El Aprendiz de Zeus Cap.5

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En el Infierno no se sabía cuándo era de día y cuándo era de noche, Hades me habló de éste lugar y me explicó cada pecado y delito y dónde podías aparecer en los Nueve Círculos del Infierno, eso bastó para que me pusiera a hacer cosas buenas y de no morir, ser ladrón ya no era bueno para mí. Le conté cuando Ares me dio una paliza y murió a carcajadas, no le pregunté nada de Perséfone ya que ella parecía feliz con él.

—¿Crees en los seres celestiales, Tom?

—Antes no creía tanto en ustedes pero mírame ahora, creo que también debería creer en los seres celestiales.

—Existen, Tom, al igual que las Subespecies del mundo creados por el Esclavo Mestizo: Elfos, Anihumanos, Hadas. Esos fueron los más importantes pero él creó a otros también: Centauros, Sátiros, criaturas no animales, y las Sirenas.

—¿Sirenas? —interesante nombre.

—Yo vi algunas en mi vida, son mujeres mitad pez, todas son mujeres.

—¿Son malvadas? —parecía interesante hablar de historia ahora que sé de las Sirenas.

—¡Por supuesto que no! Sólo buscan algo en sus vidas: un Rey o un Dios, como su padre y creador, el Esclavo Mestizo. Cuando las ves ellas te enamoran, son encantadoras, extrovertidas y hermosas, con tan sólo mirar a una de ellas ya caes en una fantasía amorosa, una tentación, un hechizo. A ellas no les importa el género, se enamoran de hombres y mujeres con tal de buscar a alguien que las cuide y ayude en sus problemas.

—Yo debería serlo —musité —. Sería interesante ver una.

—Vayamos, siéntete bendecido por ser llevado a ver Sirenas conmigo.

(Dramático)

Hades usó unas cenizas y me llevó a una costa donde el agua era totalmente tranquila, sin olas, sin movimientos ni nada, era hermosa de ver así sin movimiento y la costa era de flores y grama antes de arena, no parecían haber habitantes a lo lejos.

—Tal vez no las veas pero ellas te ven a ti a través del agua, sin duda son criaturas fantásticas pero no son populares y, lamentablemente, ganaron mala fama. Existen pestes que intentan capturarlas pero yo lo evito, ellas son tan buenas que no son capaces de defenderse y de no hacerle daño a nadie. Pero no están en peligro de extinción. Tal vez me reconozcan, es uno de mis lugares donde me siento aclamado pero tal vez les llame la atención tu cabello rojo.

—¿Si me acerco no electrocutaré el agua o algo así?

—Dijiste que no sabías usarlos. No les harás daño, acércate —dí unos pasos más al agua lisa, no veía nada, ni siquiera con el sol bien reflejando en el agua —. Ah, y no temas, son inofensivas, no saben lo que es hacer daño pero te protegerán si es posible. Si te encariñas mucho, tal vez te arrastren al fondo del mar con ellas.

Tragué saliva al escuchar eso. Está bien, Tom, son inofensivas después de todo, confía en el viejo Hades y no las electrocutes.

Me quité mis zapatos y me subí el pantalón y me puse en la orilla del agua, nada salía del agua.

—¡Me mentiste, Hades, no salió nada!
—le reclamé.

—Adéntrate más, quítate la camisa y entra —me quité la camisa y entré al agua. Nada fuera de lo común. Pero aproveché de bañarme y disfrutar del agua, me siento como Poseidón aquí en el agua, al moverme toda el agua se mueve conmigo.

—¿Por qué Poseidón no se hace cargo de las Sirenas? —pregunté.

—Porque no les pertenece, el agua es de Poseidón pero las Sirenas no son de él aunque vivan allí.

Mientras nadaba sentí algo puntiagudo en mi pie izquierdo y me quedé tieso en el agua flotando. Hades seguía comentándome de los Ángeles y esas cosas pero dijo que sería casi imposible ver uno de ellos aquí y menos en el Olimpo.

Algo me tocaba las piernas, ahora era algo suave que me causaban terror en vez de cosquillas, eran como los dedos de alguien.

—Ha-Hades, alguien me está tocando por debajo.

—Cuidado con la entrepierna —bromeó.

—¿Son ellas?

—Sí.

Yo estaba un poco emocionado pero a la vez asustado de que ellas me tomaran y me ahogaran debajo del agua, no se veía nada en el agua, era como estar ciego o estar en agua salada pero ésto es agua dulce.

En un momento quise sumergirme para verlas pero tal vez se asusten, bajé mi cabeza al agua para ver pero no había nada, empezaba a desesperarme por ver una de ellas. Decidí alejarme más de Hades, tal vez no salían porque estoy casi cerca de la orilla. Me adentré un poco más lejos.

Me dí la vuelta para no mirar más a Hades, parece ser alguien bueno pero un tanto raro, y no me lo imagino cuando está de mal humor. Mientras seguía quieto, sentí unas manos tocar mi abdomen, manos suaves y lisas, no eran las mías, por supuesto. Unas manos salieron del agua y subieron hasta mis hombros recorriendo todo mi pecho lentamente, eran los brazos y manos de una Sirena que subía a través de mí para la superficie.

La Sirena que me tenía subió para verme y se reveló, sus ojos eran verdes y su cabello negro, sus pechos estaban cubiertos por el agua pero tienen capas de algo similar a algas cubriéndolas. Hades tenía razón, son hermosas hasta morir, si quisiera yo viniera a verlas todos los días, hasta me haría el rey que tanto anhelan tener.

Tenía una mirada curiosa, examinaba cada parte de mi rostro mientras yo miraba sus labios y contemplaba su belleza.

(Es como ver a una Afrodita del agua)

—Es cierto lo que dicen: son hermosas —la Sirena rió tímida. Logró entenderme.

—Dime tu nombre, apuesto Humano
—pidió ella, su voz era la de una diosa, transmitía amor y cariño, además de una seguridad que te encadenaba enseguida.

—Tom, Tom McFly —le dije mi nombre con una sonrisa boba.

—McFly... —repitió mi apellido y yo reí un poco por la forma en que lo dijo, lo dijo sin saber cómo pronunciarlo.

—¿Tienes un nombre? —pregunté un poco avergonzado.

—Sí, pero no tenemos permitido darles nuestros nombres a Humanos que no sean de confianza —respondió sin deshacer su sonrisa en sus labios.

—¿No soy de confianza?

—Por ahora no, pero para mí, sí —sentí un cosquilleo en mi entrepierna, creo que me estoy enamorando.

(Son preciosas y perfectas. Esclavo... Te pasaste)

Oh, vaya, yo… —la Sirena no me dejó terminar porque, sin haberlo imaginado, me besó, unió sus labios con los míos y se sintió increíble, y dulce...

Estaba cayendo en un juego, en su juego, pero no quiero perder, son hermosas, y casualmente una me está besando sin movimientos, pero se siente excelente. Siento un leve ardor en mis ojos. Yo no sé qué pasó con Hades pero ya no me importa, esto es todo un lugar feliz.

Ella se separó y se puso cerca de mi oreja para decirme algo.

—Nada conmigo, Tom, nada. Libérate y déjame mostrarte algo.

—¿Me vas a matar? —le pregunté desconfiado.

—No, eres mi elegido personal. Me gusta tu cabello. Sólo por una vez, déjame mostrarte algo.

—E-Está bien —acepté. Ella se separó hasta mi frente y empezó a sumergirse conmigo lentamente en el agua.

(Seré su rey)

Pensé que no vería nada pero es todo lo contrario, puedo ver claramente y también puedo ver claramente a la Sirena al frente, sus pechos son magníficos y están cubiertos por una capa marrón que le queda bien, además de su gigantesca aleta azul brillante. La Sirena me veía, estaba muy curiosa viéndome mientras que yo aguantaba la respiración bajo el agua.

—Sígueme —habló claramente bajo el agua, ella empezó a nadar con su cola, era veloz y yo no la alcanzaba, cuando se dio cuenta, se devolvió y rió un poco —. Lo siento, lo olvidé.

Intenté decir "no importa" bajo el agua pero en vez de eso gasté aire. Me tomó de la mano y me llevó con ella. Mientras nadábamos veía a los lados, habían Sirenas nadando y disfrutando, entendía a la Sirenas debajo del agua pero ojalá ellas a mí. Algunas Sirenas cuando me veían me saludaban con la mano y otras me enviaban besos. Quiero una novia Sirena, por favor.

La Sirena sólo me alejó de Hades y me dirigió más al centro del mar, habían Sirenas por todos lados y se me acercaban, a algunas les saludaba con la mano, volteé por todos lados y no veía siquiera la arena y tampoco la superficie y me estaba quedando sin aire. Me estaba alborotando por el aire y quise salir a la superficie pero ellas no me dejaron. Me estaba alterando.

—Tranquilo —dijo la Sirena que me trajo, era mi preferida. Ella me tomó y me besó, sentí que me estaba dando aire por su boca y me sentí aliviado y lleno otra vez.

No tenía cómo agradecerle con palabras, en cambio me acerqué y le dí un beso en su mejilla izquierda y vi su sonrojo mientras que las otras Sirenas la envidiaban porque me tenía.

Parecía un rey entre ellas, todas me miraban con sonrisas y halagos, quería expresarme pero no podía, tampoco quería quedarme quieto. Empecé a nadar y ellas me miraron con confusión pero les hice seña para que me siguieran y todos empezaron a hacerlo, era como una manada siguiéndome.

Nadé hasta quién sabe dónde y me detuve, todas me siguieron y escuchaba sus piropos y halagos.

—Su cabello es hermoso.

—Es apuesto.

—No nos teme.

—Y es adaptable.

Eran diferentes halagos y me sentía amado y cómodo, ¿por qué tendrán mala fama? Son todas unas diosas y es una lástima que no pueda decírselos.

—¿Será el elegido? —preguntó una de ellas, fruncí el ceño confuso y curioso.

—No, sé sus intenciones y debe tener causas y ocupaciones —dijo mi sirena, quisiera saber al menos su nombre.

Todas se desanimaron en ese momento pero les hice una señal de que no se preocuparan y abrí mis brazos a los costados, ninguna entendía lo que hacía pero para explicar mejor yo abracé a mi sirena y todas en ese momento entendieron lo que hice. Las iba a abrazar a todas, eran como unas veinte en total.

A todas las abracé y se animaron de nuevo, algunas querían besarme pero la Sirena que me trajo marcaba territorio y decía que era de ella. Me estaba quedando sin aire de nuevo y ella me volvió a besar para darme aire, no era un simple beso, era un beso de salvación y amor a mí.

A ella le hice una señal de que tenía que irme y entendió, me tomó y me llevó a un ritmo lento y relajante, pero aprovechaba de jugar conmigo bajo el agua, incluyendo halagos y besos en mis mejillas, de verdad que aman a las personas y que se enamoran.

(Y también lo hacen con las mujeres)

La Sirena me llevó hasta la superficie, localicé a Hades, parecía estar dormido en la arena.

—¿Te vas? —preguntó ella.

—Lamentablemente, sí, pero fue bueno conocerlas y saber que son unos amores.

Ella se entristeció.

—¿Volveré a verte?

(Ay, qué mal)

—No lo sé, solo mi amigo conoce éste lugar, pero tal vez venga de nuevo.

Ella bajó su cabeza manteniendo su expresión triste, me sentí culpable, tal vez sí necesitaban a alguien que las cuide. Le alcé la cabeza con mi mano derecha en su barbilla lentamente.

—Vaya que sí son caprichosas. Nunca supe tu nombre y sería…

—Danica —dijo su nombre.

—Danica, ¿eh? Bien, debo irme —ella me abrazó con fuerza y sentí que no me solitaría.

(Sentir los pechos de una Sirena se siente excelente)

—Nunca olvidaré tu cabello, nunca olvidaré tu apellido, Tom.

—Bien, tendré en cuenta éste lugar —terminé y vi cómo se fue nadando en el agua y su cola salir y entrar en el agua.

Nadé hasta llegar a Hades, estaba dormido en la arena y tenía un pequeño cangrejo en su pecho.

—Hades, Hades... —no se despertaba por mis llamados —¡Hades! —despertó sobresaltado y el cangrejo salió volando de su pecho.

—¿Qué? —preguntó con enojo.

—Ya terminé con las Sirenas. Tenías razón, son fantásticas —él me dio una sonrisa para que supiera que tenía razón.

—¿Lo ves? Y la gente no las toma en cuenta, los hombres tendrían unas mujeres especiales, hermosas y buenas para enamorar, tendrían a una Sirena como esposa. Un dato curioso es que si pasan más de tres horas fuera del agua se convierten en Humanas, lo que no le es problema para ellas, pero no saben usar piernas Humanas.

—Vaya, sería interesante tener una —me dí vuelta y miré el mar —. No entiendo por qué tienen mala fama, son seres que... necesitan amor.

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¿Quién quiere una Sirena 7w7?

De tantas Subespecies las Sirenas son mis favoritas, es cierto que nadie las toma en cuenta, tristemente :'v, no me maten, igual ellas reciben amor, y ahora el amor de ustedes.

Es cierto que tienen gusto por ambos géneros, no le dan importancia a eso, sólo quieren expresar sus bonitas opiniones y su cariño, además de su lujuria...

Otro dato es que las Sirenas, mis Sirenas, fueron basadas y inspiradas en todo lo bueno y hermoso de las mujeres y su conexión y cómo sería su representación en el mar abierto, fue una razón para que el Esclavo Mestizo las creara y fue una razón también para incluirlas en éste mundo, así que les pido que voten por el capítulo.

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