☪️:25' Makin' Beautiful Mistakes

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"Por favor, sólo responde"

SeokJin apretaba el tabique de su nariz con sus dedos y sus dientes se presionaban entre sí. No estaba seguro porque le era tan difícil decir que sí había sucedido algo entre TaeHyung y él.

Por un lado, no quería lastimar a Jungkook, nunca lo hubiese engañado si TaeHyung no se hubiese ofrecido y no es que culpaba a TaeHyung, para nada. Tenía los huevos bien puesto para admitir que lo deseaba y quizás ese era el quid de la cuestión, al afirmar que sí había follado con TaeHyung.

Tendría sin duda alguna admitir que aún sentía cosas por él, porque SeokJin no era imbécil. Si sólo fuera carnal, no hubiera sucumbido. Era un tipo que se guiaba por sus sentimientos cuando consideraba estar en una relación sana como la que había tenido o tenía con Jungkook.

Antes del pelinegro, él solo follaba por ahí. Sin compromisos, sin ataduras. Por eso Jaebeom estaba en su lista.

Aún recordaba el rostro de TaeHyung, un segundo, un simple segundo para ver la cara de rechazo que había puesto cuando había mencionado que se lo había follado. Si parpadeaba se lo perdía. Y es que sí, su cabeza estaba mal porque TaeHyung estaba siendo tan confuso. No estaba siendo simplemente carnal con él. Lo conocía como la palma de su mano. TaeHyung estaba tan confundido como él, pero no entendía el por qué.

Él lo había dejado, se había alejado y lo había negado a más no poder. ¿Ahora que carajos estaba pasando por esa cabeza revoltosa? Sí, TaeHyung lo deseaba, no lo ocultaba, tambien deseaba a Jimin, pero él había visto el brillo familiar en sus ojos. Ese brillo que hacía a SeokJin sentirse tan especial. Pero luego era reemplazado por la fachada de superado y es que era así, TaeHyung lo había superado. TaeHyung no lo veía en su futuro más allá de cumplir el maldito contrato de dos años y luego deshacerse de él.

—Jin... —susurraba la voz de Jungkook, nuevamente—. Si estuviste con él —afirmaba.

Ya no era una pregunta, no había duda en su voz.

—Sí, estuve con él —confirmaba con un dolor sordo en el pecho y su garganta a punto de cerrarse.

Sus emociones y sentimientos eran un desastre.

—No me importa —se apresuraba a decir Jungkook. No se sentía diferente a SeokJin al otro lado de la línea—. Me equivoqué primero y mi error te empujó a hacer algo que no querías.

«¿No quería?» joder, SeokJin no usaría esa expresión.

—Pero te perdono —mencionaba el pelinegro—. Perdóname tú a mí. Superemos esto y sigamos. Nadie dijo que una relación seria fácil.

La voz de Jungkook era pequeña y suave. Tan inseguro.

—No, nadie garantizó tal cosa, pero tendrías que haber acudido a mí antes de follarte a tu mejor amigo porque tenías dudas respecto a mis sentimientos por TaeHyung

—No dudo. Yo-... —Jungkook parecía sorber su nariz, estaba llorando. A SeokJin le rompía el corazón—. Fui un imbécil

—Aún lo amas —susurraba SeokJin.

—Te amo a ti —decia Jungkook por primera vez.

El corazón de SeokJin se estrujaba en su pecho, sus ojos ardían y su garganta se terminaba de cerrar.

Tantas veces Jungkook había estado a punto de decirle esas dos palabras. Después de dejarlo en la universidad, trabajo o su apartamento. Casi las había dicho después de hacer el amor, durante o incluso antes cuando SeokJin lo besaba hasta el cansancio. En cada desayuno o cena juntos. Tantas veces estuvo en la punta de su lengua en ese tiempo juntos que, ahora cuando finalmente las decía. Carecían de fuerza e intensidad.

«Quizás debería replantearme si mis sentimientos por TaeHyung se murieron hace años atrás o no» pensaba SeokJin. «Pero sería una perdida de tiempo, algo sin esperanzas»

—Quizas deberías replantearte a quien amas más, si a mí o a Jimin —mencionaba finalmente para luego intentar añadir—. Y creo que yo deber-

—No quiero replantearme nada —decía Jungkook con la furia teñida de nostalgia—. Quiero estar contigo. Por favor te lo pido, haré lo que sea, lo que me pidas —susurraba. Había deliberadamente cortado las palabras de SeokJin.

Este suspiraba, las lágrimas caían sin permiso y tomaba una decisión.

—Hablaremos mañana por la tarde, en realidad hoy por lo tarde. Necesito dormir unas horas, le darán el alta a mi madre y quiero estar atento para lo que diga el doctor sobre sus cuidados —mencionaba cansino, al otro lado de la línea se escuchaba el suspiro de Jungkook—. Te llamaré ¿De acuerdo?

— ¿Lo prometes?

—Lo prometo, descansa —la línea quedaba en silencio, Jungkook no volvía a repetir la frase y SeokJin aspiraba con fuerza, apretando sus dientes —. Adiós, Kook.

Cuando el llamado era cortado, recordaba que hacía bastante no llamaba a Jungkook por su nombre de pila excepto por las últimas horas. Y no le gustaba, le parecía tan incorrecto. Pero así estaban las cosas y todavía sentía que no había sido realmente honesto,  porque incluso Jungkook no lo dejaba. Él no quería saber.

Eran las dos de la tarde para cuando TaeHyung pintaba un lienzo de blanco, otra vez y volvía a empezar su nueva comisión. Había dormido poco, tenía unas ojeras horribles, se había mimado y desayunado en un lugar costoso gastando el dinero de papi, pero ahora que tenía que cumplir con una responsabilidad, su cabeza no estaba en el sitio indicado.

Tenía que realizar una bonito dibujo de una pareja recién casada y simplemente no se sentía con ganas de dibujar a dos personas que se amaban y tenían un matrimonio completamente real, con amor del bueno y sin terceros o cuartos en discordia.

—Carajo... —frotando sus ojos, dejaba escapar el aire. Llevaba un short negro, estaba descalzo como de costumbre y una remera grande blanca y gastada que dejaba ver su grueso cuello y clavículas.

Para cuándo iba a tomar el lápiz para un rápido bosquejo, el timbre lo hacía saltar del susto y arrojar dicho objeto al suelo.

—Carajo, por dos —susurraba, mientras se levantaba desganado y caminaba hacia la puerta despeinando su cabello. Estaba más largo, debería cortarlo.

Cuando abría la puerta, se encontraba con la imagen de un Jimin bien vestido y un bolso de tira larga colgando a su lado. Su pelo estaba peinado hacia atrás y todavía tenía colgando el gafete con su nombre en su camisa negra.

TaeHyung sentía que babeaba, sólo un poco.

—Oh, creí que no estarías en casa —mencionaba el rubio, sinceramente sorprendido.

TaeHyung alzaba sus cejas y luego las fruncía.

— ¿Y a quien venías a ver si no era a mí? —mencionaba con sarcasmo, pero Jimin se veía incómodo y ataba cabos—. Ah, entiendo —decía, con una sonrisa sardonica y cansina—. Vienes a ver a mi esposo —soltaba, casi burlón.

Le gustaría sentirse tan divertido como parecía. O intentaba parecer.

Jimin fruncía el ceño—. Jamás le dijiste esposo —mencionaba, luego suspiraba—. No importa, pero sí. Venía a ver a SeokJin.

TaeHyung relamía sus labios y alzaba el mentón asistiendo—. ¿Y qué pretendías exactamente? —se cruzaba de brazos, Jimin aún estaba en la puerta del lado de afuera—. ¿Vienes a inventar excusas por tu amiguito? ¿O acaso quieres probar suerte y ver si SeokJin se acuesta contigo?

La última parte debería de haber sonado irónica, pero a TaeHyung le picaban los celos irracionales. Obviamente Jimin no iba a acostarse con SeokJin.

—Se me cruzó por la cabeza para saber que carajos los tiene tan encantado a ambos. A mi amiguito y al parecer a ti —mencionaba Jimin.

Si de lengua venenosa se trataba, el pequeño rubio le hacía competencia.

TaeHyung sonreía de lado y lo miraba divertido—. No sé si  sientes celos por mí o por Jungkook —lo notaba a Jimin apretar sus dientes y no decir nada.

— ¿Puedo pasar? ¿O me tendrás aquí afuera?

TaeHyung se cruzaba de brazos—. Jin no está aquí.

Jimin suspiraba—. ¿Podemos hablar tú y yo?

TaeHyung alzaba sus cejas, otra risa irónica mientras negaba con su cabeza para luego apretar sus labios y hacerse a un lado mientras levantaba su brazo derecho en señal de que tenía permitido entrar.

Jimin asentía y pasaba, TaeHyung notaba que olía espectacular y su bonito culo se veía muy bien en ese pantalón negro.

— Enfócate, carajo —susurraba TaeHyung.

Jimin dejaba su bolso sobre el sofa y se giraba cruzado de brazos. Quería parecer relajado, pero no lo estaba en absoluto. TaeHyung se poyaba al otro extremo del respaldar de la isla de la cocina tras él y lo miraba con rostro serio, esperando el siguiente movimiento de Jimin.

El rubio resoplaba—. No entiendo porque justamente tú, te ves tan ofendido —mencionaba con tono agudo.

TaeHyung alzaba sus cejas—. No estoy ofendido... No teníamos nada serio, pero ¿Follarte a tu mejor amigo con novio? ¿En serio?

Jimin entrecerraba sus ojos—. Seguro y te follaste a tu falso esposo a quien dices detestar con el alma —soltaba de inmediato, acortando la distancia con pasos lentos—. Y yo estaba ebrio, ambos lo estábamos y sólo sucedió. Un error, culpa del alcohol.

TaeHyung reía, alto y grave—. Buena y mala excusa ¿No sabes que cuando estamos ebrios decimos la verdad y hacemos lo que no nos animamos a hacer sobrios? Aunque no es mi caso, tengo las bolas bien puestas, si deseo algo lo intento sobrio —se encogía de hombros y Jimin se detenía casi a mitad de camino.

Más cerca que lejos de TaeHyung, esta vez.

Jimin suspiraba—. Estoy tratando de entender si te sientes herido o celoso. Tú y yo no éramos exclusivos, exactamente

—Tú y yo no, pero tu amigo y SeokJin lo eran

— ¿Te importa ahora porteger su relación? Tenía la intuición de que si alguien los querría separado, serías tú —atacaba Jimin.

TaeHyung reía, las palabras lo golpeaban, pero no iba a demostrarlo. Jimin no podría jamás desestabilizarlo cómo lo hacía SeokJin.

—Lo que SeokJin y tu amiguito hagan, no es mi problema... De hecho, es divertido saber que tenía razón  —añadía, cruzando sus brazos y caminando lo que restaba hacia Jimin—. Él tenia ganas reprimidas por ti —susurraba viendo a Jimin de cerca—. Está enamorado.

El rubio fruncía su ceño, mirando a TaeHyung de cerca—. Él no está enamorado de mí. Está enamorado de SeokJin —respondía con voz ronca.

TaeHyung sonreía ladino, luego negaba—. Sé que no eres tan ingenuo

—No lo soy, pero si SeokJin no está aquí ¿Por qué seguimos hablando de ellos? —sus manos se asentaban comodamente en la cintura de TaeHyung y relamía sus carnosos labios notando como los ojos del azabache se movían obsevandolos con avidez—. No somos exclusivos, pero podemos empezar a serlo —mencionaba con un suave roce de labios.

TaeHyung cerraba sus ojos cuando sentía ahora los dientes de Jimin morder el suyo inferior y obligándolo a abrir sus labios, para recibir un beso suave y algo inseguro que le calentaba la piel.

—A la mierda —susurraba TaeHyung, poniendo sus manos sobre el bonito culo respingón de Jimin, lo terminaba levantando con facilidad mientras el beso se volvía sucio y salvaje.

Jimin no tardaba en poner sus manos sobre la cabeza de TaeHyung y enredar sus pequeños dedos en el cabello espeso y enrulado del azabache. Gimiendo ambos por las sensaciones que el otro provocaba y desaparecían en la habitación de TaeHyung para terminar dejando sus frustraciones entre las sábanas.

Para eso de las tres de la tarde, SeokJin había dejado a su madre en su casa luego de insistirle incontables veces que dejara de utilizar el teléfono en la calle y que tomara lo que el doctor le había recetado.

—Haré caso, haré caso. Ya no me retes, estoy bien, no soy una vieja inútil

—No, eres una vieja cabeza dura —le respondía y su madre no tardaba en golpear su brazo.

—Niño loco —exclamaba su madre, luego suspiraba y lo miraba con nostalgia.

SeokJin fruncía el ceño, conocía esa mirada y sabía lo que diría.

—No me preguntes —susurraba.

Su madre fruncía el ceño—. ¿Tienes idea de lo que estás haciendo?

SeokJin suspiraba—. Claramente, no

— ¿A quien amas, hijo? —preguntaba sin vueltas.

SeokJin apretaba sus dientes y miraba hacia otro lado que no fueran los ojos de su madre. Los minutos pasaban y ambos estaban parados en la puerta, SeokJin estaba de ida luego de dejarle las cosas claras a su madre sobre sus cuidados, por ende ponía la mano sobre el pomo y estaba listo para huir sin respuesta, pero la mano de su madre se posaba sobre su pecho, justo donde su corazón latía más acelerado.

—Eres la persona más inteligente y honesta que conozco —añadía—. Estoy orgullosa del hombre que crié. No le des vuelta a algo que tienes más que claro. Ve por ello y si no funciona, vuelve a empezar. Ya lo has hecho antes.

SeokJin no podía evitar sonreír a pesar de sentirse extraño. La tristeza queria atacarlo en oleadas gigantescas, pero poco le daba paso a ellas luego de la conversación con Jungkook, había tenido su dosis suficiente de llanto. La tristeza en él, se manifestaba en beber todo lo que no bebía el resto del año, como había hecho en la casona el fin de semana.

—Gracias, mujer metiche —susurraba con una sonrisa dulce. Su madre emitía un gemido ahogado parecido a la sorpresa y lo abrazaba.

Luego de eso, dejaba la casa de su madre un poco más ligero. La mujer tenía razón en una cosa, era un hombre honesto sin importar qué. Siempre lo había sido, no querer ser como su padre había sido gran motivación para no jugar con el tiempo ni los sentimientos de nadie, así como no quería que jugarán con los suyos. Tenía trabajo que hacer y un programa que conducir en unas horas, pero antes de volver a su morada matrimonial, pasaba por un poco de café. Lo necesitaba mientras revisaba algunas cosas sobre el itinerario radial y hacía unos llamados.

El de Jungkook seguía pendiente, suerte para él, el chico estaba enterrado en una clase, por ende, no tocaba su teléfono. Así que cuando entraba al garage de su casa y suspiraba tomando coraje para entrar por el pasillo, se cruzaba con un Park Jimin semi desnudo. Usando unos pantalones de chandal que sabía, le pertencian a TaeHyung. Estaba con su cabeza metida en el refrigerador buscando por algo.

— ¡Tae! ¿Dónde se supone que están los choc-...? —cuando el rubio giraba, notaba a SeokJin mirándolo muy cómodo y apoyado sobre la isla.

Jimin tragaba duro y se sentía demasiado consciente de su desnudes y del hecho de que había sido el principal detonante en el distanciamiento en la relación entre Jungkook y SeokJin. Jamás lo hubiera imaginado, había sido un fiel entusiasta de esa pareja y ahora era el tercero en discordia.

—Jin hyung —decía con incomodidad.

No conocía muy bien a SeokJin y varias veces lo había visto en el Illecebra siendo un completo cara de poker, el mejor de todos. Había llamado su atención y había desperdiciado algún que otro baile en él, pero a SeokJin sólo le había llamado la atención Jungkook y viceversa. Jimin recordaba hace un año atrás que muchos estaban interesados en uno de los clientes más atractivos que el burdel había tenido.

SeokJin no había correspondido a su saludo, sólo lo miraba de arriba abajo con su rostro petreo haciendo que los latidos de Jimin se acelerarán. SeokJin no era un hombre violento, pero ¿Qué tal y si sólo necesitaba largar un puñetazo en su bonito rostro? Dolería como el infierno, el tipo era un ropero con manos casi delicadas, pero un ropero al fin.

Los ojos negros seguían vagando por su cuerpo, buscando algo, quien sabía qué. La mirada seria ponía los pelos de Jimin en punta. Un escalofrío recorriendolo desde su nuca hasta el final del su espalda baja. No conocía bien a SeokJin, su rostro era ilegible para él, no podía asegurar que estuviera enojado, pero definitivamente no estaba feliz de verlo.

—Oye, yo-... —Jimin cerraba la heladera y se acercaba a SeokJin con pasos dubitativos—. Vine para hablar contigo.

SeokJin alzaba sus cejas, una reacción finalmente se dejaba ver en ese rostro serio.

—Estás poco vestido para iniciar una conversación conmigo —respondía SeokJin.

Su voz era grave, carecía de chiste alguno. No estaba siendo desagradable, pero definitivamente no estaba siendo amable.

Jimin sonreía, tenía la estúpida mala costumbre de coquetear naturalmente con todos los hombres guapos y la actitud semi hostil de SeokJin lo hacía querer batir sus pestañas, pedir perdón y que todo quedará en el olvido. Quizás y su encanto funcionaba, por lo que su cabeza hacía cortocircuito mientras acortaba la distancia restante y terminaba frente al hombre al que había hecho básicamente cornudo.

Para ser justos, era la primera vez que conocía y veía y se encontraba frente a la pareja del hombre al que se había follado. Aunque el hombre follado era su mejor amigo y la pareja de este era el falso esposo legal de su amante de estación.

Jimin no podía evitar reír cuando estaba frente a SeokJin. Era esa típica sonrisa coqueta y nerviosa que le salía en ocasiones. En su defensa, no quería actuar tan puta, pero su cerebro no estaba funcionando. En su defensa, su bonito encanto lo sacaba de todo tipo de problemas y parecía querer hacer lo mismo en esta ocasión.

— ¿Hay algún chiste que desees compartir? —cuestionaba SeokJin.

Dios, su voz era grave y poco amistosa. Y olía como los mismos dioses. Más encima de cerca era inmenso y él tan pequeño, no es que Jungkook y TaeHyung no lo fueran, ellos eran también más grandes que él, pero ninguno poseía los hombros fuertes y caderas anchas de este tipo. Y sus ojos lobunos y rasgados con su boca carnosa y roja.

Jimin podía entender la fascinación que los otros hombres tenían por SeokJin.

—Yo no-... —Jimin relamía sus labios, los ojos de SeokJin se desviaban un momento, pero sólo era una mirada vacía.

No había deseo ni nada en ellos, le parecía extraño que un hombre gay lo mirara sin nada de fuego en sus ojos. Estaba acostumbrado a encandilar usualmente a la mayoría de las personas, independientemente de si querían o no follarlo, pero SeokJin parecía inmune.

«Por supuesto, imbécil. Follaste con su novio» pensaba una voz dentro de su cabeza.

—No quise reírme, lo siento —exclamaba finalmente—. Yo venía para disculparme contigo.

SeokJin fruncía su ceño y lo miraba de abajo hacia arriba. Completo y sin tapujos. La piel de Jimin se calentaba ante tal escudriño.

— ¿Disculparte a medio vestir y posiblemente follado por TaeHyung? —la voz de SeokJin era irónica y su rostro era gracioso, pero en realidad había una trampa allí.

No podía sentirse menos divertido al respecto. Así que se enderezaba y suspiraba. Dios, parecía más alto  ahora para Jimin, casi levantando los ojos, casi.

—Realmente venía a verte a ti —susurraba Jimin, poniendo sus ojos de cachorro desconsolado que lo hacían verse adorable y hermoso—. Fue mi culpa. Yo lo engatuce —susurraba poniendo su manos sobre el bicep de SeokJin. No es que quisiera conquetear con él, ya le salía con tanta naturalidad que probablemente a los ojos ajenos, él si estaba coqueteando con el hombre más alto.

SeokJin entrecerraba sus ojos, si sentía o no rechazo por Jimin no se notaba en su lenguaje corporal, lo miraba y examinaba con cuidado.

—Tú lo engatuzaste —repetía laconicamente y asentía—. Soy fiel creyente de que no se puede obligar a alguien a hacer lo que no quiere, especialmente un adulto y mucho menos si no se manipula con cierta malicia a la otra persona —volvía a fruncir su ceño—. Jungkook no es alguien que se deje influenciar o engatuzar fácilmente

—No lo es —afirmaba Jimin, sonriendo tímidamente—. Pero yo soy alguien peculiar.

SeokJin alzaba sus cejas—. No me digas —susurraba, mirando la mano de jImin que aún colgaba de su brazo, luego se inclinaba levemente, acercando su rostro al ajeno y miraba a Jimin con atención. El rubio relamía sus labios y ni así los ojos de SeokJin se desviaban a estos—. Coqueteas incluso sin darte cuenta —Jimin abría sus ojos y SeokJin continuaba, pero el dorso de su mano acariciaba la mejilla de Jimin, tomándolo por sorpresa—. ¿Qué pretendes al batir tus pestañas, lamer tus labios y tocarme? —la mano se alejaba del rostro de Jimin y SeokJin se ponía incluso más serio, mirándolo fijamente a los ojos—. Siento rechazo en este momento por ti, pero no voy a golpearte, Jimin, no soy así. Sólo no uses ese tipo de arma conmigo. Y no subestimes los sentimientos de Jungkook, no se rige contigo sólo por su polla.

Jimin se le había quedado viendo con los ojos demasiado abiertos, la expresión de sorpresa pintada en su bonito rostro y la mínima distancia que los separaba.

Para su suerte, los pasos acelerados y la voz grave de TaeHyung llamaban su atención para cortar el contacto visual con SeokJin y ver al azabache llegar a la cocina muy desnudo y despeinado.

—En el cajón debajo de las fru-... —TaeHyung también quedaba con la frase a medio decir.

SeokJin se enderezaba, girando su rostro y Jimin podía notar su mandíbula más apretada, sus ojos ilegibles cobraban vida tornandose más oscuros y logrando un sonrojo casi furioso en las mejillas de un TaeHyung sorprendido que por poco y tapaba su desnudes.

— ¡Oh! Buenas tardes, desaparecido —soltaba TaeHyung, intentando sonar tan juguetón y relajado como de costumbre, pero todo su cuerpo se había tensado al notar la cercanía de los otros dos y el hecho de que Jimin aún tenía su mano sobre el brazo de SeokJin—. ¿Me perdí de algo?

Sus músculos se marcaban más a causa de eso, quería disimularlo, pero el fuego en los ojos negros de SeokJin no lo dejaban relajarse del todo bien. Jimin los veía y notaba los ojos negros de TaeHyung—poco amigables—fijos en su mano, la que aún estaba sobre el brazo de Jin, así que quitaba la misma con rapidez y se alejaba un poco.

SeokJin apretaba sus dientes al punto de ser doloroso, su puño también estaba apretado y su cabeza se llenaba de muchas ideas que fue desechando hasta pensar en la respuesta correcta a la insinuación de TaeHyung e intentaba ignorar el hecho de que este se veía poco amigable con Jimin.

«Ridículo»

No es que SeokJin se sintiera el culo del mundo, pero sabía que la mirada fija, la extraña tensión en el rostro de TaeHyung, parecía de celos. Pero no celos hacia él sino, por Jimin a causa de que este lo estaba tocando. Cómo si SeokJin fuera realmente algo suyo, como si no se hubiera follado a Jimin hacía unos momentos atrás.

—Llevé a mi madre a su casa, no estaba a desaparecido —susurraba con una calma que TaeHyung no terminaba de creer—. Y no te perdiste absolutamente nada —decía casi entre dientes.

La habitación estaba llena de tensión, pero Jimin sentía que simplemente sobraba cuando TaeHyung se acercaba a ellos, más en dirección a SeokJin. Sin dejar de verlo o mejor dicho, sin dejar de comerselo con los ojos. SeokJin estaba bastante desaliñado, pero su cabello lacio y sedoso se veía tentador hasta para los dedos de Jimin.

—Los chocolates están en la parte inferior —mencionba TaeHyung a Jimin, sin siquiera mirarlo.

El rubio apretaba sus dientes, ser ignorado por dos hombres atractivos, maltrataba un poco a su ego y en el fondo, no estaba haciendo bien su trabajo sobre alejar a TaeHyung de SeokJin.

Cuando sus pies no se movían de la guerra de miradas entre TaeHyung y SeokJin, el primero lo miraba con una ceja enarcada, clara señal de "muevete y vuelve a tus asuntos". Suspirando y rodando descaradamente sus ojos, Jimin iba nuevamente hacia el refrigerador a buscar los malditos chocolates que ya no quería comer.

TaeHyung volvía sus ojos a SeokJin y lo notaba viéndolo de arriba abajo, y por un demonio esa barrida de mirada no tendría que haber hecho crispar a su polla recientemente flácida. Pero ahí estaba, sintiendo un tirón por tener esos ojos sobre su cuerpo.

¿Qué estaba mal con él? ¿Acaso todavía su cuerpo no se había saciado de SeokJin?

— ¿Algo que te guste? —susurraba bajo y grave.

Los ojos negros que lo habían mirado sin tapujo, se encontraban con los suyos y la respiración de TaeHyung se enganchaba en su garganta.

—No voy a responder a eso —susurraba SeokJin, igual de bajo y grave.

La polla de TaeHyung, no estaba recibiendo el memo de superación por este hombre. Relamiendo su labio inferior, TaeHyung entrecerraba sus ojos y luego lo mordía, por supuestos esos ojos negros si se habían desviado hacia su boca.

— ¿No te has bañado desde ayer? —soltaba el azabache, intentando que su polla no siguiera engordando entre sus malditas piernas.

No habría forma de disimular, él estaba como vino al mundo frente a dos pares de ojos.

—Nop, no lo he hecho, querido TaeHyung —respondía SeokJin.

Él también necesitaba dejar de ver tanta piel y desnudes viniendo de TaeHyung. Hacía cosas horribles con su cabeza y su cuerpo. No le daría a Jimin la satisfacción de ver nada que no fueran asuntos de él.

TaeHyung no podía frenar a su cerebro y mucho menos a su cuerpo cuando se abalanzaba sobre SeokJin, metía su nariz en su largo cuello y olfateaba como un maldito adicto para añadir cerca de la piel ajena:

—Hueles horrible —con la voz aún demasiado ronca.

Sus ojos negros con pupilas dilatadas, brillosos y perdidos. SeokJin olía perfecto, todo olor a piel, suave y natural. Su polla era un maldito mástil ahora. El castaño apretaba sus dientes, lo miraba con resentimiento y luego bajaba sus ojos para mirar la polla en cuestión tan atormentada cómo lo estaba él.

La garganta de Jimin carraspeaba en algún lugar de la habitación ¿Ellos habían totalmente olvidado su presencia? En absoluto, ninguno quería alimentar al otro, no había amigos, pero sutilmente la sensación de estar rodeado entre enemigos, para los tres.

El rubio no podía dejar de ver la escena, él había totalmente presenciado la excitación de TaeHyung, la forma en que el cuerpo de este se despertaba por la cercanía enloquecedora de SeokJin. No podía culparlo, el tipo era una maldito dios e incluso su cuerpo  había vibrado en su presencia. La cosa no se veía bien para Jungkook, tampoco para TaeHyung. SeokJin no se veía indiferente, pero tampoco parecía feliz al respecto.

Y aún no dejaba de pensar en lo último dicho a él: "No subestimes los sentimientos de Jungkook". ¿Que significaba eso viniendo de SeokJin?

—Tienes razón, pestañas —decía SeokJin suspirando y mirando entre él y Jimin —. Huelo horrible, pueden seguir con lo suyo —mencionaba sin mirar atrás al irse en dirección a su habitación.

No daba una última mirada al cuerpo perturbado de TaeHyung, ni a Jimin. El rubio lo miraba, nuevamente limpiando su garganta y luego miraba a TaeHyung.

—Eso fue interesante —mencionaba Jimin—. Estabas todo encima de él.

TaeHyung entrecerraba sus ojos y no se avergonzaba ni un poco de su polla ahora.

—Curioso que te encontrará de la misma forma —mencionaba TaeHyung—. Me pregunto que dirá tu amiguito al respecto —Jimin apretaba  sus dientes y levantaba su mentón en alto. La tensión irradiaba de él, TaeHyung reía sin gracia y negaba—. Vístete y vete —añadía—. Te dejo el chocolate de recuerdo —mencionaba caminando en dirección a la habitación de SeokJin.

Cuando el castaño entraba en su lugar seguro, suspiraba con rabia, tomaba de su placard un bolso, abriéndolo y comenzando a guardar algunas prendas en él. La rabia lo recorría de pies a cabeza y la temperatura corporal elevada lo hacía quitarse la parte superior de su prenda, arrojándolo al cesto de la ropa sucia. Cuando retomaba su actividad, guardando más ropa, su puerta se abría y TaeHyung entraba sin permiso.

Sus ojos se abrían confundidos cuando encontraba a SeokJin con unas prendas en su mano a medio camino del bolso.

— ¿Qué quieres? —soltaba bruscamente el castaño.

TaeHyung relamía sus labios y se acercaba al bolso sobre la cama cuando SeokJin volvía a retroceder para tomar ropa interior de su cajón.

— ¿Qué estás haciendo? —preguntaba mirando el bolso.

Se sentía tentado a sacar toda la ropa de vuelta. ¿Qué carajos estaba haciendo SeokJin?

— ¿No es obvio, TaeHyung? —lanzaba con voz tensa—. Me voy.

— ¿Quieres arruinar todo? —el azabache se iba encima de SeokJin, poniendo sus manos en su pecho para detenerlo. La piel suave y los pectorales sutilmente marcados bajo sus palmas lo calentaban por completo y se perdía.

SeokJin no estaba diferente, su mentón se tensaba y sus fosas nasales se dilataban, mirando las manos de TaeHyung y deseando no sentirse tan hambriento por estas. Por el hombre frente a él.

—No voy a arruinar nada —decía entre dientes—. Necesito espacio y no puedo pensar contigo cerca —admitía, luego miraba las manos de TaeHyung otra vez y la sacaba apenas de forma brusca para continuar con su bolso.

TaeHyung sentía su pulso acelerado, su polla no había disminuido ni un poco y le estaba costando pensar con el dolor entre sus piernas.

—Sabes que nos están vigilando para cumplir a rajatabla su estúpido contrato —susurraba con su corazón acelerado. No volvía a poner sus manos sobre SeokJin, pero se interponia entre este y su bolso.

El castaño largaba el aire por su nariz—. Volveré eventualmente. Ahora muévete —susurraba con firmeza.

TaeHyung alzaba su mentón y se cruzaba de brazos—. Intenta moverme —añadía con su pulso por los cielos —los ojos negros ajenos se oscurecían un poco más y TaeHyung notaba los puños apretados SeokJin alrededor de la prende que tenía en sus manos, así que su confianza y desfachatez volvían, inclinándose levemente para casi, rozar la nariz de ajena—. ¿Qué pasa, angelito? ¿Tienes miedo de tocarme y no poder detenerte, eh?

Las manos de SeokJin sosteniendo la prenda era una barrera entre su cuerpo y el de TaeHyung, hasta que la arrojaba y se acercaba lo que quedaba.

—No me provoques y muevete, TaeHyung —susurraba con voz tensa.

La piel de TaeHyung se recalentaba. Sus pechos casi juntos, piel con piel. Sólo un poco más y él podría...

—No me voy a mover. Tendrás que hacerlo tú si te resulto una molestia —respondía TaeHyung, su nariz acariciando la ajena, su abdomen plano, rozando el de SeokJin. Su polla sensible ante la tela del pantalón ajeno—. ¿Acaso no quieres poner tus manos sobre mí? ¿A qué le temes? Sólo mueveme si me quieres lejos.

SeokJin respiraba con dificultad y su mano salía disparada hacia el cuello de TaeHyung, sujetando allí sin hacer una presión que dificultará a TaeHyung respirar, pero al otro le costaba de todos formas porque apenas sentía la mano de SeokJin sobre su cuello, perdía noción del tiempo y la realidad solo eran bordes borrosos. Su mano se movía hacia el hombro de SeokJin para evitar que este lo moviera, pero al primer intento de SeokJin, TaeHyung se aferraba a él mientras lo único que el castaño hacía era levantar su cuerpo con facilidad y arrojarlo a la cama para quedar atrapado bajo su cuerpo.

TaeHyung dejaba salir un grito parecido a un gemido cuando su polla quedaba apretada entre su cuerpo y el muslo de SeokJin. Y este respiraba sobre su boca con dificultad. Ambos agitados y sus piernas rodeaban de inmediato las caderas de SeokJin.

— Ah~... ¿Qué sigue? —susurraba TaeHyung, luego mordía el labio inferior de SeokJin consiguiendo un empuje de la pelvis de este que ejercía un poco de alivio y tortura a su polla hambrienta, la mano de SeokJin se posaba en su mentón y cuando lo soltaba y notaba a SeokJin abalanzarse sobre él, estaba más que seguro que recibiría un beso, pero contrario a eso, este se movía unos momentos para darle alivio a su polla.

Un par de animales tenían más decoro que ellos dos, intentando aliviarse mutuamente y la cosa se ponía peor cuando SeokJin posaba su boca en el cuello de TaeHyung para dar besos duros allí. Besos y mordidas castigadoras que ponían a TaeHyung a gemir peor. Adolorido y necesitado por más. Estirando su cuello para el lado contrario y recibir más de esa boca. Los dientes de SeokJin mordían, sus labios sucionaban y luego los besos fuertes iban por la mandíbula de TaeHyung casi llegando a su boca.

TaeHyung lo deseaba, ya estaba sacando su lengua y cerrando sus ojos para que SeokJin le sacudiera la vida con un beso como sólo él sabía darlos.

SeokJin era el único que podía volverlo un imbécil con sus besos y dando embestidas que dejaban a TaeHyung sin chance de cerrar su boca y solo hacer ruidos que ponían al castaño peor. El movimiento era lento y tortuoso, sus dedos largos y peculiares sostenían el rostro de TaeHyung y miraba esas facciones únicas que el azabache tenía. TaeHyung quería besarlo una vez más, pero SeokJin lo dejaba inmóvil, se quedaba quieto y lo miraba con resentimiento.

— Muévete, imbécil —rogaba TaeHyung, SeokJin dilataba sus fosas nasales e intentaba levantarse, pero TaeHyung lo apretaba con sus piernas y caía encima—. No me dejes así —rogaba suavemente, tomando la mano izquierda de SeokJin e intentando llevarla en dirección a su polla, entre sus cuerpos—. Tócame, tócame.... Por favor.

SeokJin quitaba la mano bruscamente y se levantaba con TaeHyung, aún envuelto en sus caderas y lo apoyaba a la pared más cercana, poco faltaba para que la cabeza de TaeHyung impactará sobre la pared, pero SeokJin había puesto su mano en la nuca de este para evitar el golpe.

— Suéltame —pedía, pero TaeHyung no obedecía, lo miraba con su ceño fruncido.

—No... —susurraba con su voz inestable—. Te necesito dentro de mí. Por favor.

SeokJin no podía sentirse más miserable ante esas palabras que TaeHyung decía sin compasión.

—Si necesitas una maldita polla, tienes a Jimin bajo el mismo techo justo ahora —susurraba, apretando el cuerpo de TaeHyung con el suyo, sus manos apretando las caderas y cintura de TaeHyung con fuerza—. No pienso meter mi polla dónde estuvo la suya hace unos momentos.

TaeHyung apretaba sus dientes, sentía la ira carcomiendolo por dentro, pero se las arreglaba para sonreír ladino.

—Su polla no estuvo en mí, yo lo folle. Ahora follame tú a mí —pedía—. Sé que lo deseas, no intentes negarlo —desafiaba.

SeokJin entrecerraba sus ojos y apretaba sus dientes, sus manos viajaban por los muslos de TaeHyung y se posicionaban detrás de las rodillas para presionar ese punto y obligar a TaeHyung a soltarlo. Al azabache no le quedaba otra que hacerlo, creyendo que caería al piso por la repentina caída y sorpresa de soltarlo instantáneamente, pero SeokJin lo sostenía y lo tenía aún contra la pared. Su mano pesada sobre las clavículas de TaeHyung, reteniendolo.

—No voy a negar nada y es exactamente la razón por la cual necesito irme —respondía SeokJin.

Luego de eso, sus ojos viajaban al cuello de TaeHyung, su piel trigueña era sensible y se marcaba rápido, así que notaba la marca de sus besos fuertes allí. Joder. Él necesitaba poner distancia, cuando notaba que inconscientemente su mano había recorrido todo el camino hasta dicha marca y ahora sus dedos acariciaban allí. TaeHyung apenas podía respirar bien. Sus dientes se apretaban al igual que su mano sobre el cuello de TaeHyung y lo arrastraba hasta la puerta para sacarlo fuera de su habitación.

—Si lo que  quieres es una polla golpeando dentro, tienes varias opciones antes que a mí —y la puerta era cerrada frente a un TaeHyung que saltaba por el ruido del impacto.

Sintiendo frío en todo su cuerpo y no exactamente por encontrarse desnudo.

¿Qué pasará, que miedterio habrá...?

Holiwiiii 🥹🤙🏻

Perdón por errores de dedos que seguro incluso e me habrán escapado en la corrección 😅

Buen finde y comienzo de semana 🫂💜
¿Qué opinan de este cap?

Niñita Nanykoo 💜

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