El Aprendiz de Zeus Cap.18

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—¡¿Que hiciste qué?! —le conté lo que hice ayer a Jenissia y pareció haberle molestado ya que empezó a darme manotazos en mi cabeza con fuerza.

—¡Sólo aseguré las cosas y ya es oficial tu batalla contra ella el próximo viernes! Al menos no se acobardó... —le dije el lado bueno pero ella seguía enojada.

—¡Eres un estúpido!

—Podré ser un estúpido, pero no un idiota —repliqué —. Es tu oportunidad de revelarte.

Jenissia dejó de golpearme, parecía alterada por la noticia, estábamos en su casa desayunando y ya parecía odiarme, en tan sólo un momento dejó de mirarme y hablarme.

—Confío en ti, sé que podrás derrotarla y le dije que si le ganabas tú ibas a ser respetada por ellas y vista como la Valquíria más fuerte aunque no fueras una —tomé con seguridad su mano derecha con la mía, en ese momento ella me miró a los ojos, y se sonrojó —, confío en ti y en Atenea, lo harás y te dejarás respetar —ella en cambio me sonrió en forma de agradecimiento intentando quitar ese coraje que tenía encima.

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UNA SEMANA DESPUÉS
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El día llegó, Jenissia estaba lista y se sentía viva, la veía entusiasmada y ansiosa de probarse y superarse. Atenea la entrenó y parecía toda una guerrera, su energía y poder aumentó, pero no sé si ya usa ataques mágicos o qué, supongo que los veré allá en el Cielo.

Jenissia llevaba la misma ropa de batalla que Atenea, una camisa blanca sin mangas, un cinturón, hombreras, una coraza de metal, una falda suelta blanca con rodilleras y sandalias de cuero con algunos collares y correas cubriendo partes de sus tobillos y pantorrillas hasta sus rodillas.

—Ya estás lista, buena suerte allá y prueba que una Ángel de Soporte puede luchar contra una Valquíria —le dijo Atenea con orgullo en su voz.

Jeni tomó sus manos y le agradeció.

—Gracias por su ayuda. Intentaré hacerlo.

—Esperen un momento... —entré al templo de Atenea, debía darle algo a Jenissia por su esfuerzo y algo para la batalla también. Busqué y encontré la espada que me dio Atenea hecha por Hefesto. Salí con ella entre manos y ambas la vieron, la más sorprendida era Jenissia, me acerqué a ella y se la extendí, vi por un momento a Atenea, tenía una sonrisa de estar orgullosa de lo que hacía.

(Era mi espada y iba a dársela)

—Toma, esto te servirá para la batalla, es mi espada y no le doy tanto uso, así que... Irá mejor contigo. Es tu recompensa por haber entrenado duro.

—Tom... Muchas gracias —ella la tomó y me sonrió de la mejor manera posible. Abrió un portal circular a su lado y guardó la espada ahí.

—Bien, es hora —quería ver los nuevos poderes de la Ángel y también la pelea entre ellas.

Jenissia iba a llevarme pero yo insistí en hacerlo y nos teletransportamos al Cielo con mis rayos. Cuando llegamos vi a Jenissia temblando con escalofríos recorriendo su cuerpo, creo que es un problema de llevar gente así conmigo.

—Lo siento, no pensé que eso pasaría —la ayudé a calmarse un poco.

—N-No im-importa —masculló ella retorciendo todo su cuerpo por los escalofríos.

Ambos fuimos al campo de entrenamiento, ahí sería la pelea del año en el Cielo, llegamos y nos encontramos con varias Valquírias rodeando el campo, nos estaban esperando; en el medio de todo estaba la líder de todas, esperando por Jenissia.

—¡Ya era hora! —habló Sydney —¡Jenissia Magdanol, ella viene a probarse y a dejarse respetar!

Algunas Valquírias rieron pero Jenissia no dijo absolutamente nada, miraba con coraje a Sydney.

—¡Bien, bien! ¡Empecemos de una vez por todas! ¡Una Ángel de Soporte no puede ser una Valquíria!

—¡Ya no pienso serlo! —alzó Jenissia —¡Pero si te gano, yo seré la mejor Valquíria del Cielo aunque no sea una!

La Valquíria sacó una espada ancha y larga de un solo filo y un escudo circular.

—¡Inténtalo entonces!

Jenissia invocó mi espada. Ambas dieron pasos adelante, una Valquíria se puso en medio de las dos y ella fue quien dio inicio al combate. La líder sin previo aviso se abalanzó sobre Jenissia, chocó su espada con la de ella y el impacto sólo hizo que Jeni se separara de ella, la espada de la Valquíria tenía potencia y parecía difícil pelear contra una espada así.

Todas las Valquírias le daban ánimos a su líder, no había nadie de lado de Jenissia, la moral y el apoyo también da fuerzas y ella debía sentirse sola, pero no era así, me tiene a mí.

Apenas era el comienzo del combate y Jenissia ya estaba en problemas, la Valquíria le atacaba todo el rato con la espada, el escudo era un estorbo para ella y lo soltó teniendo solo su espada. Sidney empuñando su espada la blandió contra Jenissia y el poder de la espada la separó de ella con fuerza.

(Está perdiendo)

La líder le soltó un derechazo a Jenissia en su nariz y le empezó a salir sangre enseguida, pero no estaba perdida.

ARO MAGISTRAL —de repente, un aro amarillo apareció alrededor de Sydney encerrándola y dejándola sin movilidad, Jenissia se curó su nariz y volvió a la batalla empuñando mi espada.

Ella necesitaba apoyo.

—¡Vamos, Jenissia! —ella volteó rápido y me vio pero luego fijó su vista en la líder, se liberó del aro y ahora su espada brillaba de un color azul celeste fuerte.

CORTE CELESTIAL —blandió su espada y una onda de color celeste salió de la espada que iba a Jenissia pero ésta creó un escudo mágico a tiempo y se cubrió.

Sydney, con el poder de su espada, se dirigió a Jenissia y intentó rematarla, pero mi amiga tenía buenos reflejos y en un momento, con la oportunidad perfecta, le dio un rodillazo en su abdomen y le dio después una patada frontal en el pecho mandándola a volar lejos, la líder chocó contra la pared del campo y todas las Valquírias quedaron boquiabiertas por la acción. Hasta yo me sorprendí, no creí ver a Jenissia golpeando con tal fuerza.

(Esa no es Jenissia, es muy fuerte)

DISPARO OLÍMPICO —apuntó a Sydney con sus dos manos juntas y disparó un destello dorado, el destello impactó en Sydney, pero la Valquíria avanzaba lentamente reteniendo el destello con una armadura que apareció de repente en ella, cubría todo su cuerpo incluyendo su cabeza.

INVOCACIÓN: ARMADURA DE GUERRA —esa era su armadura, era de color dorada y tenía figuras talladas en ella —. Admito que ya no eres la misma Jenissia tonta e inútil de antes —dijo ella a través del casco que tenía.

—Tú sigues igual de egocéntrica. Eso es algo que Dios no habría aceptado aquí —replicó ella cesando su ataque y se dirigió a Sydney con su espada.

—Acabemos esto de una vez —la armadura brilló más, parecía un sol frente a nosotros cegándonos.

NEGACIÓN TOTAL —Jenissia dijo eso y la armadura de Sydney se apagó, era simplemente una armadura similar al bronce —PODER BÉLICO —la espada pasó de ser de color blanco a ser un amarillo resplandeciente y con un aura amarillenta rodeando la espada.

Jenissia apuntó con la espada a la líder que estaba asombrada y asustada por el poder de la espada, pero se dio cuenta que estaba frente a sus compañeras y se lanzó otra vez con su espada.

La líder blandió con su espada la de Jenissia y al impacto la espada de la líder se rompió a la mitad dejándola sin armas.

—¡Acábala! —grité, era suya, tenía la victoria. Sin embargo, por alguna razón, Jenissia dio pasos hacia atrás sin rematar a la líder que no tenía arma y que la miraba con el ceño fruncido fulminante.

—¡Quiero una verdadera y digna batalla! ¡Una Valquíria no es considerada Valquíria si ataca a un enemigo indefenso! ¡Toma un arma y dame la pelea que quiero! —pidió ella con seriedad luciendo dura frente a la capitana y a todas alrededor. Eso sin duda me sorprendió.

(¡¿Pero qué hace?!)

Ser justa, eso es lo que hace.

—Aprecio todo lo que dijiste, ¡pero en verdad eres una tonta! —la líder alzó su mano y invocó un martillo gigante, parecía ser muy pesado para ella. La líder bajó con fuerza el martillo donde se encontraba Jenissia pero ésta se quitó y el martillo rompió el suelo al impacto.

—¡Ten cuidado, esa cosa puede matarte! —le avisé a ella que seguía impactada viendo el martillo de la líder.

La líder sin piedad o respeto golpeó con el martillo a Jenissia en su abdomen, ella soltó un fuerte grito de dolor y cayó al suelo soltando su espada cerca de la líder que sonreía sádicamente sin el casco de su armadura.

—¡No! —quise interrumpir pero las Valquírias a mi alrededor me apuntaron con espadas negándome el paso.

—¡Vamos, Jenissia! ¡O no, mejor quédate en el suelo! ¡Eres una decepción para el Cielo y para las Valquírias! —la insultaba sin piedad mientras ella estaba en el piso retorciéndose de dolor intentando recuperar aire con fuerza.

—¡Levántate, hazlo, tú puedes hacerlo! —grito con fuerza, las Valquírias dejaron de darle apoyo a su líder por su agresividad.

—¡Es inútil! —Sydney levantó su martillo alzándolo hasta donde podía, esa cosa era gigante, lo tuvo por un momento en el aire y luego lo estrelló en el abdomen de Jenissia.

Jeni no gritó, sólo se alzó hacia delante vomitando sangre y luego cayó, inmóvil. Sentí un dolor fuerte en mi pecho, Jenissia no se movía, la líder levantó su martillo, ella lo disfrutaba, ella no era una Ángel o una Valquíria y todas lo sabían. Todas al ver ese golpe dejaron de apoyarla y empezaron a murmullar cosas malas sobre ella, que no era digna, que no era una Valquíria.

Miré atentamente a Jenissia, no se movía, parecía muerta. Mis ojos se hicieron agua en ese momento, pensaba en lo peor, pero no lo creía, no quería creerlo pero no aguanté y me puse a llorar frente a todas, no sentía la energía de Jeni, no sentía nada de ella, sus ojos estaban cerrados y tenía mucha sangre en su boca. La aplastaron y eso me rompió.

Todo esto es mi culpa, quería verla en acción y yo planeé todo esto.

Mis rodillas se doblaron y me hicieron caer al suelo derramando lágrimas en silencio, sin expresión alguna.

—¡Yo gané, yo he ganado! ¡Regocíjense, compañeras mías! —la líder celebraba su victoria riendo, todas estaban en silencio viendo a Jenissia tirada en el suelo.

—Maldita… —musité. Pero, en ese momento, sentí de nuevo la energía de Jenissia. Alcé mi mirada y limpié mis lágrimas, la líder también lo notó y giró para verla.

Jenissia se levantó lentamente y con dificultad del suelo y se curó el abdomen poniendo lentamente su mano derecha y con la izquierda se limpió la sangre de sus labios. Estaba viva. Estaba bien. Pensé que estaba muerta, no es un milagro, es resistente.

INMOVILIDAD —se escuchó decir con una voz completamente rota que apenas pude escuchar desde aquí.

—¿Qué...? —Sydney soltó de repente su martillo, su armadura se desarmó en su cuerpo y se arrodilló, estaba inmóvil frente a Jenisisa que caminó a un paso torpe y lento y quedó frente a ella.

—Pensé que no harías esto sucio, te equivocas. Yo gano esto.

Jenissia tomó el mango del martillo de Sydney con una sola mano, lo alzó apenas pudiendo con una sola mano y se lo estrelló en la cara mandándola a volar por el suelo. Jenissia soltó el martillo y con un portal se teletransportó a la líder que estaba en el piso dando la espalda luciendo inconsciente por el impacto. Ella puso un pie en la espalda de Sydney y tomó ambos brazos, en eso empezó a jalarlos a ella provocándole dolor a la líder que hacía lo posible para no gritar de dolor, le hacía una llave muy fuerte.

—¿Recuerdas... Ésto? ¿Recuerdas cuando me hiciste ésto la primera vez y me dejaste humillada frente a todas? —ella jaló más fuerte y la líder se ahogó en gritos —¡Dilo, dí que soy la mejor, dí que soy mejor que tú! ¡Ríndete de una vez y respétame en nombre de Dios!

La líder luchaba pero era inútil, no se escapaba y Jenissia jalaba cada vez más, a ese paso le va a romper los brazos.

—¡Jenissia! —intenté detenerla pero me dio una mirada que daba seguridad y me quedé quieto en ese momento, estaba torturando a Sidney y con eso se iba a llevar la victoria sin precipitarse.

—¡Eres una engreída! ¡Tú no mereces ser la líder de aquí y ellas lo saben! ¡No mereces ser una Ángel! Yo ya sé que no pertenezco o merezco ser una Valquíria, pero tú eres una pecadora. Yo quedaré como la mejor guerrera del Cielo mejor que tú.

—¡Estúpida! —se escuchó a la líder gritar eso, Jenissia quitó su pie y lo puso en su nuca aplicando más presión.

—¡Dilo! —obligó ella, jamás había visto a Jenissia así, pero esta vez es por defenderse.

—¡E-Eres la mejor! —admitió ella pero Jenissia quería algo más —M-Me… Rindo.

—¡¿Qué?! ¡No te oigo! ¡Dilo para que todas te escuchen!

—¡M-Me rindo! —gritó la líder a través de un gemido de dolor y Jenissia la soltó al instante.

Todas las Valquírias quedaron impactadas, boquiabiertas y sin palabras ante Jenissia, ella era la ganadora y, ahora, la mejor Valquíria.

Corrí a ella y la abracé.

—¡Lo hiciste, lo hiciste! —le felicitaba sin soltarla, ella iba a caer pero yo lo evité y cayó entre mis brazos, se notaba el cansancio en su cara y le limpié sangre que salía de su labio y su sudor y la volví a abrazar.

Jenissia no podía caminar así que la cargué entre mis brazos. Se escucharon refunfuñidos detrás de nosotros, volteé, era Sydney que la levantaban dos Valquírias, pero se negó para seguir con su orgullo.

—¡Yo no puedo perder! —exclamó ella, corrió hacia su martillo, lo tomó y todo el martillo brilló en dorado, ella saltó, a punto de golpearme con eso —MARTILLO DE PODER —en ese instante, sin mis manos, creé un escudo gigante eléctrico y me protegí a mí y a Jenissia casi inconsciente entre mis brazos.

Mi escudo separó a la líder al impacto y su martillo se rompió contra mi escudo, ella quedó en shock por eso y me miró con confusión.

—Debes aceptar que perdiste, no todo en esta vida se gana, nada es justo a veces pero tampoco injusto. Debes estar enojada y lo entiendo, pero, además de eso, tú estás enojada porque perdiste contra un Ángel de Soporte, si es que ella seguirá aceptando ser llamada así, y que ahora ella sea una Ángel más fuerte que tú quien se ganó eso justamente.

—¡Silencio! —me enojé y hice que de mi cuerpo salieran unos cuantos rayos, concentrándome en no hacerle daño a Jeni, luego hice que saliera un relámpago que golpeó el suelo y dejó tontas a todas, incluyendo a Sydney.

—Por otro lado, fue interesante ver este encuentro —zanjo con una sonrisa —. Las cosas cambian. Adiós.

Moví mi dedo índice de mi mano derecha y levanté mi espada con rayos que estaba tirada a lo lejos y la atraje a mí. Salí del campo dejando a todas con dudas y sin palabras y llevé a Jenissia a su departamento. Al llegar la dejé rápidamente en su cama para que descansara. Iba a salir de la habitación pero ella me detuvo.

—T-Tom… —llamó de una manera muy débil y sin fuerzas para decirlo.

Volví a ella.

—Ganaste. Lo hiciste. Sobreviviste y pudiste hacerlo.

Ella sonrió con sus ojos entrecerrados.

—¿En serio...?

—Sí. Descansa por ahora, campeona —antes de irme quise comprobar algo, levanté su camisa para ver su abdomen plano, estaba colorido entre rojo y morado un tanto notable, eso no será duradero, estoy seguro.

Lo importante es que ganó y pudo salir casi del todo bien.

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