🎨- XVII

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SeokJin se encontraba sentado con sus piernas en un constante movimiento. La punta de sus pies estaban sobre el suelo, con sus talones en alto para poder moverlas con facilidad.

Kim NamJoon lo miraba por encima de sus lentes y una sonrisa simple en su rostro, luego del saludo y estrecho de manos, se había sentado y miraba la habitación incómodo.

— ¿Te molesta que sea un hombre? —preguntaba el terapeuta, divertido.

SeokJin alzaba sus cejas y detenía el movimiento en sus piernas.

—No, yo-... Hace mucho no hago esto, solo eso... —se encogía de hombros rascando su nuca—. No importa quien esté del otro lado, confío en los que practican su profesión.

NamJoon asentía sonriente y tranquilo.

—Leí un poco sobre tí cuando me llamaste —exclamaba NamJoon—. Eres una persona que considera que siempre termina siendo consumido por sus relaciones interpersonales ¿no es así?

Seokjin sonreía incómodo—. No todas ellas —aclaraba, nervioso. No sabía porque lo estaba, quizás porque esta vez sabía de antemano a donde se estaba metiendo o más menos.

TaeHyung era tan obvio como a la vez un enigma para él.

NamJoon asentía—. Bien, dime por qué estás aquí, comencemos por ahí. ¿Qué te trae de nuevo aquí?.

SeokJin suspiraba—. Básicamente lo mismo —añadía—. Estoy relacionándome  con alguien que no es... No es salubre, diría mi mejor amigo.

NamJoon asentía y lo miraba seriamente, SeokJin le sostenía la mirada, relamiendo sus labios para no quedarse como imbécil, solo viéndole. NamJoon estaba siendo cien por ciento profesional, pero eso chico era increíblemente atractivo. Subjetivamente hablando, claro.

—Bien ¿por qué lo consideras de esa forma?. ¿Han tenido grandes diferencias que consideres que hacen insalubre a esa persona para tí? —cuestionaba con seriedad.

Seokjin suspiraba y rascaba su frente—. Él es...

— ¿Él? —replicaba, inconscientemente en voz alta.

SeokJin alzaba sus cejas—. ¿Eso es un problema para usted? —por poco y se ofendía por la gran sorpresa en el rostro del tipo.

NamJoon rompía la tensión con una sonrisa—. No, no. Lo siento, a veces pienso en voz alta —mencionaba relajando y sonriente. Los hoyuelos de sus mejillas se marcaban de forma adorable.

—Oh... De acuerdo —respondía SeokJin—. Él es-... —SeokJin resoplaba, literalmente abultaba sus mejillas y soltaba todo el aire, frotando su rostro luego—. Es un sociopata.

NamJoon abría sus ojos enormemente, sus piernas, las cuales se encontraban cruzadas, las descruzaba y se sentaba erguido. Totalmente interesado y ni siquiera se había esforzado en ocultarlo, lo cual hacía que las cejas de SeokJin se alzarán en obvia sorpresa.

—El trastorno de personalidad antisocial es algo muy serio —señalaba con suavidad—. ¿Él te lo dijo o es tu forma de describirlo deliberadamente sin ser literal? —cuestionaba, moviendo sus manos.

SeokJin soltaba una risa amarga—. Sé que es algo serio, investigué un poco al respecto y no, jamás le diría así en forma de insulto o como sea. Él me lo dijo porque me di cuenta que algo no cuadraba con él —respondía SeokJin, seriamente.

¿Acaso lo creía estúpido?

—Lamento si sono ofensivo —exclamaba NamJoon ante el tono hostil del castaño—. Porque mejor no me dices ¿hace cuánto se conocen?

—Semanas  —abría sus ojos enormemente—. Él apareció un día en mi tienda y... —SeokJin reía secamente—. Me hizo una propuesta bizarra —señalaba.

NamJoon alzaba sus cejas, totalmente interesando en el chico y su historia.

— ¿Qué tipo de propuesta? —cuestionaba—. Si se puede saber.

SeokJin lo pensaba y por el momento, prefería no decirlo. Le avergonzaba, no estaba seguro por qué, pero lo hacía.

—Una que por ahora, sólo diré que nos llevó al punto de vernos más seguido y... Darme cuenta que en ocasiones fingía ser atento, tímido... —SeokJin reía—. Dios, parecía tan jodidamente adorable...

—Me imagino que no lo es —señalaba NamJoon.

SeokJin negaba con una mueca—. En absoluto. Él es-... Es —SeokJin mordía su labio inferior.

NamJoon lo miraba en silencio, lo estudiaba, se le quedaba viendo y esperaba pacientemente. Pero SeokJin no decía nada.

— ¿Te gusta mucho? —preguntaba suavemente a cambio.

Y aunque era suave, para SeokJin era demasiado, su voz era grave, muy grave.

Pasando el nudo en su garganta y dejando caer su cabeza hacia atrás con otro suspiro, no decía nada aún. Su cuello se volvía el centro de atención para NamJoon, quien lo veía en detalle, quizá demasiado. El castaño alzaba la cabeza otra vez y abría sus ojos, el terapeuta se recomponia brindándole una sonrisa amena.

—Eso creo —susurraba confundido—. Hay mucha..  —SeokJin movía sus manos y hacía muecas—. Mucha tensión... Aún después de haberme dado cuenta que era un imbécil.

NamJoon alzaba sus cejas y asentía.

—A veces sucede y el hecho de que sepas que tan "imbécil" es o puede llegar a ser... No siempre es un impedimento para que sigas cayendo en el encanto del otro —se encogía de hombros—. El ser humano es así —mencionaba quitándole importancia—. Quiere lo que no puede tener. Le gusta lo que sabe que no es bueno... Y si hay alguien que te lo impida o te aconsejo dejarlo, subconscientemente o consciente lo vas a seguir queriendo.

SeokJin suspiraba, no estaba seguro si estaba siendo de ayuda o diciéndole algo que ya sabía porque él era así. Iba por donde no debía, hacía lo que se le advertía no hacer. Y terminaba metiendo su polla en personas que luego de serían un dolor de cabeza. Y TaeHyung tenía escrito por todos lados la palabra "problemas".

Era sábado por la mañana y TaeHyung se levantaba con un maldito dolor de cabeza debido a todo el alcohol que había ingerido la noche anterior. Todo se debía a temas personales que había vuelto a tocar con la terapeuta en su primera sesión de vuelta aquella semana y que él quería dejar en el pasado. Enterrado y olvidado. Ya no servía rememorarlo, pero luego su teléfono sonaba para su sorpresa, con un mensaje y arrugando su ceño para afilar su mirada, veía que era un mensaje de Kim SeokJin.

TaeHyung se desperezaba y se sentaba sobre su cama. Se sorprendía, realmente lo hacía, no esperaba que SeokJin le diera señales de vida, ya que el último acuerdo era que le llamará cuando estuviera listo para comenzar, pero la primera sesión con la doctora lo había dejado... Algo blando y ver a SeokJin no era algo que estaba dispuesto a hacer aún. Cuando leía el mensaje del castaño era claro y se golpeaba interiormente cuando recordaba el trato anterior que había hecho con Kim Seokjin, esa última vez que había hablado con Dong en la universidad, la última vez que se habían visto en general. Había hecho dos tratos diferentes en un mismo maldito día.

"Buenos días, si aún no desayunaste, te invito. No olvidé que tenemos un nuevo trato posterior al de llamarme solo cuando quieras comenzar tu pintura... A menos que ya no quieras pintarme"

SeokJin 10:25 am.

TaeHyung soltaba el teléfono y frotaba su rostro, necesitaba tomar algo para la cabeza y el malestar. No había creído que SeokJin hablaría con él tan pronto, pero no esperaba en absoluto que recordará el trato que habían hecho... Diablos, ni siquiera él lo recordaba y el hecho de hablar de cosas viejas con su terapeuta, ya lo tenía en ese estado de rezagado y con una resaca de los mil demonios.

¿Cómo mierda iba a hablar con SeokJin sobre aquello a lo que los doctores calificaron su antes y después?. Y en todo caso ¿por qué mierda le importaba al castaño el "viejo TaeHyung"?. Solo demostraba el grano en el culo que era, por eso lo hacía, por eso quería meterse en su vida. Husmear en el pasado, revolverlo, meterse bajo su piel.

—Estás comenzando a caerme mal, cariño —soltaba con voz ronca para él mismo.

Después de eso y justo cuando pensaba en responderle el timbre de su apartamento sonaba. El de la entrada, directamente, ¿quién mierda ya se encontraba fuera de su puerta un sábado a la mañana?. Habían pocas opciones y joder que no quería que una de ellas fuera NamJoon, pero era lo más probable. Así que sin ganas arrastraba sus pies dispuesto a echarlo fuera, no tenía ganas de lidiar con el insoportable de su hermano mayor. Ni ahora, ni nunca.

Cómo perro rabioso, ponía la clave sobre su puerta y sabía que tenía un aspecto de los mil demonios con su pelo hecho un nido de aves, su pantalón de pijamas cayendo sobre sus caderas, su torso desnudo y su rostro, seguramente arruinado, pero él quería alejar al insoportable de NamJoon, así que lo recibiría así, con ojos lagañosos y mal aliento.

— ¿Por qué mierda vienes cuando no te llaman? —sentenciaba, abriendo la puerta.

Pero se le caía la mandíbula al suelo cuando, una espalda muy conocida, con un chaqueta de jean azul y unos pantalones negros engomados, estaba frente a él. Llevaba una gorra negra y al girarse, tenía ese rostro que mostraba lo mucho que le estaba regañando con una simple mirada.

— ¿Así me recibiras siempre? —cuestionaba SeokJin, tan fresco como una lechuga de manteca.

TaeHyung cerraba su boca y se miraba a sí mismo. De repente se sintió desaliñado, nada presentable y... Mierda, estaba ¿incómodo?. ¿Por qué SeokJin le hacía sentir tantas cosas raras que no sabía cómo mierda describir?.

— ¿Qué haces aquí? —susurraba, sosteniendo su puerta y acomodando su cabello, pero era una verdadero desastre ese sábado.

SeokJin ladeaba su cabeza y suspiraba incómodo.

—Te envié un mensaje y no respondiste... Quise venir a ver qué estuvieras bien —mencionaba, casi balbuceando las palabras.

TaeHyung alzaba sus cejas—. Umm... Iba a responderte ahora y decirte que aceptaba tu invitación a desayunar, tampoco me iba a tardar tanto —mencionaba casi burlón.

SeokJin fruncia el ceño—. Te mandé ese mensaje como a las diez de la mañana —soltaba quejumbroso—. Nunca me respondiste. Son la una del mediodía, por eso vine.

TaeHyung abría enormemente sus ojos.

—Joder, me dormí la vida —susurraba. Luego volvía a mirar a SeokJin—. Espera ¿te preocupaste por mi?

El castaño miraba hacia todos lados y relamia sus labios, llevando sus manos al bolsillo trasero de sus pantalon negro engomado.

—Tal vez —respondía para sorpresa de ambos.

TaeHyung lo miraba tan sorprendido que, ni siquiera sabía cómo burlarse. O sea podría hacerlo porque la forma en la que SeokJin había dicho ese "tal vez" se notaba que le había costado horrores admitirlo. ¿Qué estaba sucediendo?

— ¿Todo eso porque recordaste lo que habíamos acordado para seguir adelante con esto? —cuestionaba el azabache con ceño fruncido.

— ¿Me harás pasar o me tendrás aquí fuera? —preguntaba cansino.

TaeHyung giraba y miraba su apartamento. Las botellas de vino y cerveza estaban por doquier y la sala era un pequeñísimo asqueroso desastre acumulado de toda la semana. Volvía a girarse y levantaba su dedo.

—Dame cinco minutos —cerraba la puerta en el rostro sorprendido de SeokJin y luego volvía a abrirla—. No te vayas —pedía, por si las dudas y volvía a cerrarla.

SeokJin soltaba todo el aire retenido y frotaba su rostro queriendo borrar la imagen reciente de TaeHyung. Pese a que el pintor pensaba que se veía horrible y como la mierda, SeokJin tenía que luchar con las ganas de pasar su lengua por todo ese torso desnudo de color trigueño, con un suave abdomen marcado y hombros fuertes. Era la primera vez que veía a TaeHyung semi desnudo y sentía que el calor se acumulaba en su orejas, su rostro y su sangre corría a su zona sur.

—Solo enfócate, Jin —exclamaba, recordando uno de los primeros consejos que había recibido de su terapeuta.

"Tienes dos opciones, pero es bastante obvio cuál vas a a elegir" –había soltado bastante engreído. Bueno, no había sido engreído, pero a SeokJin le había molestado.

"Puedes alejarte y seguir tu camino o puedes quedarte y ver si logras una diferencia ya que, al parecer logras alterarlo. Es es algo realmente importante en alguien como tu chico".

«Tu chico» pensaba, negando con su cabeza.

Había recordado que le había pedido a TaeHyung llamarlo cuando él estuviera listo para pintarlo, pero habían pasado días y el profesor no le había mandado absolutamente nada, estaba respetando o al menos eso parecía, el hecho de que le había pedido que fuera estrictamente profesional la próxima vez que se vieran, pero no saber nada de TaeHyung lo había tenido más inquieto de lo que deseaba admitir en voz alta.

Segundos más tarde, la puerta se volvía a abrir, TaeHyung seguía semi desnudo y  desaliñado, pero ahora se alejaba de la puerta y le permitía pasar. SeokJin miraba la sala ceñudo, se notaba velozmente arreglada, pero no perfecta como la primera vez que había estado allí.

—Espero no molestarte —mencionaba, girándose para ver por completo al azabache y deslizar sus ojos por todo su cuerpo, inconscientemente o consciente de ello.

TaeHyung relamía sus labios y su autoestima, la cual, extrañamente había titubeado minutos atrás, ahora estaba reapareciendo.

—Estoy hecho un asco, lo sé —osaba mofarse, mientras se miraba a sí mismo, logrando que SeokJin se diera cuenta que no estaba quitándole los ojos de encima.

—No te estaba viendo con esa intención... Lo siento —susurraba frotando su mentón y mirando hacia otro lado menos a TaeHyung—. Oh, mierda ¿estás con alguien? —cuestionaba sorprendido—. Yo no lo pensé bien-...

El pintor reía, apenas.

—No hay nadie más —SeokJin asentía con lentitud, sin mirarle aún—. Puedes quitarte la chaqueta —exclamaba el dueño del apartamento.

—Oh, no... No es necesario, no voy a quedarme —mencionaba con calma.

TaeHyung fruncia su ceño, ladeando su cabeza a un lado.

—Si no vas a quedarte mucho tiempo ¿por qué estás aquí? —preguntaba. Parándose frente al castaño y apoyado sobre su isla, para que SeokJin lo viera en toda su gloria o bueno, parte de ella. Seguía viéndose como la mierda, pero eso en TaeHyung era atractivo.

El otro titubeaba y relamía sus labios intentando ocultar su ansiedad y también sus nervios, sentándose sobre el respaldar del sofá que estaba de espalda a ellos.

—Recordé que teníamos un trato... —mencionaba con calma—. Estuvimos tan sumergidos en querer atacar al otro que, por poco y olvidó que te pedí compartir tu historia conmigo por mi polla, culo y rostro.

TaeHyung relamia sus labios, pensando en cómo luciría aquel chico totalmente desnudo en su sala de estar o en su habitación especial para pintar.

—Si, bueno... —TaeHyung suspiraba—. Mi pasado por tu bonito rostro en mi lienzo, uno más grande —replicaba seriamente—. Pero aún no estoy listo para pintarte —suspiraba y frotaba su frente—. Tuve una semana ajetreada.

SeokJin lo estudiaba unos segundos, logrando que TaeHyung se removiera incómodo, frotando sus clavículas y descansando su mano izquierda sobre su hombre derecho. Ahora que lo veía más en detalle se notaba que su pelo estaba solo un poco más controlado, al parecer había lavado su cara y SeokJin no lo sabía, pero TaeHyung había enjuagado su boca con enjuague bucal de menta.

Si, no había podido evitarlo, SeokJin no merecía ser atendido por su mal aliento.

—Espero que siga en pie lo compartir conmigo un poco más de tí —mencionaba con suavidad.

TaeHyung suspiraba—. Si, bueno... Joder, Jin. Creí que solo querrías un maldito desayuno por hoy —se giraba y le daba la espalda.

Su cabeza aún palpitaba, lo que había tomado para la resaca aún no hacía efecto y SeokJin no estaba ayudando. Dejaba caer su cabeza hacia adelante y presionaba su sien, era una mañana de los mil demonios... Bueno un mediodía de los mil demonios. Estaban tan ensimismado en su mundo que no escuchaba los pasos de SeokJin acercándose, hasta que su voz resonaba grave y en un susurro tras él:

— ¿Te duele la cabeza? —preguntaba. Tan cerca, suave... Íntimo.

TaeHyung sentía los músculos de su cuerpo tensarse, cuando SeokJin pasaba sus dedos por la base de su cuello y los hombros, así como por la nuca. TaeHyung soltaba el aire por sus fosas nasales justo cuando los largos dedos del castaño pasaban por su mandíbula y la parte lateral de su cabeza por encima de sus orejas. Una vez localizado el punto del dolor el pintor había gemido, así que SeokJin presionaba sin apretar demasiado sobre él.

— ¿Se siente mejor? —susurraba.

SeokJin no sabía por qué mierda lo estaba tocando, pero ahí estaba, pegado a la parte trasera del cuerpo de TaeHyung, no tanto, pero lo suficiente para que este otro sintiera el calor emanar de su cuerpo.

—Mmm-... Está bien —susurraba TaeHyung o quizás lo gemía—. Aunque tengo resaca y por eso duele, esto no lo quitará

—Pero lo alivia ¿tomaste algo? —cuestionaba suavemente, sin dejar de presionar, lo cual hacía que TaeHyung echará su cabeza sobre su hombro, descansado en él, sorprendiendolo.

El pintor suspiraba y todo su peso se sobrecargaba en el cuerpo de SeokJin y soltaba—. Eres cálido y cómodo —provocaba, torciendo el ángulo de su cabeza y viendo directamente a SeokJin, quien ya había dejado de masajearlo y le sostenía la mirada.

El castaño no estaba seguro por qué mierda se le había acercado o quizás, si. Si era honesto quería poner sus manos encima de TaeHyung, tocarlo... Solo un poco, como fuera y su estúpida idea fue comenzar a masajear su sien para aliviar un dolor de cabeza de resaca y ahora estaban viéndose fijamente, sin decir una palabra, pero sin cortar el contacto visual y tampoco había empujando al descarado de TaeHyung que ahora estaba apoyado sobre él.

Sobre su miembro perturbado y atrapado en sus pantalones. TaeHyung sabía cómo seducirlo, sabía cómo jugar y él caía tan fácil o también era un maldito provocador inconscientemente. El aire estaba grávido de tensión sexual y curiosidad, TaeHyung relamia sus labios y tomaba la mano de SeokJin que yacía en el aire, luego de soltar su cabeza. SeokJin apretaba su mandíbula ante el primer tacto de TaeHyung hacia él y luego lo veía poner su mano, palma abajo, sobre su pecho, su piel y dirigir su mano cuesta abajo.

SeokJin tenía un gran escalofrío que le subía por la columna y se posaba en su cuello y hombros, podría quitar su mano, pero TaeHyung seguía llevándola cuesta abajo y lo soltaba justo en la cinturilla de su pantalón. El pintor relamia sus labios y lo miraba por debajo de sus pestañas.

—Te dejaré decidir si metes tu mano dentro de mi pantalón o no —susurraba desafiante—. Ya tienes mi permiso.

Adoro dejarlas con las ganas jejeje ya venía largo y como verán, SeokJin aún no dio información sobre TaeHyung a Namjoon...¿recordara que ya había oído su nombre o no?
¯\(◉‿◉)/¯

Por otro lado, TaeHyung está inestable... Chan Chan

Con amor niñita Nany 💜

La rueda va así:
EROTOFONOFILIA ✅ 27/6
ANATEMA ✅ 28/6
REMEMBER ME ✅ 01/07
HOLA, SOY VANTE ✅ 04/07
UPSÍDA ❎
ILLECEBRA ❎
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎

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