¿Que mas se suponía que haría todo ese tiempo?

Al subir rápidamente las escaleras y internase en su habitación dejó la mochila tirada aun lado y tranquilamente vio como estaba mucho mas ordenada desde la ultima vez que la miró con atención, se quitó los zapatos y la camiseta del uniforme para quedar simplemente con aquella prenda oscura manga larga que siempre traía pues se había vuelto su costumbre, aunque la temperatura no fuese muy baja y además de que para ese momento tenia calor, decidió recostarse de lleno desplomándose en su cama y observando con atención al techo, cerró los ojos metiéndose en la montaña de pensamientos que traía y, sin estar seguro de si era por la temperatura o por la presión de estar meditando todo, pasó una de sus manos por su frente notando lo sudoroso que se encontraba. Después de eso, no dudó en darse un refrescante ducha para aclarar sus sentidos y de igual manera sus dudas.

Abrió la regadera y de apoco comenzó a sentir las pequeñas y abundantes gotas de agua que le resultaban de lo mas agradable y refrescante, cayendo primero en en su larga cabellera para terminar su recorrido descendiente... El leve vapor que había debido al agua le hacían pensar en que tenia una sensación gratificante cuando cerraba los ojos, y estando de esa forma su lucidez comenzó a hacer revuelo con mas insistencia nuevamente.

Sin duda alguna, su día a día de apoco comenzaba a ponerse cada vez mas extraño, pues a pesar de todo ahora tenia una que otra respuesta mucho mas certera de alguien que conocía un tanto sobre el tema, según lo que decía y los mitos que ella sabia, considerándolo de esta forma a su parecer estaba ahora MUY alejado de lo que en un principio él creía, sus padres e inclusos sus estudios médicos o especialistas dictaban, estaba seguro de que si en algún momento se enteraban sobre su aclaratorias se quedarían con un ojo cuadrado... Ya que resultaba ser que al final todo llegaba a una conclusión extraña y mágica que no podría responder por si solo. Por ahora no veía conveniente contárselo a nadie que no estuviese hasta el momento inmiscuido en el tema, pues tenia a tres personas que con las cuales podría llegar a acudir, aunque no lo quisiera, sabia que en cualquier momento seria necesario puesto que necesitaba saber más, mucho más.

Ya cuando terminó de ducharse y estar con la toalla amarrada a su cadera, tomó otra para secar completamente su rostro sintiendo los mechones de cabello que se hallaban todavía húmedos pegados a su frente por lo que decidió envolver su cabellera con esta misma hasta caminar y por mera curiosidad decidió posarse frente al espejo de su lavabo y observar su rostro con atención. Allí pudo notar varias cosas, con dedicación miró aquello que era lo mas extraño que lo caracterizaba físicamente. Sus ojos de un intenso escarlata, esos que incluso a él le causaban una extraña sensación el mirar directamente. No le solía gustar observarse mucho al espejo, de hecho, era una acción que la mayoría de veces evitaba hacer... Pero, con todo los acontecimientos ocurridos aquel día lo requería, a su parecer.

Afincó sus manos en los costados del lavabo y se acercó un poco mas a aquella reflejadora superficie, entrecerrando los ojos y sintiendo que estaba haciendo caras raras al observarlos con atención. Definitivamente algo no estaba bien con él pero no de la manera en la que todos creían, si no una mucho mas “normal” pero igual de rara. Podía ver sus pequeñas pupilas contraídas y el reflejo en basto de sus iris rojizas. Si miraba exhaustivamente también notaba a el minúsculo reflejo de su persona en estos. Estaba seguro que hasta ese día nunca los había detallado con tanta precisión como lo hacia ahora. Suspiró y arrugó el entrecejo... ¿Quien podría considerar que aquellos ojos eran tan siquiera bonitos?

Para él y para la sociedad en donde había crecido, aquello simplemente fue un error genético, uno muy malo y que le daba una apariencia casi demoniaca, no le afectó directamente al principio pero conforme fue creciendo insertó la duda en cada uno de los adultos con quienes se rodeaba. Cerró los párpados con fuerza y los volvió a abrir haciendo un puchero para apartar la vista unos instante mirando hacia otro lado ya cansado de meditar aquella situación, negó un par de veces. Los ojos de Cami era de un rojos mucho mas claros pero igual de brillantes, igual de llamativos, casi como si fuesen una lucesita encendida y los suyos se denotaban mas neutros y profundos en tonos mas oscuros, como la sangre derramadas... ¿A esto se referían con que no se podían comparar?

Apretó los labios y volvió a fijar su vista en el espejo. Ahora que lo pensaba todavía le quedaron un sin fin de cosas que no tuvo el tiempo de cuestionar... Como por ejemplo; ¿Por que precisamente le toco a él tenerlos? o a ellos si se refería en general, ¿Era una especie de selección al azar o todo estaba fríamente calculado por ese incierto destino que creía tener? ¿Cuantas personas ella había visto con la misma condición para que dijera que “no era tan poco común”? ¿Acaso... Podría ser hereditario?

De ninguna manera, la mayoría su familia fue la primera en alarmarse al pensar que había nacido defectuoso, razón por la cual tampoco es visitado por esta, apenas si conocía a sus abuelos maternos y aunque su madre lo disimulaba sabia que no lo visitaban por que tenían vergüenza de que su hija hubiese dado a luz a un niño con defectos... Malditos perjuiciosos.

Bufó con aquel pensamiento dirigiéndose a su habitación y procediendo a buscar una ropa cómoda para quedarse en casa, al final optó por una camiseta amarilla con su común mangas largas debajo y una bermudas, mientras caminaba descalzo bajando las escaleras. Su casa era un lugar tan silencioso cuando no había nadie. Normalmente era algo que le ocasionaba cierta paz, pero en ese preciso momento su cabeza se hallaba echa un lío por tantas nuevas preguntas que aparecían de pronto como si trataran de ocasionarle a la fuerza una crisis existencial en el momento. Maldita sea, ni sabiendo lo que sabia se quedaba tranquilo, y sobre todo su estado de incordialidad también venia ocasionado por el sonido de Tic Tac que hacia uno de los relojes colgados en la pared de su sala. Bonnie se encontraba reposando en el sillón, abrazando sus piernas mientras su ansiedad incrementaba con cada toque de aquel artefacto.

No sentía ganas de prender la tele ni tampoco de vagar por internet, solo se concentraba en observar meticulosamente como aquella manilla grande se movían cada instante y luego cuando llegaba a las doce se movía la mas pequeña indicando que apenas si se había concluido un minuto... ¿Por qué sería que la hora pasaba mas lento cuando te concentradas en querer lo contrario?

Entre-cerró los ojos ahora que estaba descansando de usar anteojos, hasta que notó nuevamente al ver el reloj como de a poco se hacia la hora en la que ese chico le había pedido esperarlo... ¿Y todavía creía que lo iba a hacer? Ja, como si no tuviese cosas mas importantes que estar de intrigado con un chico que lo ponía de nervios al ser tan raro en apariencia, y además, para colmo pedirle ir a su casa cuando para él era un total desconocido... Sí, definitivamente estaba chiflado...

Sin embargo, tras su mente tener ahora la imagen visual de Bon no dudó en llevar sus cuestiones hacia él, porqué si no podía responder sus crisis acerca de su su ojos por los menos tenia que concentrar sus dudas en otra cosa... ¿Con que propósito él quería que fuese a su casa? ¿Que ganaba? Simplemente lograría ponerle un paro si le hacía caso al no obtener nada o iba a ser algo completamente diferente a lo que se hubiese imaginado... ¿A que tipo de cosa importarte se refería siendo que ni se conocían? Él no sabría que seria importante para él, pero aun así pensaba en que si se lo propuso fue por algo...

Si iba, estaría prácticamente diciendo con sus acciones que no le importaría que el menor siguiera insistiendo en su cercanía, después de todo, él ya había puesto las condiciones y le favorecían mucho si se quedaba quieto en su lugar sin mover un solo dedo para ir... Quería ir y no quería, quería para saber que rayos pretendía y que era lo que creía que a él le seria importante, pero no quería porque estaría doblegandose con su decisión y de seguro volvería a cuestionarlo con preguntas de por qué no le agrada y aun así fue, por qué se vía que se sentía tan incomodo y...

—Ahg —murmuró, con enojo, dándose un golpe en la cara viendo si de este forma se aclaraban las cosas en su cabeza sobre su decisión, pero lastimosamente no fue el caso—... Qué pretendes, Chico gris...

Susurró para si mismo justo cuando sentía como sus dedos se movía de forma rápida palpando en el acolchado mueble en donde estaba, los a nervios y la inquietud ya era algo que lo dominaba en constantes ocasiones, sabia manejarlas pero aun así estaba seguro de a qué atenerse exactamente, tenia todos los puntos claros. Al final cuando vio nuevamente el reloj se dio cuenta de que era exacta la hora en la que él le había dicho que iba a salir por lo que Bonnie supondría que ya estaría listo para irse.

Supuso que era una señal diciéndole que su tren ya había pasado y que ya no tenia de otra mas que quedarse en casa después de todo, le era extraño pensar que casi sucumbía ante la presión mental que se hizo así que de alguna forma fue algo aliviador...

Al final ya no podría ir de todos modos...

Había pasado media hora y nuestro querido Bon no había visto rastro de aquel chico. Decayó la mirada, abatido, dándose cuenta de que esto podría significar su respuesta definitiva, ya lo presintió después de verlo irse, pero aun así había querido mantener la esperanza. Apretó la correa de su morral y mordió su labio inferior caminando unos pocos metros por la calle para dirigirse a la parada de bus, apenas alzó la vista notó que a la distancia breve se encontraba cierto chico que fácilmente reconocería aun si ahora llevaba una ropa mas casual, sus grandes lentes era mas que obvios y con el ocaso pasando junto a diestras de Bonnie fue una escena casi surrealista.

—Si vino —habló bajito, y por la distancia que mantenía era obvio decir que Bonnie no lo había notado. Desde que salio decidió esperarlo mas tiempo por si se le hacia un atropello continuar allí, así que decía mucho con aquella acción.

Bonnie ya había tomado su decisión, o al menos eso había intentando porque después de que pasaron otros pocos minutos y se rindió mentalmente «Ya es tarde de todos modos, ya se fue así que no importa» hubo un punto en el que su mente se desconecto de él y para cuando se había dado cuenta ya se encontraba cerrando la puerta principal y emprendiendo el mismo camino que tomaba todas las mañanas se dirigió a la HS.

Tomó una gran bocanada de aire y mantuvo su mirada firme al menor justamente unos cuantos metros gente a él. No iba a mentir, había tenido la esperanza de no encontrárselo, pero para su mala suerte el chico que tenia al frente nuevamente hacia relucir su presencia escasa de tono. Con una cara decidida Bon se le acercó y hizo una leve seña con su cabeza hacia la dirección que seguiría a lo que él asintió. Era extraño que en ningún momento intercambiasen palabras, pero para el peli-morado fue alentador ya que no encontraba forma de decir algo y el de tonos grisáceos tampoco veía conveniente hablara en aquel momento...

Ya hablando en términos actuales, pasaron mas que unos minutos antes de que ambos chicos dieran por concluida su caminata al encontrarse justo al frente de una casa, era un recorrido extenso desde la parada y terminaron un lugar que parecía apartado al tener su propio portón, se veía bastante común a la vista de Bonnie, como cualquier otro, era de esos que a la distancia la mayoría de las casas compartían pared, sin embargo en su caso él tenia un patio tanto delantero como trasero, no lo estaba pensando como algo que presumir o sacar a relucir mucho menos, puesto que viviendo tres personas nada más que apenas si pisaban la vivienda en todo el día veía innecesario tanto espacio desperdiciado. Notó que la casa en donde ahora estaban justo al frente estaba pintada de tonos oscuros y cuando alzó la vista vio también que era de dos pisos.

Bon se sentía ligeramente inquieto tras mirar como el menor en estatura se quedaba viendo su hogar tanto. Suspiró cuando ya por fin abrió la cerradura he hizo un ademán para que Bonnie pasara, sin embargo él simplemente se quedó quieto en su sitio como si no entendiera que quería decir con su acción.

—¿...Podrías pasar? —dijo por fin casi sonando como pregunta cuando en asintió y se internó en la morada después de tomar un trago de valor. Era realmente acogedora y estaba muy ordenada, tenia la sala frente, cuando se notaba los sillones en ella, y el comedor no estaba muy alejado si no mas hacia el fondo, todo se veía sumamente limpio. Eso ultimo provocó que Bon se sintiera aliviado al darse cuenta, pues significaba que su aparte ni siquiera había llegado, porque solía ser muy desordenado... Por no decir demasiado—. Puedes sentarte y ponerte cómodo.

—¿Que estoy haciendo exactamente aquí? —cuestiona el peli-morado antes de observar como el de entorno gris voltea a mirarle con una diminuta sonrisa.

—Quiero mostrarte algo importante —expresa sin mas—. No me gustaría que piensen que estoy en tu contra cuando es todo lo contrario... Así que para mí es un avance tenerte aquí ¿no lo crees?

Bonnie lo mira con duda aun parado desde su sitio pues no se sentía con la suficiente confianza para tomar asiento, así que no lo haría.

—¿Y qué es eso tan importante que me quieres mostrar? —volvió a cuestionar cruzando los brazos y pasando por alto que la forma en como lo había dicho hizo que Bon se sintiera gratificado aunque su mirada se mantenía serena ¡ya lo están tuteando!—. Responde...

—Todavía no ha llegado —Bonnie arqueado una ceja... ¿a que se refería?— ¿Quieres algo de tomar?

Tras observar como él parecía dirigirse a lo que era lo la cocina lo pensó para terminar diciendo simplemente que quería agua antes de perderlo de vista. Bonnie tomó aire para luego soltarlo despacio preguntándose cuando en su vida se hubiera imaginado aceptando ir a la casa de un casi extraño por la mera intriga que se albergaba en su mente.

Y por otro lado Bon no estaba completamente seguro de que pensar ante la situación que estaba viviendo... ¿Que se suponía que haría ahora? No se arrepentía del hecho de invitarlo ni nada por el estilo, de lo que si se arrepentía era de haber tomado una decisión tan precipitada sin condicionar bien todas sus variantes... Eso era lo que lo tenia inquieto, por qué ¿cómo reaccionaria? Se sintió presionado al ver que de verdad Bonnie no quería escucharle que simplemente habló sin detenerse a pensarlo hasta ahora, estando en el comité logró desviarlo por breves hasta que salió y se dio cuenta...

Mordió su labio inferior arrugando la vista luego de haberle servido un poco de agua... Mierda, ¿por qué era tan impulsivo? Bonnie se notaba un chico tranquilo con una actitud tenaz que repelía las cosas, pero no lo repelió ahora del todo, ese chico estaba en su sala esperando ver aquello tan importante.

—¿Tus padres se enojan si llegas algo tarde? —Bonnie negó, tampoco es como si se fuese a quedar—. Es que... No estoy seguro de a que hora podría venir.

—¿A que te refieres? —cuestionó, cuando el menor le ofreció el vaso de agua, sin embargo él miró aquel gesto entre sus manos un par de segundos.

—¿Qué haces?

—Me aseguro de que no tenga nada.

—¡O-oye! ¿quien crees que soy? —preguntó exaltado sintiendo vergüenza de esa tanta falta de confianza que el contrario le demostraba sin pena alguna—. Si tienes sed, bebe.

«cómo si yo quisiera ponerle algo en el agua ¿en que rayos piensa?» fue lo que se dedicó a pensar.

—Voy a subir a cambiarme, esperame unos minutos, no tardo.

Tras decir esto rápidamente subió las escaleras y dejó a Bonnie en aquella sala sin saber que hacer a continuación. Aun no estando del todo seguro Bonnie bebió el contenido y sin sentir nada raro divagó un poco su vista a lo que era la morada en si, notó que a pesar de todo se sentía un aire cálido, tal vez por ser un espacio pequeño le daba ese aire que solo sentía cuando su hogar estaba siendo acompañado por sus padres, así que se preguntó quienes eran los que vivían allí. En si, no había muchas cosas adornando, solo lo esencial o al menos eso veía en la sala, los muebles, una mesita de frente al televisor, en las paredes había una que otra foto pero las que pudo percibir en su mayoría que eran como dos, y Bon era el único que salia en estas de mas chiquito, pero, adivinen qué, ni a eso les notaba color alguno... ¿¡Pero que rayos!? Aun en fotos seguía gris.

Caminó un poco hasta quedar junto a una mesita al lado de las escaleras y observó con atención un pequeño cuadro con una foto en donde mas de una persona salia... Estaba obviamente el niño gris por como veía a Bon pequeñito con aquellos orbes esmeralda bien abiertos con una sonrisa chimuela, mientras que lo sostenía en brazos una mujer de cabellera castaña hasta el cuello y ojos igual de intenso jade como los del niño que traía en brazos, supuso que se trataba de su mamá pero no iba a preguntar luego porque ya aprendió la lección. Junto a ambos se encontraba un hombre grande de piel no tan clara y ni tan oscura, con el cabello turquesa echado para atrás peinado tal vez con gel, mientras sostenía del hombro a la femenina manteniendo una sonrisa pero a diferencia de ellos no podía ver de que color tenia los ojos ya que se hallaban cerrado.

—¿Quieres algo de comer? Solo tengo papitas como bocadillo, pero si no tienes prisa y me das tiempo te preparo algo...

Tras bajar las escaleras ya cambiado por una polera negra y un pantalón simple... Oscuro, lo al menos eso veía Bonnie. Sus palabras se detuvieron al notar como aquel chico de hebras violetas se erizó en su lugar tras mirarlo. Al acercarse a él vio como daba un paso para que siguiera su camino pero Bon miró la foto, luego a él, luego a la foto de nuevo, y nuevamente a él, y entendió que hacia. Ablando aun mas la mirada, pues le recordó a aquella vez en la enfermería en donde Bonnie no dejaba de ver todo a su alrededor, tal cual como un niño. Así que era un chico muy curioso... Eso tal vez podría explicar el por qué se hallaban en aquella situación en primer lugar. Deduciendo lo que están haciendo se acercó a él notando como volvía a retroceder para pasar a evitar la mirada inquisitoria del menor y encontrase ahora junto a la mesa de comedor que se hallaba aun junto a la sala, se había querido mantener cerca de la salida todo el tiempo pero ahora estaba mucho más internado en la casa.

—Yo no toqué nada —soltó rápido por si el contrario lo malinterpretaba y escuchó como reía.

—Esta foto fue de cuando tenia nueve, mi mamá creyó que sería buena arrastrar a mi papá a la playa ya que no le gustaba... Pero no contaron con que apareciera sin dientes después de caerme en una zanja... Por suerte eran los de leche.

Comentó en tono divertido captando la atención del mayor que simplemente asintió.

—¿Y... Tus padres? —preguntó notando como esto sorprendía todavía mas al menor, pues lo miró con los ojos bien abiertos... ¿¡Que era lo que se había dicho!? Se suponía que no preguntaría por padres ¡se suponía!—. Ah, olvidalo.

—¿Eh? No, no, e-este... Mi papá esta en el trabajo, ya llega —dijo rápido pues no quería que se sintiera incomodo al respecto a alguna duda ya que no tenia problemas en responderla, así tal vez iniciaran una conversación normal—. Hoy de seguro se quedó platicando y se le hizo mas tarde.

—¿Y tu mamá?

Bonnie notó como Bon ponía una sonrisa enternecida por la curiosidad que comenzaba a dejar a notar. El menor suspiró y caminó hasta la cocina nuevamente pasándole por el lado.

—Esta en mi corazón —alegó con ánimo mientras tocaba su pecho en aquella parte, el peli-violeta parecía no captar como lo dijo—. Ella murió cuando tenia doce...

Joder, joder, joder, joder. ¡Un millón de joderes! Mierda, ¿por qué lo de aquella HS eran huérfanos de madre? ¿había una maldición en esa preparatoria acaso? Ay no, mejor no pensaba en ello.

—Ah, y-yo... Lo siento —logró decir entre balbuceos, que bueno que el de aura gris no estaba viendo como se encontraba en aquel momento.

Bon le restó importancia diciendo que no pasaba nada pero aun así Bonnie por su parte se sentía muy incomodo, eso era lo malo de ser un chico tan inoportuno. Se volteó quedando con la mirada baja hacia la mesa antes de escuchar el sonido de la puerta de enfrente abriéndose, no pudo racionar de otra forma mas que quedándose quieto en su sitio.

—¿Qué mierda? Bon, dejaste la puerta abierta, si nos roban y te secuestran no voy a pagar recompensa, eh —dijo un hombre con la voz grave y áspera, entrando a su cómoda residencia y visualizando la figura del peli-violeta de espaldas—. ¿Trajiste una amiga? Oye, ¿que te he dicho? Siempre y cuando no este, has lo que...

... Ah, ¿amiga? ¿¡Amiga!? ¿¡Además de utilizar el termino de amistad que ninguno mantenía hasta la fecha le había cambiado el genero!?

Bonnie volteó rápidamente a repicar por eso, porqué sin importar quién fuera incluso si era el padre del menor, tenia que desmentir las dos cosas. Grande fue su sorpresa al notarlo tan o mas impresionado que él a mirarle de frente. El de hebras violetas abrió la boca para decir lo que diría y sin embargo de sus labios no salió nada, estaba pasmado tras notar aquella mirada de un tono rojizo lúgubre observarle con una de sus gruesas cejas arqueadas... ¿¡Pero que...!?

—Ehe, disculpa, detrás te confundí, ¿tú eres? —cuestionó, acercándose y extendiéndole la mano pero a pesar de eso aquel chico se quedo inmóvil, no sabia si era un maleducado o seguía ofendido— Bon ¿¡Estas sordo!?

Rápidamente el chico de mirada esmeralda salió de la cocina para notar tan peculiar escena este su progenitor y el chico al que trajo, tenia que aclarar la situación rápido.

—Papá, él es... —dudó un poco de sus palabras al ver como éste desviaba la mirada a su persona sabiendas que quería decir con aquello— es un compañero de la HS y lo traje para hablar contigo.

—¿Qué? ¿Hablar conmigo? Ja, que chistoso... ¿para qué o qué? —se mofó de aquello viendo ahora como su hijo salia por completo de la cocina y se acercaba a el mas bajo—. Ya, Bon, dejate de juegos que casi parece una confesión, muchacho ridículo. No me vengas a salir con esas mamadas ahora.

A pesar de decir aquello, había sonado se forma animosa. A lo que el nombrado apretó los labios y simplemente asintió, ahora posándose junto Bonnie que mantenía la guardia baja y miró extrañado tan repentino acercamiento antes de antes de poder repicar notó como el chico de tonos grises se tomaba el atrevimiento de con una mano arrebatarle rápido los anteojos intentando no ser brusco pero aun así con aquello lo había dejando mas que sorprendido.

—¿¡Qué rayos te pasa!? —inquirió frunciendo el entrecejo e intentó arrebatarle los anteojos pero el menor simplemente alzó el brazo dificultándole la tarea, era un desgracia que por esos pocos centímetros de estatura se viera en aquello siendo el mayor ¡la genética no le ayudo en eso! Nunca le ayudaba— ¡Damelos!

—P-papá, él es Bonnie y —hablaba con dificultad al intentar detener las acciones de su contrario, no quería romper los anteojos—... Ahg, ¡ya calmate! —le pidió mientras conseguía que el mas bajo dejara de moverse tanto, volvió a fijar la mirada en su padre—. El tiene un problema con...

—Vaya —le interrumpe aquel hombre de aspecto grande, antes de observar como el chico que ahora se había calmado en un rápido movimiento logra arrebatarle los anteojos a su hijo al tomar un impulso, sin embargo, en vez de ponérselos solo se quedó mirándolos, y luego se dio cuenta de que había otra persona por lo que alzo la vista. Joder—. ¡Que impresionante! Ya me caes bien. Soy Jhom Smith.

Bonnie arqueó una ceja... ¿Que él que...?

—¿Ah? —cuestionó, volviéndolo a mirar notando como se echaba mas el cabello hacia atrás y sonreía regresando sobre sus pasos para tomar asiento en aquel sillón.

—¿Cuantos años pasaron desde que encontré a alguien así? Casi dieciocho, creo... Cuanto tiempo, hace mucho que no veía a alguien con los ojos así —comenta con un a sonrisa recostando su espalda el cómodo mueble mientras soltaba un suspiro—. Bon, llama por una pizza, hoy toca.

—¿Qué? Pero si hoy pensé que comeríamos casero.

—¿Me ves cara de que pueda cocinar? —volteó a mirar a su hijo y él negó.

—Pero hay visitas... —apuntó con la vista al peli-morado— Pensé que podría prepararlo yo de nuevo, en realidad no me importa —inquirió con duda mientras notaba la mirada rubí de Bonnie depositada en él.

—Te andas mucho en la cocina últimamente... Pero ya qué, has lo que quieras —alza los hombros restándole importancia y fija su visión en el peli-morado— ¿Te gustaría quedarte a cenar? a ese bobalicón le esta quedando muy bien las cosas que prepara.

Bonnie no sabia como responder, estaba cohibido de moverse tan siquiera de su sitio... ¿que se suponía que tenia que decir? El menor lo había invitado a hablar, ahora comprendía de qué, pero no estaba en sus planes quedarse para otra cosa... Tal vez se vería muy grosero decir que no, así que se mantenía en duda.

—Oye... El chico este ¿le comió la lengua el gato? —pregunta hacia Bon el cual niega y suelta un simple «no es muy bueno hablando con las personas» a lo que hace un ademán a Bonnie para que lo mire— A ver, sientate.

Indica el mayor apuntando a uno de los muebles individuales que había en allí. Rápidamente Bonnie estando con una mirada dudosa observó a Bon pues necesitaba un inactivo de saber si de verdad debía continuar o no. Él solo le sonrío y hizo una seña para que aceptara aquella invitación de tomar asiento, no cabía dudas de que aquel chico solía inquietarle, pero... era extraño, porque además de eso, se sentía un cómodo y calmado al mismo tiempo, que si lo perdía de vista en cualquier momento podría salir huyendo. Procedió a sentarse en el pequeño sofá y vio como aquel hombre se acomodaba en su asiento y posaba sus antebrazos en su rodillas al inclinarse un poco y mirarle.

—Y... ¿Qué querías hablar conmigo? —Con aquella pregunta a Bonnie le entró la duda de si aquel hombre sufriría el mismo caso que él y la peli-verde, después de tono se veía tranquilo.

—Siendo sincero, ni siquiera sé que debería preguntar —expresa con una mirada apacible sosteniendo sus anteojos en sus manos, intentado no desviar la mirada de él porque sentiría que seria una falta de respeto después de todo al tratarse de una persona mayor—. Yo solo sé que estaba en mi casa y de pronto ya me hallaba viniendo con su hijo porque dijo que podría interesarme hablar con usted.

—Hhm, ¿no te haces una idea del por qué? Normalmente Bon no hace las cosas sin razón —expresa el de hebras azuladas, encogiéndose de hombros— ¿Que tenemos tú y yo en común como par un quiera que dos extraños como lo somos se hablen?

Bonnie asiente aun manteniendo su fija mirada y vuelve a presionar los lentes que sostenía. Sabiendo que debería hacer ahora pero no teniendo idea a de como iniciar. Vio como el hombre abre sus orbes de pronto resaltando el hecho de que soltara una respuesta y allí lo nota.

—¿Nadie le dice nada cuando sale? —pregunta a lo que el ladea la cabeza ligeramente esperando aunque se explicara—. Me refiero... Al color de sus ojos, no son comunes pero no parece llevar nada para cubrirlos.

—Oh, por esos tenias esos lentes raros, ha —se reí y suelta aire mientras se endereza en su lugar—. Pues no me importa que las demás personas me vean. Trabajo de mecánico y hablo con los clientes muy directo, y ellos suelen mirarme casi todo el tiempo... Si noto que resaltan aveces pero nadie suele decirme algo, porque si me lo dijeran yo solito me les hecho una —alega haciendo un estiramientos con sus grandes brazos indicando que hablaba en serio—. ¿Quién se metería conmigo?

En ese punto tenia razón. Después de todo aquel adulto desprendía un aire intimidante por donde sea que pase, era de suponer que nadie le buscaría problemas aun teniendo una extraña característica física.

—Aunque... No siempre fue así —inquiere ahora tras meditarlo un poco acariciando su barbilla sin afeitar—. Cuando estaba en secundaria un montón de personas me buscaban problemas ¿pero crees que yo me dejaba?

—No... —dice al ver que era una respuesta hacia su persona pero sin estar seguro.

—Eso, no, ¡No! Obviamente ese montón idiotas pensaban que yo me acomplejaba por mi condición, críos malparidos que eran todos por esos tiempos, los sigue habiendo pero se me resbalan —expresa con una sonrisa, orgulloso de la forma en la que lo decía. A pesar de eso Bonnie sentía que no podría comprenderlo en ese aspecto, siempre fue alguien manso con las burlas y los malos tratos, había sido sumiso al respecto pero aquel tipo junto a él contaba con fascinación que desde al inicio nunca se dejó mandilonear por los demás, y si actualmente era raro ver a alguien con los rojos Bonnie solo tenia que imaginarse tenerlos en la época en la que el nació—. ¿Alguna vez te pasó algo parecido? Tu dime y te enseño una tácticas con unas llaves que no te imaginarás como dejan. Bon es bien baboso en las peleas, y siempre es bueno practicar con alguien...  ¿No es cierto, hijo?

El de hebras violetas alzó la mirada a la misma dirección en donde ahora aquel hombre mirada, Bon se encontraba reposando el hombro afirmándose en la entrada de la cocina, con los brazos cruzados y escuchando con atención como su padre hablaba, asintió cuando escuchó su pregunta con nervios, pues su progenitor era demasiado rudo al respecto, así que no iba a poner en esa situación al mas bajo.

—Papá, no lo metas en eso, por favor —escuchó el bufido de su padre al respecto y noto como regresaba la vista hacia en recibido.

—Después preguntas por que te digo miedoso —inquiere pata luego llevar su vista a Bonnie— ¿Sabes como es tener un hijo que ni siquiera se interesa en las cosas normales entre hombres?

—No, por que no tengo hijos —Bonnie escucha de pronto la carcajada de aquel adulto, llevó rápidamente su mirada hacia aquel gris el cual al escuchar el comentario de su padre apretó los labios y rodó los ojos internándose en la cocina nuevamente.

—Ja, que chistoso eres. —terminó por decir.

En su perspectiva aquel hombre era fácil de sacarle platica, no pasó mucho antes de que siguiera hablando mientras aveces Bon llegaba y luego volvía a irse al escuchar otro comentario de su padre dirigido a él, no sabia si lo decía a propósito para avergonzarlo o simplemente salían y ya, pero veía que comenzaba a ser una situación tediosa para Bon, a pesar de que lo supiera al menos intentaba disimularlo.

Terminó de picar una cebolla antes sofreirla en el sartén y desde allí intentaba escuchar que cosa era la que decía su papá ahora siguiendo en lo suyo, normalmente nunca solía traer visita y para su padre sus amigas eran sus novias así que era raro... Solo venia Freddy en ocasiones por que era el único chico con el que tenia familiaridad cercana y aun así nunca lo había visto tan platicador que como lo veía ahora con el peli-mora... Tal vez se debía a la característica que tenían en común, pero en si, no hablaban de nada relevante. Esperaba que con aquello Bonnie se diera cuenta de que no buscaba una forma de hacer que pasara algo malo al saber de su “secreto” después de todo, le sorprendió un tanto recordar como es que su papá viviendo mientras estudiaba y se preguntó internamente si por desgracia de ello se debía la actitud tan retraída y amarga del más bajo... Sinceramente, esperaba que ese no fuese el caso, pero lo dudaba.

Puso la llama a un poco más de temperatura mientras veía como salia un olor muy agradable, hasta que escuchó la llamada de su padre desde la sala y fue a ver.

—Y luego yo... ¿Que haces con un delantal? —preguntó el hombre tras ver a su hijo con aquello y él solo alzó los hombros.

—Estoy cocinando —dijo simple para ver luego como su padre rodaba los ojos y mientras no veía copio ese mismo acto— ¿Eso era todo?

—No, ven y sientate a mi lado —palpó el acolchado sillón y sonrió.

—Pero estoy ocupado...

—Que te sientes dije —volvió a repetir autoritario pero sin alzar la voz, a lo que derrotado el adolescente procedió a hacerle caso y se sentó al lado de su progenitor notando como Bonnie lo seguía con la mirada en cada acción, y a decir verdad era muy raro poder notar como lo hacia, porque normalmente era algo que solía sentir pero hasta ahora estaba seguro. Ladeó la cabeza mientras se cruzaba de brazos y miró como el seguía recto en su lugar sosteniendo con sus manos los anteojos, a leguas se notaba que todavía no había agarrado la comodidad—. Entonces miralo, cómo ves, ¿a pocos no somos igualitos?

Tras escuchar eso obviamente la duda se interno en el de cabellera violeta, y a diferencia de otras ocasiones esta vez se percibía fácilmente.

—Sí... —fue lo único que dijo, imaginándose que tal vez la apariencia de voz en términos de color era asemejada a la del padre aunque la única a característica que notara no viera al caso— Iguales...

Bon arqueó una ceja y su papá también antes de negar rápido y abrazar de improvisto por el cuello a su hijo antes despeinarle en una acción tanto ruda como cariñosa.

—Este babotas es mi orgullo, lo que no demuestra así a lo macho como yo, lo demuestra con ese enorme cerebro, siempre era líder en los cursos extras a los que entraba y desperdicia su talento en deportes, pero ya qué —agrega antes de que Bon logre zafarse de su agarre e intento acomodar mejor su melena gris—. Es la envidia de todos los hijos de mis compañeros, con eso ya te digo todo... Aunque lo listo lo sacó de la mama de mí sacó todo lo demás.

Habló con soberbia y una gran sonrisa antes de e que Bonnie ladeara la cabeza y observara de mejor forma al menor que igual notó y lo miro a la vez.

—No es para tanto —inquirió Bon—. Sabes, no tienes que comentarselos a todo mundo todo el tiempo...

—Bueno, ¿y que tiene de malo que me siente orgulloso del próximo presidente del consejo estudiantil? —alega dándole un codazo y llamando su atención ¿Cómo se enteró? Se supone que no debía hasta que estuviese asegurado. Mierda—. Es como ser líder político y que todos esos pubertos sean como tus ciudadanos en la palma de tu mano. Martha me comentó que tú y Freddy andan en eso, felicitaciones.

—¿Huh? Pero todavía no hay que celebrar, no hay nada confirmado, podría perder.

—Pero vas a ganar.

—Es que...

—Shh, eres un Smith y el próximo hombre de la casa, vas a ganar por que no te vas a dejar ¿verdad? —Bon asiente y baja la mirada escuchando como su padre vuelve a felicitarlo—. Este muchacho no se me va a dejar... ¿huelen eso?

Los tres activaron su sentido olfativo y ante esto todo abrieron los ojos antes de que Bon se levantara de su lugar.

—Mierda —fue lo único que dijo para salir corriendo directo a la cocina.

—Entonces él se agarraba de la mesa y se ponía a pintar, el suelo, la pared, el techo, sabrá Dios cómo. Su mamá se reía pero no era chistoso cuando luego intentaba quitar todo el desastre que hacia —relata ahora en la mesa junto al par con una sonrisa de oreja a oreja—. Mas de una vez se perdió ya fuese en el parque de diversiones, el centro comercial, el estacionamiento, el mercado, el orfanato... —contaba con los dedos luego de ser el primero en terminar la cena— cuando lo fui a buscar esa última vez, una señora me atacó con una pala diciendo que me alejara si venia de la invocación que hizo al diablo porque se arrepentía.

Los tres comían tranquilos en aquella cena que a pesar de que a Bon se le pasó ligeramente seguía siendo igual de buena, sorprendiendo a Bonnie que no podía creer que además de estudiante modelo, popular y carismático aquel chico fuera un maldito genio cocinando porqué aun medio pasado de cocción aquella carne sabia bien, cuando él apenas si podía poner a hervir un huevo... Y se le quemaba.

A pesar de que ya hace un buen rato habían dejado el tema de los ojos de lado Bonnie escuchaba atentamente las palabras de aquel hombre que contaba las historias con entusiasmo sin saber el tiempo pero calculaba que ya habían sido horas. Bon se veía algo retraído en su sitio pero no se centro mucho en él. A pesar de que era entretenido seguía sin averiguar con certeza la pregunta que se formaba en su cabeza y de la cual no estaba seguro de que forma se vería bien preguntar sin sonar poco prudente, aunque de por si ya lo era. A pesar de todo en ningún momento él hablaba sobre si alguna vez se sintió extraño o contaba sobre una situación anormal, comentaba normalmente cualquier padre de familia hablaría.

En si era algo alentador, pues seria un indicio de que a pesar de todo podría construir una vida normal sin darle tantas vueltas a aquello, pero si lo pensaba él comparado con aquel hombre eran muy diferente, y no están seguro de si algún día lograría lo que logró y comenta con calidez.

—Cuando entró a la escuela mi mujer me obligó a llevarlo por primera vez, no me gustan esas cosas pero ella era un vil manipuladora así que fui —comenta, a lo que por fin, luego de un rato con esa mirada baja hace que Bon suelte una risita, confundiendo y llamado la atención de Bonnie—. Ese día me sentía del puto asco —inquirió y eso recuperó la total atención del peli-morado—. Todo se veía tan extraño, y había cosas que me hacia dudar de que estaba en verdad despierto, casi me desmayo, luego de eso Bon actuando muy maduro y sin alterarse para tener siete y me sacó el teléfono para llamar a la mamá, porque claro, el padre no podía y tenia que hacerlo el niño.

Bufó ante esto ultimo y procedió a darle otro bocado a la rica cena mientras seguía tibia, ahora no se arrepentía de no haber ordenado pizza.

—¿Y porque se sentía mal? —decidió cuestionar el peli-morado sintiendo como otro dos varones alzaban la vista—, digo, si se puede saber.

—No sé, me pasaba de pequeño y de adolescente, pero muy poco... Ese día se intensificó todo y sentía que podía ver colores rojos, vivos, como el fuego saliendo se todas las personas, sin dudas aquello me atosigó por completo y casi pierdo la razón.

Tras escuchar como aquel adulto decida aquello y por fin Bonnie lo confirmo, aquel hombre pareció haber sufrido una fuerte etapa de su don en aquel momento. No parecía dejar a relucir que supiera al respecto el origen de eso, así que no lo comentaría hasta escucharlo y aclararse.

—¿Todavía no sabe a que se debió? —inquirió el de orbes escarlatas ahora mas curioso al respecto y vio como el hombre sentado sonreía de lado lo cual se le hizo extraño.

—Mi papá creía antes que sus ojos eran algo así como una sentencia de muerte predeterminada —soltó Bon luego de que observara como el mayor no decía más frente a él y notó al peli-morado abriendo los ojos de sobre manera, por lo que se apresuró a hablar— ¡P-pero no es verdad! Antes estaba paranoico con eso y nunca quería ir al medico por que decía que igual se iba a morir, luego cuando fue le dijeron que no tenia nada que ver. Ya vez, casi va los cincuenta y sigue normal.

—Oye, ¿me estas diciendo viejo? Son cuarenta y tres —le repicó el hombre con aquella gruesa voz y Bon solo levantó los hombros y le dio otro bocado a su comida por que sentía aquella penetrante mirada rubí del mas bajo sobre él, ahora que prácticamente dijo que los ojos así significaban que iba a morirse. Bonnie ladeó la cabeza hasta centrase en el hombre y vio como negaba—. Pero bueno, tiene razón, de hecho estoy increíble en salud... Es irónico por parte del destino haberme arrebatado a mi mujer cuando el punto de que este zoquete naciera —indica a Bon con el pulgar el cual se hallaba con la boca llena y los ojos bien abiertos al ver como Bonnie lo estaba observando nuevamente— era porque quería tener descendencia y disfrutar al máximo los años que me quedaran con mi hijo... En cambio se llevaron a una mujer preciosa, joven y llena de vida.

Cuenta con melancolía antes de concluir tanto su platica como su cena y echar su silla un tanto para atrás antes de tomar un respiro.

—Lo bueno es que Bon no salió raro y me enorgullece cada día, así que no quejo —alegó antes de mirar al techo sin notar como Bon asentía con una y se levantaba de su sitio para proceder a recoger los platos de forma educada, a los que el mayor voltea—. Oye, oye, yo puedo llevarlo solo, gracias.

—Pero yo cocine —agrega dándole menos sentido por lo que su progenitor rueda aquellos orbes rojos y le quita relevancia, viendo también como procede a tomar el plato de Bonnie e irse a la cocina.

—Bueno, es medio raro pero no raro completamente y eso es bueno... Aveces pienso que es como la señora de la casa por como actúa, es peculiar, ni su mamá se esmeraba tanto —inquiere de pronto levantándose de su sitio y Bonnie por otro lado asiente viendo el lugar por donde él menor se fue. El mayor se para frente a él y con una sonrisa le extiende la mano a lo que acepta sin oponerse—. Fue un gusto conocerte, ehh, Bonnie. Ojala vuelva a verte pronto y para la próxima habla mas que tampoco me gusta conversar solo —afirma y luego en un atrevimiento procede a tocar la cabeza con aquella melena violeta—. Para luego ve si te cortas el pelo un poco que así pareces nena, ¿entiendes?

Independiente de que dijera eso no había sonado como un mal comentario, pero en sus planes no estaba cortarse el cabello en un futuro, así que eso si podría asegurar que no lo haría por los que se limitó a asentir posando una diminuta sonrisa viendo como ese hombre se estiraba de pie y luego procedía a subir las escaleras. Pasó relativamente poco antes de que Bon se encontrara junto a él sacando sus manos con un pañuelo y sonriendo agusto, pues Bonnie no notaba que ya aunque se había ido su padre seguía sin ponerse los anteojos y Bon tenia la suerte de verlo directamente, aquellos brillantes orbes que lo miraban con las cejas arqueadas esperando una conclusión de lo que pasó.

—¿Te sientes mejor? —cuestionó el de menor edad.

—¿Huh? ¿Me sentía mal? —preguntó provocando que Bon negara y procediera a poner el pañuelo ya doblando en la mesa—. Sabes, todavía no me siento cómodo estando contigo.

—¿Eso quiere decir que traerte aquí no sirvió de nada? —Bonnie lo miró y luego luego desvió sus rubíes lejos de las esmeraldas de él, caminó unos cuantos pasos e indicó la puerta con su cabeza inquiriendo que ya tenia que irse, no sabia exactamente cuando había pasado pero si calculaba que fueron un par de horas.

—No... Eso quiere decir que tengo que pensar en ello y ver si puedo acostumbrarme —alega a los que Bon siente una pequeña corriente de esperanza, ¿iba a considerarlo? Eso sonaba muy optimista. Abrió la puerta y justo antes de que Bonnie saliera lo detuvo—. ¿Qué?

El de aspecto gris hizo una seña con su dedo índice tocando su mejilla cerca de su ojo a lo que a Bonnie se sorprendió de sobre manera y volteó a mirar la mesa observando que todo el rato seguía sin sus lentes, casi se le había olvidado por completo, los tomó y se los puso de inmediato agachando la cabeza saliendo de aquella casa junto a Bon. Se había sentido tan cómodo que ni siquiera lo notó, y no era algo que le pasaba muy a menudo, no sintió que toda la atención fue puesta en sus ojos y aunque sentía que en múltiples ocasiones Bon le miraba a ellos sabia hasta que punto observar por que tenia limitación al respecto, ni con sus padres se había sentido tan... Cómodo.

—¿No vas a entrar? —pregunta lo que Bon le mira con una sonrisa de lado tras haber cerrado la puerta tras de él.

—¿Si sabes donde esta la parada de Bus? —inquiere cuando nota como Bonnie mira a cada lado de la calle y se da cuenta de que no tiene ni la mas remota idea de donde esta parado. Ladea su a cabeza hasta Bon y posa una sonrisa se lado. Vaya, de verdad no sabia que podía sonreír. Aunque fuera una muestra pequeña e imperceptible, lo hacia.

—¿Y tú si sabes donde esta la parada de Bus? —Bon abre los ojos y suelta una carcajada al notar a que se refería pues no era para menos que preguntara después de que su padre le estuviera contado sobre cada lugar el que se perdió.

—Creo que si, igual necesito ir a la tienda de conveniencia —inquiere y emprende su caminata siendo seguido por el peli-morado, sin embargo no quería estar tan alejado porque aun así mantenía su distancia, por lo que decidió caminar mas lento hasta notar que sin darse cuenta el chico se hallaba junto a él—. Ahora si sabes que no voy a decir nada ¿verdad?

—Depende.

—¿De qué?

—¿Tus amigos saben que tu papá tiene los ojos así? —preguntó a lo que Bon se lo piensa mientras se internan por una vereda en el camino.

—Pues solo Joy, Meg y Freddy que son los que vienen aquí, mi papá no es amante de las reuniones escolares asi que no va, y como yo ya tengo presencia en la HS no es tan relevante —asegura mientras posa amabas manos en los bolsillo de su pantalón y se lo piensa— ¿Por qué?

—Porque con ellos tienes mas confianza... Supongo. No quiero que se los diga por nada del mundo —habló firme.

—No planeaba hacerlo —aseguró y escucha como Bonnie suspira, de verdad aquel chico se complicaba al respecto con el tema, y eso lo ponía en duda— ¿No le vas a decir a Fox o a Ann sobre eso? —cuestiona llamando la atención del contrario que simplemente negó al respecto—. Pero creí que era tus amigos, o al menos Fox...

—No me gusta hablar de cosas que me incomodan —suelta y procede a dar la vuelta luego de que el moreno lo hiciera, ahora que lo pensaba. Estaba seguro de que no pasaron por allí al venirse.

—¿Qué te incomodan? Y por que no solo se los dice y ya, no me corregiste cuando dije que ustedes eran amigos... Así que muy en el fondo tal vez si los consideras, podrías simplemente hablarlo —asegura sin notar como Bonnie rueda los ojos a través de los anteojos.

—Claro, el conejo hablando de orejas —Bon se detiene en su lugar por lo que Bonnie rezonga y también lo hace.

—¿A que te refieres?

—Sabes... Tu papá es un hombre muy bueno, es fácil hacerle conversación pero se nota que no es muy inclusivo en algunos temas ¿O me equivoco? —comenta y Bon procede a pensar que intentaba decir con eso—. Vale, olvidalo.

Antes de darse la vuelta para que Bon también caminara y le indicara a donde detendría que ir, sintió como él le sostenía la muñeca por los que rápidamente le miró.

—Explicate —pide, curioso de saber aquello de labios del peli-morado que sin antes pensarlo se suelta del contacto pero sin brusquedad como en otra ocasiones y lo mira— ¿acaso notaste algo que yo no?

—Oh, no. Yo notó todo lo que tú notas —asegura y hace una señal indicándole a Bon que podría decirlo mientras caminaban por lo que el menor procede a continuar caminando—... Me dices que sea sincero con lo que me incomoda pero tú no parecías serlo mucho cuando tu papá soltaba un cometario de vez en vez.

El mas alto abrió los ojos y lo miró sorprendido de lo que decía o no están seguro si era por que se había dado cuenta de cierta forma. Apretó los labios desvió la mirada, ese chico parecía poner atención.

—Pues, para que te digo que no si es así... No me gusta corregirlo con eso porque... no sé, siento que hago algo incorrecto o soy falta de respeto al contradecirlo. —confiesa alzando los hombros sin presenciar que con a cada palabra Bonnie se concentraba mas escuchándolo—. Pero no es mal padre, así que supongo que no le tengo que dar importancia.

—Pero te sientes mal por lo que veo... Y yo... No sé, si te incomoda lo escondes, tampoco lo dices y me pides a mí que lo haga... Tal vez en el remoto caso de no haber estado aquí hoy y que me lo dijeras estando en la HS lo tendría mas en cuenta, pero ahora... ¿No eres muy doble moral? —Bonnie tras decirlo escucha la leve risa del menor viendo como asiente a todo pues tenía razón. Aunque aun así Bon sentía que el peli-morado no debiera esconder algo como lo era una parte de él cuando no tenia nada de malo, pero si él escondía sus palabras seria hipócrita de su parte indicarle que no podía hacer lo mismo—. Eres un chico demasiado complaciente, Bon.

—Me lo dicen a menudo... —suelta y vuelve a girar por otra vereda siendo seguido por el de mas baja estatura—. Eres un chico que piensa mucho las cosas, Bonnie.

Lo dice con el mismo tono que utilizó y el peli-mora y no nota como el de menos estatura asiente mordiendo su labio inferior. No creyó que hablar con el contrario fuese tan fácil, no se sentía incomodo ni nada, y su inquietud casi desaparecía al no sentir ni una punzada ni ganas de correr lo mas lejos de él, se sentía en calm... Pero tampoco quería decir que  era como que eso aseguraba que podría de una vez ser cercano, tendría que ver como favorecía su cambio y para eso tendría que mantenerse cauteloso.

—Ay wey... —dijo Bon al alzar la vista y mirar al cielo nocturno cuando ahora ambos se encontraban a paredes de un callejón.

—¿Qué ocurre? —preguntó y vio como Bon apretaba los labios... Luego miró al alrededor y...— Nos perdimos ¿verdad?

—Pff, no —aseguró rascándose la nuca pero Bonnie no se creía ese cuento así que dio media vuelta y emprendió camino por donde había venido sin saber exactamente cual, para escuchar como era perseguido por el contrario— ¡Hey! Espera.

—¿Es enserio? —expresó Bonnie frunciendo las cejas al hallarse en una esquina que no estaba seguro que habían pasado—. ¿esa esquina estaba aquí?

—No se sentirme bien por que no soy el único con las esquinas o mal porque por estos lados no se puede andar a esta hora —asegura rascando su mentón y notando como el más bajo lo veía mal, apunto hacia otro lado—. Vamos por aquí.

—Si lo dices tú... Entonces es por acá —apunto al lado contrario y Bon negó ¿Cómo sabes que es por allí?

—Porque me pasó algo parecido cuando tenia nueve.

—¿Te perdiste por aquí?

—No, era un lugar diferente pero se ven casi igual —sin embargo en la mente de Bonnie se pensaba seriamente si se estaba haciendo el idiota porque le salia muy natural ¿¡Pero que rayos!? Bufando fue siguiendo a Bon que caminaba a donde apunto y miraba atentamente su alrededor—. Vaya, cuanta nostalgia, creo que si era el mismo lugar.

—¿Cómo hace una persona ora perderse tanto? ¿No conoces donde vives siquiera? —cuestiona siguiendo los pasos del mas alto a través de camino.

—Claro que se donde vivo... Me suelo distraer con facilidad cuando hablo en el camino o pienso mucho. Es como si mi cerebro para hacer que la conversación dure más se dirige a otro lado y así extenderlo... O yo que sé.

—¿Entonces es mi culpa por hacerte hablar y pensar? —expresa y Bon niega aun con la vista al gente notando si reconocía alguna casa conforme avanzaba—. Creí que eras alguien multitareas.

—Si te soy sincero me es difícil concentrarme si tú eres con quien hablo —tras soltar eso Bonnie arquea un ceja sin estar seguro si se había dado cuenta de la forma en la que lo dijo.

—Eso suena como coqueteo barato —asegura y Bon voltea a mirarle.

—¿Eso crees? —ve como asiente y sin mas adelanta el paso—. Evita comentar este incidente ya estoy grande.

—¿Y cómo te perdiste de niño por aquí? —pregunta al oírlo mientras se dedicaba a penar ahora en que están seguro de que si se hubiese ido solo habría llegado.

—Eh.. Fue saliendo de mi escuela, ya era tarde y ni mi mamá ni mi papá parecían irme a buscar, no se que hacían... El punto es que me cansé de esperar y me fui porque ya sabia tomar el trasporte público solito —comienza a contar mientras que pasan por otro lugar y Bon detiene para asegurase donde están y luego asentir siguiendo su camino—. Peeero, a unos de mis compañeros lo encontré cuando venía y me pidió acompañarlo hasta su casa, no soy de negarme y fui, pero luego me di cuenta de que no conocía para nada ese lugar y me quedé vagando por horas, luego de llorar un rato incluso pensé que tendría que formar una nueva vida en las calles. Lueho dormí junto a vagabundo que me dio una caja ¡incluso él tenía una cubeta!

Bonnie carraspea intentado contener la risa que quería salir a todo costa, pero no deseaba que el mas alto le escuchara o pensara que se estaba burlando, tal vez si estuviera Fox el pelirrojo no se negaría en reírse fuerte de él.

—¿Y q-que pasó? —volvió a intentar tragarse su risa y mirar como Bon observa el camino y sonreía.

—Pues, escuché a la policía, el vagabundo se asustó, yo me tropecé y caí sobre su cubeta —cuenta rápido cuando por fin nota un camino que reconocía a la perfección, ya estaban cerca—. La peor noche de mi vida hasta ahora.

—¿Y caíste dónde? —cuestionó nuevamente sabia que era una bomba de tiempo pero quiso preguntar cuando Bon detiene su paso y se para frente a él.

—Sobre su cubeta, la c-cubeta... ¡Su cubeta! Ya sabes... Uhg —comenta con una expresión de desagrado sintiendo el escalofrío recorrerlo—. Mis padres me encontraron luego y el vagabundo se fue, me bañe por cuatro días con pasta de tomate, como si hubiera sido atacado por un zorrillo.

Bien, allí Bonnie no pudo contenerlo más. Dios, que cosas le pasaron de pequeño, ¿a esa edad también perdió los dientes, verdad? Y él pensaba que tenia mala suerte es porque no conocía a aquel chico de aura gris. Las carcajada intento detenerla con su mano y callarlas pero no pudo, se le hacia sumamente cómico y Bon lo miraba con los ojos bien abiertos como se detuvo para detener su risa y no llamar tanto la atención.

Bonnie no era un chico que se reía mucho muy a menudo así que se sorprendía a si mismo de que aquello se le hiciera tan cómico cuando intentaba no hacer sentir pena al contrario que se lo comento en confianza de forma casual. Su voz solía ser bajita pero su toda se escucha a la perfección, hasta le dolía el estomago... Ya cuando están cesando vio como no había nadie alrededor y se quitó aquellos anteojos para limpiarse las diminutas lágrimas que tenia debido a las carcajadas que soltó, seguía de forma baja, pero cuando alzó la vista vio como Bon con incredulidad tenia las cejas gachas y una sonrisa de lado.

—he he he, no puedo, disculpa —se río ahora mas bajito y miró aquellas esmeraldas del mas alto, al menos ya no estaba molesto por el hecho de haberse perdido pero si notaba como es que lo miraba— Huh ¿Qué?

—No sabes lo bien que te ves riendote así —asegura con ánimos provocando que Bonnie se detuviera por completo y lo mirara con la ceja arqueada—. Tus ojos y tu sonrisa son algo que nunca deberías de esconder ¿sabes?

Bonnie apretó los labios y ladeó la cabeza para luego darse cuenta de que sostenía sus anteojos a la mano y se los colocó decidiendo ignorar aquel comentario... Pero que cosas decía aquel chico. Sin mas dio la vuelta y notó como es que se encontraba a tan solo unos metros de la parada de buses.

—Quien lo diría, si llegamos —expresa Bonnie pata salir de aquella vereda y notar como el Bus ya se hallaba en la parada. Mira rápido a Bon—. Me tengo que ir, dile a tu padre que me fue de mucho gusto conocerlo y... Tu cena estaba rica. Adiós.

Tras soltar eso Bonnie se fue rápido y directamente, sin darse cuenta que con sus acciones dejó a un muy pensativo Bon a merced de sus intrigas... Se preguntaba internamente como es posible que una risa como la suya le hubiera dejado de tan buen humor que no podía quitarla de su cabeza. Mientras que Bonnie en el autobús se cuestionaba el por qué le había hecho tanta gracias al sentirse tan agusto a su lado... No faltaba decir que ambos jóvenes se estaban preguntado que significaba...

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

El capitulo de hoy esta dedicado a: LuliTanBxB Fnafhs_love Gaby_Todoroki Hwang_Eunjin RocioEstelar15  Si quieres dedicatoria comenta muuuuchote. ♥

Nota de la autora:

¡Hello My star's!

¡Aquí esta cosa divina que soy yo, con un nuevo capitulo!

La interacción de los bebés cada vez se nota mas y me esta emocionando, solo esperense hasta mas adelante ever.

Que parte les gustó más --->

Teorías sobre el Papi de Bon(? --->

Que esperaban de este Capi al inicio(¿? --->

Yyyy, lamento no haber actualizado el viernes, hubieron problemas que me involucraron a mí y una serie de mangas BL muy buenos UvU.

Luego quería actualizar el sábado o incluso el domingo pero me encontré una joyita de Anime que me atrapó y estaba súper hypeada, quería terminarlo si o si, me desvele pero lo valió ♥... Si han visto Dororo venga a emocionarse conmigo que sigo gritando porque lo AMÉ y no soy fan de la sangre y allí lo mostraron demás y aun así me encantó. Y hago Spam y lo recomiendo jffhghhki

Pueden encontrar la historia con el #HiloRojoBxB y también pueden buscar mi cuenta en twitter como @CmCimi, aunque no ande muy activa uno nunca sabe(?

¡No se olviden de comentar Full y mandar esas estrellitas a montón!

Nos intentaremos ver el viernes... Y si no, el sábado... Y si no, el lunes... Y si no... Ya no sé xD

¡Enjoy!

Att: Cami <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro