☪️:19'Entre la culpa y la lujuria

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Jungkook no podía creer la forma en que Jimin lo estaba besando y tocando, mientras los arrastraba a ambos a la habitación.

Los sonidos que salían de la boca de Jimin cuando sus propias manos bailaban por su cuerpo, era todo como un sueño. El sabor de esos labios probado hace años atrás era indescriptible. Jungkook no quería pensar en lo mucho que deseaba romper a Jimin en la cama. En lo mucho que se había esforzado en creer que ese amor unilateral ya no existía.

Pero estaba jodidamente equivocado cuando Jimin tiraba de su labio inferior y caía de rodillas para desabotonar su pantalón y tirar de este cuesta abajo con bóxer incluído. Jimin no había dudado ni por un momento. Jungkook sabía que tenía un líbido alto, pero aún parte de él creí que se detendría en algún momento.

Jamás había mostrado señal alguna de estar interesado en su pequeño mejor amigo, pero ahora esos ojos rasgados y asesinos de estabilidad emocional, lo miraban fijo y completo, mientras que con su mano tomaba su erección y abría su boca para dar la primera lamida a su glande.

— Jimin-ah~... —la cabeza de Jungkook caía hacia atrás mientras el gemido le abandonaba su finos y relamidos labios.

Jimin se estaba sintiendo demasiado salvaje cuando llevaba la polla de su amigo a su boca y la devoraba como si fuera lo más sabroso que había probado en toda su vida.

"Mhm~" era lo único que repetía y repetía mientras se ahogaba con la polla de Jungkook y este intentaba abrir sus ojos y mirarlo. Había sorpresa, lujuria y algo más en esos ojos negros y brillantes que tenían a Jimin colgado y viéndolos fijamente.

—Eres tan sucio... En el suelo de rodillas desesperado por hacerme correr —susurraba la voz ronca de Jungkook.

Jimin gemía sobre la carne del pelinegro y desesperadamente buscaba liberar su propia polla para pajearse a la par de sus succiones. Jungkook corría el cabello de los ojos de Jimin, tomaba su nuca y comenzaba a follar esa  boca de ensueño. Esos labios carnosos que más de una vez había visto en sus sueños más sucios y privados.

Bueno, la realidad era jodidamente mejor.

Pero ya no aguantaba, él no quería correrse a la primera en la boca de Jimin, él quería correrse encima de los impresionantes abdominales del rubio luego de haberlo atornillado a la cama, o bien dejar toda su corrida encima del bonito culo de Jimin. Así que tiraba de este fuera de su polla y cuesta arriba para besarlo apasionadamente mientras le quitaba la prenda superior junto con la suya y luego los pantalones de Jimin y los suyos desaparecían de escena.

Estaban de igual a igual. Desnudos duros y necesitando más de eso. Jimin no entendía su propia necesidad de este "Jungkook" salvaje que no se parecía en nada al niño introvertido del que se había hecho amigo y desarrollado un instinto protector por naturaleza. No había forma en que su libido viera a Jungkook como el niño escuálido de ojos grandes. Este Jungkook era una bestia de puros músculos por todos lados.

Posiblemente de los hombres más bellos que estarían pasando por su cuerpo.

Y la mirada salvaje con la que lo veía ¿Hacia cuánto Jungkook se sentía así? Jimin no podía pensar mucho cuando—con suma autoridad y posesividad—Jungkook lo arrojaba a la cama y lo abría de piernas para ni siquiera darle un segundo pensamiento a la hora de ahogarse con su polla. Los ojos de Jimin se volvían blancos y sus carnosos labios una perfecta "0" con un gemido agudo mientras sus manos agarraban el cabello de Jungkook y tiraban de él para perforar su garganta mas profundo.

El pelinegro, como se había mencionado, no había pensado un segundo en nadie más que no fuera el hombre en sus brazos, yéndose en gemidos ahogados mientras succionaba su polla, lo masturbaba y con su propio pre semen, mojaba sus dedos y comenzaba a estirarlo. Había ardido, a Jimin no le importaba, y estaba lo suficientemente ido, pero encontrando solo un poco de claridad cuando su próstata era masajeada, le decía a Jungkook dónde encontrar más lubricante.

Y Jungkook lo había soltado para buscarlo y no titubear. El encuentro estaba siendo rápido, necesitado y cuando Jimin rogaba por su polla luego de un par de estiramientos y permitirle a Jungkook follarle con su lengua, él necesitaba su polla.

Jungkook quedaba mirando lo arruinado que el rubio estaba mientras le tendía un condón. Parte de la consciencia de Jungkook le decía que se detuviera, la otra le discutía y cuestionaba: ¿Por qué? Sabes muy bien que lo deseas.

Y sin más tardanza, necesitado y no pudiendo creer que lo iba a hacer: Jungkook levantaba las piernas de Jimin hasta el pecho de este, se alineaba y comenzaba a empujar dentro del igual, apretado agujero del rubio. Jungkook respiraba con dificultad cuando sentía aquella presión deliciosa alrededor de su polla. Su orgasmo a punto de golpearlo, no duraría mucho y lo sabía.

—Jimin... —gemía.

El rubio lo miraba mordiendo su belfo inferior, dios, se veía hermoso, tendido y bien agarrado para ser atornillado a la cama.

—Solo dura lo que tengas que durar... Prometo que estará bien y llegaré contigo —decía de forma sensual, y Jungkook empujaba por completo dentro de él —. ¡Ah... Joder! Kook~... —soltaba sin aliento.

Jungkook apretaba sus dientes y se quedaba quieto ¿Hacía cuánto no era él el que tomaba el control? No quería pensar, porque pensar en eso implicaría pensar en Seo-...

—Fóllame, fuerte y duro. Necesito correrme, bebé —soltaba Jimin, rogándole que lo tomara sin tapujos y Jungkook, obedecía.

Comenzaba a golpear dentro de ese agujero caliente. Dentro del hombre que aún lo tenía tan enamorado y los sentimientos arremolinados en su pecho, más su cabeza nebulosa de placer y los halagos sucios de Park Jimin, lograban que Jungkook simplemente le follara los sesos para correrse como un maldito demente, Jimin explotaba primero, apretando deliciosamente a Jungkook y luego este se corría segundos después, saliendo apresurado cuando sentía la presión en sus bolas, quitando el condón y bañando los abs de Jimin con toda su esencia.

Temblando y respirando entrecortada y pesadamente, bombeaba hasta dejar la última gota en el cuerpo de Jimin y cuando acababa, veía como el rubio llevaba sus dedos para limpiar una parte de su esencia, llevarlos a su boca y probar el semen de su amigo, gimiendo complacido y dejando a Jungkook con los ojos muy abiertos y desenfocados.

Él se acababa de correr y sin embargo, quería follarlo de nuevo, mostraba toda sus ganas tirándose encima de Jimin y besándolo como un maldito poseso. Saboreandose a sí mismo una vez más en esa boca. Cuando el beso iba ralentizando y se separaban, el efecto del alcohol y la lujuria había disminuido. Ahora los amigos, se miraban realmente a los ojos, con una oleada de incomodidad y culpa.

La mano de Jimin se posaba en el pecho desnudo de Jungkook y susurraba—. Vamos a dormir, Jeon. Estás agotado y yo también.

Jungkook no decía nada, tiraba el condón y veía como Jimin deslizaba su cuerpo de infarto bajo sus sábanas y le señalaba que durmiera a su lado. Cuando Jungkook se aproximaba y recostaba, terminaba haciéndolo más lejos de lo esperado. El silencio cargado de tensión hasta que Jimin había cedido al cansancio y su respiración era calmada y constante. El pelinegro sentía finalmente caer todo el peso de la culpa sobre él. Presionándolo contra la almohada que pertenecía a la cama de Jimin, recordando por primera vez—luego de toda la vorágine de pasión y desenfreno libidinoso—que tenía un novio al que le había sido desleal.

Infiel.

No resistiendo el nudo en su garganta por los sentimientos encontrados, se levantaba dispuesto a confesarle a SeokJin su error. Todo estaba mal, estaba devastado por haber engañado a SeokJin y no se suponía que su primera vez con el primer hombre al que amó como un loco, se sintiera tan mal e incorrecto.

Pero era una jodida revelación el hecho de que amaba a ambos, solo que no sabía el nivel de intensidad por uno de ellos o quizás sí, pero le daba miedo admitirlo.

TaeHyung y SeokJin coincidían en el hecho de que jamás habían besado tanto a alguien en su vida. Bueno, en realidad, cuando eran jóvenes, comenzando su primera relación amorosa, bebían y comían de la boca del otro, constantemente.

Al igual que ahora, con SeokJin de pie al borde la cama, TaeHyung de rodillas en esta y su rostro bien sostenido entre las manos de Jin, mientras su beso era demandante y posesivo, mareando totalmente a TaeHyung y sus sentidos.

—Aguard-... Jin~ —soltaba sin aire, pero no terminaba su sentencia cuando volvía a ser besado.

Dios, estaba realmente drogado por la forma en que sus labios habían sido devorados y el sabor de SeokJin en su boca junto con el whisky y cigarro recientemente ingeridos, le daban un toque salvaje y sucio que le encantaba en demasía.

Los besos de Jin nunca habían sido tan agridulces y con ese sabor peculiar. Le gustaban los besos con sabor a nicotina y le gustaba que SeokJin aún lo besaba con la misma pasión que cuando eran más jóvenes e inexpertos. Le gustaba como SeokJin lo hacía gemir involuntariamente cuando su lengua saboreaba cada rincón de su boca, volviendola de su propiedad. Él solo podía tomar. Duro como el infierno y ardiendo en cada rincón de su piel donde esos dedos rozaban o apretaban.

O por dónde sus manos bajaban y acariciaban, soltando su rostro y recorriendo su espalda cuesta abajo y apretando sus glúteos desnudos y firmes. La polla de TaeHyung estaba goteando y se ponía rígido cuando el dedo de SeokJin pasaba por entre sus glúteos acariciando superficialmente su agujero.

Su boca soltaba la de SeokJin para gemir y recibir besos en su mentón, su mejilla y luego la lengua de SeokJin jugando con su lóbulo, era demasiado por lo que sus dedos se enredaban en el pantalón y boxer de SeokJin para liberar la dura polla que se estaba clavando en el centro de su pecho.

— Déjame quitarte esto... —susurraba sin aliento. Cuando lo hacía, cuando tiraba hacia abajo, SeokJin daba un apretón fuerte a su culo, lo soltaba y se alejaba para facilitar la caída de las prendas de ropa de su cuerpo.

TaeHyung no quería quedar boquiabierto, pero estaba tan absorto por el cuerpo ajeno que su boca se secaba y tenía que relamer sus labios para creer que tenía a ese hombre desnudo frente a él, otra vez. Lo había visto hacía menos de cuarenta y ocho horas, pero era un juego de él quitándole la toalla a SeokJin. Este era él, desvitiendo a SeokJin, quien tenía su bonita, gruesa y larga polla erguida y dura cuál mástil, golpeando su vientre bajo y todo por culpa de él.

SeokJin estaba así, por su culpa. Una vez más. Su cuerpo recibía una sacudida de puro placer por tener a ese hombre así, por saber que pronto lo tendría dentro de él, golpeando duro hasta hacerlo correr.

—Cierra la boca o te entrara una mosca —decía la voz ronca de SeokJin, TaeHyung alzaba la vista por primera vez y se encontraba con esos ojos oscuros e intensos que lo chequeaban con el mismo ímpetu que él—. No hay nada que no hayas visto ya.

TaeHyung formulaba una sonrisa ladina y sensual—. Oh, estás jodidamente duro. Y es un espectáculo —exclamaba, al último segundo, su lengua relamía sus labios y sus dientes mordian el belfo inferior mientras le daba otra mirada sugestiva.

SeokJin no quería sentirse tan poderoso antes esa lujuriosa mirada, pero TaeHyung lo hacía sentirse drogado tan solo con esa forma de devorarlo con los ojos. Así que daba unos pasos hacia adelante y tomaba a TaeHyung desde su cuello, subiendo su mano a su mejilla izquierda y lo veía entrecerrar sus ojos y gemir suavemente ante el simple tacto.

Joder, él sabía cómo poner su piel de gallina sin hacer nada más que temblar ante sus caricias y no sabía por qué, pero no le importaba si TaeHyung era muy buen actor o que diablos. Él lo estaba comiendo con los ojos y quería comérselo completo.

—Tendré que comerte ese culo engreído hasta que estés bien estirado para mí —susurraba SeokJin sobre los labios ajenos, sin besar, pero acariciando los labios de TaeHyung con suavidad.

El azabache abría sus ojos, parecía levemente drogado, pero solo estaba demasiado excitado y su polla goteando, era una señal.

—Tengo lubricante... —gemía, extendiendo su mano para tocar a SeokJin, para sentir la textura de su polla, pero su muñeca era sujetada por el castaño a centímetros de esta—. Jin~... —se quejaba con un jadeo.

SeokJin sonreía—. Recuestate sobre tu estómago. Esto no debería durar tanto ni ser demasiado íntimo —exclamaba.

Intentaba sonar con una voz plana, pero su corazón se removía por eso.

Y TaeHyung se sentía solo un poco descolocado. Claro: "Premio consuelo", pensaba obedeciendo, soltándose del agarre de SeokJin sin cuidado y posicionandose cómo se le había ordenado, mientras le indicaba a SeokJin que en su bolso favorito, llevaba el lubricante. Una mueca aparecía cuando el castaño encontraba dicha botella, más un par de condones.

—Que responsable resultaste para un fin de semana de negocios —soltaba, volviendo a la cama y viendo cómo TaeHyung lo miraba mientras estaba en esa dócil posición boca abajo, su bonito culo de manzana esperando y una sonrisa divertida en su rostro.

Se veía angelical, a pesar de tener esa sonrisa sucia en su rostro. SeokJin nunca podría dejar de creer que era hermoso. Realmente hermoso, como pocos hombres y tenía una lista de buenos ligues.

—Semana de negocios para ti. Yo iba a terminar lo que había comenzado cuando era joven, años atrás —provocaba—, pero te pusiste todo posesivo y marido celoso —se mofaba.

SeokJin apretaba sus dientes—. Deja de provocarme —susurraba, subiéndose a la cama mientras tiraba lubricante en sus dedos y con manos temblorosas, pasaba dos de sus dedos por en medio de los glúteos, una caricia fugaz y veía a TaeHyung estremecerse de repente.

Sus dientes estaban masacrando su labio inferior cuando veía como TaeHyung volvía a empujar queriendo más de sus dedos, realmente dentro de él.

—No juegues con tu premio consuelo... —susurraba TaeHyung ronco—. Comienza a estirarme y déjame al menos darle una probada a tu polla —luego miraba a SeokJin por debajo de sus pestañas —. Estás demasiado duro y puedo aliviar un poco el dolor —exclamaba con su lengua juguetona.

SeokJin estaba embelesado, pero volvía a pasar sus dedos lubricados por el agujero de TaeHyung y metía el dedo corazón, sintiendo como este se ajustaba alrededor de él y como cerraba sus ojos y apretaba sus dientes ante la quemazón, para volverla placentera y relajarse segundos después. Cuando abría sus ojos, SeokJin estaba congelado viendolo, su dedo quieto dentro de él.

TaeHyung conocía esa mirada intensa, esa mirada que lo único que hacía era tenerlo como el foco de atención y cómo le encantaba ser el centro de atención de SeokJin después de años de haberlo superado.

O estaba creído que lo había hecho.

Cuando se encontraba colgado de la mirada oscura, la necesidad de su cuerpo lo hacía zumbar, así que empujaba contra ese dedo en su interior y gemía.

—Sé que soy el hombre más hermoso que has visto, pero este hombre quiere ser follado... —decía, moviendo su culo y sintiendo que SeokJin acariciaba dentro de él.

—Eres un jodido culo engreído —respondía el otro, ronco y estirandolo suavemente.

TaeHyung mordia su labio mientras sus ojos se cerraban un poco debido a la sensación de ardor y placer, pero Jin estaba siendo demasiado lento.

—Tengo razones para serlo ¿O no? —decía de forma ronca—. Puedes prepararme todo lo que quieras, pero ya no soy un virgen idiota. Puedo tomarte hasta el fondo —susurraba, moviéndose por follarse con los, ahora, dos dedos de SeokJin dentro de él a una velocidad justa y sonidos sucios ya que SeokJin se acoplaba a sus movimientos y lo follaba ahora con tres de sus dedos—. Ya métela y que sea más largo que la primera y última vez.

La mirada de TaeHyung caía en SeokJin, era intensa y con algo más que solo lujuria, llevando a SeokJin a esa primera vez juntos. Primera y última, dónde había perdido a su primer amor por un estúpido error del que luego no había podido explicarse porque TaeHyung no lo quería ver. Y no era el único intentando luchar contra los demonios del pasado, a TaeHyung también le estaba costando no sentirse tan nostálgico y nuevamente el adolescente vulnerable que había sido apodado como "la perra de Kim SeokJin".

La secundaria a la que TaeHyung y Seokjin asistían, tenía un viaje especial preparado para los egresados de ese año.

Para entonces la relación entre Seokjin TaeHyung estaba increíblemente avanzada—sentimentalmemte hablando—los padres de TaeHyung no lo sabían, sus amigos cercanos tampoco. Solo los padres de Seokjin y TaeHyung se había sentido cómodo con la idea de que la madre de Seokjin lo supiera primero. Ella ya lo adoraba de antemano y cuando supo que estaban saliendo, ella se había vuelto diez mil veces más amorosa y maternal. No es que la madre de TaeHyung no lo fuera, pero en ocasiones vivía más para su padre que para su hijo.

Obviamente con varios meses avanzados y una relación fuerte y más que concreta, los besos se habían vueltos más curiosos y demandantes. Junto con las caricias curiosas que deseaban recorrer más piel y otras zonas. Seokjin recordaba a la perfección la primera vez en que TaeHyung había querido poner su boca en su polla y chuparlo hasta el fondo como en esas películas que solían ver para mayores.

—No tienes que hacerlo. Podemos tomarlo con calma, cariño—decía SeokJin, mientras acariciaba su cabello. Taehyung descansaba encima de él, mientras estaban en su habitación y la madre de Seokjin, tenía otro turno hasta la mañana siguiente.

—Ya tuvimos demasiada calma —decía el azabache. Acariciando el pecho de Seokjin cuesta abajo y arrastrando su mano hasta meterla dentro de los pantalones deportivos que el castaño llevaba esa media tarde—. Me gusta tu polla

—Dios, Tae... No digas esas cosas —susurraba con voz ronca, intentando sonar estable cuando los alrgos dedos masajeaban su longitud y veía como su polla quedaba fuera de sus pantalones mientras TaeHyung lo trabajaba.

Por tercera vez en lo que iba de esa tarde. Taehyung era tan caliente y curioso que doblegaba la voluntad de Seokjin con tal facilidad. El castaño en cambio era mucho más tranquilo, tratando de esconder lo mucho que deseaba explorar un poco más el bonito culo  virgen de novio. Él también lo era, pero había tenido experimentos con el chico que había dicho que era un mal besador.

Estaba en técnica, un poco más avanzando que TaeHyung, pero aún así, seguía siendo virgen y un completo adolescente enamorado que quería romper a su bonito novio, sin relamente "romperlo" de forma literal. Seokjin solo quería ser cuidadoso y que para TaeHyung, todo esto fuera perfecto. Pero cuando el azabache ponía esos ojos de cachorro con ese puchero pintado en sus bonitos labios, SeokJin se doblaba como un sillón viejo.

— ¿Y si no te gusta? ¿Si no lo encuentras agradable? —cuestionaba preocupado y excitado.

Taehyung no dejaba de masturbarlo.

— ¿Estás loco? —cuestionaba, poniéndose a horcajadas y soltando el miembro ajeno—. Me encantas y me muero por hacerlo... —decía, masajeando los hombros de SeokJin, luego se agachaba para hablar al oído de éste—. Y también muero porque me lo hagas a mí...

SeokJin contenía la respiración, lo último que quería era apresurarse con TaeHyung y que este sintiera que estaba siendo presionado.

— ¿En serio? —susurraba con una mano sobre la cintura de TaeHyung.

—He tenido demasiados sueños dónde estás chupando mi polla... O lamiendo mi agujero.

SeokJin por poco y se ahogaba con su propia saliva. Sus dedos presionando sobre la cintura de TaeHyung.

—No digas esas cosas...

— ¿No te gustan? —preguntaba el azabache, mirándolo con ojos inocentes y llevando su mano cuesta abajo una vez más.

—Me encantan, pero no deseo forzarte a nada solo por estar demasiado caliente

— ¿Sientes que te estoy forzando? —preguntaba TaeHyung a SeokJin. Se veía inocente.

—Le llamaría manipulación. Nunca haría nada que no quisiera y contigo quiero todo, pero no quiero que te apresures. Tenemos tiempo de sobra —añadía, besando castamente los labios de TaeHyung.

El azabache respondía y se perdía en el beso, se dejaba ser consumido por los labios de SeokJin y se olvidaba de su rol de depredador para ser puesto bajo el cuerpo de SeokJin, tendido sobre su espalda y recibiendo besos candentes que pasaban de sus labios a su mentón. De su mentón a su cuello y clavículas.

—Jin~... —gemía, el castaño sabía lo mucho que le encantaban los besos en el cuello a TaeHyung, y como lo sentía tan inquieto y ansioso, comenzaba a levantar su camiseta y dejar besos en su pecho. TaeHyung abría los ojos sorprendido cuando la lengua de SeokJin trazaba un pezón y luego el otro—. Continúa.... Por favor, por favor...

TaeHyung disfrutaba y se impacientaba, empujándolo cuesta abajo y enloqueciendo con esa boca besando la zona V de su abdomen, cuesta abajo y cerca de su polla. Cuando SeokJin posaba su palma justo en su erección, los ojos de TaeHyung casi rodaban hacia atrás.

Y él deseaba, bajando con ansias su propio pantalón y boxer, liberando su miembro y viendo cómo SeokJin lo miraba con deseo, relamiendo sus labios. Sus manos se enmarañaban a la colcha.

—Amor... Por favor —pedía en un susurro ronco.

No sería la primera vez que SeokJin lo tocaría allá abajo, pero si la primera en que sentiría esos labios esponjosos a su alrededor. Primero los dedos tomaban su polla con sutileza, haciéndolo anticiparse y luego la lengua de SeokJin saboreaba las primeras gotas de su semilla derramada. La cintura de TaeHyung se arqueaba.

—Más —pedía.

Y sentía como los labios de SeokJin chupaban su glande con intensidad. TaeHyung sentía la presión en sus bolas. El cosquilleo en su bajo vientre, la tensión tirante. No sería su primer orgasmo, ellos ya venían experimentando caricias el uno al otro, fricción de cuerpo a cuerpo, pero el calor de la boca de SeokJin, succionando ahora más de la mitad de su erección, lo tenía al borde. Era demasiado.

Y creía que iba a estar cerca cuando SeokJin chupaba más ávidamente, tomándolo casi completo, pero cuando lo soltaba, abría sus piernas, quitándole el resto de la ropa y su lengua se inmiscuia entre sus glúteos, levatandolo y volteandolo de repente, dejándolo ahora sobre su estómago. TaeHyung sentía su corazón acelerarse, mientras su estómago era tensión y mariposas. Nunca había estado básicamente con su culo tan a merced de SeokJin. Ninguno había hablado sobre quien sería el... "Líder" en esta cosa de tomar al otro.

Pero silenciosamente, ambos sabían que TaeHyung era bueno dominando la voluntad de SeokJin, pero SeokJin tenía todo el poder sobre su cuerpo.

Los besos del castaño eran posados en sus glúteos, primero uno, luego otro. TaeHyung era demasiado consciente de su desnudez en la parte baja de su cuerpo, pero los besos de SeokJin eran dulces y dejaban una sensación de cosquilleo placentero, hasta que comenzaba a pasar su lengua, muy cerca de su entrada. Nuevamente lo hacía anticiparse y ansiar lo desconocido.

— ¿Sigo? —susurraba SeokJin sobre su piel y sus glúteos.

TaeHyung asentía frenéticamente, parando su bonito trasero. SeokJin sonreía con dulzura, intentando contenerse, pero igual de ansioso—o más — que TaeHyung.

Con sus manos a cada lado, abría los glúteos de TaeHyung y su lengua pasaba por su agujero de forma vertical, lento, intenso y TaeHyung temblaba. TaeHyung literalmente estaba temblando en su cama. SeokJin se sentía el hombre más poderoso sobre la faz de la tierra al ver cómo había puesto a TaeHyung y simplemente comenzaba a perder los estribos, el miedo cada vez mas lejos. Totalmente incentivado por los ruidos que salían de la boca de TaeHyung, eran gemidos rotos, lloriqueos y palabras inteligibles mientras se empujaba más y más contra su lengua.

—Puedes usar más que tu lengua —susurraba un TaeHyung sumiso y ansioso.

SeokJin se detenía, relamía sus labios y suspiraba—. No quiero hacerte daño —sus manos acariciaban los glúteos de TaeHyung sin prisa, totalmente diferente a la vorágine reciente.

Su polla dolía y la de TaeHyung igual. Ambos ansiando lo mismo.

—Confío en ti —añadía TaeHyung, enviando todas las vibraciones correctas a la polla de SeokJin.

Este lograba levantarse y subir con besos hacia el rostro de TaeHyung para besarlo con impetu y devoción, TaeHyung quedaba drogado por esos besos y la mirada intensa de SeokJin y recién ahí lo notaba duro y desnudo pegado a su culo, cerca de su entrada, pero sin empujar, excepto que TaeHyung lo hacía y SeokJin apretaba sus dientes ahogando un gemido y clavando sus dedos en la cadera de TaeHyung.

—Aún no-... —susurraba, pero se molía contra los glúteos de TaeHyung.

— ¿Y entonces cuando? —susurraba TaeHyung en su mejilla, dejando besos descuidados mientras se movía para causarle fricción a SeokJin y buscar la suya propia contra el colchón.

SeokJin no podía pensar claro, pero de hecho tenía pensado hacer suyo a TaeHyung en el viaje de graduación.

—Rumbo a Jeju, en el viaje de graduación... Será perfecto si tan solo puedes esperar un poco —susurraba con voz ronca.

TaeHyung resoplaba, pero continuaba moviéndose, SeokJin lo hacía junto con él, tenía ganas desesperadas de meter su polla en TaeHyung y saber que se sentiría, pero contrario a eso, empujó y empujó con sumo cuidado y total control hasta que ambos gemían por el impacto de otro orgasmo que para esas instancias comenzaban a ser insatisfactorios, pero que de igual manera l6o anhelaban. TaeHyung sentía toda la esencia de SeokJin sobre sus glúteos y entre sus piernas y luego buscaba su boca para besarlo demandante. Pero SeokJin tomaba su nuca y guiaba el beso del tipo voraz a uno dulce y prometedor.

Cuando soltaba sus labios, TaeHyung seguía con sus ojos cerrados, SeokJin no podía evitar sonreír al ver lo hinchada que quedaba esa bonita boca por su culpa, joder, él totalmente lo am-...

—Te amo —decía TaeHyung cuando abría sus ojos.

El corazón de SeokJin se detenía y luego se aceleraba, su pulso por el cielo y sus labios dibujando una sonrisa estúpidamente enamorada.

— ¿Tu sonrisa significa que tú también o...?

—Te adoro —susurraba.

TaeHyung hacía un puchero y fruncia su ceño—. Eso no es lo mismo

—Te amo —le interrumpía el castaño—. Jodidamente te amo y te adoro. ¡Dios! Ven aquí —exclamaba besándolo de nuevo con un TaeHyung que comenzaba a reír entre besos.

Aún seguían desnudos de la parte inferior de su cuerpo, pero el clima no dejaba de ser extrañamente entrañable, cálido y perfecto.

—Te juro que la primera vez valdrá la pena —decía SeokJin, aplastando a TaeHyung con su cuerpo.

— ¿La primera de muchas? —decía TaeHyung, enroscando una de sus piernas y sintiendo que ardería nuevamente en unos segundos al sentir la polla de SeokJin pegada a la suya y siendo pura piel y fluidos.

—La primera de muchísimas más —prometía SeokJin.

Y TaeHyung le creía.

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