II

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Verlo dormir acurrucado en el piso de su estudio fue doloroso para BoGum.

TaeHyung se aferraba a aquellos bocetos que siempre hacía antes de cada presentación de galerías. Aquellas réplicas de sus obras eran lo que TaeHyung más valoraba.

Sabía que le había herido con aquella insistencia sobre un cambio hacía su persona. Y la botella vacía entre sus manos probaban el daño hecho hacia su pareja. TaeHyung no bebía, siempre buscaba otras salidas a su frustración. Sólo cuando la situación lo sobrepasaba era cuando recurría al alcohol.

Le dolía saber que lo había orillado a beber.

Se arrepentía demasiado el no haberlo seguido luego de que saliera de su habitación sin embargo el cansancio le impidió seguirlo, tontamente creyó que el mayor volvería luego de relajarse y dejó que el sueño lo envolviera. No imagino que TaeHyung fuera a dormir en el piso de su estudio.

La imagen destruyó todo lo que siempre dijo.

El amor que tenía hacia su pareja no había sido suficiente como para evitar aquello. Su amor no era tan fuerte si permitía que su madre influyera en él como para hacer y decir algo que no quería.

No se acercó a su esposo ni trato de llevarlo a la cama pues sabía que su humor no sería agradable para ninguno en esos momentos. Por lo que se limitó a cubrir aquel cuerpo semidesnudo con una manta y dejar instrucciones a Dalilah sobre como atender a TaeHyung ese día en su nombre. Él quería disculparse y compensar a su esposo por su actitud, pero no tenía tiempo.

Cuando TaeHyung despertó se sintió tan decepcionado de encontrase tal y como se había rendido. Esperaba que, al menos, BoGum se tomará la molestia de llevarlo a la cama o esperar a que despertará, más la soledad y el dolor lo invadió al encontrarse aún en el piso de su estudio cubierto con una manta y la luz del sol en su rostro.

Sólo.

Él ya no quería estar solo.

Lanzó la botella vacía que tenía en sus manos haciendo que se estrellara con la pared y los pedazos de vidrio roto rebotaran hacia todas partes, llegando a cortarlo algunos.

— ¡Cielos! ¿Joven Tae? ¿Esta usted bien? - Dalilah apareció en su estudio limpiando sus manos con un trapo de la cocina, se veía preocupada cosa que aumento al verlo en el piso semidesnudo y con lágrimas en los ojos — Vamos Tae, debe cambiarse y comer algo. Pise con cuidado para que no corte sus pies.

TaeHyung fue guiado fuera del estudio con cuidado, la manta y la sabana fueron olvidadas en el piso y los bocetos fueron arrugados por sus manos y pisados mientras salía.

No le importaba nada en ese momento, solo localizar el momento en que las cosas con BoGum habían terminado tan frías.

Sabía el porque era todo así, solo quería comprender cuando fue que se acostumbro a ello.

Entendía que BoGum vivía bajo mucha presión, odiaba que el señor Park lo pusiera en esa situación, odiaba que su propio padre lo hiciera caer bajo la presión y odiaba aún más que la señora Park le agregará peso a aquello.

De haber podido hacerlo, el mismo había evitado aquello, pero había situaciones que ni el podía solucionar, era tan difícil para él y para su orgullo, el tener que depender de la gran familia Kim.

Mientras se duchaba y relajaba recordaba como aquella situación había sobrepasado a su esposo, recordaba la desesperación de BoGum cuando tuvo que hacer frente a aquello el día en que su padre murió. Quiso ayudarlo, claro que lo ofreció, la herencia que había recibido de su abuelo, la parte de acciones que tenía por la cadena de restaurantes Kim y lo que había conseguido al subastar algunas de sus pinturas. Aún así no era suficiente.

Si lo daba todo, ambos quedarían en la calle y aun con muchas deudas que cubrir.

Por eso Seokjin y NamJoon idearon una estrategia para ayudar a BoGum y mantener todo en secreto de la señora Park. Sólo que eso involucraba a la familia Kim, su padre era quien tenía la última palabra, por lo que el contrato que habían firmado los comprometía aún más que su matrimonio.

Jamás imagino que aquello le jugaría tanto en contra. Y pensó, por primera vez, que tal vez su desagradable suegra tenía razón. Debía apoyar a su esposo más de lo que lo hacía. Debía poner más de su parte aún si eso significaba ir en contar de lo que quería.

— Dalilah, necesito que respondas algo para mi — TaeHyung se sentó en la mesa e invito a su mejor amiga a que le acompañará a tomar el almuerzo

No le importaba lo que la gente pensará de el cuando decía que más que una persona de servicio, Dalilah era su mejor amiga y parte de su familia. Él consideraba que ella y él se apoyaban continuamente. El dinero que le pesaba le ayudaba a solventarse junto a su familia mientras que ella le proporcionaba más que su servicio, le daba su compañía, le aconsejaba y le escuchaba, eso era más valioso e importante para TaeHyung.

— Claro, lo que quiera joven TaeHyung.

— Principalmente deja de decirme Joven TaeHyung. Somos amigos Dalilah.

— Lo siento Tae, es solo que recordar a tu suegra aquella vez que me llamó la atención por referirme a ti sin respeto me hace sentir incómoda.

— Pero estas en mi casa, lo que diga la señora Park no tiene validez. Al menos no para mi.

— El señor BoGum parece realmente apegado a ella. Cada palabra que ella dice significa todo para él — TaeHyung suspiro derrotado. Dalilah tenía razón, sabia de sobra que su suegra tenia a BoGum envuelto en su meñique.

No comprendía realmente como la señora Park aun no se había decidido a derrocar a Taehyung del trono del corazón de BoGum. TaeHyung sabia que su esposo, aun cuando lo amaba con toda su alma y su vida, no podría ir en contra de los deseos de su madre, aun de manera inconsciente.

El artista pensaba que su suegra le tenía un poco de consideración porque era esposo de su único hijo, porque era la razón de su felicidad.

Aunque realmente no apostaba por ello.

— Pues no para mi. No se porque insiste en que nos llames señores cuando BoGum ni siquiera a llegado a los treinta — se quejó, TaeHyung se sentía más cómodo sin tantos honoríficos — como sea. Necesito tu consejo.

— Con gusto.

— ¿Qué piensas de mi? Te pido que no me respondas como amiga o como una persona que me aprecia. Necesito que me des tu opinión como persona crítica de sociales — pidió un tanto nervioso.

En las revistas y programas de sociales, cuando hablaban de BoGum junto a él, terminaban soltando críticas hirientes sobre su forma de actuar o vestir, la manera de desenvolverse lograba una revolución en los medios de comunicación. Cada vez más había más gente mirando sus movimientos tras una lupa, eso ha veces ponía en ridículo a BoGum.

— Pues, como mujer te envidio. Vives el sueño que muchas de nosotras quisiéramos vivir.

— ¿Ser la pareja del gran Park BoGum? — soltó divertido. La verdad era que había escuchado eso antes.

— No, al menos yo no sueño con tu hombre — sonrió mientras comía un poco de fruta de su plato, TaeHyung pacientemente comiendo de igual manera — me refiero a que eres hermoso, cualquier cosa que uses de sienta de maravilla. Cualquier color, cualquier peinado, cualquier tipo de accesorio. En fin, puedes salir simplemente en pijama y no dejarías de lucir tan hermoso.

— Pero no tengo clase o estilo. Carezco de porte o un poco de sofisticación, no soy más que un costal de huesos paseándose como marido de un magnate.

— Odio tu pesimismo, ¿lo sabías? — Tae negó un poco divertido así como avergonzado, no creía ser pesimista sino más bien realista, su suegra insistía en que esas eran las carencias del artista y sabía que BoGum también lo pensaba pues por eso le había dicho aquello la noche anterior — Tienes estilo obviamente, desbordas clase, eres sofisticado y cualquiera que tenga ojos notaría el porte que tienes...

— Eso no es lo que piensa el resto.

— ¿Y quien dijo que ellos tenían razón? No es como si fuera de mucha clase señalar a otros solo por no estar dentro de los estándares establecidos por la sociedad sobre vestimenta y otras cuestiones. Tampoco es como si tu suegra tuviera tanta clase al venir y señalarle aún siendo el esposo de su hijo. Nada de eso vale Tae, si realmente hay amor propio en ti, lo que el resto de las personas diga viene sobrando.

— Quiero creerte.

— Debes hacerlo, yo se que tu puedes ver la belleza donde nadie más puede, por eso eres artista. Yo también puedo ver la belleza que hay en ti porque no estoy viéndote de forma superficial.

— BoGum parece verme de forma superficial ahora.

— Lo dudo, el señor BoGum siempre te ha visto con ojos enamorados, tal vez su madre o ha presionado tanto ahora. Recuerda que la belleza esta en los ojos de quien la mira. Es obvio que tu suegra no te ve como lo hace tu esposo porque no esta enamorada de ti.

— Tu tampoco lo estas, ¿verdad?

— Obvio no,, pero si te quiero y veo más allá de lo que el resto ve. Toda esa gente que te juzga ni siquiera te conoce. ¿Cómo haces caso de gente así?— Tae de mantuvo pensándolo, Dalilah tenía razón. Así que sonrió demostrando una confianza renovada ya con una idea en mente.

— Bien, iré al despacho y revisare algunos papeles que el señor BoGum dejó para mi. Seokjin no debe tardar así que has lo que debas hacer y cuando terminemos, iremos de compras.

— ¿Iremos?

— Si, los necesito a ambos para elegir mi nuevo guardarropa — TaeHyung sonreía un poco convencido con aquella idea.

No pensaba cambiar del todo, pero si hacer unas cuantas modificaciones para encajar con su esposo. Tal vez podría acostumbrarse a usar trajes.

Seokjin llegó poco después. Ambos comenzaron a revisar todo aquello que BoGum había llevado a casa para que TaeHyung trabajará en ello. Aún cuando BoGum manejaba gran parte de las cosas de la sociedad P&K, TaeHyung estaba obligado a revisar las conclusiones del trabajo de su esposo, su hermano, Seokjin, veía todo junto a él y supervisada que Tae hiciera las cosas bien. No es que él no supiera como hacer esos trámites ni como revisar y supervisar presupuestos, planeaciones, costos, etc. Sino que él era un hombre soñador y se perdía con facilidad en sus propios pensamientos.

A su hermano no le molestaba ir y ayudarlo, especialmente hoy día donde se trataba de las, ahora, cinco galerías artísticas Kim, le encantaba el trabajo de su hermanito y su dedicación en esa área. Por eso no se arrepentía de haber trabajado sus años de Universidad y posteriores, en conseguir quienes le permitieran presentarse en galerías a lo largo del país y en algunos países amigos. Había cumplido uno de los tantos caprichos de TaeHyung.

Abrirse paso en el mundo del arte sin depender de su apellido.

Estaban a un par de meses de celebrar el quinto aniversario de las galerías Kim en hoteles Park, así como su séptimo aniversario matrimonial. Los detalles para las celebraciones eran demasiado exagerados y no por él o por BoGum, ni siquiera por la familia Kim sino por la señora Park, quien insistía en hacer de todo un gran circo aunque no fuera de su incumbencia.

— Listo, ya modifique la planeación y elimine todas esas cosas sin sentido — TaeHyung entregó todas las hojas que su esposo le había llevado con evidentes correcciones, anexo un par de hojas con sus decisiones dejando solo un diez por ciento autorizado.

— Sabes que tu suegra le exigirá a BoGum una revaloración de tu corrección — comentó Seokjin mirando como TaeHyung asentía sin prestarle verdadera atención — y sabes que, en el peor de los casos, vendrá y querrá hablar contigo acerca de los cambios.

— Lo sé, pero estoy seguro de que mi representante sabrá resolverlo. Siempre lo hace, confío plenamente en él — Jin sonrió ante aquellas palabras mientras guardaba todo aquellos papeles en su maletín. Llevaba años representando a su hermano menor que ahora podía hacer cualquier elección sin preocuparse sobre la aceptación del artista. Lo conocía tan bien que sabía que era lo que el menor quería.

— Esa mujer se pondrá difícil. Ya sabes, quiere que todo se haga a como ella quiera.

— Lo sé, y sé que si de Gumie fuera, aceptaría cada una de sus exigencias, pero es mi aniversario Jin y son las galerías de mi familia. Mi suegra no tiene porque interferir.

— Insiste en que puede interferir porque se trata de los hoteles Park. Porque es matrimonio de su hijo cree que tiene derechos y, por último, son tus galerías no de los Kim.

— Hablaré con Bogum esta noche. Por ahora quiero que vayamos de compras.

— ¿Y eso?

— Necesito ropa nueva — Jin detuvo sus pasos. Vio a su hermano seguir su camino hasta el pasillo, pero no lo siguió — ¿Sucede algo Jinnie?

— Normalmente siempre mandas llamar a tu diseñador de confianza, ¿Por qué ahora es diferente?

— Porque ahora quiero algo diferente, quiero algo que combine con BoGum...

— ¿Su madre te ha seguido presionando? — Seokjin miro fijamente a su menor, quería comprender lo que decía.

— No realmente. Se que a BoGum le gustaría un cambio de imagen para mi, creo que puedo hacerlo.

Seokjin miro detenidamente a su hermano, no imaginaba que él estuviera dispuesto a cambiar por su esposo, en casi siete años nunca mostró tal interés. Tal vez esta vez si estaba seguro de ello.

Reconocía que no la gustaba la idea pues sabía que lo primordial para su hermano era su comodidad, no lo imaginaba cambiando por su esposo.

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