Esa noche de viernes TaeHyung se encontraba en su cama bebiendo vino y dibujando trazos y trazos que parecían no tener sentido. Hasta que cobraban sentido.

El rostro de SeokJin nuevamente sobre sus hojas Canson, sin pedir permiso. Venía vagando en sus pensamientos y se trasladaba a los movimientos suaves de su muñeca mientras sostenía el lápiz firme pero a la vez con delicadeza.

TaeHyung se encontraba sumamente concentrado en sus labios, esos belfos carnosos que hacía un esfuerzo extra para recordarlos a la perfección. Tenía buena memoria pero cuando intentaba recordar y volver al rostro de SeokJin parecía que se iba desvaneciendo un poquito más de su memoria y él necesitaba dibujarlo y plasmarlo para retenerlo.

Su plan de conquista había fallado miserablemente y pensaba en volver a presentarse en la tienda Gucci nuevamente. Seguramente algo necesitaría y no tenía pudor de volver a presentarse frente a SeokJin y jugar las veces que fuera necesario. Su profesor y amigo, no cambiaría de opinión sobre el desafío de la pintura. Y luego de que TaeHyung había dejado bien en claro a su próxima víctima, menos que menos aceptaría alguien nuevo para pintar.

-Me va a llevar hasta el borde para hablar con él y pintarlo a él. Yo lo sé -hablaba solo mientras seguía trazando una y otra vez retoques sobre los labios de SeokJin-. Y yo quiero pintarlo a él. ¡Aish! -tiraba el lápiz a un lado-. Esto resultó más complicado que pintar un escenario con gente moviéndose en frente y estorbando.

Se despeinaba la parte posterior de su cabello recordando cómo el desafío del escenario con gente moviéndose sin cuidado, consistía en:
Si alguien es un obstáculo, sé amable. Puedes pedirle que participe en la imagen y se quede quieto el tiempo que lo necesites o puedes pedirle que se retire. Pero tienes que ser considerado, empático, porque así nos manejamos en el mundo real. El 'Hey, imbecil. Me estorbas' no puedes usarlo a la primera.

TaeHyung resoplaba, necesitaba otro profesor o dejar de hacer estas estupideces y el teléfono sonaba interrumpiendo su momento de autocompasión. Veía en la pantalla una llamada entrante de Namjoon, su hermano mayor. Pero era rechazada de inmediato, seguro y quería saber si había asistido a sus sesiones con la doctora Kang. Y eso no había ocurrido. O eran las sesiones o eran los desafíos, no las dos cosas.

Nuevamente era molestado por otro sonido, precisamente un mensaje entrante y estaba listo para insultar a Namjoon, pero el número en su teléfono era desconocido y cuando abría el mensaje era una ubicación. Al ver la foto de perfil pegaba un grito agudo.

-Oh, mierda... Oh, mierda. Eres tú, lo sabía hijo de perra -gritaba a la pantalla-. Pero... Yo conozco este lugar.

El pintor se rascaba la barbilla y se miraba a si mismo. Estaba duchado, más no vestido decentemente.

»¿Será que me quiere ver aquí?

TaeHyung no pensaba más y llamaba de inmediato. Al resonar dos y tres tonos, la voz de SeokJin lo recibía-mas un bullicio tras él-TaeHyung había sentido la ansiedad apoderarse de él.

-Hola...

- ¿Estás aquí en esta ubicación? -preguntaba sin rodeos.

-Así es. ¿Vendrás? -preguntaba el chico bonito de la tienda Gucci.

Antes de que TaeHyung respondiera escuchaba una voz ajena rondarle al bonito castaño-. Chico ardiente ¿Bailas conmigo?

TaeHyung cortaba de inmediato y se ponía de pie, tecleando una respuesta firme. Soltaba el teléfono y se ponía un pantalón negro de vestir y una remera gris claro lisa dentro de éste y su rizos protagonistas. Tomaba las llaves de su auto y salía más que seguro a encontrarse con el muchacho.

SeokJin se encontraba sobre la barra a pesar de haber recibido el llamado de Eun Woo al otro lado del lugar. Finalmente el alto aparecía con su ceño fruncido.

-Oye... Hyung -palmeaba su espalda llamando su atención y éste giraba sorprendido.

-Hey...

Eun Woo se acercaba a su oreja para poder hablar sobre ella sin gritarle-. Te mandé un mensaje hace quince minutos. Estamos en el palco vip

-Estoy esperando a alguien.

Eun Woo se alejaba y lo miraba fijo. Sus cejas estaban alzadas con suma sorpresa en su bonito rostro y se inclinaba sobre su lado derecho otra vez-. ¿El pintor?

SeokJin se alejaba apenas y mirándolo fijo asentía-. Me confirmó que viene, luego le dije que estaría en la barra. Así que aquí me quedo.

En ese instante TaeHyung llegaba al lugar, iba en dirección a la barra y veía a SeokJin con un chico encima de él. Más alto que el castaño mismo y casi cubriendo todo el cuerpo de SeokJin en la barra. TaeHyung se mordía su belfo inferior, dios. Al tipo no lo dejaban solo un jodido segundo.

»Es entendible, pensaba el bonito pintor, mientras acortaba distancia y recibía algún que otro empujón mientras pasaba entre medio de la gente.

-Si él no viene, puedes venirte conmigo y los chicos. Tienes prohibido irte ¿Me oíste? -cuestionaba Eun Woo en su oído.

SeokJin se reía por la insistencia de su amigo, cuando un roce en su mano llamaba su atención, obligandolo a mirar en dirección de dicho toque. TaeHyung dejaba una sonrisa amable y se inclinaba levemente en forma de saludo. Eun Woo observaba como SeokJin había quedado atónito y seguía los ojos de éste para ver dónde estaba mirando.

»Mierda, pensaba el más alto, con un rostro de desagrado que no pasaba desapercibido para TaeHyung.

El pintor se disponía a sonreir-falsamente-y acercarse a ambos chicos.

- ¡Lo siento, muchachos! ¡No quería interrumpir! -se disculpaba.

En ese instante SeokJin reaccionaba y se quitaba a Eun Woo de encima-. ¡Bestia, Vante!. ¡Vante, él es mi amigo Eun Woo! -gritaba SeokJin para ser oído.

Eun Woo extendía su mano para estrecharla con el pintor y a medias le sonreía, TaeHyung no era ningún estúpido y notaba el claro rechazo del chico, pero él le sonreía de igual forma. Luego del breve saludo Eun Woo exclamaba sin tapujo alguno:

- ¡Si te aburres estamos en el palco vip! -SeokJin quedaba boquiabierto y Eun Woo miraba una última vez a TaeHyung para retirarse.

El pintor quería golpear el bonito rostro del chico, pero sabía que eso había sido una escena de celos y el chico bonito de Gucci parecía no estar enterado.

SeokJin tomaba la iniciativa y se acercaba a TaeHyung, metiéndose en su espacio personal-. ¿Bebes algo? -susurraba en su oreja.

-Sí, una cerveza está bien -murmuraba en dirección al bonito chico.

SeokJin tomaba su mano y lo llevaba a la barra, TaeHyung se quedaba viendo como encajaba su mano a la ajena. Extrañado al respecto. Al llegar SeokJin hacia una seña al Barman pidiéndole lo mismo y le permitía a TaeHyung apoyarse sobre esta. Dejando al chico ser abordado con comodidad por el castaño.

-Creí que no vendrías -susurraba Seokjin a su oreja y TaeHyung quedaba recalculando y no entendía el por qué.

El azabache lo miraba y sonreía, optando por ese personaje inocente y dócil que parecía gustarle mucho a SeokJin.

- ¿Tarde mucho? -preguntaba el pintor inocentemente-. Conocía este lugar y vivo a unos diez minutos como mucho. Tome el camino rápido -respondía cerca del rostro de SeokJin. El castaño sonreía y tomaba la cerveza para brindarsela a TaeHyung.

-Llegaste rápido -afirmaba SeokJin, recibiendo una sonrisa en respuesta y viendo cómo TaeHyung bebía del pico y le sonreía tímidamente. Hasta que el pintor comenzaba a sentirse un poco expuesto por la insistente mirada de SeokJin.

- ¿Tengo algo en la cara? -preguntaba con inocencia. Seokjin negaba y TaeHyung insistía-. ¿Por qué me ves de esa forma? -dibujaba una inocente sonrisa.

-Eres raro -soltaba SeokJin y TaeHyung alzaba sus cejas.

- ¿Raro? ¿Eso es bueno o malo?

-No lo sé. El chico del mensaje se veía seguro y hasta algo territorial -afirmaba SeokJin-. Ahora pareces hecho un novillo tan intimado

-Eres intimidante -respondía TaeHyung.

-No lo soy. Pero eres muy peculiar si uno te presta demasiada atención ¿Sufres de bipolaridad o algo así?

TaeHyung comenzaba a reír, un poco de nervios en su risa y casi se le caía la careta por sonar un poco engreído así que detenía su carcajada.

-Lo siento, no soy bipolar. Perdón si te parezco extraño, no eres el primero que lo menciona.

Y eso era cierto, TaeHyung tenía un sinfín de experiencias personales de gente acusándolo de extraño, grosero. Narcicista, insoportable. Siempre acostumbrado al visto malo de la gente. Pero eso sucedía cuando él se mostraba tal cual, no le importaba lo que el resto pensará o como los hacía sentir. Ahora sin embargo, le llamaba en demasía la atención el hecho de que él estaba creando un personaje para Seokjin y éste parecía no estar comiendoselo a la perfección.

- ¿Quieres bailar? -preguntaba el castaño.

-Emm... Soy malo -respondía sonriendo.

-No te creo -insistía Seokjin y lo tomaba nuevamente de la mano y lo sacaba a alguna parte de la pista repleta. Poniendo su mano en la cintura y atrayendo el cuerpo de TaeHyung-. ¿Es esto muy cerca para ti? -preguntaba en la oreja del azabache una vez más.

TaeHyung se replanteaba la situación y respondía un simple-. Es perfecto. Ponía la mano libre de la bebida en el hombro de SeokJin y se dejaba llevar por éste.

El movimiento que Seokjin iniciaba era provocativo, vaivén suave de su cadera y guiando a TaeHyung, quien de "soy malo" no tenía un cabello.
El chico sabía cómo mover esas caderas, y como pegarse más al cuerpo de SeokJin. Disfrutando el aroma fresco que provenía del cabello de éste y que estaba impregnado en su ropa. TaeHyung estaba disfrutando, realmente lo estaba haciendo y cuando SeokJin lo giraba le robaba una auténtica carcajada y volvía a pegarlo contra su cuerpo.

- ¡Sabía que no eras malo! -exclamaba SeokJin.

- ¡No exageres! -respondía y terminaba de beber su botella, la cual era rápidamente entregada a unos de los muchachos encargados de levantar botellas y vasos que los presentes dejaban tiradas por el suelo para evitar accidentes o esguinces.

Ahora con confianza enrollaba sus brazos en el cuello de SeokJin y pegando sus labios a la oreja ajena, preguntaba:

- ¿Podemos salir de aquí?.

SeokJin alzaba la vista y lo pensaba seriamente. Aún no sabía mucho de este chico para salir de ahí y quedarse solos. Quizás y si era un jodido psicópata.

- ¿A dónde iríamos? -preguntaba pegado al azabache.

-Quiero impresionarte. ¿Puedes confiar en mí? -exclamaba. Saliendo del hueco de su cuello y mirándolo fijamente.

Una mirada dulce, la mirada de cachorro que le había servido para obtener lo que había querido más de una vez. SeokJin suspiraba y miraba a su alrededor y la confianza de TaeHyung flaqueaba. El tipo se estaba replanteando demasiado salir de allí con él y no estaba seguro de que hacer luego. Quería estar con el tipo en un lugar menos ruidoso para poder conseguir lo que deseaba. Convencerlo de ser su musa para este nuevo desafío.

»Mis malditos ojitos de borrego no están funcionando ¿Acaso es siquiera humano? Todos caen ante mis ojitos de borrego

-Si no me impresionas lo suficiente, me iré a casa temprano -respondía SeokJin.

TaeHyung suspiraba y sonreía. Nervioso.

-Okey. Sin presiones para mí -sonreía y se alejaba para llevar él a Seokjin de la mano, directo a la salida.

SeokJin seguía replanteándose la pregunta que TaeHyung le había hecho:
"¿Puedes confiar en mí?"

Llegué con Hola, soy Vante 🌚

Bueno ya me voy.
Si ven errores me los marcan y corregiré en cuanto pueda 👀😔
Con amor Niñita Nany 💜