𝕮𝕬𝕻Í𝕿𝖀𝕷𝕺 𝖁𝕴𝕴𝕴

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Abres los ojos. Te acostumbras poco a poco a la luz diurna. Te sorprendes al principio al ver que estás en una habitación que no es la tuya, pero enseguida recuerdas que has pasado la noche fuera y no menos importante...has dormido con Rebekah, la hermana de tu mejor amigo.

Por un breve instante sientes ciertos remordimientos porque lo último que querías es que no solo Elijah sino Nick, te pillaran liándote con su hermana. Sobre todo porque sabes de sobra lo sobreprotectores que pueden llegar a ser si alguno de sus familiares está de por medio. Decides dejar de pensar en eso y observas a Rebekah.

Ves su hermosa espalda desnuda, su melena rubia totalmente despeinada cubriendo su espalda.  Te aproximas lentamente a ella y depositas un beso en su espalda. Te apartas y la observas dormir. De un momento a otro, ella se gira y sus manos te buscan mientras sigue dormida. Te acercas a ella, una vez que te ha tocado, la ves sonreír. Sonríes tú también. Rebekah te estrecha contra su cuerpo y no te queda otra que no oponer resistencia. te sientes tan relajada y en paz que no puedes evitar cerrar los ojos de nuevo y dormir un poco más porque lo que pasó la noche anterior te dejó totalmente exhausta.

***

Te despiertas otra vez, ahora sí que sientes que realmente has descansado lo suficiente, te desconcierta ver que Rebekah ya no está en la cama. Te levantas de la cama y buscas tus bragas y te las pones. Te quedas más tranquila al escuchar el ruido de la ducha, supones que Rebekah está tomándose una ducha. Por un momento te planteas meterte en la ducha, pero decides que lo más correcto es darle su espacio y decides sentarte en la cama y esperar con paciencia que salga de la ducha.
Rebekah sale por fin del baño. Lleva solamente una camiseta grande y su pelo está ligeramente empapado. Te levantas de la cama y te aproximas con seguridad hacia ella. Pones tus manos en su rostro y besas sus labios. Ella corresponde tu beso, enseguida el beso se vuelve más ardiente y necesitado. Rebekah lleva sus manos a tu culo y lo aprieta. Tú gimes en su boca mientras te besa apasionadamente. Cuando os falta el aire os separáis  y no podéis evitar sonreír como 2 adolescentes llenas de hormonas.

— ¿Te dejo una camiseta y bajamos a desayunar? — Te pregunta Rebekah.

 Tú asientes con la cabeza. Haber tenido sexo desenfrenado hace que estés hambrienta y agradeces su propuesta porque tienes mucha sed de sangre y prefieres ponerle remedio antes de perder el control y desangrar a un humano. Rebekah abre su armario y saca una camiseta grande de color negro.  Te la lanza y la coges al vuelo, antes de ponértela decides darte una ducha rápida. Rebekah te indica dónde está el baño. Te duchas con rapidez. Te pones tu sujetador y su camiseta, te gusta como te queda y en último lugar, sonríes en el espejo antes de salir.

***

Por fin salís de la habitación, ella te coge de la mano para guiarte por la amplia mansión de los Mikaelson , pones los ojos en blanco cuando os encontráis con Niklaus. Él te sonríe. Algo más tarde abres los ojos como platos cuando ves a una chica rubia a su lado. Te resulta familiar. Recuerdas que se llamaba Caroline. Las 2 os saludáis con vergüenza y no puedes evitar reírte internamente porque claramente habéis caído bajo el hechizo de los Mikaelson. Rebekah vuelve a estrechar tu mano con ternura y tira de ti para que bajes unas imponentes escaleras.

El estómago te ruge con fuerza. Rebekah parece que lo ha oído porque se ríe. Abre el frigorífico y te tiende una bolsa de sangre, te relames los labios, un deseo primitivo se apodera de ti. Abres la bolsa y bebes una generosa cantidad de sangre.


Una vez que ya has bebido una buena cantidad, ya te calmas y vuelves a controlarte, cierras la bolsa y se la entregas. Te gusta ver cómo sus ojos se oscurecen al ver la sangre. Mientras bebe la sangre te pones detrás de ella. Una de tus manos sostiene su cintura y con la otra apartas su melena dorada y besas su cuello con suavidad. Rebekah cierra la bolsa una vez que ha terminado ya de beber y se da la vuelta quedando las 2 frente a frente.

Ella acaricia tu rostro con delicadeza y tú cierras los ojos. Notas cómo se aproxima, acortando la distancia hasta ese momento existente entre vosotras. Notas sus labios presionando los tuyos, no puedes evitarlo y correspondes sus besos. Sus labios rozando los tuyos se sienten de maravilla.  Pasan varios segundos y profundizas un poco más el beso. Ella te sigue el juego mientras te empuja con suavidad hacia una encimera. Te sientas y abres las piernas para que ella se coloque entre ellas sin detener en ningún momento los besos.


— Hola —dice alguien.

 Reconoces esa voz, es Elijah. No puedes olvidar resoplar, le pides a Rebekah que se aleje y te bajas de la encimera ipso facto. Por inercia intentas colocarte el cabello, para que no se note que ha pasado algo otra vez entre Rebekah y tú  pero recuerdas que Elijah es tu mejor amigo, que te conoce muy bien y que no hay manera de ocultarle información porque se entera de todo.

De forma inesperada , he escrito este capítulo , decidme qué os ha parecido y gracias por leerme ❤❤
*PD:  os quiero dar las gracias por seguir leyendo y votando ❤❤ siendo honesta, no había pensado que esta historia pudiera llegar a tantas personas, así que : ¡¡¡mil gracias!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro