𝙴𝚜𝚙𝚒𝚊𝚜

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Eran las diez de la noche, cuando espiabamos a Dannia, la chica que jugó con los sentimientos de mis dos hermanos.

-Ahora que?.

Preguntó Jordan.

-Shhh. - le advertí que no hablara y, ahí estaba, haciendo preguntas innecesarias.

Llevábamos siguiendo a Dannia, por todo el campus, fraternidades, parecía que fuera famosa, entrando aquí, saliendo, entrando más allá, lograba que me mariara.

-Esta es su residencia?. - pregunté en cuanto entró en una pequeña casa de color pastel.

-No.

Enseguida miré a Jordan, me daba mala espina todo esto con Dannia.
Salir con dos chicos al mismo tiempo, peor cuando son hermanos, esto no es nada bueno, no podía con esta lógica, no le creía mucho a lo que decía.

Abrí la puerta del carro, bajé y la cerré detrás de mi.

Escuche a Jordan, susurrando cosas, que no entendía, mientras me alejaba de él, para llegar a la puerta de la casa y tocar.

-Que haces?. - los susurros de Jordan, fueron totalmente ignorados por mi, llegué a la puerta dispuesta a tocar hasta que alguien saliera. - Abril.

Estaba a centímetros de tocarla, cuando Jordan me agarró y nos tiramos al monte.

-Que haces, idiota. - el monte hacia picar mi cuerpo, sin tomar en cuenta que acababa de perder uno de mis zapatos - idiota!

Empecé a gatear como bebé por encima del monte, en un intento fallido de encontrar mi zapato.

-Que haces, nos van a descubrir por tu culpa. - ignoré los comentarios negativos de Jordan, porque tenía más cosas importantes que hacer como encontrar mi otro idiota zapato.

-Si nos llegan a descubrir será por que no dejas de hablar. - sentí un jalón en mi cabello e inmediatamente iba a quejarme, pero unas grandes manos me taparon la boca.

-Callate, hay ruidos.

Jordan seguía con sus manos en mi boca, mientras observaba a la casa, haciendo que mi atención también sea en esa dirección y sí, efectivamente, habían ruidos, segundos después la puerta de madera se abrió, dejándonos ver a Dannia, despidiéndose de un chico, con mucha confianza, más de lo normal.

El chico se hallaba sin camisa, dejando ver su abdomen cuadriculado, parecía tableta de chocolate con cuadritos.

-Deja de babear mis manos.

-Derias quilarlas. - en un intento por hablar bien, aún con manos tapando mi boca.

Obtuvimos las dos miradas llenas de espanto, de Dannia y el chico que no conocía, ambos buscaban el lugar de los ruidos, entre la maleza y monte.

Nosotros, por otro lado, estábamos quietos, inmóviles y casi ni respirando, con temor de ser descubiertos.

Segundos después de buscar y fallar en el intento, ambos se despidieron con un pequeño beso en sus labios, luego la delgada Dannia, corrió hasta su bicicleta y huyó del lugar.

Me moví con la intención de salir del monte, para ir detrás de Dannia, acababa de ver como se daba un pequeño beso con otro chico, que casualmente no era ninguno de mis hermanos, la había descubierto en la mentira.

-Espera un momento, Abril.

Dejé de moverme, en cuanto el chico sin camisa, salia de su casa con una escopeta en manos, había enojo en su cara, directo en nuestra dirección.

¡Dios santísimo!

Creo que nuestras carreras como detectives que acababa de empezar terminaría por las mismas, con un final no tan bonito, tal vez solo nos dispararia en la cabeza y terminaría con mi hermosa y joven vida.

Con mis pensamientos en nudos y de nuevo, con las manos de Jordan, cubriendo mi boca para evitar de hacer algún ruido, pero no podía negar que mi fe se fue así como mis ganas por ir al gimnasio, en algún momento de mi juventud.

-LOUS! QUE VAS A HACER?. - los gritos desesperados de Dannia, acabaron con mi pánico, al ver que se acercaba a él, para alejarlo de la maleza, donde curiosamente nos encontrabamos. - que haces, alguien te puede ver con esto en manos, vamos, entremos a casa.

El tal Lous aún con intriga en sus ojos por descubirnos en la maleza, asintió a las demás palabras que decía Dannia, que casualmente acababa de salvar nuestras vidas, en cuanto entraron a la pequeña casa, pude respirar llena de alivio, al ver lejos a ese hombre con escopeta.

-Vámonos, apura Abril.

Jordan me arrastró, haciendo que me levante del suelo, para correr lo más rápido posible hasta el carro, que se convertía en nuestro mejor refugio.

Esta claro, que mis hermanos me debían una grande, una más grande que todo el país.

-Ese hombre, estaba dispuesto a disparar y eso que no nos había visto, sólo sospechaba. - dije aún respirando pesadamente. - lo viste? Estoy segura que nos iba a disparar, viste los tatuajes en su espalda?.

Jordan asintió, preocupado, segundos después soltó la risa.

Cómo era de esperar, mis nervios aun presentes hicieron que también riera, como una loca.

-Casi morimos. El tipo parecía enojado. - completó Jordan, aún riendo.

-Si, imagina si nos disparaban en la cabeza. - seguí riendo. - he visto en las películas, parece que la cabeza explota o algo así, imagina.

No parábamos de reír, aún en el carro, hasta que el toque en la ventana nos calló instantáneamente.

Con miedo miré por mi ventana, encontrándome con Dannia, ella parecía aliviada pero enojada.

Articuló unas palabras.

Bajé el vidrio de la ventana, tan despacio como una tortuga, con miedo corriendo en mis venas.

-Hola. - saludé tratando de cortar el mal ambiente. - que casualidad que estés por acá, como estas?.

Mi descaro llegaba hasta la luna, estaba segurisima de eso.

-Se puede saber porqué dos desconocidos han estado siguiendome por horas?. - parecía enojada.

-Qué? Para nada nadie te estaba siguiendo, esto es pura casualidad. Cierto?.- busqué apoyo en Jordan, pero este negó.

-Creemos que estas mintiendo acerca de tu embarazo. - la sinceridad estaba en las palabras de Jordan, que había dejado de reír.

-Bien, tienen razón, me descubrieron. - abrí mis ojos sorprendida, bueno ya habíamos visto mucho, sabíamos que mentía, pero esta confesión que salía de su propia boca, me había tomado de imprevisto. - no hay ningún bebé, ningún hermano tuyo va a ser padre, ni tío. - nos miró. - tampoco  serán tíos, ni padrinos del bebé, puedes ir y darles las buenas nuevas a tus hermanos, felicitaciones no hay ningún bebé, y dejen de seguirme, porque la próxima vez no los voy a salvar de nada y de nadie.

Pateó la llanta del carro y luego se dirigió a su bicicleta, mientras nos sacaba el dedo ofensivo.

Observamos como se alejaba de nosotros, enojada, hasta que desapareció de nuestras vistas.

-¡OH MY GOD!. - brincaba de felicidad en mi asiento. - somos los mejores espías en todo el mundo.

-Ves, te dije somos una buena pareja. - dijo también feliz. - como equipo, como equipo.

-Solo tenemos que ir con los idiotas de tus amigos. - dije claramente refiriéndome a los gemelos inútiles.

***

-Imbéciles, llegamos.- abrí la puerta de la casa de mis hermanos, esperando verlos en la sala, pero nada.

-Deben de estar en el patio trasero. - habló Jordan, subiendo las escaleras y perdiéndose en ella.

-Oh! Muchas gracias por la información, idiota.

Fui directamente a la cocina, habían dos puertas, supuse que una de ellas era la que daba al patio.

Entre en la primera, pero esta era una habitación para lavar, entre a la otra puerta y esta, estaba llena de ropa sucia, por todos lados, con una puerta al final de la habitación y si, esta efectivamente daba al patio trasero, que contaba con una piscina, enormes palmeras y con hamacas.

-Abril, hasta que llegan, ven, estabamos viendo la luna.

Artur habló alegre, con una cerveza en mano.

Alcohólicos.

Unas manos cayeron en mis hombros.

-Vamos a darles las buenas noticias.

Caminé junto a jordan, hasta llegar con mis hermanos.

Los dos parecian que llevaban tiempo bebiendo, sus ojos rojos me lo afirmaban.

-Y bien?.

Artur estaba preocupado, aunque intentaba negarlo.

-Lo lamento, por los dos, pero. - le ponía tensión al ambiente, mis hermanos se lo merecían, por algunos minutos. - pero...

Ambos se tomaron las manos, poniéndole más drama al asunto, de verdad estaban asustados, sabian que si papá se enteraba de todo esto los castigará, quitándole todos los beneficios del dinero, incluyendo esta inmensa casa, que obviamente la pagaba él, las consecuencias de esto los dejarían con temor por algunos días, tal vez y con un poco de suerte aprenderan la lección de no salir con las novias de sus hermanos, no compartirlas, y no ocultarlas para evitar cometer estos errores.

-No mejor diles tú. - empujé a Jordan, con suficiente confianza.

Sin mencionar que ambos habíamos hecho como si nunca pasó aquel beso en la basura, ambos sabíamos que fue el furor del momento, la adrenalina de no ser descubiertos, ninguno insistió en el tema, porque realmente no fue tan importante para ninguno.

-No, tú eres su hermana, eres la indicada para hacerlo.

Siguió con mi pequeño juego en contra de los dos tontos en frente de nosotros.

-No, tú eres su mejor amigo, te corresponde a ti.

Los tres observamos a Jordan, que sonreía divertido con la situación.

-No, mejor-

Fue interrumpido por Artur, que se levantó de la hamaca, con pasos grandes y retadores, para llegar a Jordan y tirarlo a la piscina.

Me empecé a reír, divertida con la acción de Artur, que nos tomó despreocupados.

Segundos después Jordan salió de la profunda piscina, también riendo a carcajadas.

Todos reíamos sin parar.

-Bien se los diré para cortarles la preocupación de raíz. - ambos me prestaron atención, esta vez más relajados. - quiero que sepan que siempre a pesar de todo, estaré allí, para cualquiera de ustedes dos, son mi hermanitos y los apoyaré en todo, de acuerdo?.

Ambos asintieron tomandos de la mano, con las mismas facciones.

-Felicitaciones. - me acerqué a Ariel, lo abracé fuertemente, y me alejé de el, para acercarme a Artur. - Felicitaciones Artur.

Ambos estaban pálidos, sin comprender muy bien mis palabras, yo solo quería reírme sin parar.

-Que? De quién es el bebé? Dilo Abril, apurate.

Artur el controlador apareció.

-Felicitaciones ninguno de ustedes va a ser papá.

Ambos dudaron, hasta que Jordan asintió, afirmando mis palabras.

-Es verdad, Dannia lo confesó, ambos la escuchamos decirlo, no hay bebé, no van a ser padres.

Mis hermanos brincaban de felicidad y alegría.

Un bebé no era nada malo, nunca lo sería, pero mis hermanos estaban seguros de lo que querían, primero incorporarse cómo doctores, especializarse y luego, cuando lo hayan conseguido, tener una familia, ese era el propósito de nosotros tres, aunque debo de admitir que la idea de que sería tía, me entusiasmaba, mucho, ver a un pequeño Ariel o un pequeño Artur, corriendo por todo el lugar, aunque mis deseos eran en vano, ya que ninguno tendría un bebé, por ahora.

Los brazos de Artur y Ariel, estaban a mi alrededor, abrazándome fuertemente, cortando mi respiración, como siempre elo hacían.

-Esto lo debemos festejar, es una buena noticia, cierto?.

Todos asintieron, de acuerdos con las palabras de Artur, menos yo, tenía que estudiar para una prueba de nutrición clínica, y en mi habitación me esperaban dos inmensos libros por leer.

-No, yo no puedo, pero disfruten por mi.

-Oh, vamos Abril, solo es una fiesta que puede salir mal?.

Y vaya, que todo salió mal, y hubiera preferido estar en mi dulce y cómoda camita, a estar en una inmensa fiesta en donde todo salió mal.

-Si, vamos, además es viernes, el cuerpo lo sabe.

Me lo pensé hasta que acepte la invitación a la importantisima fiesta en casa de  Cole Hale, en donde la mitad del campus estaría.

-Bien, tienen razón, pero, será mejor que no se les ocurra volver en la mañana, igual tengo cosas importantes que hacer, se los advierto. - los señalé a todos. - además llevaré a una amiga.

Los tres hombres frente a mi, asintieron, aceptando mis condiciones para ir a la fiesta.

-Bien, igual nunca llegamos tan tarde de estas reuniones. - Artur caminó hasta entrar a la casa, con nosotros detrás de él, siguiéndolo para alistarnos y salir a festejar, lo que sea que vayamos a festejar.

Y recuerden mis palabras, esa noche todo salio tan mal, como mi prueba en nutrición clínica, todo por debajo del cero.

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