☪️:21' Viejas piezas cayendo en su lugar

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Esa mañana SeokJin había sido despertado por un mensaje de texto de su teléfono, el mismo vibraba, demasiado temprano. Su cuerpo desnudo disfrutaba el roce de las sabanas y un cuerpo igual de desnudo que el de él, yacía a su lado dormido profundamente.

No estaban abrazados, TaeHyung dormía por su lado esta vez, SeokJin lo miraba de reojo unos breves segundos antes de abrir el mensaje de texto de su padre donde felicitaba a ambos por el exitoso cierre con el matrimonio gay. Cuando SeokJin había sellado todo la tarde anterior, los papeles importantes habían sido enviados a sus viejos, por supuesto iban a estar orgullosos, SeokJin incluso había conseguido un mejor trato del que tenían al inicio.

Aquello había sido exitoso, sus padres quisieron, posiblemente darles un dolor de cabeza, pero mentiría si dijera que no lo había disfrutado. Cada minuto confuso con TaeHyung, en el fondo de su corazón y su mente, habían sido disfrutados con cierta culpabilidad. Ahora a luz del día, no podía asegurar que el sentimiento de culpa no estaba allí, porque lo estaba. Pero no era tan fuerte como hubiera esperado.

Su cabeza retumbaba un poco debido a lo mucho que había bebido antes de que TaeHyung le ofreciera un poco de sexo por compasión. Su "premio consuelo" cómo se había auto-nombrado, suspirando, fregaba su rostro y sentía el cuerpo de TaeHyung moverse, lo miraba con cautela y notaba al hombre girarse hacia su lado, buscar su cuerpo y enterrar su cabeza debajo de su axila.

SeokJin no estaba completamente depilado allí, solo un poco de vello, muy sutil. Y naturalmente tenía buen olor. TaeHyung aspiraba como si nada, debido a que SeokJin había atinado a poner el brazo debajo de su cabeza, recibiendolo naturalmente para abrazarlo.

Dios, ignoren que había estado ansioso por tener a TaeHyung cerca y pegado a él, pero así estaban, la pierna de TaeHyung cruzaba por su muslo y su brazo sobre su abdomen, apretándolo.

—Que jodidamente mimoso eres a la mañana —mencionaba SeokJin.

TaeHyung se acomodaba en su brazo, su cabello todo revoltoso, su rostro en una mueca y su nariz y labios estaban hinchados. Un ojo se abría mientras el otro todavía estaba cerrado a la fuerza.

—Me follaste cuatros veces entre anoche y la madrugada, puede que mi cerebro este un poco meloso ¿Vas a juzgarme? —desafiaba, aferrándose al cuerpo de SeokJin.

El castaño suspiraba—. Por dios, nunca había jodido tanto en una noche —exclamaba, frotando sus ojos con su mano libre, TaeHyung sonría disimuladamente por lo que había confesado y por el hecho de SeokJin lo estaba abrazando, suave y sutil, pero lo sostenía allí.

—Tranquilo, puedo ayudarte a recuperar el ritmo —decía, con sus labios pegados al pectoral del castaño. Su lengua salía para barrer sobre el pezón.

SeokJin sentía su polla más dura que en cualquier otra mañana que recuerde, pero su mano libre se iba a la cabeza de TaeHyung para retenerlo allí.

—Recien te quejabas de haber sido follado cuatro veces seguidas —susurraba, sus ojos viendo como TaeHyung hacía girar su lengua sobre su pezón, chupaba y mordia la protuberancia para levantar la vista.

Esos ojos eran tan encantadores cómo diabólicos. Lo hacían caer ante el encanto de ese hombre lujurioso.

La sonrisa ladina de TaeHyung, tan característica de él, aparecía en escena, se levantaba y con suma confianza besaba besaba a SeokJin apasionadamente, tirando de su belfo y pasando sus dientes por su mentón y luego hacia su cuello, SeokJin tenía leve marcas allí, y TaeHyung quería dejar un par más, pero no le interesaba que estuvieran a la vista, así que marcaba se clavícula, bajando con besos por el torso de SeokJin, pero cuando creía que iba a tener sus labios alrededor de la gruesa polla, SeokJin tomaba su cintura y lo dejaba bajo su cuerpo.

Ambos se miraban fijamente, un silencio ensordecedor y solo la polla del otro golpeando el muslo ajeno. TaeHyung relamía sus labios, afirmaba sus manos en los hombros de SeokJin y abría sus piernas, el castaño recordaba la promesa de este la noche anterior:

"Puedo abrirme de piernas o ponerme en cuatro para ti la veces que lo desees"

Podría decirse que el arrepentimiento y culpa, estaban arañando las paredes de su mente y corazón, pero el anhelo de tener solo una vez más a TaeHyung era más grande que la culpa. El azabache estaba más que estirado y resbaladizo, él solo tenía que alinearse y empujar, así que lo hacía y TaeHyung gemía, hipersensible y también necesitado.

Sus brazos se enroscaban sobre los hombros de SeokJin y sin decir nada más, sus piernas también enroscadas empujaban a SeokJin un poco más dentro, hasta el final y sus brazos lo atraían para besos perezosos con aliento mañanero que no podría importarle menos ni a uno, ni al otro.

Otra ronda de gemidos iniciaba, sus cuerpos todavía seguían sudando, probablemente estarían deshidratados si continuaban follando como si no hubiera un maldito mañana y es que probablemente para ellos, ambos sabían que no lo habría.

TaeHyung volvía a gemir el nombre de SeokJin mientras sus uñas romas se clavaban en la espalda ajena. Los brazos de SeokJin temblaban por la fuerza que hacía al tratar de sostener su en propio peso por a través de su orgasmo. Intenso y perfecto, bien apretado y enterrado en TaeHyung. No duraba mucho intentado no aplastarlo porque TaeHyung se ponía increíblemente meloso, apretándolo contra su pecho, manteniéndolo ahí mientras sentía su corazón latir más despacio y su respiración volver a ser calmada y suave.

—Dios. Que buen despertar —susurraba el azabache.

SeokJin reía, su rostro entre la almohada y el cuello de TaeHyung—. Debería bañarme, tengo mi estómago con una capa de sello duro de tu esperma derramado en cada jodida.

TaeHyung reía, fuerte y precioso, pensaba SeokJin inevitablemente—. Al menos lo tienes por fuera, yo probablemente tenga cuatro kilos más por tener todas tus malditas corridas de cada buena jodida que me diste.

La piel de SeokJin se erizaba al saber eso, incluso su mano desparramada a un lado del cuerpo de TaeHyung se movía, un poco junto con su cuerpo a un lado de TaeHyung para poder, salir de adentro del otro  hombre y acariciar suavemente su abdomen, sus dedos largos y peculiares hacían cosuqillas deliciosas al bajo vientre de TaeHyung. La larga, pero desgastada polla del hombre estaba contra su vientre, agotada como el mismísimo dueño.

Parecía irreal que luego de tantos años hubiera estado juntos otra vez. SeokJin había soñado demasiadas veces con eso, incluso TaeHyung con su corazón herido lo había hecho.

—Pff... No sé por qué estás haciendo eso, pero se siente bien y me pondré duro en menos de lo que canta un gallo —admitía el mismo.

SeokJin lo miraba, estaba apoyado en su brazo, descansado a un lado del cuerpo de TaeHyung, sus rostros a un par de centímetros y sus ojos miraban los labios del azabache. Quería besarlo, sentía unas ganas desgarradoras de besarlo después del fascinante sexo porque TaeHyung se veía bonito, usado y precioso por todos lados. Suave y pomposo. Con un aspecto soñador y satisfecho.

TaeHyung notaba la tensión en el aire—. ¿Vas a besarme o sólo seguirás deseándolo? —mencionaba con su voz lo más estable posible, pasaba saliva y alzaba sus cejas y mentón—. Todavía estamos en la cama, todavía no golpea la realidad —susurraba.

Quería sonar descarado y sucio como él solo sabía hacerlo, pero sonaba más vulnerable y débil que descarado y sucio.

SeokJin apretaba suavemente sus dientes, sus dedos aún acariciaban el abdomen de TaeHyung y había jugado con su polla, delicadamente tocándole, hasta que la subía y tomaba el rostro ajeno para juntar sus labios, titubeando y deteniéndose en el último trecho. TaeHyung quedaba con su boca abierta, esperando. Su ceño se fruncia y estaba a punto de mandarlo a la mierda, pero antes de eso, SeokJin lo besaba. Lo besaba lento y profundo. Su lengua adueñandose de cada rincón de su boca, sin apuro. TaeHyung había recibido pocos buenos besos que lo habían dejado estúpido y sin sentido en su larga y jovial vida, pero SeokJin seguía obteniendo ese primer puesto.

Incluso lo hacía gemir y retorcerse, deseando y anhelando, sus labios se volvían feroces, tomando la boca ajena, peleando por el mando, pero Dios, él era tan débil. Lo besaba y peleaba hasta que se rendía y era un simple estúpido tomando y tomando y no se ofendida en lo absoluto. SeokJin lo dejaba deshuesado con una buena follada y también con un simple beso.

"Mmm~... No~." Gemía de repente.

SeokJin se alejaba y mordia los labios de TaeHyung, suavemente y respiraba agitado. Su frente se apoyaba sobre la del azabache y su manos estaban sosteniendo al hombre desde la nuca, la mano de Tae estaba sobre la muñeca de SeokJin, ambos tenían sus ojos cerrados hasta que los abrían al mismo tiempo. La tensión llenaba el aire junto con la confusión y el anhelo en la mirada del otro.

—Voy a tomar un baño y salir para despedir a nuestro invitados... —decía SeokJin, soltando a TaeHyung y comenzando a levantarse—. Tú puedes quedarte en la cama, si quieres.

TaeHyung frotaba su rostro y llevaba su cabello hacia atrás mientras asentía, no sé veía tan contento ahora—. Seguro, me duele un poco el culo así que tomaré un largo baño cuando salgas —mencionaba sin verlo, buscando su teléfono y dejando de darle la atención a SeokJin.

Que no supiera que quería quedarse todo el jodido día en la cama siendo usado las veces que fuera necesario por SeokJin. Aish, que asco de hombre se volvía, pensaba para sí mismo.

—Lo siento si fuí un poco rudo en alguna ocasión —mencionaba SeokJin sin verlo, buscando por ropa limpia, toallon y un boxer limpio para meterse al baño. Camino al mismo una risa seca y algo fea salía de TaeHyung, por lo que giraba confundido y lo miraba—. ¿Qué sucede?

TaeHyung rodaba sus ojos—. No tienes que disculparte por nada, en estas últimas semanas te has disculpado conmigo millones de veces por diferentes motivos —soltaba irritado—. ¿Qué te importa ahora? Te disculpaste por tratarme mal y ahora por romperme el culo, pero nunca te disculpaste cuando rompiste mi corazón. Ya deja de fingir.

SeokJin abría sus ojos y su boca, algo quería salir de allí, alguna respuesta mordaz a las palabras de TaeHyung. Palabras que lo habían sorprendido demasiado.

—Voy a pretender que no escuché eso —decía con una voz baja y sombría.

TaeHyung resoplaba fuertemente—. Siempre es más fácil fingir que no sucedió ¿No?

Y entonces TaeHyung presionaba el botón correcto esta vez, porque SeokJin no podía evitar no responderle como en otras ocasiones.

Estaban ambos demasiado a flor de piel.

— ¿De que mierda estás hablando, Tae?

El azabache se levantaba furioso, buscando por el primer pantalón que encontraba en en suelo, estaba seguro que no era suyo, pero no importaba, estaba enojado, inestable y sus manos temblaban mientras reía sarcásticamente y negaba con su cabeza. Esa sonrisa era fea, una sonrisa triste y herida. SeokJin decidía que no le gustaba.

—  Sabés muy bien de que estoy hablando —decía sin verle, mientras buscaba por el cargador de su teléfono—. Te disculpas cuando me hablas mal, te disculpas ahora que estoy más que seguro que lo haces porque me usaste y sientes culpa por tu noviecito

— Tú decidiste avanzar de esa forma conmigo... No me eches toda la culpa ahora, tú te llamaste premio consuelo, no yo —decía el castaño saliendo del baño y tirando a  un lado  lo que tenía en la mano—. Y me vienes provocando desde el día uno que compartimos el maldito techo, soy solamente un hombre y tú eres un maldito jugador

— ¡Ah! ¡¿Sólo yo?! ¿Que hay de ti? —TaeHyung resoplaba asqueado de si mismo y de ambos—. Ay, ¿Sabes qué? no importa. No te disculpes de ahora en más, haz como que esto nunca jodidamente sucedió, como lo hiciste la última vez.

SeokJin no podía creerlo, TaeHyung tocando una vez más el tema, era increíble, incluso reía incrédulo—.  ¿Estás hablando de cuando me dejaste y te fuiste sin dejarme explicar? —SeokJin reía cansino—. No me hagas el malo de tu película, la humillación fue para ambos ¡Y tú no quisiste quedarte conmigo! —gritaba de lleno en su rostro.

TaeHyung se ponía rojo de la furia, finalmente obtenía una respuesta para la espina que tenía hacía ya demasiado tiempo y todo ese fin de semana y toda la convivencia con SeokJin estaban haciendo estragos con él.

— ¡Tú querías hacerlo todo a tu tiempo, a tu manera! ¡Nunca entendiste que no estaba listo! ¡Tú no recibiste los peores insultos y humillacion siendo un maldito adolescente!

SeokJin apretaba sus dientes y suspiraba—. ¡Estuve para ti y tú solo me alejaste! ¡No lo quería a mi manera y a mi tiempo! —gritaba con furia, pero luego sus ojos se cerraban unos segundos y más calmado exclamaba—. Quería demostrarte que estaba ahí para ti y tú solo me alejaste y evitaste. Intenté explicarte que era todo mentira que yo planee tu salida del closet con esas malditas fotos. Aún es increíble que me hayas creído capaz de algo así, fue todo un plan de Jae-

—Sigues usando la misma excusa

— ¡Es la verdad! ¿Por qué carajos siempre le creíste a él?

—Porque inclusive gente fuera de su círculo me dijo que te vieron hablando con él y siempre quisiste empujarme a que saliera antes de lo que yo quería, no estaba listo y nunca lo entendiste.

SeokJin suspiraba cansino, tan harto, él tendría que haberlo ignorado, pero no. No esta vez—. Oh, por favor esta conversación no tiene sentido. ¿Por qué siguiera te victimizas? Con la vida que llevas, ya claramente no eres ese adolescente y no puedes culparme a mí de lo fácil que eres ahora, confirmando que eres todo y más de lo que te llamaron nuestros compañeros en ese entonces —y el puño de TaeHyung aterrizaba en su mentón, dando vuelta su rostro.

El silencio solo estaba cargado de tensión y de la respiración irregular de TaeHyung quien esperaba solo una reacción más de SeokJin, una más y eso acabaría peor.

El castaño sentía la sangre brotar sutilmente de su labio inferior, un dolor agudo y fugaz en su mentón y suspiraba, su lengua pasaba por su labio recientemente roto mientras miraba a TaeHyung. Sabía que estaba enojado, tan afectado por algo del pasado que él mismo decidió dejar atrás. Él había decidido dejarlo atrás. Y probablemente, merecía ese golpe.

Suspirando se alejaba, tomaba la ropa que había tirado a un lado junto con el toallon y antes de desaparecer dentro del baño exclamaba:

—Sabés, no te entiendo. Lo digo en serio, a diferencia de ti, fui cada maldito día a tu casa, incluso llevé en varias ocasiones a Jaebeom para que admitiera que nos había querido arruinar a ambos y que no tuve nada que ver con él y su plan adolescente. Cada vez que iba tu padre me decía que no querías verme —los ojos de SeokJin se llenaban inevitablemente de lágrimas—. Cada vez que llamaba, atendía tu padre, tu madre o una maldita sirvienta de estación, mis mensajes jamás fueron respondidos e iba cada maldita noche a golpear tu ventana con una piedra y no saliste, nunca, ni una vez —susurraba levantando su mano mostrando su dedo índice.

TaeHyung sentía que sus ojos ardían del odio y el dolor, SeokJin no podía estar hablando en serio.

—Mientes...

— ¡No, TaeHyung! —respondía, girando bruscamente—. Cada día lo intenté hasta que se mudaron y mi padre no quiso decirme dónde estaban porque tu padre dijo que estabas muy dolido y no querías tener nada que ver conmigo nunca más y entonces lo acepté. Acepté tu rechazo y el hecho de que los sentimientos más fuertes siempre fueron de mí para ti y tú solo estabas experimentando y fue cuando me rendí —una sonrisa seca salía de sus labios—. Demasiado drama para un adolescente gay, así que seguí adelante y jamás volví a tocar el tema, ahora deja de darle la maldita vuelta a todo esto, no volví a pensar al respecto y seguro como el infierno que tú tampoco. No revuelvas ahora en el pasado. Sino me quisiste escuchar en ese entonces, no me busques ahora.

Antes de poder perderse dentro del baño y huir de la presencia de TaeHyung, este preguntaba con irritación:

— ¿Por qué Jaebeom siquiera mentiría? Te tenía miedo detrás de toda esa fachada.

SeokJin suspiraba, giraba solo su rostro, pero seguía de espalda a TaeHyung.

—Muy simple, era un adolescente gay en el closet enamorado del chico que amaba a alguien más —luego de eso giraba un poco más y miraba a TaeHyung que tenía la sorpresa pintada en todo su rostro—. En ese entonces no le sirvió, pero para nuestros veintitrés, le di un muy buen uso a su culo por unos meses largos. Incluso reunido con él aún se sorprendía de que tú jamás creíste en mi palabra.

Algo dentro del estómago del azabache se retorcía de mil maneras al imaginar a SeokJin follando con alguien tan sorete como la era Jaebeom, porque pese a que él le había dicho la verdad, TaeHyung aún lo detestaba por ser parte del plan de SeokJin... O quizás, realmente ¿Nunca fue el plan de SeokJin y él solo había sido un adolescente ingenuo?

La despedida con la pareja había sido amena, TaeHyung era bueno fingiendo y SeokJin hizo lo mejor que pudo, al instante, estaban yendo al aeropuerto en silencio en el auto de su chófer. El hombre no había dicho nada y solo les había mencionado el gran gusto que había sido verlos una vez más luego de tanto tiempo de no pisar el viñedo. El vuelo corto, había sido con SeokJin sumido en su mundo, el cual parecía estar doblemente gris porque por lo que TaeHyung había oído, SeokJin había mencionado a su chófer que su "amigo" Jungkook, le llevaría su auto al aeropuerto una vez que llegarán.

TaeHyung no había dicho nada, totalmente callado había viajado, dispuesto a hacer una sola cosa una vez que llegarán. No se había sorprendido que el castaño no le dirigiera la palabra en toda la vuelta, pero al recoger sus maletas, este rompía el silencio.

—Jungkook está estacionado esperándonos, vamos —solo eso decía y TaeHyung por poco lo mandaba a la mierda por ni siquiera mirarlo, pero no decía nada. Tenía algo más importante que hacer que enredarse con SeokJin y la problemática de su noviecito infiel.

Cuando salían veían a la distancia a un Jungkook que se tensaba y su rostro se ponía rojo, TaeHyung no sabía si reír o gritar de frustración por las ganas que tenía de golpearlo. Últimamente quería golpear a todo el mundo. SeokJin también estaba tenso y la cosa se ponía más densa cuando ambos hombres estaban frente a frente. Jungkook apenas podía sostenerle la mirada a SeokJin, ni siquiera podía sostenersela a TaeHyung.

— ¿Las llaves del auto? —preguntaba SeokJin, sin mirarle mucho tiempo y extendiendo su mano.

Jungkook la buscaba de inmediato en su bolsillo—. Lo cuidé bien...

—Perfecto —decía SeokJin con tono seco—. Entra —decía a Jungkook con un leve movimiento de su cabeza TaeHyung podría decir que era la primera vez que lo veía tan distante y frío con el chico al que miraba con ojos de adoración, pero ahora apenas quería verlo. El azabache de repente notaba que SeokJin lo miraba—. Sube al auto, Tae —le ordenaba.

Jungkook se detenía en seco al notar que muy sutilmente, su voz había sonado más dulce al hablarle a TaeHyung y eso lo hacía sentirse horrible.

TaeHyung suspiraba—. Solo te daré mis maletas, tengo otro lado al que ir así que no subiré —mencionaba, guardando las mismas en el baúl que Jungkook ya había dejado abierto para más rapidez.

SeokJin apretaba sus dientes y lo seguía, Jungkook los miraba sin decir nada y no le gustaba no poder decir nada.

— ¿A dónde vas? Te llevo

— Olvídalo —exclamaba, el azabache—. Agradeceme que solo tendrás que coexistir con el aire tenso de tu novio y no con el mío. Tengo que ir a otro lado, no soporto de todas maneras las vibras entre ustedes.

SeokJin abría su boca y la cerraba—. No hay vibras de nada, sube al maldito auto —susurraba, luego sus ojos se volvían los de un cachorro herido—. Por favor.

TaeHyung tensaba su mandíbula, era la primera charla en largas horas y sabía que SeokJin no se estaba sintiendo bien con la presencia de Jungkook, pero él tenía otras cosas que hacer, realmente era así.

—Lo siento, debo irme. Tomaré un taxi desde aquí —sin más que añadir se alejaba.

—Tae-... Carajo —susurraba SeokJin irritado.

Jungkook aún estaba fuera del auto, estaba seguro que SeokJin lo patearia lejos, pero agradecía que TaeHyung estuviera fuera del mapa.

Cuando el baúl era cerrado SeokJin se subía al auto y Jungkook lo hacía en silencio con él en el copiloto. Cuando comenzaba a conducir, encendía la radio. Ninguno decía nada y eso mataba al pelinegro, él sabía que la había cagado y sabía que SeokJin no estaba del todo bien porque apenas había salido del aeropuerto había notado el moretón en la quijada del castaño.

— ¿Sucedió algo contigo y TaeHyung? —por poco y susurraba—. Tiene un moretón en tu mentón, cerca de tus labios.

SeokJin decidía que no le gustaba el papel de víctima que tenía Jungkook, hablando con suavidad y casi pidiéndole permiso para mirarlo o moverse.

—No estás aquí para hablar sobre mí y TaeHyung, ya no preguntes lo que no importa... Y mantente en silencio por los siguientes minutos —decía casi apretando sus dientes, Jungkook notaba la tensión en su mentón y su forma de hablar—. Por favor, solo no digas nada aún. Y el golpe lo merecía.

Jungkook sentía sus ojos arder y su garganta gruesa, todo estaba mal y él lo había arruinado, aún así, la forma en que SeokJin le había pedido a TaeHyung que no se fuera, era extraña... Y un nudo se asentaba en su estómago porque sí, el ser humano es así, por más culpable que haya sido, aún así se retorcía de celos e inseguridad en pensar que SeokJin no quería que TaeHyung se fuera. Quería creer fervientemente que era porque no quería estar a solas con él, pero presentía que había algo más.

O quizás era su maldita consciencia sucia.

Cuando TaeHyung llegaba a su destino, le picaban las manos. Quería golpear algo o a alguien. Se sentía inestable y así había estado desde su discusión con SeokJin. Inestable y vulnerable. Saliendo del elevador en el que se encontraba, sus pies iban a toda velocidad y cuando llegaba a la puerta que quería cruzar de inmediato, su respiración era inestable junto con los latidos desbocados de su corazón.

Cuando entraba, unos ojos curiosos lo miraban, pero se sorprendían cuando sus manos se apoyaban con un ruido sordo sobre el escritorio.

—Dime ¿Qué tan jodidamente cierta, es la historia sobre SeokJin buscándome cada maldito día para explicarse y disculparse conmigo cuando éramos novios? —sus dientes estaban apretados y sus ojos destilaban fuego.

Su padre suspiraba—. Que bueno verte, hijo. Estaba a punto de tomar un café -...

—No quiero un maldito café. No quiero tus charlas triviales, quiero respuestas y las quiero ahora.

Se destapó todo entre ellos 🥹 ¿Qué pasará ahora?

🤧🤧

Con amor niñita NanyKoo 💜


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