Shibari

- Hey, despacio.. ¿te encuentras bien? -
El chico de piel trigueña posaba su atención con preocupación hacia el pelinegro quien aún trataba de calmar su tos gracias al alcohol estancado en sus conductos nasales y su garganta,la impresión del momento le había descolocado a tal nivel que logró quedar estático por unos leves segundos tras lograr calmar su corta crisis de ahogo.

- ¿Jeongguk?.. - el desconocido que se había presentado como Taehyung movía su mano de lado a lado frente a su rostro tratando de llamar su atención pues el chico parecía perdido en otra dimensión.

- Y-yo.. si,lo estoy - logró gesticular cuando volvió en sí.

Que rayos.. Ese era Jimin!!

Le había visto..

Le vió con otro chico!!!

- Oye disculpa, yo.. yo debo hacer algo - ni siquiera dió chance a recibir una respuesta cuando se puso de pie tan rápido que se sintió un poco mareado y no precisamente por el alcohol ingerido.

Taehyung asintió y le pareció tan extraño la actitud tan repentina del muchacho más no le prestó realmente atención, no cuando se había sentido maravillado con su belleza.
El chico parecía haber salido de un molde celestial hecho a la medida sólo para el.
Taehyung sonrió, llevando otro trago a sus labios, relamió estos y se puso de pie para ir a casa a pesar de que fuese temprano pero se sentía cansado.

Pensó que había sido un buen día.

Salió a paso apresurado hasta el estacionamiento del lugar, miró a todos lados y examinó todo el lugar pero no pudo dar con lo que o con quien buscaba.

- ¿Que haces aquí afuera? - la voz conocida de su amigo le sobresaltó.
Volteó su rostro para encarar a su mayor pero no se esperó ver aquel rostro tallado por alguna deidad divina detrás del cuerpo de Yoongi quien le observaba curioso.

Ambos escucharon el motor de un auto rugir con fiereza y para cuando Yoongi volteó y siguió la mirada del pelinegro sólo pudo divisar la inmensa nube de humo expulsada del vehículo tras el rechinar bravío de las llantas.

- ¿Qué carajos pasó? - Yoongi volvió a dirigir su curiosa mirada hacia el menor quien aún miraba hacia la desierta calle por donde la silueta del auto había desaparecido.

- Rompí una regla.. - alborotó su cabellera azabache.

- ¿De qué mierda me hablas?, ¿golpeaste a alguien allá dentro o... - el mayor ladeó su cabeza luego de hacer una curiosa mueca - No me jodas, Hoseok se emborrachó de nuevo y armó otra pelea ¿cierto? te tocó lidiar con ello y.. - se detuvo tras ver al chico negar y suspirar profundo.
- Entonces que fue eso!! -.

La paciencia no era una de sus mejores cualidades.

- Jimin, me vió con alguien.. - mordió el interior de sus mejillas antes de continuar - Un.. un chico me invitó un trago y Jimin nos vió.

Yoongi arrugó el rostro luego de escucharle, ¿eso era todo?

- Y ¿cuál es el problema, mocoso?, ustedes no tienen una relación.. - buscó por un momento las palabras adecuadas para describirle - .. ¿común? ,puedes aceptarle un trago o una follada a quien se te antoje - recogió sus hombros en aquel típico gesto suyo.

- No entiendes hyung, hay un contrato, hay reglas, se supone que debo seguirlas .

- Y de no ser así lo peor que podría pasar es que te ahorque nuevamente y disfrutas de aquello pequeño pervertido - Yoongi río en voz baja - Si te mueres en una de esas, te irás felíz- Jeongguk le dedicó una dura mirada .

- ¿Te imaginas?, en vez de venirte te vas a ir - Jeongguk rodó los ojos, caer en las garras del de piel pálida era peor que caer en manos del diablo.

- Luego arreglarán cuentas niño ya relájate, vamos dentro - le tomó por los hombros y caminaron de vuelta al club.
- Oye debes pedirle que te deje manejar esa joya de auto, es lo justo, el te monta a ti así que estarían a mano ...

Presentía que esta sería una larga, larga noche.

3:12 am...

La noche se había extendido más de lo acordado y deseado.
No hubo desperdicio, el grupo de amigos había bailado, bebido e incluso conseguido uno que otro ligue,esa era quizá la razón por la que Yoongi tenía una sonrisa que podría dar miedo, nadie acostumbraba a ver tal espectáculo en aquel rostro pálido de escasas facciones.

Namjoon se hallaba acomodandose en el sofá más grande, dormiría allí, en casa del menor y del pálido, era muy tarde como para tomar carretera y volver a casa, podría ser incluso peligroso.

Hoseok yacía en la cama del mayor entre ellos, había llegado borracho.
El conductor del taxi en el que habían vuelto a casa juró casi tener un ataque de risa pues el chico le aullaba a la luna el por qué su ex novia le había dejado para luego explotar en carcajadas cuando recordó que esta le había encontrado con su primo en la cama.

"Ah caray cierto,me tiré a su primo".
Sin lugar a dudas, fue una noche épica.

Aún más lo fue para un chico de hebras negras como el firmamento en una noche nublada, quien miraba sin mucha emoción los comentarios en la última foto que había actualizado horas antes.
Sentado en su cama aún con el mismo atuendo cubriendo su cuerpo, había descubierto que su lindo acosador le había dejado un mensaje adjunto a la foto, mordió sus labios al leer, ¿Le habría rastreado o sólo fue coincidencia?.

"¿Saldrás y no me invitas bebé? ".
Leyó una y otra vez, cayendo en cuenta que estaba siendo paranoico.
Dejó el celular boca abajo sobre las sábanas para relajar su cuerpo con un rápido baño y poder dormir las pocas horas que le restaban a aquella madrugada.

No esperó exaltarse con el ruido del aparato indicando un nuevo mensaje, su cerebro trabajó a mil para lograr controlar sus pensamientos y sus pies se movieron en grandes zancadas hasta tomar entre sus manos nuevamente el artefacto.
Tragó grueso al leer pero no regresó respuesta alguna.

- ¿A dónde crees que vas a estas horas mocoso? - un pequeño grito escapó de sus labios al escuchar la voz ronca del mayor.

Pensó ser el único despierto en el departamento hasta que giró su rostro y le vió allí, en el pasillo que conducía a su habitación con brazos cruzados sobre su pecho y su típica sonrisa burlona plamada en su rostro.

- Comienzas a preocuparme hyung- arrugó su nariz al verle ensanchar la curva en sus delgados labios.

- Déjame ser feliz - caminó despacio hasta ponerse de pie a su lado, su estatura ligeramente menor al del más joven les distanciaba levemente.
- Y no me cambies el tema - alzó una ceja.

Soltó el aire retenido, mirándole desde su sitio - Jimin me espera abajo - Yoongi río bajito pues no quería despertar a su amigo dormido en la sala.

- Lo sabía.. - le dió una palmadita juguetona en el hombro - Prepararé hielo para después del amanecer- le dió la espalda volviéndose hacia su habitación.
- Ya sabes para los nuevos moretones- río un poco más, burlón, y cerró la puerta del dormitorio.

Abrió la puerta principal tratando de ser lo más cauteloso posible y no crear ningún tipo de ruido.
Luego de cerrarla usando la misma técnica inició su camino pisos más abajo donde le esperaban,sus palmas sudaban ligeramente a pesar de que la noche brindaba frío, entró sus manos a los bolsillos de su chaqueta y apresuró su caminar,el ascensor estaba fuera de servicio hacia unos días por lo que su tiempo en llegar sería más tardado y no le gustaba aquello.

A Jimin no le gustaba esperar.

Logró llegar al primer piso donde el seguridad de turno le saludó por segunda vez con una sonrisa amable.

- Su novio lleva un rato esperando joven- y Jeongguk parecía tener un don con ahogarse con su propia saliva.

- M-mi.. nov.. El, ¿el dijo eso? .

No escuchó respuesta, no hubo tiempo de una cuando el timbre de su móvil comenzó a llenar sus sentidos auditivos, ni siquiera se tomó la molestia de ver la pantalla,tenía un todo diferente sólo para ese contacto en específico.
Corrió hacia la salida sin despedirse del seguridad y cuando llegó en tiempo récord hasta el ya conocido auto sólo pudo tragar seco.

Jimin se apoyaba de espaldas contra la puerta del copiloto, una de sus manos en el bolsillo delantero de su pantalón y con la otra sostenía el móvil aún en su oído, sus ojos no poseían la pícara mirada que siempre le dedicaba y Jeongguk retembló ante su semblante serio.

- Sube - fue todo lo que dijo mientras guardaba el aparato y caminaba hacia el piloto.

El menor acató el mandato sin chistar, posándose a su lado.

El trayecto fue ligeramente incómodo gracias al silencio del rubio, Jeongguk le miraba de soslayo de cuando en vez abriendo la boca sin que palabra alguna saliera de ella, así transcurrió hasta llegar al inmenso edificio.
Sin embargo, el menor se sorprendió cuando el ascensor se detuvo en un piso antes del último donde se suponía que vivía Jimin.

- ¿Qué hacemos aquí? - se atrevió a formular, el rubio abrió la puerta pasando una tarjeta por la ranura de esta, movimiento su cabeza ordenándole entrar.

El lugar no era tan ridículamente grande como el Penthouse pero si había bastante espacio allí .

- Este lugar también es de mi propiedad Jeon.

El nombrado levantó ambas cejas al ser llamado por su apellido, se sintió extraño sin saber realmente la causa.

- Compré este porque me pareció más acogedor para mi, pero papá dijo que debía vivir en un lugar "más a mi altura" así que me quedé con ambos departamentos luego de que el comprara el del último piso- Jeongguk asintió aún sin entender el motivo por el cual está vez le llevó allí y no al lugar de siempre.

Miró el interior y extrañamente todo estaba exactamente decorado al pie de la letra del Penthouse y una vez más el pelinegro pensó que Jimin era raro.

- Follaste con el? - la pregunta le descolocó, se giró rápidamente hacia él quien le daba la espalda mientras se servía un trago en el más pequeño pero idéntico bar al ya conocido.

- Claro que no! - Jimin ladeó su rostro para mirarle con superioridad con una de sus finas cejas izada.

- Digo yo.. claro que no, sólo me invitó un trago- suavizó su voz - No pasó algo más Jimin.

Este giró por completo su cuerpo para encararle.

- Supongo que estás consciente de que quebrantaste una de las reglas, ¿cierto? - Jeongguk bajó su mirada por unos segundos, asintiendo despacio luego.

- Me saliste más rebelde de lo que pensé bebé.
Un diminuto atisbo de sonrisa se dibujó en los labios del menor tras escuchar la última palabra salida de su boca.

- Sólo fue un simple trago, no fue nada del otro mundo - se defendió, Jimin le extendió el vaso pequeño con nuevo alcohol, no era de beber y mucho menos mezclar bebidas pero tal parece que la noche estaba llena de nuevas experiencias así que lo tomó en su mano sin atreverse a negar.

- Sé que sólo fue un trago, al menos eso ví mientras estuve allí pero no eres un niño, un hombre no se te acerca a brindarte un trago en una disco sólo para ver como la estés pasando, quería algo más y tu aceptaste gustoso - dió un sorbo, humedeciendo sus labios con el licor - ¿Te gustó el chico? - le miró fijamente con una sonrisa que no supo descifrar.

Así como tampoco supo que responder.

- Tranquilo, es muy guapo, yo también hubiera caído por el - dejó el vaso sobre la pequeña barra y se perdió tras una puerta.

Jeongguk no entendía su cambio de ánimo, se veía enojado al principio, ahora elogiaba al chico desconocido.

No pensó algo más cuando le vió aparecer nuevamente con unas cuantas (muchas) cuerdas entre sus dos manos y no supo que sentir en el momento, si curiosidad o miedo.

- ¿Qué esperas para deshacerte de esa molesta ropa? - Jimin dejó las cuerdas sobre el diván color blanco, curiosamente aquel mueble era la única pieza diferente allí, por lo demás parecía un retrato del departamento de arriba.

El menor acarició sus hombros con la tela de la chaqueta al quitarla,haciendo paso entre las prendas para dejar al descubierto su fornido torso bajo la atenta mirada del rubio. Este se acercó para detenerle cuando le vió dirigir sus grandes manos hacia bajo, Jimin acarició con recelo cada punto de su pecho y abdomen, delineando sus bordes con sus dedos, Jeongguk suspiró.

Llevó sus manos pequeñas hasta el cierre del apretado pantalón desprendiendo con casi odio el botón intruso en su camino, bajó con desesperante lentitud el cierre y de un tirón bajó la prenda logrando que el cuerpo del menor chocara contra el suyo gracias al fugaz movimiento.

Amaba verle con aquella prenda de color negro, ajustada a su piel, apresando firmemente sus genitales y marcando sus muslos gruesos.

Aunque amaba más verle desnudo.

Su piel siempre sería su traje más hermoso.

Besó su ya conocido punto débil, reafirmando las marcas que comenzaban a desvanecerse.

Jeongguk amaba aquello, sus besos le llevaban tan rápido hacia otra dimensión al tiempo en que le enternecia ver como el mayor tenía que elevarse en puntillas para poder alcanzarle.

Atrapó sus labios en un corto beso, mordiendo delicadamente el superior tras separarse, le mantuvo entre sus dientes cuando fue descendiendo hasta llegar al borde de su bóxer haciendo que Jeongguk se doblara y bajara junto con el, cuando tomó el borde de la prenda entonces soltó su labio y aquello fue una escena demasiado caliente para su bienestar .

Quitó la estorbosa prenda, dejando a su vista su cuerpo totalmente desnudo, desamparado ante su deseo hambriento.

Tomó la base del miembro ya erecto y sonrió orgulloso de su influencia en el chico.

Succionó la corona de su sensible hombría con algo de fuerza y Jeongguk sintió sus rodillas temblar.

- Siéntate .. - señaló el diván tras su espalda - sobre tus talones - el menor asintió acatando de buena manera la orden.

Jimin tomó las cuerdas antes de tomar de una el contenido del vaso, caminó hacia el mueble subiéndose sobre sus rodillas hasta posarse detrás de Jeongguk.

Inhaló su aroma deslizando su pequeña nariz por la curva de su cuello, esparciendo pequeños besos para relajarle.
Dejó las cuerdas a un lado para llevar su manos hacia sus hombros, acarició estos y dió leves masajes, caricias sutiles y en los puntos exactos para irle desestresando, este paso era esencial.

Tomó su cabeza con ambas manos de manera delicada inclinandole hacia delante, luego a cada lado. Sus dedos se enterraron en el yacimiento de su oscuro cabello y allí también hizo leves toques.

- Quiero que te relajes.. - delineó círculos imaginarios en su frente indicándole cerrar sus ojos - Respira profundo - llevó su mano a su abdomen y la otra a la parte media de su espalda - Eso es.

Para este punto, el pelinegro se halló liviano aunque aún poseía su erección, sabía que aquellos toques no eran al azar ni mucho menos.

- Confía - susurró con voz calma en su oído enviando una descarga de paz a su mente y una de placer a su parte baja.
- Cuidaré de ti, recuérdalo - y con esto besó el lunar en su cuello antes de separarse.

Tomó sus manos y las llevó tras su espalda, tomando uno de los tantos cortes de cuerda fina que tenía a su lado.
Envolvió sus muñecas con calma, como si disfratase aquello.. Y en efecto, lo hacía.

No era un simple amarre como los anteriores, se tomó su tiempo en ello y llevó las ataduras más arriba hasta sus antebrazos, finalizando con pequeños nudos cada pequeña medida de distancia, miró su obra de arte y sonrió, apenas comenzaba.

Jeongguk se mantuvo en silencio y tranquilo en todo momento hasta sentir nuevas cuerdas alrededor de su pecho, por debajo de sus tetillas y rodeando ambos hombros, Jimin le estaba inmovilizando parte por parte puntos estratégicos de su cuerpo, prontamente se sintió nervioso.

- No tienes por qué temer - culminó el siguiente nudo tras la espalda del menor.
- Tu cuerpo estará totalmente privado de movilidad.. - besó por debajo de su mandíbula, luego su hombro derecho - Pero cada parte que toque cada cuerda luego de haber culminado será placentero para ambos - tomó otro corte de cuerdas, estas irían destinadas a acariciar alrededor de su abdomen y terminar su recorrido atando sus codos.
- Estarás a mi total merced, tu cuerpo estará encarcelado entre las cuerdas y tu alma será libre aún sin soltarte - se puso de pie dejando un beso en sus labios y le recostó de costado allí mismo.

Jeongguk cerró los ojos sintiendo como cada roce quemaba en su piel, ancioso de más.

Las siguientes cuerdas fueron dirigidas a sus muslos y piernas, Jimin tenía rostro sereno al ejecutar cada magistral nudo,cada elegante tejido, como pintor creando su mejor trabajo con su pincel,no hubo prisa por parte de ninguno hasta que Jeongguk le vio alejarse y mirarle desde arriba.

- Definitivamente, tu cuerpo es arte por si sólo bebé pero mira esto,pinté con cuerdas lo que un artista haría con pinceles y pintura- se acercó hasta erizar cada poro de su piel al ligero tacto de su aliento - y definitivamente, ni la más cara obra de arte se compara a ti.

Terminado su trabajo, le ayudó a ponerse sobre sus talones nuevamente, vendó sus ojos con un antifaz color negro y volvió a arrodillarse tras su espalda.

Se sentía extraño más no incómodo, sus extremidades no dolian y las ataduras no magullaban su piel.
Cada roce de los dedos pequeños de su mayor los podía sentir más calientes y profundos, cómo si sus sentidos se hubiesen concentrado exclusivamente en él y nada más.

Besó su cuello como si quisiera devorarle,Jeongguk ladeó la cabeza para darle más acceso.

Su mano caminó entre piel suave y cuerdas hasta llegar a la olvidada hombría del chico tomando la base con firmeza y comenzando a bombear con algo de fuerza. Jeongguk dejó escapar un leve quejido, su espalda arqueandose por el inesperado asalto.

- ¿Crees que ese chico te podría dar lo que yo? - la voz de Jimin sonaba suave y delicada, sin embargo el movimiento de su mano se tornaba más intenso.
Jeongguk abrió sus labios sin dejar salir sonido, no podía, su voz no salía, gemidos mudos se dibujaban en sus gestos.

- Responde! - su dedo pulgar tapó la hendidura de su hombría que desbordaba presemen, cortando brusco su inminente orgasmo.

- N-no.. - pudo decir luego de que la otra mano del rubio halara de su cabellera.

Jimin volvió a bombear furioso, disfrutando de la pesada respiración del muchacho,su hermoso perfil roto en crudo placer, su voz casi rota, amaba verlo en el infierno que estaba construyendo para ambos.

- Alzaste la voz firme hace rato, ¿por qué no lo haces ahora? - volvió a tapar la salida de su liberación al sentirle gemir bajo.

- Jimin, d-duele, déjame llegar por- por favor - y sonrió, amaba verle rogar, disfrutaba tener el control.

- No lo haré, no hasta escuchar lo que quiero - rodeó su cintura con ambas manos esta vez, bombeando furioso con una,obstruyendo la salida de su orgasmo con la otra.

- Joder! - echó hacia atrás su cabeza, sus piernas comenzaban a entumirse por la posición.
- Ni el ni nadie, sólo tu me tienes en tus manos- gemidos roncos abandonaron su garganta cuando Jimin retiró su mano, tiras largas de su esencia mancharon la alfombra que cubría el piso y nuevamente sonrió, ahora atesoraria más la decoración.

- Buen chico- felicitó como siempre y comenzó a desatar nudo por nudo.
- Ahora quitaré todo esto y me follarás aquí mismo porque verte correrte me pone caliente como lobo en celo.

Terminó exhausto sobre la cama,con la esencia de Jimin sobre su abdomen y pecho, este le había montado luego de que el menor le embistiera sobre el diván.
Se durmió sin siquiera darse una ducha.
Cada uno por su lado descubrieron cosas.

Jeongguk se dió cuenta de que el rubio realmente ama el sexo.

Jimin descubrió que el menor tenía demasiado ritmo en esa delgada cintura, le folló como los dioses.

Apoyado en el marco del balcón con un cigarrillo a medio terminar y viendole dormir cuando no faltaba mucho para que el sol apareciera con galanteo a iluminar el oscuro cielo,se juró no dejarle ir hasta abusar cada parte de su cuerpo, marchitar cada parte de su alma.

Me extrañaron?

*Quiero explicarles algo,la trama que envuelve a los personajes es nada más que sexo, no existe ningún vínculo entre ellos más allá de lo carnal y superficial.
Más adelante veremos los cambios y el desarrollo tanto de la historia como de los personajes.

Porque luego dicen "ay tanto lemon aburre"... Así que sólo paciencia y gocen lo que hay porque quizá vengan tiempos de sequía, I don't know 😉

Shibari: atar, delinear el cuerpo con cuerdas con fines eróticos.
Se considera un arte por la complejidad y hermosura de los tejidos con el fin de resaltar las partes erógenas del cuerpo.

Los japoneses incorporaron en los juegos eróticos el uso de cuerdas para atar a sus parejas, claramente en ella utilizando los roles de dominante y sometido.

💕Denle mucho amor a los bebés siempre 💕

See u soon 💜

❄BigBabe_Jeon