🎨- XVIII

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TaeHyung estaba ansioso por sentir esa gran mano rodeando su longitud, también quería chupar y morder esos labios carnosos entreabiertos que, solo estaban a centímetros de los suyos... Estaba entregado y Seokjin completamente tenso, hasta que el pulgar del castaño se movía y acariciaba su abdomen, eso lograba que sus dientes se apretaran, sus músculos se pusieran rígidos y su anticipación lo volviera loco de deseo.

—Si yo meto mi mano dentro tus pantalones... ¿Qué sucederá luego? —susurraba SeokJin, relamiendo sus labios.

También se estaba muriendo de las ganas y sentía que ya no podía siquiera disimularlo, en primer lugar, ya estaba en casa de TaeHyung porque no había respondido su mensaje y ¿qué diablos importaba si no había respondido?, pero ahí estaba, regalado.

TaeHyung le brindaba una sonrisa ladina muy sensual—. Te prometo que si metes tu mano dentro de mi pantalón, lo siguiente que sucederá, será pura y exclusivamente placentero... —TaeHyung se aproximaba otro poco y susurraba en sus labios—. Juro que no te vas a arrepentir.

Y luego de eso, su lengua salía, pasaba por el mentón de SeokJin, provocando que este abriera más sus labios y en esa pequeña abertura, TaeHyung barría con su lengua y la pasaba por entre medio, sintiendo como apenas la punta de la suya, rozaba la de SeokJin. Aquello era un pequeño carbón encendido que lo prendía con una exorbitante excitación. El acto que continuaba luego eran sus dientes clavándose en el belfo inferior de SeokJin, luego un siseo por parte del castaño que, estaba prendido fuego y sus dedos se clavaban en el abdomen bajo de TaeHyung, mientras que su otra mano, capturaba la nuca de éste y lo mantenía cerca de su boca.

La mordida de TaeHyung se volvía un chupón suave, SeokJin cerraba sus ojos y ambos gemían al mismo tiempo ante aquello. El castaño podía atacar esos labios, de hecho él quería, pero ¿y luego qué?.

TaeHyung soltaba sus belfo—. No me besas, pero tampoco me sueltas, ni te alejas... Vas dejarme con la polla dura y ¿no harás nada al respecto? —SeokJin abría los ojos y veía los oscuros de TaeHyung, luego le sentía empujar su parte baja hacia atrás y torturar su miembro, muy despierto y receptivo a cada acontecimiento—. Veo que nos dejarás a ambos duros —comentaba el pintor.

SeokJin lo soltaba de repente, se alejaba y se giraba, dándole la espalda, fregando su rostro y quitándose la gorra que le molestaba, mientras respiraba algo agitado. Él sabía que no debía de ir allí, había demasiada tensión con TaeHyung. Él quería ayudarlo, realmente le interesaba esa parte, pero también quería tenerlo desnudo bajo su cuerpo y atornillandolo a la cama o contra la pared, donde sea. No podía ignorar lo que su cuerpo pedía y era estar dentro de TaeHyung... O viceversa.

—Sabes... —la voz de TaeHyung resonaba tras él, las manos grandes del pintor tomaban su chaqueta y la retiraban, SeokJin se dejaba quitar su abrigo. Sus músculos demasiados rígidos, su pulso acelerado y su cuerpo deseoso. Cuando TaeHyung dejaba la chaqueta de jean sobre el respaldo de su sofá, lo veía y sentía, pasar sus brazos por debajo de los suyos y abrazarlo de la cintura, pegando todo su cuerpo al suyo.

Y joder, TaeHyung estaba ardiendo... O era él o quizás ambos.

El pintor y profesor, se pegaba descaradamente al cuerpo de SeokJin, el perfume masculino lo tenía en una especia de transe, su piel sensible sentía la tela de la remera que SeokJin llevaba puesta y pegaba toda su erección al castaño, para que pudiera sentir como estaba y lo apretaba fuerte con sus brazos mientras pegaba su nariz a la parte posterior de la cabeza de éste y aspiraba la fragancia.

La sensación de escalofrío que le inundaba a SeokJin junto con toda la sangre de su cuerpo en dirección al sur, lo estaba dejando completamente desarmado. También sentía la respiración agitada del azabache y como su pecho se contraía y expandía debido a ésta.

—Dios, hueles tan bien —susurraba el pintor y sus dedos se clavaban en el pecho de SeokJin.

— ¿Qué estás haciendo? —susurraba éste, sin mucha fuerza.

—Hay mucha tensión, entre tú y yo... —la lengua de TaeHyung trazaba una línea vertical en la zona y podía ver el exacto momento de la piloerección en la piel de SeokJin—. Creo que antes de comenzar nada, deberíamos encargarnos de apaciguar las aguas entre nosotros.

SeokJin pasaba el nudo en su garganta mientras TaeHyung empujaba tras él, pegándose a su cuerpo y pegando el suyo a la espalda del sofá. La mano izquierda de TaeHyung subía por su pecho, acariciando su cuello y llegando a su mentón, sus largos dedos tanteaba con suavidad sus labios, especialmente el reciente belfo mordido y chupado, para luego de eso, comenzar a besarlo en su nuca, delicadamente, volviendolo loco, logrando que un gemido de sorpresa se le escapara de sus labios y cuando conseguía aquello, metía su dedo corazón en la boca del castaño.

Cortaba el beso y ordenaba—. Chupalo... —pedía con voz grave.

Y SeokJin lo sabía. TaeHyung era un demonio, esperando pacientemente por hacerlo caer al lado oscuro y él era tan débil. Una mirada de deseo de TaeHyung hacia él, era malo. Unas caricias, eran malas. Un beso, estaba mal, todo esto estaba mal, pero era tan débil y se encontraba ardiendo de deseo cuando TaeHyung volvía a ordenarle una vez más, con voz ronca que, chupara su dedo, mientras empujaba su pelvis contra él y lo sentía completamente duro.

SeokJin se rendía, chupaba el dedo medio de TaeHyung y sentía la piel salada haciendo cosas extrañas en su interior. Haciéndole preguntarse cómo sabia el cuerpo de TaeHyung, cada rincón prohibido que todavía no había visto.

—Mmm... Joder, si así chupas mi dedo no quiero imaginar lo que harías con mi polla —ronroneaba en su oreja y tiraba de su lóbulo suavemente.

SeokJin perdía completamente sus inhibiciones, se quitaba las manos de TaeHyung repentinamente, se giraba decidido y lo tomaba de la parte posterior de su cabeza y juntaba sus labios en un beso furioso, frustrado, lleno de todo tipo de emociones. TaeHyung lo recibía completamente indefenso y algo atontado, necesitaba aferrarse a sus anchos hombros porque la forma en que lo estaba besando lo hacía sentir que le estaba desgarrando los labios y el alma. Sus piernas de volvían de gelatina, débiles. Su cuerpo se pegaba al de SeokJin y sentía como le empujaba hacia atrás, nuevamente dándolo contra la isla que separaba su cocina de su living.

"Mmm~..." SeokJin lo estaba dejando sin aire, pero a TaeHyung no le molestaba, de hecho deseaba más. Deseaba ser consumido por ese hombre si eso fuera posible. De hecho, necesitaba saber si algo iba a ser posible, si algo iba a pasar, así que se veía obligado a cortar el beso y tomar el rostro de SeokJin para que lo mirara fijo.

—Aguarda, aguarda un maldito segundo... —pedía agitado, cuando miraba a SeokJin lo sentía enfocarse en él y en el ahora, sus ojos negros e intensos parecían recordar donde estaban y lo miraba en silencio y agitado—. Dime qué vamos a follar o patearé este bonito culo fuera de mi apartamento —su mano había, descaradamente, apretado uno de los glúteos de SeokJin.

Éste parpadeaba reiteradas veces.

—Yo-... No vine-...

—No me digas que no viniste por esto, porque joder, miranos... —replicaba TaeHyung agitado. Su pelo negro era un desastre por culpa de SeokJin y sus labios eran una caso aparte. Hinchados, rojos, bien maltratados y el castaño no se veía diferente, el pintor contratacaba una vez más, pegando sus labios a los ajenos y añadía—. Quédate y folláme o vete de mi apartamento —pedía.

SeokJin lo miraba en silencio, más silencio y TaeHyung comenzaba a aflojar su agarre alzando sus cejas, listo para empujarlo lejos, pero el castaño exclamaba—. No quiero irme.

Y la sonrisa diabólica, sensual y perfecta de TaeHyung se pintaba en su precioso rostro. Sus manos volvían a acunar el rostro de SeokJin y lo besaba, sus labios barrían y se restregaban contra los del castaño mientras su boca se abría y recibía la lengua salvaje y decidida de éste. SeokJin sabía cómo adueñarse de su boca, mientras acunaba su rostro, permitiéndole bajar sus manos para tomar la punta de la prenda de su remera y jalarla hacia arriba.

SeokJin lo soltaba y le permitía quitarle otra prenda más. Cuando la misma era arrojada en el suelo, las manos de TaeHyung acariciaban su pecho, pero no duraba mucho admirándolo porque éste volvía a tomar posesión de su boca. Luego gemía en sus labios y lo sentía como comenzaba a caminar de espaldas, con dirección a su habitación, mientras sus manos buscaban desabotonar su pantalón, mientras él estaba besando su rostro, mejilla, raspaba su mentón con sus dientes y besaba su cuello. Luego daba algunas pausas para que TaeHyung pudiera desabotonar su pantalón.

Cuando se daba cuenta que estaba haciendo lo imposible por besar al pintor y quitarse su zapatos, solo podía reír en su cabeza y golpearse mentalmente, porque no quería ni podía parar, cuando llegaban a la puerta que era la habitación de TaeHyung, este soltaba:

—La cama está desordenada, pero no importa ¿cierto? —se burlaba el azabache y lo tomaba de su cabeza para nuevamente juntar sus bocas.

Dios, TaeHyung estaba consciente de que estaba comportándose como un jodido muerto de hambre. Por ese hombre. Por ese cuerpo. Cuando su puerta se abría y metía a SeokJin en su habitación, rápidamente lo empujaba hacia su cama. Éste caía casi como un muñeco de trapo, sorprendido de la fuerza que TaeHyung había infringido para dejarlo justo donde se encontraba, despatarrado en el centro de la cama con su pantalón desabotonado y el cierre bajo.

TaeHyung tiraba su cabello hacia atrás y pasaba su lengua por su belfo inferior mientras se lo comía con los ojos. El torso blanco de SeokJin era precioso, lo recordaba bien de la última visita y no le iba a permitir irse. Así que se aproximaba a su puerta y la cerraba con llave, cuando giraba, SeokJin lo miraba, aún sorprendido, parpadeando algo atontado.

—No saldrás de aquí hasta que yo lo diga —mencionaba agitado.

SeokJin tragaba el nudo en su garganta y se acomodaba en el centro de la cama, TaeHyung mordía su labio inferior mientras lo recorría con sus ojos y estos frenaban en su prominente erección atrapada en sus pantalones. El pintor se inclinaba y comenzaba a gatear por encima de la cama y entre las piernas de SeokJin. Sus manos iban a los muslos de éste y apretando cuesta arriba, llevaba sus manos a la cintura del pantalón, colocando sus largos dedos dentro de la cinturilla del jean y el bóxer.

Sus ojos negros enfocaban a SeokJin y éste se encendía con tanta facilidad. Él y TaeHyung eran como el fuego y la gasolina, y cuando los dedos del pintor tiraban cuesta abajo decidido, él elevaba sus caderas para más facilidad y finalmente quedaba completamente desnudo, viendo cómo TaeHyung sonreía sensualmente y terminaba de quitarle la prenda mientras se relamia los labios y sus ojos se comían primero su polla erecta y luego todo su cuerpo cuesta arriba, hasta su rostro.

¿Cómo una mirada podía ponerlo tan jodidamente duro?. Sentía que se iba a correr por el simple hecho de que TaeHyung lo mirara de esa forma.

Y de hecho se estaba tomando su jodido tiempo, disfrutando de la vista.

—Si sigues viéndome como si quisieras ahogarte con mi polla, pero sin realmente hacerlo, me voy a correr por imaginarlo —exclamaba con una voz demasiado grave y rasposa, para su sorpresa.

TaeHyung sonreía, ladino. Sexy, perfecto y luego mordía su labio, se arrastraba encima de SeokJin, rozando la piel de los muslos, el abdomen y las costillas con sumo cuidado. Logrando que éste siguiera agitado, ansioso y caliente como el infierno, apretando sus dientes y reluciendo esa bonita y delicada mandíbula de la que era dueño. Todo su cuerpo estaba encima del de SeokJin, sus ojos de encontraban, cerca, peligrosamente íntimo y luego bajaba la vista una vez más y veía el miembro erecto y largo del que el castaño era orgullosamente dueño.

La cabeza roja del glande brillaba debido al pre semen  y la venas de los costados pintaban la longitud, vello púbico al ras, prolijo muy masculino y TaeHyung babeaba.

—Mierda, de Seokjinnie Kochinnie no tienes un jodido pelo —susurraba ronco.

SeokJin reía secamente—. ¿Seguirás viendo o vas...?

— ¿Ahogarme? Jodidamente voy a ahogarme, pero antes... —alzaba su dedo índice y se bajaba de la cama para quitarse su pantalón de chándal y mostrar su gloriosa desnudes.

SeokJin parpadeaba por enésima vez y admiraba la piel acaramelada, ese tono trigueño, precioso de pies a cabeza. Con una buena polla tan dura como la suya que invitaba a que tuviera las fantasías más sucias jamás pensadas. TaeHyung estaba depilado tan prolijamente igual que él... Y solo quería sentir la sensación rasposa de su pelvis a la ajena y comenzar a sudar por el arduo trabajo que tenía pensado ponerle a ese chico.

TaeHyung lo miraba y tocaba su propia erección, su mano apretaba desde su eje con suaves masajes y se aproximaba nuevamente a él. Subiendo a la cama, SeokJin suspiraba ansioso, apoyado sobre sus codos y mirando a TaeHyung cada vez más encima de él y cuando lo tenía al alcance de su mano, llevaba está al rostro del azabache y acariciaba su mejilla con dulzura. La punta de sus dedos trazaban suaves caricias que provocaban sensaciones extrañas en TaeHyung. Los ojos de SeokJin y la forma en que éste lo miraba, también ocasionaba sensaciones nuevas. Había sentido nervios, mucha anticipación y el sexo no era así para él, era más como un trámite de arduo trabajo, algo agotador, pero bien pagado y luego de que se corría, su polla perdía todo interés.

Si, TaeHyung tenía una larga lista.

Pero no quería apresurarse con SeokJin y sabia de antemano que una vez que follaran, podría concentrarse en su objetivo. Usar ese cuerpo, para conseguir lo que venía luego con respecto a las promesas que su profesor le había hecho. Estaba seguro de eso, pero cuando SeokJin se aproximaba y mordía su belfo sorpresivamente, su sangre hervía, su polla goteaba y sus músculos estaban tan rígidos que sentía todo extrañamente diferente.

—Sss... Ay, eso ardió —sentenciaba con esa voz dulce y juguetona, cuando SeokJin lo soltaba. Éste no decía nada así que él dirigía su boca al mentón del chico, comenzaba a besar, morder y lo empujaba para que se recostara en su cama, cuando tenía a SeokJin completamente reposando, veía el deseo en sus ojos y como le encantaba aquel mensaje fuerte y claro, por lo que comenzaba a besar su largo cuello—. ¿Te han dicho que tu cuello es jodidamente sexy?

En ese entonces el castaño tragaba duro y su manzana de Adán subía y bajaba, así que la lengua del pintor pasaba por encima de esta y sentía el sabor de su piel. Estaba alucinando debido a que estaba demasiado duro porque creía que SeokJin era dulce, así que seguía bajando, hasta que sus besos y lamidas llegaban al pezón de Jin y con sus dientes mordía.

— ¡Joder! —soltaba éste repentinamente.

—Al fin, estabas demasiado silencioso —exclamaba TaeHyung, luego pasaba su lengua y con sus dedos pellizcaba el otro. Estaba disfrutando demasiado de cómo el cuerpo ajeno se retorcía bajo el suyo.

—Baja de una jodida una vez... Estás haciendo esto muy largo —soltaba SeokJin.

TaeHyung arrugaba el ceño, diablos, si había perdido un buen tiempo jugando con su torso, así que comenzaba a bajar, pasando su lengua por el abdomen y llegando a la parte de la zona V de la pelvis de SeokJin. Cuando tenía la polla de éste frente a él, notaba el líquido blanco saliendo de la hendidura, así que pasaba su dedo por encima y lograba que el castaño encorvara su cintura ante del primer toque y maldiciera algo que no había entendido.

SeokJin miraba hacia abajo y TaeHyung alzaba sus ojos justo al mismo tiempo, las miradas conectaban y el pre semen  de sus dedos, lo llevaba a su boca, chupando sus extremidades mientras sus ojos conectaban a los de SeokJin y podía notar como el cuello y las orejas de éste se volvían de un rojo furioso y sus papilas gustativas se llenaban de todo el sabor de Jin.

—Mmm... —cuando quitaba sus dedos, relamia sus labios lentamente—. Me gusta que hayas traído el desayuno —soltaba, luego de eso sonreía, enrollaba sus dedos alrededor de la gran longitud erecta y sacaba su lengua para pasarla desde la base hasta la hendidura.

— ¡Jodido infierno! —SeokJin encorvaba su cintura y apretaba las sábanas, mientras cerraba sus ojos.

—Sabroso —soltaba TaeHyung, más para sí mismo que para el castaño y nuevamente se perdía.

Comenzaba a masajear al ritmo de sus lamidas para poder resbalar su mano con más facilidad, así que entre su saliva y el pre semen de SeokJin, ya se encontraba lo suficientemente deslizante y mojado. Ahora miraba al castaño quien gemía dulcemente y lo miraba fijo, para finalmente abrir su boca y meterse toda la larga erección en ésta.

—¡TaeHyung!... Joder, joder —SeokJin sentía la presión de la cavidad del azabache y perdía el conocimiento, solo era consciente de su polla y la boca ajena trabajandolo—. No duraré...

—Tampoco yo —añadía TaeHyung.

Y en ese entonces, sentía el movimiento brusco, tembloroso en la cama, no solo era el movimiento de TaeHyung masturbadole, sino que también se estaba masturbando a sí mismo.

—Ven aquí... —ordenaba.

TaeHyung estaba muy enfocado, labios hinchados y brillosos, cuando lo miraba quedaba recalculando.

— ¿Qué?

— ¿34 + 35? —soltaba SeokJin, jadeante.

—Joder, si —respondía TaeHyung, más efusivo de lo esperado para el castaño que, ahora lo veía trepar por su cabeza con sumo cuidado. Poniendo sus rodillas al lado de sus hombros y su erección sobre su rostro, pavoneandose muy confiado con su cuerpo—. No juegues demasiado, solo chupala y tragate todo.

SeokJin alzaba sus cejas—. ¿Lo dice el que viene lamiendo y jugando con mi polla como si fuera un maldito chupete?

TaeHyung reía de oreja a oreja y se acomodaba encima de SeokJin con sumo cuidado, alcanza sus caderas, tomaba su polla y cuando iba a darle otro chupón al glande, sentía el primer toque de los dedos de SeokJin sobre su longitud y un agarre seguro en la base de su miembro.

—Aah~... Jin

—No te hice nada aún —susurraba la voz brulona sobre su glande.

Éste por su parte, sonreía victorioso de no ser el único atormentado, pero estaba hambriento de probar la poca semilla derramada ya del profesor, así que pasaba su lengua y notaba como las piernas de TaeHyung se ponían rígidas. El azabache apretaba sus ojos y masturbaba a SeokJin más rápido, hasta que se decidía a poner su boca y comerse nuevamente aquella polla, pero se veía nuevamente perturbado cuando sentía que SeokJin llevaba una de sus bolas a su boca y succionaba justo ahí.

— ¡Hijo de-.... Joder! —su puño se apretaba en respuesta—. Sigue, sigue —pedía, SeokJin no lo escuchaba, estaba demasiado ocupado chupando, lamiendo y sorbiendo. Hasta que encontraban el ritmo y ambos estaban con la erección del otro en su boca.

La saliva escurría de los labios de TaeHyung y Seokjin podía sentirse que se ahogaría en cualquier momento si TaeHyung seguía perforando su garganta, pero le gustaba la sensación. El azabache estaba cerca y lo sabía. SeokJin era demasiado bueno, aún estando debajo en esta combinación y él estaba demasiado torturado... Masajeando, lamiendo y chupando, pero perdiéndose cada que se su longitud era apretada en la boca del castaño.

Este otro por su lado, estaba demasiado extasiado por la situación, tenía que admitir que lamentablemente, él y TaeHyung parecían ser demasiado compatibles en la cama, en la vida no tanto, pero en el sexo, se estaban volando la cabeza con una simple mamada y podía sentir las piernas tensas y el abdomen de TaeHyung contraerse mientras balbuceaba maldiciones sobre su hendidura y pasaba fuertemente su lengua.

—Oh, carajo... —Las rodillas de TaeHyung temblaban—. No aguanto...

—Lo sé, córrete con mi polla en tu boca —soltaba el castaño entre chupones y lamidas, unos fuertes masajes a la longitud de TaeHyung y exclamaba una vez más—. Córrete para mí, lo beberé todo...

Y como por arte de magi-... Una buena mamada, TaeHyung sentía la presión en sus bolas y su bajo vientre contraerse, todo listo para explotar en la boca de SeokJin mientras lo chupaba ávidamente y soltaba antes de alcanzar su orgasmo:

—La próxima vez voy a correrme con tu polla en mi culo —y chupaba fuertemente logrando que sus palabras dieran en el blanco porque SeokJin explotaba junto con él a causa de la imagen bien cruda que había plantado en su corteza pre-frontal de ellos unidos—. Mmm~...

Ambos se encontraban crudamente, ordeñando hasta la última gota del otro. Tragando todo, sin desperciar nada, SeokJin sentía sus piernas dejar toda rigidez y tensión reciente, mientras que TaeHyung estaba intentando sostenerse con su cuerpo temblando debido a las réplicas de su orgasmo y de cómo SeokJin lo succionaba insaciable. Él estaba igual, hasta que no quedaba nada  más.

Saliendo de encima se recostaba al lado de su invitado, ambos jadeantes, pegajosos, sudados. Oliendo y sabiendo al otro. El corazón de SeokJin palpitaba desbocado en su pecho, mientras miraba el cielo raso de TaeHyung y este tenía su mente en blanco y por más que quería quedarse echado en la cama, sentía la urgencia de levantarse, irse encima del castaño que lo miraba sorprendido y juntaba sus bocas. El beso era suave, con calma, lleno de lenguas y chupones para sentirse en la boca del otro. Era el beso más ardiente que habían compartido y Seokjin no tenía problema en aguantar el peso de TaeHyung sobre el suyo, torso con torso, su mano bajo su cabeza para sostenerlo allí y la suya en la espalda baja del azabache.

Estaba hecho, la primera parte de ese encuentro, porque eso no se quedaría en una simple paja entre colegas y mamada entre compañeros. Eso solo era el inicio, pero nuevamente, TaeHyung necesitaba asegurarse, así que cortaba el beso. Unos chupones, mordidas suaves y miraba a SeokJin.

— ¿Vas a follarme, cierto? —preguntaba y se maldecía por sentirse... Así, inseguro. Hambriento, deseoso, desesperado.

—Definitivamente —respondía SeokJin, notando la extraña inseguridad en la voz del chico—. No hay forma alguna de que salga de aquí sin estar dentro de tí. 

TaeHyung sonreía y mordia su propio belfo inferior—. Perfecto, porque pretendo que la próxima vez que te corras sea, pura y exclusivamente dentro de mi.

La seriedad de TaeHyung y la mirada oscura dada a SeokJin, le calentaba la sangre nuevamente. Miraba en dirección a su miembro y volvía a mirar a TaeHyung.

—Al parecer a mi polla le agrada mucho la idea, porque está comenzando a recomponerse —mencionaba el castaño.

Y TaeHyung intensificaba su mirada y añadía esa sonrisa diabólica que comenzaba a gustarle demasiado al sujeto sobre su cama.

Aquello se suponía que sería para poder aplacar la tensión y ser profesionales luego, al menos en eso se basaba la excusa para estar desnudos, retomando el aliento del reciente orgasmo compartido, pero ninguno estaba al tanto de que solo era el inicio de un nuevo vicio que comenzarían a tener uno por el otro.

Sorpresa, les traje a Vante!!
La mirada que pone loco a SeokJin↓

Bueno, como anuncié en mi fic "Remember Me" al finalizar la rueda de actualización, me dedicaré pura y exclusivamente a finalizar "Remember Me" porque es lo que hago cuando un fic llega a sus sucesos finales. Así que, desde ya les digo que estarán pausadas el resto, para finalizar RM, así que no anden creyendo que estarán abandonadas y para saber cómo voy REVISEN MI TABLERO ahí informo todo, para que estén atentos de cómo va la rueda, cuando inicia y cuando solo me dedicaré a finalizar RM.

Soy organizada, pongan de su parte para no quedar en el aire, ni creer que abandonó mis fics porque no. Así que a los lectores de solo HOLA, SOY VANTE están informados sobre la pausa para finalizar mi otro fic. Pero no será abandonada, solo es una pausa para que los lectores de REMEMBER ME no pierdan el hilo de los sucesos finales.

EROTOFONOFILIA ✅ 24/07
ANATEMA ✅ (29/07)
REMEMBER ME ✅ (01/08)
HOLA, SOY VANTE ✅ (02/08)
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ILLECEBRA ❎
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎

Bueno, con amor Niñita Nany 💜

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