Octubre 6, 2021.

(ahora sí es un one shot, por lo que es más largo que los otros dos capítulos anteriores que eran drabbles fjfkfjsjjs)

SungHoon sostenía contra su pecho aquella carta que con tanto esmero escribió. Escondía su largo cuerpo contra la pared y suspiraba en busca de encontrar la calma, la cual había sido interrumpida por sus nervios llevándolo a un montón de paros cardiacos en menos de dos minutos. Dudaba si era prudente llevar a cabo su plan, pero las palabras de Sunoo alentándolo resonaban en su cabeza.

"Si no le dice usted, le digo yo."

Vaya motivación, aunque, de ser sincero, si por el fuera mantendría aquella carta guardada en su cajón hasta el fin de los tiempos mientras sus sentimientos eran encerrados en una caja con candado. A decir verdad, Sunoo era bueno incitándolo a por fin confesar sus sentimientos a HeeSeung.

Lee HeeSeung, aquel chico que veía todos los días al despertar, durante los ensayos, cuando iban a comer, pasear, incluso a veces dormían en la misma cama, pero debido al miedo de que en algún momento llegase a confesar aquellas palabras que tanto ensayó frente al espejo, debido al miedo que le causaba el que aquellas palabras ya no le dejaran dormir junto al mayor, ni ser visto por los mismos ojos cariñosos siendo intercambiados por unos de desprecio prefería callar antes que arriesgar.

Del otro lado de la puerta la cena navideña se llevaba a cabo, el olor a bulgogi maravillaba a los seis chicos restantes que comían plácidamente contando anécdotas. Riki estaba feliz ya que esa navidad pudo quedarse en Corea, Jay había visitado a sus padres días antes y volvió justo unas horas antes al departamento para pasar la cena todos juntos y Jake llamó a sus padres anunciándoles que no viajaría a Australia y se quedaría en los dormitorios, aplazando su visita hasta Año Nuevo, cosa en que su familia estuvo de acuerdo.

Luces navideñas, olor a comida deliciosa y un poco de desorden fueron el resultado de horas de arduo trabajo e investigaciones a fondo de recetas para cocinar, cosa que los enorgullecía.

— ¿Dónde está SungHoon? — cuestionó JungWon con la ceja alzada.

— Creo que fue al baño — respondió Sunoo y el resto asintió.

Por su parte, Park seguía debatiendo en su mente si era buena idea entregar aquella carta, tal vez no era el momento ni el lugar...

"Nunca es mal momento para decir cómo te sientes."

De nuevo la voz de Sunoo iba vagamente entre sus pensamientos, definitivamente esa plática le había motivado un poco

Guardó en su pantalón el sobre de papel doblado perfectamente con un par de caricaturas que SungHoon mismo dibujó sobre él, lavó sus manos y regresó a la mesa con el resto de los chicos. Había tomado una decisión.

— Mamá dijo que cuando quieran, pueden ir a mi casa — dijo Jay partiendo un pedazo del pastel que minutos antes comenzaron a rebanar —. Les mandó saludos y un beso en la mejilla a JungWon, agradece que cuides de nosotros.

El menor se sonrojó y sonrió dejando a la vista su par de hoyuelos — Gracias, Jay.

Era evidente para los demás chicos la atracción entre Jay y JungWon además de el cariño que tenían los padres por el otro, por lo que solo intercambiaron miradas aguantando la risa que amenazaba con salir.

HeeSeung y SungHoon se encontraban sentándose uno frente al otro siendo separados por la mesa de madera cubierta por un mantel blanco que no tardó en tener un par de manchas gracias a que el japonés del grupo era un poco desordenado al comer. Sonrieron el uno al otro y bajaron la mirada hacia su plato.

La velada pasó rápido y, tras recoger las cosas de la cena, los siente chicos acordaron no dormir en la habitación de las literas, siendo reemplazadas por una especie de casitas de sábanas en el suelo y sacos de dormir.

Sunoo quería dormir solo porque llamaría a sus padres por lo que él si estaría en su cama correspondiente. Deseó buenas noches a todos y despareció por la puerta.

Jay le pidió a JungWon dormir a su lado a lo que el menor aceptó gustoso. Riki y Jake dormirían juntos porque querían jugar un videojuego en sus celulares y finalmente, tras unos segundos más de reflexión, SungHoon llamó a HeeSeung a su lado, a lo que el mayor sonrió y se recostó a su lado.

Las luces fueron apagadas, Jay abrazaba a JungWon y ambos inmediatamente cayeron en un profundo sueño, las pequeñas risas de el japonés y el australiano se percibían.

HeeSeung encendió su teléfono.

— Son las... 11:11 — anunció en un susurro.

— Qué coincidencia, ya sabes, por la hora... — dijo SungHoon tratando de no sonar extraño.

— ¿Quieres dormir ya?

Park miró al techo y, por un momento más, dudó de si llevar a cabo el plan, pero no, no sé detendría más. Era suficiente para su corazón.

— Tengo algo para ti — murmuró tembloroso.

HeeSeung aún acostado giro sobre sí para dirigir toda su atención al menor, apoyando su mejilla en la palma de su mano.

— Soy todo oídos.

— En realidad... Es un algo que darte.

Lee sonrió confundido.

— Esto se pone interesante, ¿qué es?

SungHoon aclaró su garganta y tomó la carta en su bolsillo sin sacarla aún.

— Pero debes prometer, ya sabes, abrirlo después, mañana tal vez. O en una semana, no hay prisa realmente — parloteó Park haciendo que HeeSeung alzará la ceja.

Debido a la poca luz, la visión era limitada pero Lee casi aseguró que, cuando se le fue entregado algo parecido a una carta, los ojos de SungHoon brillaron.

— Era todo, ¿dormimos ya? Estoy muy cansado — se apresuró el pálido y, sin darle oportunidad de cuestionar su actitud, recostó nuevamente su cabeza en la almohada y se volvió para no tener que ver la reacción de HeeSeung.

Lee estaba más que confundido, sin embargo, decidió esperar un poco.

[...]

Eran alrededor de las 4:00 A.M.

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero aunque HeeSeung fue curioso, no murió, simplemente tomó el sobre y fue al baño. Encendió la luz y observó el regalo.

Era un sobre color rosa pastel con un par de dibujos hechos con marcador rojo, unas decoraciones y demás. Con cuidado de no arruinarlo rasgó un poco el papel grueso y dentro se encontraba una hoja color blanco con palabras escritas hechas con pluma negra, la excelente caligrafía de SungHoon resaltaba en ella.

Se sentó en el suelo recargado en la puerta para leerla detenidamente.

Para: HeeSeung.

Esto será algo difícil de escribir, pero tengo la esperanza que conforme avance se vuelva más fácil. HeeSeung, te conozco desde hace años, fuimos a un programa, salimos victoriosos y debutamos juntos. Hemos estado en el grupo durante años y, en ese tiempo, estuve reflexionando.

Tal vez imaginas de qué se trata, tal vez no. Podrías pensar, ¿a caso se tardó años para pensar una simple cosa?

Pero simple pierde significado cuando estoy contigo. A tu lado, mi respiración se vuelve pesada y los latidos de mi corazón se aceleran.

Y es difícil, no porque sea algo malo (o eso quiero pensar) sino porque...

¿Cómo te sentirías al saber que eres el dueño de mi corazón?

¿Cómo reaccionarias si te digo que eres lo más preciado que puede existir en mi miserable existencia? Que mi más grande adoración es verte despertar por las mañanas y apreciar tu sonrisa cuando ocurre algo increíble en tu vida.

Probablemente sea un chico que esté o no en tu corazón y pensamientos, pero no miento al yo decirlo refiriéndome a ti.

Te amo, Lee HeeSeung.

Y lamento si esto es raro para ti, lo cual es completamente válido ya que, como he dicho anteriormente, nos conocemos hace mucho tiempo pero los sentimientos que tengo por ti apenas salen a la luz.

No quiero que ocurra algo después de que leas esto, créeme que no espero una respuesta o algo s cambio.

Pero... ¿Sabes?

Si me llamas, sabes que correré hacia ti... Hacia tus brazos.

Feliz Navidad, HeeSeung. :)

De: SungHoon.