𝙻𝚊 𝙱𝚘𝚍𝚊

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-Abril, dónde estabas?. - mi padre preguntó algo enojado.

-Yo?. - pregunté insólita.

-Si, tú. Dónde estabas?

-Dónde estaba yo?

-Si, dónde estabas tú?

-Yo estaba en el baño.

-De verdad?

-Si, de verdad, estaba viendo la decoración, lindo, lindo.

-Estas mintiendo.

-Yo, obvio no, si estaba en el baño, te lo prometo.

Entonces apareció Tania, parecía de esas brujas malignas, y también lucia algo molesta.

-Tania me dijo que apareciste de la nada, diciendo que yo necesitaba verla, cierto Tania?.

Tania veía mis ojitos de borregos apunto de ser acribillados a punta de regaños fuertes de mi padre, si, lo veía en sus ojos, no le importaba si se iba a casar después de darle unas nalgadas a su hija.

-Bueno, no especificó que quería verme. - habló Tania, salvandome de una gran regañada.

Mi padre estaba seguro que ya me tenía descubierta en las mentiras, pero, por suerte y gracia del todo poderoso, Tania vio en mis ojos, algo que se llama temor, lo que estuvo a mi favor, a pesar de que si lo sentía.

-Pero dijiste que Abril quería sacarte de su vista y ahora... Abril, tratas de volver loco a tu padre?.

-Si, digo, no, por supuesto que no, como te decía solo estaba en el baño.

Al menos en eso si decía la verdad, ya que, antes de ver a mi padre, había pasado por el baño, para hacer de la primera y para prepararme psicologicamente para cualquier evento desafortunado.

-Tratas de sabotear mi boda?.

-No, nunca haría eso!.

Lo decía en serio, pero, mi padre no creía en mis honestas palabras, al contrario, creía que lo decía con sarcasmo.

-Lo estas haciendo. - y si, ya estaba más enojado que hace dos minutos atrás.

-Claro, que no, estas feliz, y yo lo estoy por ti y por Lana, no estoy intentado sabotear la boda, es más, robé un bendito vestido de novia solo para que Margaret se sienta feliz con eso. - aclaré indignada, soltando las palabras incorrectas.

-ROBASTE?. - Tom parecía que se iba a infartar ahí mismo, en un pasillo de hotel donde sería su boda... O funeral. - ABRIL, ESTAS BROMEANDO?.

Tania desaparecio en cuanto mi padre empezó a gritarme muy enojado, que alguien le diga que enojarse antes de su boda no va bien. Además, quien lo entiende, cuando le estoy hablando con la verdad, cree que miento, y cuando estoy mintiendo, cree que estoy bromeando.

-Yo lo hice para que vea que estoy feliz por su boda.

Tom se restregó las manos en su rostro, sin saber que hacer conmigo.

-Sabes que hay otras maneras de mostrar tu felicidad por nuestro matrimonio? Sabes como dejar de sabotear los arreglos.

Ahora era yo, la que se restregaba las manos por el rostro, con evidente fatiga.

-Lo siento por no ser la hija perfecta que tanto quieres que sea!.- solté levantando la voz.

Entonces, fue cuando levantó su gran mano y me abofeteó, tan fuerte que creí que me había roto la mandíbula.

Después del gran golpe, todo quedó en un silencio sepulcral, era la primera vez que me golpeaba, ni de niña, cuando de verdad era un estrés total que siempre peleaba con Artur, ni en esos momentos que de verdad eran estresantes se atrevió a golpearme, pero justo hoy, se le había cruzado por la mente, resetearme con una fuerte cachetada en el rostro, cabe decir, que ardió hasta el más allá, que sentía mi mejilla palpitar del dolor.

Sin mirarlo entré a mi habitación, donde estaban terminando de maquillar a Lesly.

-Que te sucedió?. -Lesly se levantó del asiento, asustada, quitándose los audífonos de sus oídos. - Parece que te hubieran pegado con un bate de béisbol.

-En realidad, sólo fue la fuerte mano de Tom.

-Oh Diablos! Sigue afuera? Quieres que le vaya a romper la cabeza con un bat? Dímelo nena que voy y se la parto sin importar que acabe en prisión.

Me acosté en la cama, parecía alma en pena.

-Siento que me reseteo el cerebro entero.

-Si, desde aquí puedo ver que tan fuerte te pegó, juro que veia a ese hombre como un algodón de azúcar, indefenso y empalagoso.

-Me merecía ese golpe... No, no me lo merecía, sabes, dolió mucho.

-Que te pegara por primera vez?.

-De por sí, el golpe dolió un cielo entero. - dije pensando.

-Quieres que te traiga hielo?.

-No te preocupes, con un poco de maquillaje se desaparece.

-Con mucho diría yo.

-Donde está, Laia?. - pregunté, al no verla en la habitación. - creí que estaba aquí, contigo.

Lesly se levantó, rápidamente.

-Se fue a ver al pequeño Cole, creo que lo vieron cerca de la cocina, comiendo chocolates, se fue enojadisima, creo que lo iba a nalguear.

Entoces Laia, entró enojadisima, Cole por otro lado venía odiando al mundo entero.

-Lo siento Abril, pero, tuve que ir a buscar a este hijo mío... Eres la ultima por maquillar, ven siéntate.

Hice lo que hice por miedo a tener otro rosado en mis mejillas.

-Niña que te sucedió en la mejilla.

-Tom me abofeteó hace unos minutos atrás.

Asintió algo impactada, Laia es amiga de mi padre, desde la escuela, haci que sabía por si misma, que Tom no era una persona que le gustara ir por el camino de la violencia, aunque evidentemente saco de quicio a cualquiera que pasé más de cinco minutos conmigo.

-Tuviste que poner un poco de hielo en este golpe, ahora está morado y va a ser difícil maquillarlo.

-Haz lo que sea, igual creo que no apareceré por la fiesta. Será lo mejor.

Nadie dijo más sobre lo sucedido, pero por el espejo podía ver a Cole, igual de regañado que yo, al parecer, hoy no era nuestro día.

-Quizás duela un poco al cubrirlo con base.

-No te preocupes, no creo que duela más que el golpe.

Dos minutos después.

-Espera, detente, eso definitivamente dolió más que el golpe.

Y asi, seguimos, cada que se podía, me tomaba un descanso por el dolor, hasta que me terminó de maquillar, se despidió y salió de la habitación con el pequeño Cole, dejándome sola, ya que Lesly había ido a la habitación de Ariel, ni siquiera me atreví a preguntar que iba a hacer, así que, sin más cosas por hacer, me tiré a la cama.

-Soy la peor tomando decisiones importantes y mucho peor diciendo mentiras. - le hablé al yo del espejo.

Laia me había maquillado muy bonito, me veía hermosa y además casi ni se notaba el golpe en mi mejilla, claro que si dolería al tener que saludar a cualquier invitado.

Iba a acostarme de nuevo, pero, vi el vestido en el armador, tendido detrás de la puerta, me preguntaba si cortarlo con la tijera era caprichoso por mi parte? Preferi, usarlo, así sea para dormir, ya que no tenía muchas ganas de salir de estas paredes.

Después de verme aún más regia, con el maquillaje y el hermoso vestido, se me olvidaron las ganas de quedarme tendida en la cama.

Mire la hora en el celular y abrí la puerta para ir a la cocina por algún aperitivo que se haya quedado sin puesto en las mesas, pero, apareció Artur, que por cierto llevaba mucho tiempo sin dirigirme la palabra.

-Te equivocaste de habitación. - dije muy seria.

-No, venía a verte.

-Quiere que no vaya, para asegurarse de que no arruine nada?

Artur parecía confundido, pero luego entendió.

-Venía porque escuché de alguien, que mi padre te golpeó.

-Entonces vienes a burlarte?

-No, venía porque quería pedirte disculpas por ser el peor hermano de la historia.

-Y ese cambio a que se debe? Tienes lástima por mi?.

-Abril, deja de decir absurdeces, sabes que nunca me darías lastima, las cosas que te suceden es por que te las mereces... La mayor parte de veces, la otra no.

-Bueno, acabas de terminar de  arruinar mi ánimo.

Soltó la risa y entró sin aviso.

-Bueno, el karma apesta, yo tengo varios puntos y tú una bofetada, si lo vieras desde mi punto de vista, saliste favorecida.

Bueno, pensándolo de esa manera, al parecer si tenía razón.

Entonces solté la risa y me tire a la cama con la cabeza colgando y tocando el piso, despeinandome un poco, cosa que no me importaba en lo absoluto.

-Te perdono... Por las suturas en mi cabeza.

-Creí que venias a disculparte por ser el peor hermano de la historia.

-También por eso.

-Estas perdonado... Además, no quería matarte, solo fueron los nervios y el impulso.

-Me aseguraré estar lejos de ti cuando estés nerviosa.

Le pegué en el brazo.

-Es hora de bajar.

Le hice caso y llegando al recibidor, estaba mi padre, parecía que lo habían arrollado con un tractor.

En cuanto nos vio, no sabía si venir a nosotros, pero al final lo hizo, Artur se fue detrás de la mesera, la escusa fueron los chocolates que llevaba, pero la verdad ni él se la creía.

-Perdoname si? No quería golpearte. - mi padre casi lloraba. - además ese vestido.

Creí que iba a decir, ese vestido es mucho para este ocasión, entonces, lloró y me abrazó.

-Perdóname, si? Es más, me merecía esa bofetada, en muchas ocasiones he sido muy desobediente y saco de sus cabales a cualquiera, es más, creo que me reseteaste el software del cerebro.

Mi padre empezó a burlarse de lo que decía, aún sin soltarme.

-De hecho, deberías perdonarme tu a mi, Cole le dijo a su mamá que él te había obligado a robar esos chocalates y que solo lo hiciste para que te diera el zapato de la rubia.

-En serio? Eso dijo? Porqué lo hizo, ahora entiendo el enojo de Laia.

-Dijo, que a pesar de que omites la verdad, en muchas ocasiones, eres una buena persona, que hace las cosas por el bien de otras aunque lo arruinas en el trayecto.

-En serio él dijo eso? Lo mataré en cuanto lo vea.

Mi padre volvió a reírse, sin importar de los invitados que iban llegando.

-Por cierto? Donde conseguiste ese vestido?.

Mire mi vestido y lo sacudi con mis manos, una acción sin sentido.

-Lana me obligó a comprarlo, bueno, no me obligó mucho por que desde que lo vi, me enamoré.

Tom se limpio unas lágrimas, que rondaban por sus mejillas.

-Ese es el mismo vestido que llevaba tu madre, el día que la conocí, llevaba el cabello suelto y unos tacones exageradamente altos, en cuanto me vio, tiró un zapato en mi dirección, pero lo esquivé inmediatamente, me decía en la mente, y esta mujer está loca? Tiene algo en mi contra? Pero entonces alguien detrás de mí, se quejó fuertemente, entonces entendí que quería pegarle a la persona que iba a asaltarme, ese hombre quedó inconsciente hasta que llegó la policía... Tú madre ma salvó tantas veces y cuando yo no puede hacerlo me odié por tanto tiempo.

Fue cuando, sentí las tibias lágrimas rodando por mis mejillas, era la primera vez que hablaba directamente de mi madre y era la primera vez que hablaba de como se conocieron, definitivamente no fue lo que imaginaba.

No sé, que pacto con él de abajo hizo la tía Lana para conseguir este vestido, pero, la amaba un millón de veces más que ayer, por el simple hecho de darme algo que antes le había pertenecido a la mujer que perdió su vida para dármela a mi.

-Bueno, admito que no imaginaba eso, pero, le agradezco por haber tenido una buena puntería.

Ambos reímos, hicimos las paces y nos abrazamos.

Luego empezó la ceremonia, debajo de una gran árbol sauce, de fondo el atardecer hacia de maravilla, casi robando se la atención, el cantar de los pajaritos mientras el padre hablaba era singular, tener a mis hermanos junto a mi, era lo mejor.

-Si, acepto. - dijo Lana, llorando.

Los recién casados prosiguieron a ponerse los anillos y en cuanto el padre dijo, pueden besar a las novias, Artur "el controlador" apareció, sólo para cubrirme los ojos y evitar ver el beso.

-Idiota, he visto y he dado muchos besos, esto que haces es en vano.

Todo el mundo empezó a celebrar a los recién casados, empezaron a bailar y a beber, yo por otro lado, estaba sentada con Cole, comiendo dulces.

-Crees que puedas robar esos chocolates de esa mesa?. - señaló la mesa que estaba en frente de nosotros.

-Ni lo pienses!










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