🎨- XXIV

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Había una gran y oscura razón por la cual TaeHyung, guardaba cierto rencor hacia sus padres o gran indiferencia. Otra razón por la cual su hermano mayor le resultaba un dolor en el culo, aunque Namjoon siempre había querido lo mejor para él, pero simplemente TaeHyung no había vuelto a conectarse con su familia ni con el resto del mundo luego del fatídico acontecimiento en su niñez.

Ese motivo al que Namjoon lo posicionaba en la línea de tiempo de la vida de TaeHyung como un antes y un después. Pese a que el chico nunca lo había admitido en voz alta, el cambio rotundo en su personalidad y su forma de manejarse con el resto mientras crecía, era motivo suficiente para saber a qué se debía. A la edad de once años, le habían diagnosticado a TaeHyung el famoso desorden de personalidad antisocial.

Cuando lo habían estudiado a fondo como era necesario, la sociopatía en TaeHyung estaba ya en un nivel que consideraban del tipo medio, con la forma correcta podría ser "arreglado" y "mejorado"... O simplemente ir en debacle. Claramente, con el paso del tiempo, la segunda opción era la única alternativa sobre la mesa. Sus padres habían creído por un momento que el chico se volvería un demente psicópata, pero TaeHyung no era del tipo peligroso. De hecho TaeHyung le tenía mucha impresión a la sangre, como le había mencionado a SeokJin en su primera cita. Y es que esa peculiaridad, estaba arraigada al momento que lo había marcado por dentro, dejándole una horrible cicatriz que jamás se iría.

Por otro lado, TaeHyung tampoco tenía sentimientos u anhelos perturbadores sobre tomar otra vida en sus manos. Nada de eso, el tipo era un sociopata hiperactivo, completamente funcional.

Aún había esperanzas para él... Si tan solo él decidiera querer arreglarlo. Y de hecho lo hacía, aunque la mayoría de las veces por las razones equivocadas y es que bueno, carajo, tenía su brújula un poco—mucho—dañada. Pero había logrado avanzar como ser humano en otras cosas, como terminar sus estudios cuando era algo que usualmente la gente como él, no conseguía este tipo de logros, como continuar su carrera, terminarla y recibirse. Tener un empleo normal como cualquier otro ser humano promedio, mantenerlo y cumplir años en la misma profesión y seguir manteniendo el mismo lugar de trabajo, a pesae de todo, pero de nuevo... Su brújula interior y su relaciones interpersonales era una fiasco.

¿Le importaba?, solo cuando herían su orgullo porque nuevamente no lograba su cometido con cada desafío. Ahí estaba el problema, TaeHyung lo hacía todo de la forma incorrecta, con las intenciones erróneas y Dong-Gun tenía que ponerlo nuevamente sobre el carril correcto. Sus retos no habían comenzado hace mucho, menos de un año, ya que otros métodos no funcionaban y su adicción por el alcohol se volvía cada vez peor.

Y extrañamente el único sentimiento que TaeHyung había podido desarrollar, era el odio... Hacia él mismo, cuando miraba su reflejo en un espejo, con una botella de lo que fuere que llenara su sistema de alcohol y repentinamente, su imagen se volvía la de su abuelo. TaeHyung sabía que estaba mucho más arriba de ese nivel, él era un hombre con clase, él era perfecto. Él podría hacer lo que fuera si realmente se lo propusiera. Y así había decidido ceder a estos retos, ligados a su máxima pasión: la pintura.

Pero ese camino había estado lleno de puros fracasos personales, pinturas excepcionales, Dong-Gun regañándole constantemente y tiempo totalmente perdido y echado a la basura. Hasta que se encontraba en el momento actual... Sobre su cama, totalmente desnudo, apoyado sobre el pecho del hombre que más lo irritaba al momento, lo hacía sonrojarse y disculparse constantemente, mientras hacía que su interior fuera un lienzo en blanco lleno de trazos sin sentidos y con muchos colores que, lo hacía estar de cabeza o poner su mundo de cabeza, TaeHyung no estaba seguro. No estaba seguro de nada desde que Kim SeokJin se había cruzado en su camino, se había metido en su cabeza volviéndose su nuevo capricho y ahora también se había metido en su cama y estaba poco a poco metiéndose bajo su piel.

—No sabía que alguien como tú sería del tipo mimoso —mencionaba SeokJin.

Hacía unos momentos estaban recobrando el aliento luego de la gran mamada que se habían propiciado mutuamente con el gran orgasmo que había sacudido sus cuerpo gracias a la boca del otro y el beso ardiente compartido que había tenido a TaeHyung encima de él unos segundos, para luego recostarse a su lado, pero en menos de diez segundos se había vuelto a echar encima de su cuerpo como un gato en celo pidiendo por más caricias y acariciando sus piernas con la punta de los dedos de sus pies y su pecho con la punta de los dedos de su mano.

—No lo soy —afirmaba secamente.

— ¿Y entonces como le llamas a estar encima de mi, enroscado a mi cuerpo y acariciándome con todas las extremidades que sobre salen de tu cuerpo?, como tus manos, tus pies... Y tu polla que se está fregando a mi cadera mientras se vuelve más dura a cada segundo —mencionaba, exhalando todo el aire en un sonoro suspiro.

El cuerpo del castaño estaba tenso, también se estaba poniendo cada vez más duro luego del beso fogozo y la promesa de que su próximo orgasmo le golpearía cuando estuviera dentro de TaeHyung. Pero este otro estaba completamente deshuesado encima suyo, también duro, pero más relajado. Su cabeza había divagado un poco en el silencio del momento.

—Me agradas cuando no dices nada y solo estás desnudo y en completo silencio debajo de mi cuerpo como un cómodo colchón —mencionaba, pegando su mejilla al pecho de Jin.

No había vello, la piel era blanca, suave y sedosa, olía bien, sabia bien... Dios, TaeHyung se sentía tan extraño y complacido, era raro que otra persona le proporcionará ese sentimiento sin estar haciendo nada para adularlo o mantener su ego en alto. Todo lo contrario, SeokJin parecia querer destruir su yo narcisista y ególatra. Y eso a TaeHyung le resultaba, interesante. SeokJin no le lamía las bolas... Bueno, no figurativamente hablando, aunque si literalmente y se había sentido demasiado bien.

TaeHyung disfrutaba del sexo, siempre. Y los halagos sobre su polla, su culo, a su buen cuerpo y/o rostro erótico. Por supuesto, los halagos durante el coito eran la frutilla del postre, volviendo todo más placentero y divertido. Pero estaba seguro que Jin podría insultarlo y decirle algo horrible mientras lo follaba que, a TaeHyung no le importaría, Jin ya era la frutilla y el postre completo.

—Mierda... —susurraba por culpa de sus pensamientos.

—No te he dicho nada —respondía SeokJin. El chico estaba acariciando la piel desnuda de su espalda, haciéndole sentir ese escalofrío suave que lo hacía querer dormir encima suyo y también excitarse al máximo, totalmente duro.

—No fue por tí —respondía el pintor—. Bueno, si es por ti... Pero no de una mala manera yo~... —no sabiendo como explicar la extraña sensación y sus sentimientos encontrados, TaeHyung resoplaba—. ¡Aish!... Mierda.

De repente sentía el pecho de SeokJin vibrar por culpa de su estúpida risa de culo engreído.

— ¿Qué pasa, cariño? ¿Se te enreda la lengua? —se mofaba.

«¿Cariño?» TaeHyung se sentía extraño. Mierda SeokJin era malo para él, lo hacía volverse un completo imbécil.

No era como si jamás le hubiesen dicho un apodo cariñoso y amoroso, todo lo contrario. Lo habían hecho muchas veces, toneladas de apodos bonitos y significativos a lo largo de los años, TaeHyung sabía cómo conseguirlos, sabía que decir, que hacer... Cómo mentir, donde exagerar para conseguir ser el centro de atención de alguien y acaparar sus pensamientos y necesidades. Él había tenido muchos apodos amorosos de sus amantes, pero los había embaucado por ello, sin embargo a SeokJin... A SeokJin solo lo molestaba con su verdadera y radiante personalidad que, para el resto no era agradable, por lo que su "cariño" lo golpeaba de una forma... Diferente y no había salido con sorna, SeokJin se lo había dicho con total naturalidad.

—No sabía que eras tan cursi y romántico... Aunque lo sospechaba —se mofaba, sin moverse de encima de SeokJin y dejando que una sonrisa tirara de la esquina de sus labios cuando volvía a escuchar la risa de éste y su corazón latiendo con calma bajo su oído.

—El sexo me deja hipersensible... Durará unos momentos y luego se me pasará —admitía sin problemas.

TaeHyung suspiraba, quizás debería hacer algo para conseguir otro lindo apodo que se escuchaban muy bonitos viniendo de SeokJin, saliendo de sus carnosos labios con esa voz grave y sedosa. Sus dedos habían comenzado a trazar círculos en el abdomen plano del castaño, mientras otro suspiro le abandonaba.

— ¿En qué piensas? —preguntaba SeokJin con sutileza, dibujando los mismos círculos que TaeHyung dejaba en su abdomen, sobre la espalda baja de este.

TaeHyung se encogía de hombros—. Solo me fui por unos momentos —respondía con total honestidad.

— ¿A dónde te fuiste? —susurraba SeokJin con cautela.

—Sé lo que intentas hacer... —replicaba.

—Saber de ti, me lo debes... Tenemos un trato —mencionaba SeokJin.

TaeHyung suspiraba y miraba hacia arriba para encontrarse con los ojos de SeokJin.

—Tú y yo tenemos demasiados tratos... —mencionaba con seriedad—. ¿Cuándo deje que eso sucediera? —cuestionaba.

Estaba tan serio, incluso algo sorprendido, SeokJin no estaba seguro si estaba jugando a ser este hombre serio y tranquilo o realmente estaba viendo algo así como "al verdadero Kim TaeHyung".

—Me pregunto exactamente lo mismo —mencionaba SeokJin, aún continuando con sus caricias sobre la espalda y piel suave de TaeHyung.

El azabache se le quedaba viendo, estaba listo para alguna respuesta mordaz y burlesca, pero solo se quedaba correspondiendo a la mirada fija que SeokJin le estaba dando así que, nuevamente se impulsaba hacia arriba y besaba los labios de este otro. Un beso a presión, sutil y luego, mordía el belfo inferior del castaño para que éste abriera su boca y le permitiera realmente besarlo. Dejando meter su lengua, apoderarse de su boca y enroscarse con la de SeokJin.

El castaño había dejado salir el aire por sus fosas nasales, mientras apretaba el agarre en la cintura de TaeHyung y llevaba su otra mano a su rostro y lo mantenía allí, fijo, consumiéndose el uno al otro en un beso perfecto que, iba subiendo la temperatura y tensando todos los músculos ajenos. TaeHyung terminaba por cruzar su pierna al otro lado del cuerpo de SeokJin para terminar a horcajadas encima de él.

Comenzando un movimiento suave que hacía una presión infartable entre sus cuerpos y miembros ya duros, SeokJin gemía en la boca de TaeHyung por tanto calor acumulado, estaba abrumado de lo mucho que congeniaban físicamente con ese tipo tan peculiar. Cuando los movimientos de TaeHyung habían dejado en claro que la charla había llegado a su fin y el entretiempo había sido cumplido, SeokJin llevaba sus manos a los glúteos del pintor y comenzaba a amasarlos, abriendolos suavemente para pasar su dedo corazón por la entrada de TaeHyung. Era una caricia superficial que dejaba sus intenciones muy obvias y eso hacía que los besos fogosos con mordidas y gemidos cesarán, solo para que el azabache pudiera estirarse hasta la mesa de noche y tomar lo necesario para que la fiesta siguiera.

Condón y lubricante a la mano. El pomo que describía un sabor dulce a cereza, era ahora derramado en los dedos de un SeokJin entusiasmado por urgar dentro de ese apretado agujero.

— ¿Ansioso? —se burlaba TaeHyung, luego de tirar el lubricante a un lado de sus cuerpos.

—Justo igual que tú —respondía SeokJin, ojos oscuros en dirección a TaeHyung mientras mordía el labio inferior de este y su dedo bañaba la entrada estrecha del pintor.

—Jodidamente si —respondía, envolviendo sus brazos alrededor de un SeokJin que buscaba sentarse más erguido, mientras se dejaba besar otra vez y metía el primer dedo en el interior de TaeHyung.

Este otro cesaba sus besos con un dulce y sensual "Mm~ ah..." echando su cabeza hacia atrás, relajando su cuerpo y empujando su bonito culo hacia los dedos de SeokJin.

—Eso es... —el castaño lo anclaba con una brazo apretado a su cintura—. Relájate para mi... —pedía con voz ronca.

El sonido de la misma, hacía estragos con TaeHyung—. Si, si... —respondía con una voz vergonzosamente quebrada y sumisa.

SeokJin lo miraba con ojos oscuros, la forma en que abultaba sus labios cada vez que su dedo golpeaba dentro, acariciando su punto dulce.

—Otro... Jin, otro —rogaba, reclinándose sobre el cuerpo ajeno y juntando sus frentes. Su visión captaba los labios entre abiertos de SeokJin, alzaba la vista y lo veía con una mirada oscura y penetrante.

Esa mirada que dejaba ver la lujuria y el libido en el punto más alto, con sus ojos fijos en el objeto de su deseo. TaeHyung se estremecía por como SeokJin lo miraba, mientras que sentía como sus dedos comenzaban a follarle con suma exactitud y precisión. No aguantaba el hecho de querer juntar sus bocas para desgarrar sus labios con ímpetu. Su lengua se alejaba de la boca ajena mientras SeokJin aceleraba el movimiento de su mano, él se movía desesperado ya que no solo necesitaba encontrarse con sus dedos, sino, hacer fricción con la gran polla dura del otro hombre, debajo de él.

Unos gemidos suaves comenzaban a abandonar su garganta, siendo devorados por la boca pecaminosa de su musa. Hasta que el teléfono sonaba.

— ¿Es una broma? —soltaba TaeHyung, sin dejar de mecerse encima de SeokJin y dejando su boca unos momentos—. Apaga esa maldita cosa.

SeokJin quitaba sus dedos del interior de TaeHyung y escuchaba nuevamente la melodía.

—Debo atender —exclamaba, moviendo con toda naturalidad el cuerpo de TaeHyung de encima de él.

— ¿Qué hac-...? ¡Aish! ¡Jin vuelve aquí! —mencionaba  desde la cama, viendo cómo SeokJin buscaba su teléfono con avidez.

—Es EunWoo, hace días no responde... No puedo ignorarlo —exclamaba, TaeHyung resoplaba rodando sus ojos.

SeokJin le ignoraba, sentándose en la cama y atendiendo el llamado.

—Bestia...

—Ay, déjalo pasar... —murmuraba TaeHyung, acercándose peligrosamente al chico que hablaba cautelosamente con su mejor amigo.

Hey... —soltaba EunWoo, ajeno a dónde SeokJin se encontraba.

—Te llamé, todos estos días —mencionaba SeokJin. TaeHyung hacía una mueca de disgusto.

Lo sé... ¿Ya te cansaste de llamarme? —se mofaba relajado.

SeokJin suspiraba, su amigo estaba de vuelta.

—Lo lamento, Eun... —susurraba—. Yo... Ah-... —TaeHyung había posado sus labios en su hombro derecho y succionado allí con ganas. La piel de SeokJin se ponía colorada en el exacto lugar, el resto se había vuelto del tipo gallina.

— ¿Estás bien? —preguntaba su amigo.

SeokJin apreaba sus ojos, pero no empujaba a TaeHyung—. Me golpeé el hombro, lo siento... —giraba su cabeza para reprender a TaeHyung con una mirada, pero cuando giraba y veía al chico pegado a su hombro, lo veía levantar la vista con su lengua a mitad de camino de su piel, la saliva sutilmente a los lados de sus comisuras y sus ojos negros echando fuego.

Y una sonrisa sensual de lado que ponía a SeokJin más duro.

Jin, lamento haber reaccionado así... No quiero que nos alejemos por un imbécil como tu nuevo enamorado.

SeokJin se forzaba a alejar la vista de TaeHyung.

—Él no es eso —mencionaba, rascando su frente. En ese instante, sentía los besos que el pintor comenzaba a dejar por toda su espalda y él no tenía tanta resistencia por lo que, dejaba caer su cabeza para que TaeHyung bañara esa zona de besos.

El profesor y pintor, con esa sonrisa diabólica en sus labios, seguía su tortuoso trabajo, pero hacerlo más divertido para él y difícil para SeokJin, salía de la cama, se paraba frente a éste y se inclinaba. SeokJin abría grandemente sus ojos y sus piernas, para permitirle acomodarse entre estas y apretaba los dientes cuando la gran mano de TaeHyung, toma su gran erección.

¿Qué dices si voy a tu casa y llevo la cena esta noche? —preguntaba EunWoo.
SeokJin tenía sus dientes apretados, todo su cuerpo y atención simplemente predispuestos y atentos a Kim TaeHyung entre sus piernas.

El pintor sonreía al verlo tener un debate sobre si empujarlo o solo continuar. Se le estaba complicando y se ponía peor cuando la lengua traviesa de TaeHyung, salía para lamer desde la base hasta la punta.

—Mierda... —susurraba ronco, llevando su mano al cabello rizado, negro y enmarañado de TaeHyung, para mantenerlo lejos.

¿No puedes? —preguntaba su amigo, ajeno a su torbellino personal de calor.

—Si-... Yo, si puedo...

Perfecto, en dos horas estoy allí. Salgo del trabajo y hablaremos mejor. Llevaré tu plato favorito. Adiós.

SeokJin soltaba un fuerte y ronco jadeo cuando TaeHyung atrapaba su glande, a la fuerza, hambriento.

—Ya... —lo terminaba de alejar, tomaba su mentón con fuerza y TaeHyung relamia descaradamente sus labios.

Le gustaba la presión de la mano ajena, la fuerza de SeokJin y la mirada voraz y caliente que este tenía mientras lo ponía de pie.

—Estaba teniendo una conversación —susurraba, dejando caer su teléfono sobre su ropa en el piso, dando la vuelta a sus cuerpos, se encargaba de empujar a TaeHyung sobre la cama.

El chico se acomodaba mejor en el centro. No tenía miedo, la voz de SeokJin era oscura y ronca, y su bonita erección le dejaba saber que estaba más caliente que enojado.

—Yo estoy aquí, no debiste atender. No cuando estabas atendiéndome a mi —mencionaba.

SeokJin lo cubría con todo cuerpo, posicionándose encima, abriéndole las piernas y llevando su mano a su entrada ya resbaladiza y un poco dilatada.

—Si-... Vuelve a dónde estabas —pedía, encorscando con sus brazos a SeokJin y atacando su boca.

Lo que siguió después de eso fue uno de los momentos más calientes en la vida de TaeHyung y SeokJin. La desesperación con la que se restregaban el uno al otro para moler su duro miembro era enloquecedora. Y la forma en la que los dedos de SeokJin apuñalaban su punto dulce con ahora, tres de sus dedos, era demasiado abrumador como para que TaeHyung resistiera el beso que estaban compartiendo.

Una pierna estaba enredada a la cadera de SeokJin, la otra estaba lavantada con su rodilla tocando el hombro del castaño y este tenía sus dedos dentro y fuera de su agujero. Masajeando su punto dulce de una forma exquisita. TaeHyung estaba cerca, podía sentir la base de su polla contraerse, sus piernas tamblar y su estómago burbujeando...

—No, no, no. Detente, así no —empujaba y atraía a SeokJin, contradiciéndose a sí mismo—. Jin... —susurraba con ojos llorosos, mirando al futuro abogado—. Voy a-...

—Lo sé... Déjalo salir —pedía SeokJin, moviendo su pelvis, haciendo fricción desesperada de miembro con miembro y luego ponía su boca en el cuello de TaeHyung, pasaba su lengua y luego succionaba con fuerza.

Un gemido roto con su nombre a cuestas era lo que TaeHyung soltaba, mientras se corría debajo del cuerpo de SeokJin y temblaba por la fuerza del impacto de su orgasmo. Todo su cuerpo tembloroso ante las réplicas de su orgasmo y la insistencia de los dedos que los follaban, aún bien apretados, unos segundos más mientras estaba hiper sensible.

SeokJin besaba suavemente su cuello, cuesta arriba a su mentón hasta llegar a su boca y besarla dulcemente, TaeHyung tenía sus brazos tensos, hasta que se relajaba y sentía los dedos ajenos abandonarlo.

—No quería así... —susurraba cuando el beso se acaba.

SeokJin lo miraba—. Tengo que irme

— ¿Qué? —TaeHyung se tensaba—. Quedamos en que sacaríamos esto de nuestro sistema y luego te pintaría. Quedamos en que ibas a follarme —SeokJin relamia sus labios y salía de la cama para comenzar a vestirse—. Aún estás duro

—No tanto —exclamaba como si nada. Indiferente.

TaeHyung se cruzaba de brazos sobre su cama, poco le importaba estar con su esencia sobre su piel y... Y la de SeokJin.

— ¿Cuándo te corriste? —preguntaba, llevando sus dedos a las líneas blanquecinas de semen y lamiendolos descaradamente justo cuando los ojos de SeokJin lo veían.

Le calentaba la sangre la mirada lujuriosa del futuro abogado. Lujuria y algo más. TaeHyung se quedaba prendido de sus ojos mientras sacaba sus dedos lentamente de su boca y los pasaba por su labio inferior.

SeokJin tenía que parpadear dos veces para dejar de verlo, se veía... Como sus mejores fantasías.

—Me corrí cuando lo hiciste tú, mirándome con esos ojos melosos —replicaba seriamente.

TaeHyung se sentaba sobre la cama, casi indignado, casi.

—Ya quisieras, cariño. Ahora vuelve a la cama, tu amigo puede esperar, yo no —exclamaba.

SeokJin relamia sus labios, volvía a mirar el cuerpo desnudo de TaeHyung y reconsideraba toda la situación. El pintor saliéndose con la suya finalmente. No habían follado, pero habían tenido sexo en una de sus múltiples formas y maneras. Y ahora TaeHyung estaba muy seguro de que podría conseguir lo que quisiera otra vez tan solo ordenándole.

Las palabras de EunWoo volvían a su cabeza, sobre cómo se volvía un imbécil cuando alguien lo tenía por su polla. Y mierda, tenía completa razón. Ya había echado todo esto por la borda, perdiendo completamente su profesionalismo. Escudándose bajo las palabras de su terapeuta sobre "Quedarse y ayudarlo" ya que algo en él que, lograba al menos excavar bajo la piel de ese enigmático y peculiar hombre.

Pero, aquello había sido solo su instinto animal. Su hambre. Su propia necesidad física por encima de cualquier otra cosa.

—No me quedaré —afirmaba—. Tengo cosas que hacer y esto... No fue nada profesional.

SeokJin ya se encontraba completamente vestido mientras saque TaeHyung lo miraba con ceño fruncido

— ¿Puedes abrirme la puerta? —preguntaba como si nada. Aunque en realidad sólo necesitaba respirar y ventilar su maldita cabeza.

TaeHyung se ponía de pie, con un rostro ilegible y pasos directos a él. SeokJin pasaba el nudo en su garganta cuando lo veía pasearse en toda su gloria. Una imagen pulcra sino fuera por el chupón rojizo formándose en su cuello y su cabello revuelto.

—Teníamos un maldito trato —repetía.

SeokJin apretaba sus dientes y se aproximaba lo que restaba al Pintor—. Ábreme la puerta o no obtendrás absolutamente más nada de mí. Tengo que irme y al fin de cuentas, fui caballero e hice que te vinieras dos veces

—Pero tu polla no se metió en mi culo —soltaba TaeHyung, acercándose otro poco. Jin apretaba sus dientes pero permanecía en su lugar, se sentía completamente extraño cuando TaeHyung exclamaba—. Quédate —de forma más suave y quebrada, con ojos dulces y suplicantes.

SeokJin lo miraba unos segundos y por poco le creía, por poco.

Dejando caer su cabeza, reía amargamente y se alejaba, TaeHyung ponía rostro de "aburrido con la vida" mientras negaba ante su risa estúpida.

—Solo ábreme, te llamaré ¿de acuerdo?. Haremos lo que se tenga que hacer y si aún me quieres como tu musa-...

—Te quiero —soltaba TaeHyung, incluso sorprendiéndose a sí mismo—. Como mi musa —se corregía.

SeokJin relamia sus labios y asentía—. Re organizaremos, ahora por favor... Solo ábreme la puerta —mencionaba dándose media vuelta y saliendo de su habitación.

A duras penas sus pies lo habían llevado a su sala, habían puesto la clave en su puerta y cuando SeokJin estaba saliendo, su corazón se aceleraba. Quería decir algo, lo que fuera, pero nada salía y SeokJin repentinamente, se detenía antes de abandonar su apartamento, lo miraba seriamente, cauteloso y algo expectante.

— ¿Olvidas algo? —soltaba el pintor con su mentón en alto y su voz de superado.

SeokJin lo miraba unos segundos, se detenía en su boca, relamia la suya propia y salía sin decir nada más. Llevándose tras de sí, los últimos latidos acelerados del corazón de un TaeHyung que, volvía a cerrar la puerta y se abrazaba a sí mismo en el silencio de su apartamento.

Una semana había pasado de es encuentro fogoso. TaeHyung no había recibido ni un llamado, ni mensajes de SeokJin. Estaba completamente histérico al respecto. Mal humorado, mal llevado, todos molestaban. Todos y cada uno.

— ¿Y como estan las cosas con SeokJin? —preguntaba la doctora Lee.

TaeHyung resoplaba.

—Estamos aquí para hablar de mi. Nadie más que yo... O sea ¿Por qué me preguntas por ese imbécil?. ¡Hablemos de mi! —soltaba irritado, saltando en el sofá, para luego quitarse su chaqueta y acostarse, refunfuñando y resoplando—. O sea el colmo, estoy aquí por mi.

La doctora lo observaba, jamás había visto a TaeHyung tan irritado, por segunda vez consecutiva.

—Ponte cómodo —mencionaba relajada, al verlo recostado sobre el cómodo sofá.

— ¿La gente se acuesta aquí? Es increíble, el sofá es increíble. Es cómodo, como mi estúpida cama que es perfecta para tener sexo salvaje y el muy imbécil se fue y me dejó duro como una maldita roca, deseoso y necesitado ¡no me dio lo que quería! ¡Él no me lo dio!

La doctora abría sus ojos, TaeHyung no podía ver su sorpresa por estar con sus cejas fruncidas mirando el techo.

— ¿De quién estamos hablando? —preguntaba ella con cautela. Aunque lo sabía.

— ¡Pues de Kim SeokJin! ¿De quién más? —TaeHyung dejaba caer sus brazos, su voz irritada al cien por cien, su ceño fruncido, sus labios haciendo un mohín. Él estaba enfadado, verdaderamente enfadado.

—Creí que no querías hab-...

— ¡Lo detesto! ¡Es un imbécil! ¡Un maldito provocador, calienta pollas! —TaeHyung pataleaba recostado en el sofa—. ¡Lo detesto! ¡Aish! No me gusta esta pose —se quejaba, dándole la espalda a la doctora y viendo el respaldar del sofá, casi en posición fetal y resoplando verdaderamente frustrado.

—De acuerdo, como más te sientas cómodo —mencionaba la doctora—. Entonces, volviendo a Kim SeokJin. Lo detes-...

— ¡Lo detesto! ¡Es un idiota! ¡Él no colabora conmigo! Teníamos un trato, no lo cumplió —decía furioso, golpeando el sofá con su puño—. ¡Tenía que elegirme a mi! ¡No a su estúpido amigo! ¡A mi! ¡A mi! ¡Lo detesto, me cae mal. Es un estúpido, estúpido, estúpido! —repetía, haciendo un auténtico berrinche mientras se movía en el sofá.

— ¿Solo por eso lo detestas o hay algo más?

TaeHyung suspiraba, de pronto se encogía allí, en su posición fetal, se abrazaba a sí mismo y sentía que una lágrima caía por su mejilla, suspiraba nuevamente y susurraba para sí mismo—. Yo creo que-... Lo extraño.

Chan Chan, un poquito más se va sabiendo sobre nuestro personaje peculiar. Era momento propicio para tirar un poquito de su pasado.

Y lo inestable que lo pone SeokJin.

Les recuerdo, para los lectores de SOLO VANTE... Luego de esta rueda terminaré mi fic EROTOFONOFILIA, por lo que tardaré en volver a actualizar, solo les pido paciencia. Ese fic ya va a cumplir dos años y necesito soltarlo. Perdón que los tenga actualizando cada muerte de obispo, no es falta de inspiración, solo es la vida cotidiana y poder terminar otro fic que necesita ser Finalizado y soltado en toda su gloria.

Gracias por su atención, amor y apoyo UwU

NanyKoo ✨

Rueda de actualización

Rueda de actualización
EROTOFONOFILIA ✅ 06/09
ANATEMA ✅ 11/09
HOLA, SOY VANTE ✅ 15/09
UPSIDA ❎ ←next
ILLECEBRA ❎
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎
MISERABLE LOVE (se acaba de unir a la ronda, aunque ya di el primer cap)

Si ven errores de tipeo, mil disculpas ✨

PS: MIS RESPETOS A LA QUE SACRIFICÓ ALGO PARA TENER ESTAS DOS SELCAS TAEJIN

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