Un nuevo día comenzaba, por ende, varios estudiantes ya iban llegando a la escuela para asistir a sus clases con una pereza notable.

JiMin era uno de esos estudiantes.

Iba a un paso lento y perezoso, adentrándose a su escuela con su mochila colgando en su hombro y su uniforme un poco desarreglado, más que todo su corbata, la cual no estaba completamente alta, sino que el nudo estaba un poco más abajo para que su cuello no sufra.

De todos modos, su expresión cansada y fastidiada por tener que levantarse tan temprano se fueron alejando al entrar en la recepción donde, en una vitrina de cristal, estaban todos los trofeos que ha ganado hasta el momento la institución donde estudiaba.

Pero nuevamente cambió al ver el espacio vacío para el próximo trofeo donde, se suponía, debía ir el que iban a ganar en el campeonato que se realizaba ese mes. Claro que eso fue arruinado al ser eliminados. Y no solo fueron eliminados de basquetbol, sino que también los equipos de futbol y voleibol.

Todos los equipos estuvieron cerca de la victoria, tanto que juraban estar cerquita de rozar sus dedos con el trofeo, pero eso quedó en eso solamente: Cerca.

Sería para la próxima.

— Joven Park, ¿puede venir un momento? —Pidió un señor de casi cuarenta años que vestía formalmente con un traje azul marino y lentes negros que le daban más seriedad.

JiMin asintió intrigado, acercándose a su director.— Sí, claro. ¿Hay algún problema? —Preguntó esta vez un poco preocupado por si la conversación se trataba de algo malo para él.

El hombre negó con su cabeza. — Sígueme. —Ordenó serenamente.

Ambos empezaron a caminar por el pasillo de la escuela hasta entrar a la oficina del director, donde el mayor se sentó en su silla correspondiente y JiMin en la silla frente a él, separándolos el escritorio negro del adulto.

— El colegio principal de Seúl y nuestra escuela hicieron un trato donde los mejores equipos de nuestras instituciones se unirían para convertirse uno en el campeonato general de Corea. —Informó juntando sus manos para ponerlas sobre el escritorio. Sin saber porque, esa acción solo le intimidó más.— Este campeonato debe ser realizado por equipos conformados entre dos colegios para que así se cumpla el reto principal: Trabajo en equipo con actitudes y ambientes totalmente distintos que pueden entregar ambas instituciones. Bang Chan y yo ya firmamos y nos inscribimos, así que se crearán únicamente equipos de su colegio y este en todas las áreas.

El pelicastaño oscuro asintió y se atrevió a preguntar.— Felicidades, supongo. ¿Pero en eso que tengo que ver yo? Digo, por algo debe estar diciéndome esto.

— Por algo te lo digo, claro. —Confirmó NamJoon asintiendo.— Entre las categorías de deportes para competir está basquetbol, y obviamente tu equipo está seleccionado para competir junto al principal de Bang Chan.

— El principal del colegio Seúl es el de Min YoonGi. ¿Quiere que mi equipo se junte con el de él? —Preguntó sin creerlo, incluso se le podía escuchar un poco ofendido, más cuando el adulto asintió.— ¿Es en serio?

— Tómalo como una oportunidad para aprender sobre el equipo de YoonGi y puedas mejorar con el tuyo. Ambos pueden aprender del otro y mejorar.

Park frunció el ceño sin estar de acuerdo.

— Ya es hora, ve a clases. Min YoonGi vendrá a la segunda hora de clases, así que iré a retirarte en tu segunda clase para que en ese momento estés listo.

(♡)

La sala de clases de los de ultimo año estaba en silencio.

Se suponía que todos deberían estar leyendo el texto ilustrado en su libro, pero varios solo fingían leer mientras en sus mentes se imaginaban otras cosas, e incluso otros se iban a otro nivel, sacando sus celulares o comida para ocultarlo tras sus libros y jugar o comer descaradamente.

El docente no era la excepción, incluso él estaba concentrado en su celular, sin importarle los estudiantes frente a él, incluso cuando podía oler perfectamente el olor de frituras.

Unos firmes toques fueron escuchados al ser producidos por alguien tocando la puerta.

El profesor se levantó con pereza y abrió la puerta, cambiando su postura perezosa a una firme y elegante al igual que su expresión que ya no parecía dormida.

"Ante alguien con poder, todos movían el trasero si se lo pedían" Pensó JiMin mirando a su profesor como había cambiado todo en menos de un segundo.

Ambos adultos se saludaron respetuosamente y el director le dijo que retiraría a JiMin por el resto de la hora.

— Park JiMin, —Llamó su profesor y el mencionado le miró con atención.— Ordena tus cosas y acompaña al directo junto al joven.

Mala idea mencionar "al joven".

Todos miraron con más atención a la puerta, incluso estirándose en sus asientos para ver quien era el joven del cual hablaba su profesor.

Los susurros no tardaron en llegar, comentando la situación de inmediato.

JiMin entendió porque murmuraban tanto al momento de que se levantó y se fue acercando a la puerta, viendo detrás del director a YoonGi, quien se miraba desinteresado de la situación.

En realidad, YoonGi trataba de ignorar los comentarios hacia su presencia, intentando olvidar que era el centro de atención en ese momento.

Odiaba tener la atención total de todos para ser el motivo de conversaciones secretas de varias personas.

El director y los capitanes de basquetbol se fueron caminando hacia una sala de profesores, donde el adulto les entregó un papel donde estaban escritas las reglas y formulario del campeonato.

— Tienen el resto de la hora hasta la hora de salida para completar el formulario. —Informó NamJoon, retirándose de la sala, cerrando la puerta tras de sí.

El silenció reinó en la habitación, sin alguno de ellos que hable siquiera un poco. Solo se escuchaba cuando uno suspiraba mientras leía el formulario.

Todo iba bien. Lo último que cada uno debía rellenar eran los integrantes que conformarían el grupo. Cada uno debía completar con cuatro nombres más, ya que los suyos ya estaban ahí.

Cuando el formulario ya estaba rellenado, ambos se miraron seriamente sin querer hablar con el otro.

Tal vez habrán pasado unos cinco minutos de profundo silencio, el cual fue roto por Min al hacer una mueca junto a un chasquido con su boca.

— ¿Puedo ver a quien elegiste? —Preguntó YoonGi, aunque sonaba más con una orden. JiMin asintió, entregándole su papel.

— Déjame ver a quien elegiste también. —Pidió Park.

YoonGi frunció el ceño al leer.— ¿Por qué elegiste a Kang TaeHyun?

— ¿Por qué? ¿tienes algún problema con eso? —Preguntó desafiante JiMin.

— Sí, lo tengo. —Confesó sin titubear.— No es un buen jugador para ser de extremos; siempre que va YuGyeom, MinHo o tú, el nunca se mueve ni domina el balón. La idea de los que van en extremos es que ayuden al armador y marcar puntos, no ser una estatua en la partida.

— Él ayuda. Varias veces a llevado el balón. —Defendió aun más serio si es posible, incluso un poco molesto.

— Y no le ha durado nada porque es fácil robarle el balón. ¿Qué? ¿Cómo crees que logramos quitarle el balón en menos de un segundo que él lo sostuvo? ¿solo porque somos buenos? Lo somos, pero cualquiera podría haberlo hecho así de fácil sin necesidad de ser bueno en básquet. —Park hizo una mueca y se cruzó de brazos. Ante eso, YoonGi prosiguió.— No tengo nada en contra de ese niño, de hecho, es bastante tierno. Pero estamos hablando de basquetbol, y tener una buena persona no sirve de nada en el momento de la partida. Necesitamos a los mejores jugadores, no a los que nos caen mejor o les tenemos cariño.

— Bien, lo acepto. Entonces, ¿Quién iría en su lugar?

— Kim es buen jugador: es rápido y sabe como dominar el balón. Junto a JungKook harían bien de extremos.

Park asintió finalmente, mirando con una mueca la hoja en sus manos para distraerse.

Nada bueno saldría de ese equipo, podía apostar que jamás se entendería con el equipo de YoonGi, menos con este.

Tortura, eso iba a ser ese campeonato: Tortura.