El Aprendiz de Zeus Cap.31

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

TOM
----------------------------------------------------------

Desperté lentamente, abrí mis ojos y exploré los alrededores, estaba en el cuarto de Jenissia, estaba en la residencia, conozco este lugar de pies a cabeza. Lo último que recuerdo fue que a Hurtson le quitaron un brazo y yo fui apuñalado y mordido por los Demonios Puros...

(Tal vez estás muerto)

Me levanté y revisé rápidamente mi abdomen. No había nada. En mi cuerpo tampoco. ¿En realidad estoy muerto y aparecí en este cuarto? Bueno, eso pensaba después de haber escuchado un ruido afuera, tal vez era ella.

Me levanté de la cama confundido y salí del cuarto, lo primero que visualizaron mis ojos fue la bosla llena de reales del alcalde. Caminé dando pasos lentos a la cocina, y en ello me encontré a Jenissia, estaba lavando unos platos, no sabía qué hacer, no sabía si abrazarla por detrás o avisar primero.

(Avisar es mejor)

—¿Jenissia? —apenas hablé con voz ronca. Ella se volteó sobresaltada y al verme me lanzó un plato de comida, cosa que pude atrapar rápidamente.

(¿En serio te lanzó un plato a la cara?)

Síp. Cuando tomé el plato caí al suelo por la velocidad y la intensidad del lanzamiento, Atenea la entrenó muy bien. Alcé la vista despacio y ella estaba apegada al fregadero tapándose la boca y apuntándome con un cuchillo para cortar carne. Me levanté lentamente con el plato en la mano atónito por lo que hizo.

—¿Estuviste dispuesta a romper un plato? —le pregunté, sorprendido. Ella no respondió, seguía apuntando —Parece que sí estoy muerto... —dije al aire, me acerqué a la cocina y dejé el plato donde iba.

Mi mente maquinaba muchas cosas, buscaba respuestas y recordar todo lo ocurrido en mi batalla, yo estaba cerca de Jenissia, aún tenía un cuchillo en mano, pero estaba abajo y me miraba sin poder creer que era yo.

—Tranquila, todo está bien, creo que estoy bien... Todo está seguro —bajé lentamente mi mano deslizándola por todo su antebrazo libre suavemente, estaba muy cerca de su rostro y sus ojos rojos no se separan de los míos. Tomé su mano en la que tenía el cuchillo y se lo quité lentamente, y lo puse donde iba también.

Volví a mirarla sin despegarme, sentía sus cálidos muslos apegados contra mis piernas y su cuerpo suculento chocar conmigo, me pegué un poco más a su rostro y hablé.

—La verdad, no sé qué pasó, pero creo que ya no importa. Acabo de despertar un poco confundido y me encontré contigo y casi me golpeas con un plato... —Jenissia me abrazó.

—¡Estás bien, estás bien, gracias a  Dios estás bien! Lo siento mucho, no debí dejarte ir a esa terrible misión.

La abracé, sintiendo al instante todas sus buenas vibras. Nuestro abrazo se rompió y ella me tomó de las mejillas, se acercó y me besó, tomé con ambas manos su cintura y le correspondó absolutamente todo.

El beso era lento, un beso de reencuentro, yo llevaba el ritmo y poco después ella me siguió el ritmo, me gustaban sus labios angelicales, en mi mente llegaban pensamientos sucios pero yo los esfumaba de ahí. El beso duró más de un minuto pero luego me separé para tomar aire y dejarla respirar, luego la volví a abrazar.

—Yo pensé que estaba muerto. Jamás te dejaré sola, jamás voy a dejarte, no dejaré a una Ángel que me ama —ella me correspondió el abrazo y se quedó callada recostando su cabeza en mi hombro izquierdo.

Ella después preparó un delicioso té y nos sentamos en el comedor mientras yo intentaba recordar y narrarle todo lo ocurrido.

—Hurtson y yo luchamos contra ellos, estuvo un poco movedizo al principio, pero después Hurtson perdió un brazo luchando contra el más fuerte, yo me les hice frente protegiendo a Hurtson pero fallé y terminé apuñalado y mordido en mi cuello —mientras le contaba recordé cuando ese Demonio me mordió y sentí un escalofrío en mi cuello —, luego caí y no sé lo que pasó después. ¿Cuánto tiempo estuve dormido?

—Estuviste dos días dormido. Te trajo un Ángel, le agradecí por ello, parece que fue él quien los ayudó. Yo estuve trabajando y cuidándote mientras dormías como un bebé, estuve muy preocupada —eso hizo que me sonrojara.

(¡Eso no importa! ¡El viejo perdió un brazo!)

—Lo siento por haberte preocupado.

—Ya no es importante, lo importante ahora es que estás aquí con vida. No puedo creer que Hurtson haya perdido un brazo en batalla. Hoy es sábado, estuviste...

Mientras hablaba mis ojos se pegaron a sus gloriosos pechos, melones, senos, tetas, como fueran, eran grandes y más cuando llevaba un sostén y una blusa pegada. Me gusta cuando se pone una blusa sin mangas enseñando su busto y unos shorts cortos que dejan ver sus suaves, pálidos y cálidos muslos.

(Es perfecta...)

—Eh, ¿Tom? —ella enseguida se tapó con sus brazos dejándome sin vista —¿Q-Qué estás mirando? —alcé mi vista a su rostro, estaba sonrojada de la vergüenza y confundida.

—N-Nada.

Ella se acercó más a mí y miró mi nariz.

—¿Por qué te sale sangre de la nariz?

—¿Ah? —me levanté para verme en el espejo, me salía sangre de la nariz inexplicablemente —Oh, rayos...

Miré a Jenissia, su mirada solo decía una palabra: "pervertido". No quería que me viera como uno, pero en serio, sus senos me enamoran y me encantan.

—¿P-Puedes traerme una servilleta para limpiarme, por favor? —ella fue a buscar una y enseguida me la trajo y me limpié disimulando lo sucedido hace un momento.

—¿Qué te pasó?

—N-No lo sé, esto nunca me pasó… Antes… —otra vez me dejé guiar por sus pechonalidades.

(Son de otro mundo)

—¡Mira, te sigue saliendo! —señaló, me miré y seguía saliendo y otra vez me limpié.

—¡¿Qué está pasando?!

***

Nos tomamos el día libre para ambos, para conocernos mejor y para fortalecer la relación. Seguía pensando en lo que pasó, el viejo bárbaro ya no era un bárbaro sin un brazo, tenía una cicatriz en un ojo y ahora no tiene un brazo, ¿le vendrá algo peor? Aún debato conmigo mismo para convencerme de que está vivo.

—¿Estuvo difícil, la batalla? —indaga ella acostada a mi lado en la cama mirándome a los ojos.

—Demasiado. Tenía miedo pero… No sé si decir que valió la pena. Eliminé a tres Demonios pero el resto lo hizo un Ángel.

—¡Agradece que estás vivo! —empezó a atacarme con cosquillas, era inevitable así que me rendí y reí como un niño.

—¡Me rindo, me rindo!

—¡No me importa que lo hagas! —seguía haciéndome cosquillas pero en ese momento mi cuerpo se electrificó y separó a Jenissia de mí.

Luego de haber pasado eso Jenissia quedó atónita, yo más bien quedé como el culpable de haber matado el momento.

—Lo siento, aún no me controlo del todo —me disculpé apenado.

Estaba sentado cruzado de piernas, ella se sentó igual que yo en todo el medio de la cama, quise acostarme pero ella lo evitó tomando mi antebrazo, miré directamente sus ojos, me pedían que no lo hiciera, que dejara que ella hiciera algo, sus ojos lo decían todo. Me quedé quieto esperando que ella dijera o hiciera algo, ella se arrastró y quedó arriba de mí y se sentó en mi regazo, me miraba sin expresión en su cara, ni siquiera estaba sonrojada; yo era todo lo contrario, estaba nervioso, ansioso e inquieto, cada vez que hacía algo como esto me dejaba sin palabras y totalmente dominado por ella.

Puso sus dos manos en mis dos mejillas y pegó su frente a la mía, mirándome a los ojos fijamente.

—Yo te amo, Tom McFly, a pesar de las circunstancias y los accidentes, no quiero que lo olvides. ¿Sabes? La primera vez que te vi, sentí que tú tenías todo lo que buscaba en un hombre; eras peculiar, amigable y cariñoso, te impresionabas por todo. Todo fue amor a primera vista y no quise retenerme más y te dije lo que sentía por ti mucho después de haberme ayudado y apoyado en aquella batalla.

(A veces pienso que no la merezco)

—No es nada, yo también te amo. La verdad, nunca me esperé tener el amor de una chica especial, puedes contar conmigo para lo que sea. Cuando te vi me dije: "tengo que hablar con ella". Yo nunca fui alguien que tomara la iniciativa de algo, más bien fue Zeus quien me animó a hacerlo; fui con ansias y te hablé, eras penosa al principio pero tan solo fue que pasara un día para que te liberaras —a veces me daba risa recordar esas cosas, eran raras de mi parte, pero Jenissia pensaría que me estoy burlando de ella.

—Tenía pena —susurró ella con una sonrisa en sus labios.

—¿Pena de qué? —inquirí con curiosidad de saber.

—De ver a alguien muy raro en aspecto como yo, y también ver al chico del que me enamoré con tan sólo ver su cabello, sus ojos, y su mirada perdida en mí —si estaba sonrojado de seguro ya habría explotado de eso, sus palabras causaban un fuerte impacto y enormes punzadas en mi estómago, si alguien tenía verdaderos sentimientos y formas de expresarlos era ella.

(¿Lo ves? Apréciala, bobo. Nadie encuentra algo como esto)

Sentí unas fuertes ansias de besarla, sentir sus labios, algo me propulsaba a hacerlo, algo me daba sensaciones extrañas y me pedía hacerlo, mis ganas aumentaban. Ella se separó un poco de mis labios y siguió mirándome sentada en mi regazo, cosa que no me molestaba pero yo solamente tenía mis ojos y ganas deseando solo en algo: sus labios.

Lentamente puse mis manos en su cintura, levanté su camisa y metí mis manos para sentir su piel suave y cálida y la acaricié lentamente, aproveché y miré su abdomen, hace días un pequeño moretón oscuro estaba allí, dando preocupación y delicadeza, no lo extrañaba pero me recuerda las veces que estuve preocupado por ella. Dejé de mirar y seguí acariciando lentamente su abdomen plano y perfecto deslizando mis manos en sus marcadas y flacas curvas.

Pensé que ella sería de esas chicas delicadas, o no, es una Ángel, tiene una religión y esas cosas, se deben tratar con cariño y delicadeza, y más si son sus cuerpos. Pero se merecía mis masajes y caricias, era bueno en eso. Ella puso sus manos en mis hombros sosteniéndose para que siguiera, cosa que seguí haciendo.

(Que Dios bendiga su cuerpo)

—Que Dios bendiga ésta piel suave —musité en voz alta pero ella escuchó y rió un poco.

—Ya sé lo que quieres.

—Oh, ¿en serio?

—Sí, sino que no lo pides y estás haciendo otra cosa...

(Interesante. Tentador...)

—Tal vez tengas razón, tal vez no —me encojo de hombros mientras sigo deslizando mis dedos por su piel —, nadie sabe lo que piensa uno del otro.

—Se llama "intuición", y mi intuición nunca falla.

—Vaya, ¿y qué te dice o piensas que es?

—Dejaré que tú lo adivines.

Creo que ya sé que es.

Atraje con mis manos a Jenissia y pegué mis labios con los suyos, entrelazando y formando nuestro ansiado beso, eso era lo que yo quería y lo que ella pensaba que quería, tenía razón y se siente grandioso hacerlo y sentirlo por dentro, sentirte vivo y con ganas de dar y recibir más, intercambiar, regalar y aceptar, todo eso estaba escrito en sus labios.

(Y en sus movimientos sensuales y ritmo lento al besar)

Quiero quedarme así y seguir besando a Jenissia. Quiero sentirme vivo.

-----------------------------------------------------------

Más momento de pareja y momentos fuertes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro