𝐨𝟒𝟔. mañanas diferentes

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o46. ❝ i can feel it comin', hummin'
in the way you move.
push the reset button, we're
becoming something new



























































❝ después de mucho caos y problemas, llegan mañanas diferentes

•─────•✦ QUIÉN DIRÍA QUE DESPUÉS DE DISCUTIR EN aquella fiesta, de haberse dado la cara después y juntos escapar al departamento de la chilena, Natalia y Pedri terminarían acostándose por tercera vez.

Ya no había caso. Se habían dicho a sí mismos que aquello no volvería a pasar pero...Fue imposible. Cuando ya se vieron sumidos en los labios del otro eso dio rienda suelta a todos sus deseos que iban mucho más allá del roce de sus propias bocas. Ambos necesitaban más del otro. Necesitaban sentirse piel con piel, acariciarse, tocarse y dejar que la cordura se fuera de ellos mismos.

Así lo hicieron y como siempre había sido de las mejores sensaciones de sus vidas.

Lo primero que vio Pedri al despertar fue el blanco techo sobre él. La luz de la mañana ya le indicaba que era momento de levantarse pero aún su cuerpo se sentía cansado. Se quedó unos segundos en esa posición meditando todo lo de la noche anterior y una sonrisa se le coló en el rostro. Intuitivamente, buscó a la rubia junto a él en la cama.

Pero no la halló.

Por tercera vez —maldita sea, por tercera vez— él comenzó a pasarse películas y a pensar que ella había huido. Luego pensó que aquella era su propia casa así que quizás eso no había sido así. Pero se sintió como un idiota...De nuevo. Él sólo esperaba poder despertar con ella luego de haberla pasado tan bien en la moche. Sin embargo, aquel deseo se le había visto negado...De nuevo.

Frunció el ceño levemente y giró su cuerpo desnudo entre las sábanas cuando un papel color amarillo sobresalió en un rincón de la cama y se acercó para tomarlo. Era una nota. Evidentemente escrita a mano y ya conocía a quién pertenecía aquella letra.

"Perdón por haberme levantado antes, pero tenía que preparar a Laura para ir a la escuela. Por favor no te muevas de la habitación hasta que yo regrese. Prometo no tardar, pero no te muevas"

Al instante una sonrisa apareció en su rostro.

Iban mejorando. Desde huir, hasta sólo irse a la ducha y ahora hasta dejar una nota de consideración para aquietar la maquinadora mente de González que siempre estaba pensando lo peor al no verla a su lado en la mañana. Dejó el trozo de papel en la mesa de noche y volvió a dejar caer su cuerpo sobre el colchón.

Cabe señalar que aún no salía la sonrisa de sus labios.

Oh sí, ustedes se preguntarán como hicieron para llegar al departamento sin despertar a Laura. Bueno, Vivianne se había quedado con ella hasta hacerla dormir y cuando Natalia le avisó que ya iba de regreso su prima se fue ya que tenía asuntos pendientes con su prometido. Obviamente la rubia no le dijo que iba acompañada, sólo le sirvió para limpiar el camino y trazar la ruta silenciosa de la puerta de su casa hasta su habitación, en donde estuvo encerrada con el canario hasta que hubo luz de día.

A lo lejos, González pudo oír voces y movimiento. Inmediatamente dedujo que se trataba de lo que ella había explicado en la nota. Debía de estar con Laura. Eso lo hizo pensar en la hora y fue a buscar su celular para chequear la misma. Eran las 7:50. Él tenía entrenamiento en un rato así que había despertado justo a tiempo.

En ese instante sintió que la puerta se abría y rápidamente se sentó sobre el colchón.

Natalia se sorprendió al verlo despierto y sonrió un poco nerviosa luego de ingresar al cuarto.

—Oh...Ya estás despierto.

Pedri asintió—Buenos días para ti también.

Suspiró sabiendo que a él no le había agradado tanto el hecho de despertar solo otra vez—¿Leíste la nota? —el asintió—. Pues ya sabes, labores de hermana mayor. A Laura hay que despertarla temprano o no se levanta —rió—. Pero ya la recogió el furgón escolar así que...Todo listo.

—Me alegro que todo haya salido bien —sonrió.

Dietz tuvo que tragar saliva mientras lo veía. Su torso desnudo, su tren inferior siendo cubierto por las blancas sábanas y su brazo izquierdo sirviendo de apoyo para el resto de su cuerpo sobre el colchón estaban formando una posición que le favorecía completamente.

Sacudió su cabeza y se le acercó. Finalmente se sentó a su lado en el colchón mientras él le miraba atentamente.

—¿Dormiste bien? —preguntó ella.

Él sonrió enternecido por su preocupación—Claro que sí...Pero pudo ser mejor.

Entonces él la tomó delicadamente por el mentón y la acercó a él para depositar un beso sobre sus labios. El ritmo fue lento y a ambos les gustó que fueran así. Los dos tomándose su tiempo para memorizar una vez más la dulzura de sus bocas.

Hasta que se separaron y él susurró sobre sus labios:

—¿Cuándo va a ser el día que despierte y te vea junto a mí?

A Natalia le tembló el cuerpo y tuvo que apartar ligeramente su mirada ocultando el rubor de sus mejillas.

—Oye, te dejé una nota —reclamó.

—¿Y la primera vez? —la miró alzando una ceja—. Escapaste.

—Ay Pedri, no empieces —la apuntó.

—¿Y la segunda?

—Estaba en la ducha ¿Sí? Pero estábamos en el mismo lugar —defendió.

—¿Y ahora? —estaba disfrutando molestarla.

—¡Que te dejé una nota porque estaba con mi hermana! —él rió—. No es gracioso. Estoy hablando en serio.

—Yo también estoy hablando en serio, Natalia Dietz —su nombre completo saliendo de sus labios fue toda una melodía.

Alzó una ceja—¿Acaso lo de anoche no fue suficiente para ti, Pedri González?

El hombre sintió que no podía argumentar contra eso y un cosquilleo en su estómago lo invadió.

Rió—Vale, no juegues así.

—¿Por qué?

—Porque sí fue suficiente —se acercó a ella— y mucho.

La mujer tragó saliva y en esta ocasión disfrutó su cercanía. No fue algo que la puso nerviosa, sino que gozó el cosquilleo y la chispa que sentía al tan sólo tenerlo centímetros de su rostro.

—Pues...Me parece —contestó finalmente.

—¿Entonces...Ya se te olvidó nuestra discusión? —susurró suavemente sobre su boca.

La mujer hizo una pausa y soltó una suave risa nasal que acarició el rostro del canario. Recordaba la declaración que él había tenido ayer y como eso movió todo en ella, destruyendo sus defensas y ofreciendo el perdón tan anhelado. Además, después de todo su ajetreo de anoche, debía de estar más que perdonado.

Luego de analizar sus palabras por otros segundos, ella contestó:

—Mira Pedri, las críticas, los comentarios y las personas en este momento se pueden ir al mismísimo carajo —él rió y la volvió a acercar a él para besarla.

—Es bueno oírlo —dijo durante el beso.

—Además —se separó un instante—, podré con ello. Lo que digan no me puede seguir destruyendo.

Él sonrió se forma genuina y la tomó por la nuca firmemente—Esa es la chilena que conozco.

La sonrisa se le fue contagiada a la mujer y ambos se volvieron a acercar para fundirse en un nuevo beso. La adicción a ellos seguía intacta. Harían lo que fuera para besarse aunque fuera un instante y el revoltijo de emociones que aquello les causaba les recordaba la necesidad que comenzaban a tener del otro.

Las cosas...Cambiaban.

Pero hubo algo que no se esperaban.

—¡Conchetumare, Natalia! ¿¡Qué estoy mirando!?

La pareja se sobresaltó de manera súbita y se giraron deteniendo el beso hacia la puerta que había quedado abierta cuando oyeron una tercera voz que no estaba entre sus planes.

Se trataba de Vivianne.

Al verla, Pedri se escondió rápidamente debajo de las sábanas mientras Natalia se ponía de pie al ver a su prima en el marco de la puerta con una expresión de terror.

—Ay no, ay no, ay no, ay no —se tapó los ojos con las manos—. Mis ojitos, mis ojitos. Esto no es real, es producto del estrés, es producto del estrés.

—¡Vivianne! —reclamó la rubia yendo hacia ella—. ¡Cállate! ¡Que eres alharaca!

—¡Tienes al cabro desnudo en tu cama! ¿Cómo quieres que no me paniquee? Oh, hola por cierto Pedri —calmó su voz un segundo para dirigirse al canario.

—Hola Vivianne —saludó este suavemente y sólo enseñando su mano de entre las sábanas que lo escondían.

—Vivi, si vas a venir avisa —le reclamó.

—Para algo me diste llave —alzó las mismas mencionadas—. Pero seguro no era para presenciar esto, Dios mío. No puede ser.

—Ay, por la chita, ven para acá —la tomó del brazo y la jaló lejos de allí, cerrando la puerta de un portazo.

Ambas primas llegaron a la sala de estar en donde por fin pudieron hablar solas después de tan sorpresiva e incómoda aparición.

—Nat, yo te amo, pero necesito sacarme esa imagen mental de la cabeza.

—Oye, como si tú nunca hubieras tenido sexo antes —le reclamó—. Además, hablamos de esto la primera vez.

—Sí pero está aquí en tu propia casa y agradezco al cielo que las sábanas son gruesas o hubiera visto su...

—¡Vivianne! —le reclamó molesta.

—¡Ya! Ya, ya...Perdón —se calmó—. Sólo me tomó por sorpresa ¿Sí? —le extendió una bolsa—. Sólo pasé a dejarte unas cosas que se te quedaron en mi casa el otro día y pensaba que podíamos desayunar juntas —echó una mirada hacia la habitación—. Pero al parecer tú ya desayunaste.

—Te voy a matar.

—Ya, pero en serio...¿Cuándo vamos a hablar de esto? —preguntó en un tono más bajo.

—¿De qué? —se encogió de hombros.

—No te hagas la lesa —la apuntó—. De esto po, de tú y Pedri, que se siguen acostando.

—Ay Vivi, no hay nada de qué hablar.

—¿Nada? ¿En serio? —alzó una ceja—. Según tú él no es nada y todo esto no significa nada para ti...Pero aún así ya es la segunda vez que lo haces con él.

El silencio y la expresión nerviosa de la rubia comenzaron a preocupar a su prima, la cuál también fue cambiando su expresión poco a poco. Sin darse cuenta, la menor se había delatado ante la mayor.

—Natalia Elizabeth Dietz Morales.

Ella no dijo nada.

—Natalia Elizabeth Dietz Morales —repitió en el mismo tono serio.

—¿Qué?

—¿Cómo que qué? —imitó su voz—.¿Esta es sólo la segunda vez que te acuestas con él? ¿No?

—Pues...

—¡Dímelo a la cara!

Gruñó—Es la tercera —murmuró por lo bajo tratando de que no se oyera con claridad.

—¿Qué? No te oí —acercó su oído a ella.

—¡Ay Vivi! Sí ¿Okey? Es la tercera vez que lo hacemos.

—¿¡La qué!? —la menor la mandó a callar por el alto volumen de su voz.

—Ya cállate mujer ¿Acaso quieres decirle a todo el edificio?

—Pero es que no entiendo —reclamó—. Me habías dicho la primera vez que esto no volvería a pasar, y ahora me entero que follaron una vez más de aquella vez sin contar esta ¡Vaya vida!

—No lo pudimos evitar ¿Sí? —se removió en su lugar—. Ninguno de los dos.

Se tomó el puente de la nariz—Bien, ya, da igual, ya lo hicieron y no pueden volver el tiempo atrás —hizo una pausa—. ¿Estuvo bueno al menos?

Se cubrió el rostro—No me podí' preguntar esa wea.

—¿Por qué? Es sólo curiosidad y de paso cierta forma de apoyo moral —encogió los hombros.

Suspiró mirando al cielo—Dame fuerzas, Señor.

—¿Al menos la pasaste bien? ¿Valió la pena haberte escabullido en tu casa con tu propia hermana durmiendo en ella?

—Sí Vivi, por la chucha, sí —contestó agotada causando que la mayor sonriera orgullosa al cumplir su cometido—. Sí...Valió la pena.

—¿O sea que estuvo bueno? —le dio un leve empujón.

La chilena se balanceó sobre sus talones como si eso buscara ahuyentar todos los recuerdos y las imágenes de la noche anterior.

Se mordió el labios discretamente—Muy bueno.

La castaña sonrió y puso una de sus manos sobre su hombro—Bien, entonces me parece maravilloso. En el fondo te lo mereces —acomodó su bolso—. Pero para la otra avísame con más antelación que tienes a un hombre en pelota en tu cama para no toparme con el trauma ¿Sí?

Puso los ojos en blanco, pero ya con un poco más de gracia—Ya vete.

—Como quieras, te dejo sola —siguió molestándola pero ahora moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.

Ambas caminaron hacia la puerta para que finalmente Vivianne saliera de ahí. Pero antes de abrir la puerta, ésta se giró a verle:

—Sí necesitas algo más sólo dime ¿Sí? Pasar a buscar a Laura, esconderla en mi casa para que estén solos, un condón...

—¿Me vas a seguir molestando como si tuviera 15 años? —alzó una ceja.

—Sí, porque es mi pasatiempo favorito —ella gruñó y la otra rió—. Ya oh, si es broma. Sólo quiero que estés bien.

—Lo estoy, en serio —sonrió.

—Te creo —dijo apuntando con la cabeza al cuarto y la contraria volvió a gruñir—. ¿Nos vemos para tomar once? Le diré a Mateo que prepare algo rico.

Sonrió—Claro —le dio un beso en la mejilla—. Gracias por traer las cosas, pero insisto...Para la otra avisa.

Rió y abrió la puerta—Cómo digas.

Por fin Vivianne había abandonado la casa y eso le sacó un agotado suspiro a la rubia. Qué incómoda había sido esa situación, pero se alegraba de ya haberla superado. A veces su prima podía ser muy irritante.

Posteriormente, ella regresó al cuarto y Pedri volvió a reincorporarse cuando escuchó la puerta. Se sentó en la cama y vio como la chica apoyaba la espalda en la madera.

Un corto silencio se generó entre ambos hasta que ella inició:

—Perdón por eso —dijo con una mueca.

Hizo un gesto restándole importancia—No hay cuidado. Ella sabe la verdad, así que...

Ella asintió agradecida y volvió a acercarse a él para sentarse una vez más en la misma posición en la cama que minutos atrás. Hubo un corto silencio entre ambos nuevamente, pero no fue incómodo, de hecho, fue bastante agradable.

—Así que...¿Estuvo bueno?

Ella abrió su boca con sorpresa y una risa nerviosa se le escapó al oír al futbolista de repente. Sólo lo miró negando con la cabeza con gracia.

—Señor González, ¿No le han enseñado que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? —rió.

—La verdad es que no se alejaron mucho de la puerta —ella se cubrió el rostro—. Pero si te hace sentir mejor fue casi lo único que oí.

—No me hace sentir mejor.

—Pero ¿Es verdad? —alzó una ceja hacia ella—. Dímelo.

Natalia no fue capaz y sucumbió ante su mirada marrón oscuro y en aquellos mismos orbes se perdió. Fue una tortura querer salir de aquella prisión, pero ahí la tenía él, cautivada en su mirada y en todos los recuerdos que habían acumulado la noche anterior.

—Que me lo digas.

Su insistencia la sacudió. Su placer culposo, muy en el fondo, era verlo en ese rol dominante. Natalia sabía realmente que él no era una persona dura o fría. Sin embargo, en la cama se transformaba y Pedri ya había aprendido las cosas que a ella le gustaba ver durante el proceso, como por ejemplo su actitud más dura, la cual estaba usando en ese instante.

Finalmente ella suspiró y susurró:

—Tú sabes que contigo siempre es bueno.

Pedri sonrió completamente complacido con la respuesta y volvió a acercarse a ella para besarla una vez más. La adicción era tan grande que podrían quedarse así todo el día. No obstante, no podían, habían cosas que hacer.

Al separarse, él dijo sobre su boca:

—Digo lo mismo.

La rubia sonrió y se separó de él para verlo con mayor detenimiento. Volvió a recordar que él aún no se había levantado y que seguía desnudo en su cama.

—Puedo ofrecerte el baño para que tomes una ducha —ofreció—. Y te aseguro que hay más que detergente para platos allá adentro.

Ambos rieron al recordar la broma que ella había lanzado tiempo atrás cuando durmieron juntos por segunda vez en casa del canario.

—Te lo agradezco, y voy a tomarte la palabra. Tengo entrenamiento en un rato y no quiero llegar tarde.

—Claro —se puso de pie.

Ella caminó hasta un cajón junto a la puerta del baño y, dándole la espalda al hombre, buscó unas toallas para prestarle. Mientras tanto él, se puso de pie y encontró su ropa interior tirada en el suelo y se la puso para comenzar a caminar hacia la chica.

—Bien, esto puede servirte —hablaba aún de espaldas—. Y si quieres, después de que te bañes, puedo prepararte el desayuno y...

Ella inmediatamente cayó en cuenta de lo que estaba diciendo.

Cerró los ojos con fuerza sabiendo que González la había oído perfectamente y que debía de estar detrás de ella con una sonrisa o una mueca de burla —efectivamente así era—. Se sintió avergonzada y se maldijo por dentro. ¿En qué momento había pensado decir eso? ¿Lo había pensado siquiera? ¿Hacerle el desayuno? ¿En serio? ¿Cómo si fueran una verdadera pareja feliz?

Ella quería que la tierra la tragara.

Pedri tuvo que intentar retener su sonrisa y su eventual risa mientras se acercaba lentamente hacia ella, que aún seguía dándole la espalda y, después de eso, muchas menos ganas tenía de verlo a la cara.

—Vaya —murmuró él—, no tenías porqué ser tan adorable.

Finalmente su risa llegó y la rubia se giró para verlo con seriedad y teniendo sus brazos cruzados. El cuerpo del hombre estaba casi pegado a ella. Su torso desnudo y su anatomía sólo siendo cubierta por su ropa interior.

—Olvida que dije eso ¿Sí? —le entregó las toallas—. Fue inconsiente.

—Y eso es lo que más me gusta —le sonrió.

Ella se quedó sin hablar y trató de sostenerle la mirada. Él se veía tan tranquilo y ella estaba nerviosa. Para colmo él lo sabía y se estaba aprovechando de la situación

—Ya vete —lo empujó con gracia mientras él reía— o llegarás tarde al entrenamiento.

—Cómo digas —le echó una mirada de reojo mientras caminaba hacia el baño.

Ella suspiró y lo vio desaparecer tratando de no prestarle mucha atención a su tonificada, morena y ancha espalda. Cuando la puerta del baño se cerró ella salió de su trance y fue consciente de que ya estaba sola en el cuarto.

Luego meditó unos segundos.

Unos largos segundos pensando si se iba a arrepentir o no.

Sí...Se arrepentiría.

Pero ¿Qué más da?

Ella dijo:

—¿Qué quieres comer? —alzó su voz.

Hubo un momento de silencio.

Uno donde ella apostó a que Pedri estaba sonriendo.

—¡Lo que prepares está bien! —contestó a la distancia.

Ella sonrió, pero al darse cuenta que estaba sonriendo se dio una leve cachetada para reaccionar y comenzar a mover sus pies fuera del cuarto.

Las cosas estaban...Cambiando.

Estaban siendo mañanas diferentes...Mañanas en que ambos se sentían efectivamente diferentes.

Pero ¿Terminaría eso siendo real al final del día? ¿O llegaría algo a arruinarlo todo?

.

¿A cuál de las dos preguntas estoy respondiendo?

No lo diré.














































































PRIMERO QUE NADA NO ME ODIEN POR NO NARRARLES EL SIN RESPETO, ES QUE NO SIEMPRE LO HARÉ, PERO VENDRÁN MÁS, EN SERIO LO JURO Y ESOS LOS NARRARÉ.

ahora disfrutemos el ✨amor✨

en fin, qué les pareció??? WAAAR IIIS OOVEEER, yo les dije que por fin se arreglarían 🥺🤭 cuál fue su parte favorita? Vivianne llegando? pedri tierno? la mía fue cuando Natalia le dijo que le haría desayuno JAJAJAJA los amo tanto

una vez más, no está de sobra agradecerles por todo su apoyo. la historia crece más cada día y de vez en cuando me llegan comentarios suyos diciéndome que es la mejor historia que han leído 🥺 no saben como se los agradezco ❤

ahora...sí, saben lo que vengo a decir, el próximo capítulo se viene ALGO BUENO, vuelve el dramaaaaaa y hasta ahí diré pq sino lo adivinarán sjdjs

PEEEEERO, LEAN ESTO ES MUY IMPORTANTE Y LES CONVIENE!

porque me lo han pedido, se lo merecen y así celebramos los más de 100k de la fic, les quería traer un mini maratón como los que hago siempre (2 capítulos) si este capitulo llega al límite de votos de abajo subiré un capítulo el próximo LUNES y el próximo MIÉRCOLES de la misma semana (sería 29 y 31 de julio) QUÉ LES PARECE??? déjenme saber si quieren y la otra semana tenemos dos capítulos seguidos ❤😚

210 votos para actualización

voten y comenten para esperar juntos el dramita nuevoooo. les amo ❤

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