El Aprendiz De Zeus Cap.19

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Al otro día me dediqué a ser el sirviente personal de Jenissia, ella necesitaba un largo descanso, agua y muchas otras cosas, y yo estaba allí para ella. Le llevaba agua y me quedaba un rato hablando con ella. Tan sólo pasó un día de su batalla contra Sydney, ya se podía levantar pero no mantenerse de pie por diversos dolores y le dije que se quedara acostada; de vez en cuando revisaba su abdomen, estaba morado, le dolía, yo pasaba mi mano lentamente allí intentando calmarle el dolor.

Fui a buscar agua a la cocina, tomé un vaso y lo llené de una jarra en el refrigerador y se lo llevé. Entré al cuarto y me senté en el borde de la cama, tenía un televisor en su cuarto pero sólo miraba el techo con la televisión apagada. Al verme ella se acomodó y alzó su cuerpo, le dí el vaso y ella se lo tomó.

—La magia no funciona —comprueba mirando su abdomen después de haber bebido un poco de agua.

—Tuviste suerte de sobrevivir, un martillo gigante te aplastó. Fue un momento de miedo para mí, pensé que te había perdido, no sentí tu energía y no te movías. Yo... Lloré por unos momentos, sentí un vacío horrible, pero luego todo eso cambió. Aún no sé cómo te levantaste después de eso.

Miré directamente a los ojos de Jenissia, estaba mirándome directamente a los ojos.

—Y-Yo tampoco —termina de beber su agua.

—Bueno, debo devolverte todo lo que has hecho por mí. Cocinaré algo, intenta dormir un poco —cambié de tema.

—¿Sabes cocinar? —preguntó desconfiada de que supiera.

(No)

Solté un bufido.

—No puede ser tan difícil.

Por suerte hice el almuerzo bien, Jenissia y yo comimos juntos, en el comedor, tuve que cargarla con cuidado hacia allá, luego la llevé a su cama y la acosté, ella me decía que podía sola pero yo insistía, no debía esforzarse mucho. Ella miraba todo el rato el techo, su vista estaba totalmente perdida, podía ver sus gestos de dolor por su abdomen, ella tenía una blusa morada y la subí hasta debajo sus pechos, tenía vergüenza de hacerlo y soprepasaba su espacio personal pero esto era necesario. Con mis cuatro dedos empecé a manosear su abdomen en diferentes formas, hacía círculos, los recorría en línea recta por diferentes lados, masajeaba con cuidado y hacía otras cosas.

—A-Así… —susurró ella de nuevo.

—¿Ah?

Ella me miró.

—Sigue así, por favor, se siente bien y... me ayuda —pidió que siguiera con suavidad en su voz, era la voz de un Ángel, un Ángel que necesitaba ayuda.

—Bien —obedecí y seguí.

Estuve un rato masajeándola, parecía ser efectivo, Jenissia tenía sus ojos cerrados y parecía estar relajada.

—Deberías dormir un rato —le propuse.

Ella abrió sus ojos, aún miraba el techo.

—Está bien —cuando me iba a ir ella me detuvo sosteniendo mi muñeca izquierda —. Espera, quiero pedirte algo más.

—Seguro. Dime —me senté de nuevo para escuchar lo que me iba a pedir.

Ella se sonrojó, de vez en cuando era una chica tímida cuando se trataba de decir algo vergonzoso o con un toque personal.

—D-Duerme conmigo, por favor.

Sentí un poco de vergüenza, era algo del más allá, yo dormía con ella cuando me quedaba pero nunca me pidió dormir con ella cuando no se trataba de dormir en las noches.

—¿Estás segura? No quiero invadir más tu privacidad —tenía que confirmar que ella quería eso.

—Te necesito… a mi lado —terminó con un tono de vergüenza.

—E-Está bien —me levanté y rodeé la cama, y me acosté a su lado sin acobijarme. No hacía frío ni calor y ella estaba igual, pero éstos eran momentos de vergüenza máxima y de inseguridad también.

—¿Pasa algo? —preguntó ella.

—No —respondí cuando ella preguntó, tanta era mi vergüenza de estar tan cerca de su lado que no podía moverme ni tampoco dejarle hablar, tampoco tenía algo en mente para hablar pero no quería quedarme callado —. ¿Te sientes bien?

Sin esperarlo, ella se movió un poco quedando muy cerca de mí y abrazó mi brazo izquierdo.

—Sí, y muy segura—respondió de manera suave y relajada.

—Bien.

Me quedé dormido con tan solo haber pensado por un largo rato. Desperté y giré mi cabeza al instante para ver a Jenissia, y me encontré con sus ojos, unos ojos que me recuerdan mucho las rosas, unos hermosos ojos rojos acompañados de una hermosa sonrisa.

—¿Dormiste? —le pregunté adormecido.

—Sí. El dolor desaparece lentamente —todo ya iba bien, su dolor ya desaparecía y creo que ya en algunos días estaría bien.

—¿Cómo se siente ser la mejor Valquíria del Cielo? —le pregunté con una sonrisa.

—Aún no lo sé, pero no presumiré mi puesto como el tuyo —reí un poco por eso, sus ojos conectaban con los míos y su rostro estaba muy cerca al mío, a veces me daban ganas de besarla pero luego recordaba que era solamente mi amiga.

—Eres muy bonita, tus ojos son hermosos. Muchos hombres deben fijarse en ti en la cafetería y deben querer que tú los atiendas

—¿Crees que soy bonita? —quiso comprobar estando un poco avergonzada.

—Claro. Ojalá te toque alguien que te ame mucho y que tú también lo hagas
—al chico o Ángel que se quede con ella debe cuidarla.

—Tranquilo, ya tengo a alguien en mente —dijo ella todavía manteniendo su sonrisa.

—¿En serio? Qué rápido, ni siquiera yo me he fijado en alguna chica —ya ella iba delante de mí, de todos modos no es una competencia, pero me afectó como si fuera una.

—No deberías hacerlo, yo te ayudaré y diré quién será perfecta para ti y también quién es perfecto para mí.

—Está bien, supongo... —me levanté y miré un reloj en la mesita de noche a mi lado, siete en punto, dormí casi todo un día. Quizás no pueda dormir más tarde —¿Quieres cenar? —ella al instante asintió —Bien, sígueme.

Ella se apegó más a la cama.

—No quiero levantarme, cárgame, por favor —cada vez que ella dice "por favor" hace que tenga menos posibilidades de negarme a cualquier cosa que ella me pida, podría esclavizarme con esas dos palabras mágicas.

No dije nada, rodeé la cama y crucé mis brazos entre sus piernas y la otra en su espalda para cargarla. La levanté con cuidado por su abdomen y la llevé a la cocina y la dejé en una de las sillas de la mesa del comedor.

Ambos cenamos y estuvimos un momento diciendo tonterías, estuvimos un buen rato y yo no tenía sueño, dormí desde el mediodía hasta ahora, pero tampoco quería pasar una noche en vela. Tomé de nuevo a Jenissia y la cargué hasta la cama.

—Ahg, no tengo sueño y no tenemos nada que hacer —comenté mirando fijamente a Jeni estando de pie.

—¿Puedes hacerme un masaje? — preguntó a ver si podía pero faltaba algo por decir... —Por favor.

(Ya con eso me rindo)

—Okey —me senté a su lado donde pudiera mirarla y puse mi mano en su abdomen desnudo, el color seguía notable. Empecé a mover mi mano lentamente.

—Estoy seguro de que el dolor desaparecerá en algunos días, no soy doctor pero estoy seguro de eso.

Jenissia rió pero luego se quejó del dolor.

—Auch, duele más cuando me río, no me hagas hacerlo.

—Si pudiera, te hiciera cosquillas pero tal vez asesine tu abdomen así que...

Las risas de Jenissia fueron muchas pero al final el dolor disparaba matando sus risas.

—¡Eres tú quien te ríes!

—Pero no soy la causa.

(Tiene razón)

Me quedé un buen rato masajeándola, prefería hacer esto que quedarme sin hacer nada intentando dormirme en vano, su piel era muy suave y sentía que estaba tocando territorio desconocido. Mientras seguía me puse a pensar sobre ciertas cosas.

(¿Qué pasará ahora? ¿Qué hare con mi vida más adelante? ¿Conseguiré a alguien que me ame?)

Nah, nadie se quiere fijar en alguien como yo, y a algunas les debe dar miedo mi cabello y más si se enteran de que tengo los poderes de un dios mitológico. Soy un joven de veintiún años, aún tengo años que vivir, momentos y cosas nuevas por aprender, no es demasiado tarde. Jessie fue el que me enseñó muchas cosas, se preocupó por mi educación. Pero lo que me llamó ahora la atención era el amor, una cosa que completa y hace sentir bien a las personas en sus vidas; tal vez deba esperar o salir.

(¿A quién tendrá en mente Jenissia?)

Tal vez sea alguien del Cielo, un Ángel apuesto y guapo, un chico en el que se interesaría, ya me siento extraño...

—Es normal, no debo enojarme...

—¿De qué te enojarías? —pregunta Jenissia con los ojos cerrados.

(Pensaste en voz alta)

Desventajas de estar perdido en la mente.

—De nada —hablé —, pensaba sobre el amor, es algo nuevo que vino a mi mente.

—¿Y algo nuevo también en tu vida?

—No lo sé. ¿Quieres que siga?

—Así está bien. Ahora, acuéstate a mi lado, por favor.

—Como ordene —capté como si fuera un sirviente. Rodeé la cama pero antes apagué la luz y me acobijé con la manta de su cama con ella.

Sentí muy cerca a Jenissia, siento su presencia a mi lado, y se siente muy cómodo. A veces me ponía inseguro tenerla así conmigo, pensaba que invadía su espacio.

—¿En serio lloraste por mí?

Dí un suspiro largo con la imprevista pregunta de mi amiga, recordé aquel momento en el que ella estaba en el suelo, golpeada por un martillo gigante.

—Sí, me sentí muy mal y no sabía qué hacer. La líder terminó derrotada pero no quiso aceptarlo y intentó golpearte con su martillo aumentado de poder estando tú casi inconsciente y entre mis brazos, pero pude salvarte a ti y a mí creando un escudo. Sé cómo se siente perder, yo me sentí igual cuando me enfrenté a Ares, sabía que era débil hasta que ¡puff! Lo derroté, pero no de la forma que quería...

Miré a Jenissia cuando estaba girándome, me encontré de nuevo con sus ojos y sus labios cerca de mí, sentía su respiración chocar conmigo y eso hacía que perdiera el control en mis adentros.

—Oh, lo siento, me metí en lo profundo de todo. Cambiando de te… —no terminé, Jenissia puso una de sus manos en mi mejilla derecha y sentí un nudo en mi garganta al instante, su tacto no me dejó hablar y sólo me decía que disfrutara de sus cariños, de su mano hipnotizante y atrapante.

—Gracias por tu apoyo, también te escuché.

—N-No hay de qué —ambos estuvimos profundizados en la mirada del otro por varios momentos, no nos separábamos por nada del mundo, quería estar así y puedo ver que ella también quiere permanecer así, acariciando mi mejilla y penetrándome con sus ojos rojos.

Sentía sensaciones y ganas de hacer algo que no debía o tenía derecho de hacer, quería dejarme llevar por mis instintos y a la vez hacerle caso a lo correcto.

—¿Quieres saber quién es la persona a quien tengo en mente? —yo asentí, de verdad quería saberlo, me mataba la curiosidad —La persona… eres tú —en ese momento, mi corazón quiso dispararse y provocarme un infarto.

(Soy yo...)

—Tú eres mi chico indicado, con el que debo quedarme y amar para siempre.

—¿Qué? —pensé que esto era un sueño, hace poco pensé que cosas como esta no me pasarían.

—¿Creías que nadie se fijaría en ti, en tu hermoso cabello rojo? Yo me fijé en ti desde la primera vez que te vi y ahora te tengo aquí, eres mi elegido. Te amo, Tom —juntó su frente con la mía —, quédate conmigo por siempre, por favor.

Tal vez sea un sueño, tal vez no, pero si es así entonces no quiero despertar, quiero disfrutarlo como si fuera en realidad uno de esos donde la mujer de tu vida aparece y te dice que te ama, pero ésto es muy real para mí. Debo aprovecharlo.

—Lo haré, me quedaré contigo.

-----------------------------------------------------------

:') Nuestro príncipe ya se ganó a la princesa. Hermoso. No quería dejar pasar mucho tiempo para que Jenissia le confesara su amor a Tom, me gusta, la verdad me gusta mucho, esto ya es un pilar principal de la historia construido, uno de los principales objetivos. El romance entre un Humano y una Ángel, ¿se puede? Comenta qué opinas porque, para mí, en el amor todo se puede. No olvides votar antes de seguir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro