XI

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JungKook llego justo a las cuatro con treinta minutos de aquella tarde. Según los planes, TaeHyung debía llegar allí media hora antes de que él apareciera, así podía tener un tiempo para observarlo todo antes de darle la entrevista que tanto ansiaba el critico. Aunque eso no era necesario para JungKook, él podía hacer un a gran critica basándose en el discurso de apertura y las imágenes que el artista presentaba, pero no podía evitar querer estar casi cien minutos en compañía del artista.

Verlo emocionarse mientras cuenta lo que sintió al momento de plasmar cada obra de arte, mirar el brillo de sus ojos casi cegarlo mientras las emociones inundan sus pupilas y el como su cuerpo irradia felicidad y alegría al hablar de su trabajo. Siempre diciendo que, aun cuando era su trabajo, no había momento en que las imágenes lo envolvieran, no había segundo del día en que, al ver el fruto de su esfuerzo y dedicación, la interpretación se hiciera cada vez más y más profunda, pero TaeHyung no llegó.

JungKook esperaba impaciente por el artista, NamJoon y Seokjin le habían dicho que Tae se había quedado dormido por lo que iba retrasado.

Eso era inusual en el menor, JungKook no sabia exactamente lo que sucedía, pero estaba seguro de que tenía algo que ver con la llamada que NamJoon recibió antes en su oficina.

El nerviosismo de su mejor amigo sólo hacia que su intranquilidad aumentará. Incluso Seokjin había caído presa de tal sentimiento sin ser consciente de ello. El par no se hablaba mas que lo absolutamente necesario por lo que JungKook dudaba que su amigo supiera algo sobre lo que Nam sabia del menor, pero la tranquilidad que mostraba el esposo de Kim hacía que las cosas no fueran del todo claras. Él estaba de un lado a otro supervisando a quienes estaban a cargo del apoyo en la galería, revisaba que los cuadros estuvieran en su lugar cubiertos por aquellas cortinas negras que los cubrían hasta que fuera el momento de regalarlos, se había acercado a su asistente en la mesa de bocadillos y habían intercambiado algunas palabras en tensión como si no quisieran ser vistos.

Había escuchado los rumores de que aquel chico era su amante, pero se negaba a creerlo. Desde que lo conoció, se dio cuenta de que BoGum amaba a su artista y simplemente no podía creer que el menor engañara a su esposo.

Podía apostar por ello.

— Habla NamJoon, ¿que sucede? — pregunto Seokjin poco antes de que la galería abriera sus puertas.

— ¿A que te refieres?

— Eso quisiera saber. Te he visto mirar tu móvil cada diez minutos, andas de aquí para allá casi haciendo una zanja sobre el salón y no has pregunta si quiera por Tae. Llame a Dalilah y me dijo que todo estaba bien, que estaban varados en él tráfico y que tu ya lo sabías — el moreno dejo salir el aire de sus pulmones como su hubiera sido descubierto y se hubiera rendido.

NamJoon miro a todos lados cómo si temiera que alguien estuviera cerca para que escuchará.

— Los dejo solos para que hablen — cuando JungKook trato de apartarse, pero NamJoon  lo detuvo sosteniendo su muñeca.

— Acompáñanos por favor — pidió el moreno sin despegar la vista de BoGum y su acompañante.

Los tres caminaron al que era el camerino del artista, donde tomaría descansos cuando se sintiera abrumado por la multitud y donde ofrecía entrevistas a las revistas de sociales.

Los tres ingresaron luego de que NamJoon se asegurara de que nadie los había seguido. Puso el pestillo a la puerta y guió a los otros dos hasta el fondo de la habitación donde estaba seguro que nadie los escucharía.

— Dalilah me dijo que venían en camino, pero se habían quedado varados en el tráfico...

— Lo sé, eso mismo dije hace un momento — interrumpió el mayor con la molestia creciendo en su rostro.

— Y te escuche Jinnie, pero estoy preocupado.

— ¿Por qué? — el semblante y la voz del mayor se suaviza ante la forma dulce en que el moreno le llamo.

— Dalilah me llamo por la mañana y me dijo algo que me tiene mal — hizo una pausa como debatiendo que tanto podía decir, JungKook sentía como su corazón latía acelerado. Él amaba a TaeHyung como artista y como amigo, le gustaba bastante como hombre que, sabia que si hubiera tenido la oportunidad de acercarse al menor en algún momento de otra forma, podría enamorarse y amarlo con todas las fuerzas que poseía —. Ella hablo sobre un tema delicado sobre TaeHyung.

— ¿De que se trata?

— Aun no puedo decirlo hasta comprobar que sea verdad, pero es algo muy grave y eso tiene a Tae realmente mal.

— ¿Y porque no le has preguntado a BoGum? Él podría decirnos, mejor que Dalilah, lo que le sucede a mi hermano.

Una sonrisa se plantó en el rostro del moreno, pero era una sonrisa carente de emoción, era mas bien como una mueca incómoda.

— Si, él podría decirnos si no estuviera involucrado en ello.

— ¿Qué quieres decir? — pregunto el criticó confundido.

— Quiero decir que, lo que tiene mal a Tae es por culpa de su esposo. Por eso quiero hablar con Dalilah primero y asegurarme al respecto.

Los tres guardaron silencio mientras pensaban en lo sucedido, NamJoon no les había dicho todo lo que sabia, pero lo poco que había compartido con ellos les había dejado un amargo sabor de boca.

— Bien, esperemos a que lleguen. Por ahora debemos abrir las puertas y esperar a que Tae llegue. Podemos decirle a los invitados que Tae tiene un par de asuntos que atender por lo que se ha retrasado, pero que pronto estará aquí — sugirió el mayor.

— Puedo ir por él — ofreció JungKook con seguridad.

— Imposible, está varado, aunque llegues a él, tu auto no podrá hacer el camino de regreso.

— Pero no vine en un auto, vine en mi motocicleta. Yendo por él en ella sera mas fácil sacarlo del atasco. Dalilah podrá llegar una vez que el atasco se libere o podría ir por ella en un segundo viaje.

— Si, has eso. Ve por él y dile a Dalilah que venga tan pronto como le sea posible. Si hay una manera en que llegue aquí que la use, no importa que el auto se quede donde quiera que estén ahora, lo importante es que ambos estén aquí, pero principalmente Tae.

Los tres salieron de dicha habitación y se dirigieron a la sala principal de la galería. Al llegar se encontraron con un grupo de gente que ya comenzaba a disfrutar del evento aunque aun no estaba el anfitrión presente.

— ¿Me puedes decir que esta pasando aquí? — pregunto NamJoon, al que parecía ser el jefe de la flotilla de meseros.

— Recibimos ordenes de dejar entrar a los invitados señor.

— ¿Y quien dio esa orden? — el sujeto busco entre la multitud y señalo al rubio asistente de Park.

—El señor Park nos dijo que ya había una autorización por parte de la señora Park por lo que podíamos comenzar — la rabia inundo el rostro de los tres jóvenes partidarios del artista.

— Escucha bien, a nadie mas debes de atender en ordenes mas que a la familia Kim, ni siquiera Park BoGum...

NamJoon no pudo continuar pues su mirada se enfoco en su amado primo. Seokjin caminaba con seguridad hasta BoGum, el chico parecía ajeno a la situación y eso le molestaba. Una vez frente a él, levanto su mano dejándola caer con fuerza sobre la mejilla contraria.

Los presentes miraron atónitos la escena, Seokjin destacaba por su educación, respeto y discreción, pero eso no estaba en ese momento.

— Este evento es de Kim TaeHyung, y si no vas a preocuparte por la ausencia de tu esposo, te recomiendo que tomes a tu madre y al perro faldero que tienes por asistente y se larguen junto con todos los lame huevos de la bruja Park.

BoGum estaba tan sorprendido, y no era el único. JungKook creía que Park sabia la situación de su esposo, pero se mantenía en el lugar como respaldo ante la ausencia, no sabia que este ignoraba la situación. Así que salió de allí sin perder mas tiempo. Debía llegar con TaeHyung y llevarlo a su presentación.

⊰❂⊱

BoGum apenas si podía con la vergüenza. Los presentes lo miraban con desprecio, con reproche y otros mas con lástima, pero había algo que de verdad le preocupaba.

TaeHyung no había llegado aún.

Y él ni siquiera lo había notado.

Se concentro tanto en el evento, se sintió tan complacido con ello y con la atención que olvido que era el evento de su pareja y no un evento de la familia Park, como los que hacia años atrás.

Su madre se acerco a él con evidente molestia. Los invitados también la veían y señalaban luego de lo que Seokjin dijo.

— BoGum, ¿me quieres explicar que fue todo eso?

— Mamá, hablemos en privado — Park tomó a Park Hye por el brazo y la llevo hasta el pasillo que llevaba hacia el camerino de su esposo.

— ¡Porque demonios permites que el idiota de tu cuñado te trate así! ¡Eres un Park, BoGum! ¡Ningún Kim tiene derecho a tratarte como si fueras menos que él! — Hye estaba molesta. La humillación recibida por Seokjin fue algo que nunca se espero. Obviamente el sujeto no le agradaba ni un poco, pero siempre respeto su persona, la educacion de Seokjin siempre había sido la adecuada, sin mencionar el porte e imagen que él entregaba al público. Tan decente.

No como el ridículo de su yerno.

De sólo pensar en él hacia que el estómago se le revolviera. TaeHyung era todo lo que su hijo no se merecía.

— Mamá, ¿porque no llevar a tus invitados a cenar? Pueden ir y pasar un buen rato, la noche aún es joven.

— ¿Y permitir que ese se salga con la suya? No señor, debe reconocer que le estoy haciendo un favor al estar aquí y traer sólo a las mejores personas de nuestro circulo.

— Mamá, mami, ambos sabemos que no te interesa lo que TaeHyung hace. Nunca has admirado alguna de sus obras, ni siquiera prestas atención cuando él las presenta.

— ¿Todavía de que hago acto de presencia para que su circo tome algo de gracia, quieres que me dedique a ver lo que hace? ¡Por Dios, BoGum! Agradecido deberia estar por que le ayudó a que su "trabajo" tenga algo de decencia — Jimin escuchaba lo que la señora tiraba por la boca.

Si él fuera BoGum, le habria hecho callar. Como pareja, era su deber defender a su esposo, no permitir que su madre menospresiara el trabajo que tanto esfuerzo le habia costado a su pareja, pero BoGum tenia un severo caso de mamitis aguda que creía imposible que en algun momento le llevara la contra.

— Mamá, por favor. Prometo que ire a casa una vez que esto termine — Hye miro de reojo al rubio al que le había pagado por destruir el matrimonio de su hijo. No habia visto resultados y eso la estaba cansando.

— Esta bien, te espero en casa más tarde.

— Bien, Jimin ¿puedes escoltar a mi madre con sus amigos, y despues acompañarlos a sus autos? — pidió BoGum antes de perderse dentro del camerino del artista.

— Por supuesto — el rubio guió a la mujer hasta la entrada de la galería esperando por lo que sea que ella queria decirle.

— No se que demonios esta sucediendo, pero no veo que haya cambios en la relación de mi hijo. Te recuerdo que si no cumples con tu parte, haré todo cuanto este a mi alcance para que tu familia sepa el tipo de persona que eres y tu terminaras en la cárcel.

— Descuide señora, tengo todo bajo control — eso tranquilizó a la señora Park, pero altero la tranquilidad del rubio.

Hasta ese momento no se habia dado cuenta de lo mucho que habia disfrutado el trabajo que habia estado desempeñando en la oficina. Se sentia parte de él y eso le gustaba.

Después de varios minutos, la señora Park y sus amigos se marcharon dejando un ambiente menos tenso que al principio.

— Bien, él espectáculo debe continuar.

Jimin trato de animarse a si mismo. Lo que iba a hacer no le emocionaba ni un poco, pero debia hacerlo.

Cuando llego al camerino, pasó su mano por su cabello y suspiro. Debía actuar, la hora habia llegado.

— Jimin, debemos hablar — BoGum tenia un sobre en las manos, por la forma de este se podida deducir que se trataba de dinero en efectivo. El sobre era igual al que la señora Park le habia entregado hacía algunas semanas.

⊰❂⊱

JungKook llego hasta TaeHyung quince minutos después, había manejado tan rápido como se sintió capaz y logro pasar el embotellamiento con éxito. Vio como Dalilah lo reconoció y bajo del auto seguida de su artista. JungKook perdió la capacidad de hablar o respirar cuando pudo ver al artista, rubio vestido con un traje dorado y una camiseta blanca bajo el sacó, le hacia ver tan hermoso...

— Señor Jeon, Seokjin me dijo que se llevaria con usted a Tae...

— Sólo JungKook, Dalilah. Y si, he venido por él.

— Hola, JungKook — TaeHyung lo saludo con una sonrisa nerviosa. Esta vez no se lanzo a abrazarlo como otras anteriores, pero comprendía que tal vez no queria mostrar afecto en público.

— Hola Tae — saludo aún embobado con la imagen del menor, sacudió la cabeza y sostuvo el único casco que tenía antes de entregárselo al artista — toma, pontelo. Debemos salir de aquí cuanto antes.

— Pero, ¿y Dalilah? No puedo dejarla aquí.

— No te preocupes por mi cariño. Ve, que yo buscare la forma de llegar a ti cuanto antes — beso la mejilla de TaeHyung.

El artista le entregó sus lentes al mayor diciendo que debia cubrir sus ojos, no podia creer que él mayor no tenia un segundo casco para él, Dalilah le ayudó a colocarse el casco una vez que este estuvo sobre la moto del mayor, JungKook sintió como los delgados brazos del rubio lo tomaban por la cintura con algo de nervios, la tension en su cuerpo era palpable y JungKook no entendía por qué.

Una vez que estuvieron listos, JungKook rezo a cualquier entidad divina para que le ayudará a llegar con bien, nunca había viajado con alguien a su espalda y no queria arriesgar al chico de sus sueños por una metida de pata.

Fue tan rápido como creyó conveniente, llevando a alguien con él, su precaución debía ser mayor. Llegaron minutos después e ingresaron por el estacionamiento subterráneo.

— Debo pasar a mi camerino antes, ve primero — animo el mas joven con una sonrisa que para nada se comparaba con sus hermosas sonrisas habituales. Eso confundió al mayor.

— Bien, estaré esperándote.

— Gracias Kookie, por todo.

JungKook se alejó después de corresponder a la sonrisa.

No imagino que no debia dejar solo a su artista.

TaeHyung se perdio en la silueta del criticó. Le sonaba de algo, pero no sabia bien de qué.

Una vez lo perdió de vista, se acerco al camerino, pero no abrio la puerta pues unos sonidos demasiado reconocibles eran pobremente amortiguados por la madera.

Con la curiosidad a tope, abrió lentamente encontrandose con la peor escena que pudo haber imaginado.

Los labios de su esposo estaban sobre los del chico que se hacia llamar el mejor amigo de BoGum, entre la unión de sus belfos morian los gemidos producidos por la penetración del menor al contrario.

TaeHyung cerro la puerta sin poder procesar lo visto.

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