NINE

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RAQUELLE

.    .    .    .    .    .    .    .    .    . 

Peter es el primero en sacar las garras, luego tomo mi daga y lo miro.

—Saca toda tu furia, Hale.—Le digo antes de que el rugido de los hermanos se escuche.

Peter me mira y asiente.—Suerte, abejita.

—¿Abejita?

—Por qué no para de zumbar, o en este caso hablar.—Al terminar de decir eso su cuerpo se impulsa hacia adelante sin darme tiempo a reaccionar y poder atacar con él.

Peter ruge y se tira directo hacia Aiden, corro hasta llegar al frente de Ethan. 

Las garras de Ethan pasan al frente mio pero yo las esquivo.

—No quiero herirte.—Dice esquivando la daga que casi corta la piel de su costilla.

—Entonces no lo hagas, rindanse.—Miro como las piernas de Ethan se separan y yo me tiro hacia abajo deslizándome hacia el otro lado. Eso no lo vio venir, la daga roza su espalda antes de sentir como es arrojada. Ethan se había dado vuelta y con sus garras lanzó la daga hacia aun lado.

—No podemos.—Dice con un quejido. Una mueca aparece  en mi rostro cuando sus garras rozan mi labio y este se corta, siento como el sabor metálico se hace presente.

—Revelense o yo que sé,—Doy pasos hacia atrás hasta alcanzar la daga y clavarla en la mano de Ethan, él estaba a punto de clavar sus garras.—son hombres lobo, muestrense.

—Necesitamos una manada.—Dice dando un paso para atrás, tomé mi daga por lo que le obligó a retroceder para que se defienda.

—Sean su propia manada.

Al decir eso, clavo mi daga en su estómago y luego siento mi cuerpo ser impulsado hacia atrás para luego chocar contra la pared.

Peter está al frente mio con algunos rasguños y cortes, tiene sangre en la mayoría de su pecho. Él se gira a verme y de pronto las luces se cortan. Sus manos toman mi cintura y me levanta con cuidado. Aprovechando eso y que los gemelos aún no vieron dónde estamos, empezamos a correr.

—Apresúrate.—Me dice el lobo al mismo tiempo que yo choco con una mesa.

—¡Me cago en la..!

—Vocabulario.

—Lo siento, fósil de dinosaurio.

Peter abre una puerta y nos sentamos a un costado para tomar un poco de oxigeno antes de empezar a caminar de nuevo.

—Parece que la inyección no duró mucho.—Me mira con reproche, yo levanto una ceja.

—¿Que esperabas que fuera?, ¿magia?—Lo miro, él resopla y niega.

—No se, algo que durara más

—¿Viagra?—Digo con una sonrisa, él pone su rostro serio.—Lo siento, uso el humor cuando estoy nerviosa o cuando tengos ganas de hacer pipí, y ahora mismo estoy nerviosa y tengo ganas de hacer pipí.

—¿Por qué usarías el humor para cuando te hacer...Pipí?

—Oh, ya sabes para poder olvidar que-

Una exclamación de entendimiento sale de mis labios.—Era una pregunta retorica.

—Si.—Asiente a lo que yo hago lo mismo. Incómodo.

—¿Qué te parece si empezamos a correr otra vez?—Digo una vez que noto las luces parpadear otra vez.

—Esa es una muy buena idea.

Peter me ayuda a levantarme y los dos nos mantenemos a pie juntos. ¡Viva el trabajo en equipo!

—Mira, para, para.—Le digo viendo un cuarto  solitario, él, como todo Hale dramático, patea la puerta y entramos. Peter se deja caer en una camilla y yo cierro la puerta con cuidado, miro por la ventanilla de la puerta.

—Esos gemelos empiezan a irritarme.—Dice peter con la respiración agitada mientras se sostiene el costado de las costillas. Me alejo de la puerta y miro detrás mio, hay apósitos, banditas y más.

—¿Que haces?—Me pregunta cuando ve cómo empiezo a rebuscar, no le respondo. Tomo unos vendajes y un limpiador antibacteriano, solo me falta una cosa.

—Sulfato de neomicina...—Empiezo a susurrar buscando entre las cosas.— ¡Aqui!, Desoximetasona.—Tomo una crema de allí que ayudara a sanar una herida y me acerco a él.

—¿Que haces?—Vuelve a preguntar pero lo ignoro de nuevo.

—Levanta tu camiseta y—Me giro a buscar algún paño, nal lado de la camilla hay uno asi que lo tomo y se lo tiendo.—muerde esto.

—Me curaré-

—Te curarás pero tardarás mucho más de lo que piensas por que, no importa si lo quieras admitir o no, ellos son alfas y tu un omega, actualmente sin manada.—Veo como rueda sus ojos.—Y Derek no cuenta como manada por que es tu sobrino.

Peter exasperado levanta su camiseta.

Oh, por dios. Sin palabras. ¿Es que acaso todos los Hale tienden a estar buenísimos o que?

Carraspeo y apoyando las cosas al costado de la camilla, tomo el gel antibacterial y lo paso por mis manos, una vez seco tomo el apósito y busco el peróxido de hidrógeno, o mejor conocido como agua oxigenada, en algunos lugares.

—Mierda, lo olvidé.—Me acerco al estante en donde se ubicaban los vendajes y demás, veo una botellita con letras rojas. 

Me acerco a Peter y lo miro.—Te recomiendo que muerdas eso o gritaras. 

—Por favor, soy un hom- ¡Carajo!—Dice abriendo en grande sus ojos y apretando los dientes. El agua oxigenada tiende a arder o dar esa sensación ya que "mata" a bacterias y demás.

—Te lo dije.—Digo mientras paso con cuidado el apósito por las heridas para así limpiar el area de sangre seca y demás.

Luego tomo la crema y la unto contra las heridas cuidadosamente, escucho un gruñido de él. Rio por lo bajo.

Él se aclara la garganta y siento sus ojos sobre cada movimiento mio. Desconfianza. Desconfía de mí, y no lo culpo, mi madre fue una mierda,y ni hablar de el resto de los Argent.

—¿Donde aprendiste a hacer...Esto?—Me pregunta mientras yo sigo con el trabajo de curarlo.

Apoyo con cuidado los apósitos sobre las heridas, tomo los vendajes y hago que estos den vueltas sobre la costilla, espalda y que vuelva a su lugar.

—Cuando era pequeña, volvía golpeada y lastimada de los entrenamientos para, ya sabes- eh, para ser cazadora y pues, a veces era demasiado difícil no volver con cortes extremos. Así que un día decidí que quería saber curarme para no tener que llamar a mi abuela. Ella era dulce y no merecía saber sobre nosotros.—Aclaro mi garganta cuando me doy cuenta que me estoy desviando de tema.—Siguiendo y mirando cada movimiento y cosa que tomaba mi abuela para curarme fue como aprendí, lo que tuve que aprender sola y sin ayuda fue a cocer. 

—Eso, es realmente duro.—Dice Peter una vez que termino de curarlo y guardo las cosas que encontré en su lugar.

—Lo se, pero eso me hizo quien soy. —Digo sonriendo, me volteo y lo veo con mi sonrisa antes de agregar:—Y me gusta quien soy.

—¿Cómo saldremos?—Pregunta cortando los minutos de silencio en el que nos quedamos.—Porque si seguimos permitiendo que nos den palizas, se cansarán y se darán por vencidos.

Lo miro con incredulidad.—Esa fue la idea más estúpida que oí en mi vida. Son alfas, ellos sabrán si están bien o no. Nosotros, pues tú, literalmente hablado, estás peor que un muerto, yo soy una cazadora, pero por primera vez dudo poder con dos alfas que se convierte en una especie de Ultrón-Hulk, con solo una daga.

Nos quedamos en silencio hasta que mi vista se enfoca en algo delante nuestro. El conducto de carga de prendas sucias.

[...]

Stiles mira por todos lados con miedo hasta que ve que soy yo quien toca la puerta con Peter a lado mio.

—Perdón.—Dice abriendo las puertas descuidadamente.

—Ayudame a meterlo.—Le digo y entre ambos lo cargamos entrandolo. 

Unos pasos se escuchan atrás nuestro y yo por inercia levanto mi daga dando la vuelta para enfrentarme al posible alfa y así poder clavar la daga de una vez por todas, peropara mi sorpresa Scott sostiene mi mano antes de que pudiera clavarsela en el pecho.

—Dios mio, estás bien.—Le digo mientras lo apretujo en un abrazo, luego me separo y le golpeo la mejilla.—Tarado, no asustes a alguien con entrenamiento casi asesino.

—Lo siento.—Dice con una sonrisa en su rostro.

—¿Dónde están Jennifer y Derek?—Pregunta Stiles haciendo que nuestra atención este en él. 

—Debo regresar por ellos y por mi mamá.—Dice Scott acercándose a mi amigo, justo en ese momento veo como un camino de sangre yace en su cien y va bajando hasta su pómulo y más abajo.

—Bien, dos problemas.—Dice Stiles mirándonos.—Kali tiene las llaves de esta cosa, y vi a los gemelos hace treinta segundos.—Cuando dijo los gemelos me mira directo a mi, yo trago fuerte.

Un ruido adentro del hospital hace que no volteemos a verlo, Scott nos mira.—Quédense aquí.

Sin dejarnos tiempo para responder él se va corriendo hacia allí adentro, yo me meto en la ambulancia y cierro las puertas detrás mío, soltando un suspiro.

—¿Que te sucede?—Me pregunta Stiles sentándose al lado mío, yo cierro los ojos dejando caer mi cabeza hacia atrás. Stiles me mira pacientemente, sabe que necesito mi tiempo cuando tengo que expresarme desde dentro.

—Hay, no lo se, se que hay a-algo...Algo hay.

—Respira.—Me dice Stiles apoyando su mano en mi brazo, le hago caso.—¿Listo?

Asiento con mi cabeza, aún con mis ojos cerrados.—Siento que, no lo se, algo, o sea, hay algo que saldrá mal. Pero es solo un presentimiento estúpido, no le-

—No, está bien, Quelly. Recuerda que estamos en el mundo sobrenatural, cualquier presentimiento...Puede significar algo.

—¿A qué te refieres?—Digo abriendo los ojos y mirándolo, al hacerlo me doy cuenta de que estoy sentada sola y al frente mío están Stiles y Peter, el último parecía estar a punto de dormirse.

—¿Raquelle?—La voz del pálido me hace mirarlo

—¿Si?

—¿Estás bien?

Asiento con los labios apretados. ¿Que carajo me pasa?

[...]

El auto de mi tío se frena al lado de la ambulancia y yo salgo con una sonrisa.

—¡Raquelle!—Stiles me mira con incredulidad. Cierto, tenía que ayudarlo con Cora.

—Lo olvidé.—Tomo a Cora de los hombros y Stiles de la otra mitad del cuerpo. 

—Muy bien, vamos.—Me dice mientras Peter se acerca para sostenerla y entrar con ella al auto.

Una vez ya tenemos a la loba dentro del auto Stiles cierra la puerta mientras yo me acerco al auto.

—¿Stiles?, vamos.—Dice Isaac viendo como mi amigo no cerró la puerta. Mi ceño se frunce, en esa parte estaban los datos de los pacientes, si mal no recuerdo, y...Oh, carajo, la firma. Padre, madre o tutor.

—Stiles, ni se te ocurra.—Susurro acercándome a él, pero como hoy todo parece girar en el entorno negativo, él se aleja empezando a correr. 

Mis ojos se abren y miro a Peter y a Isaac. 

—Dile al tío Chris que volveré.—Le murmuro  Isaac antes de empezar a correr detrás de mi amigo. No voy a dejarlo solo, y menos en esto.

Al entrar empiezo a correr dirigiéndome a las pisadas rápidas que retumban en el suelo.—¡Stiles, soy yo!—Digo girando en el siguiente pasillo, allí está Stiles mirándome.

—¡Vamos, vamos, vamos!—Dice mientras hace unos movimientos con la mano que acompañan sus palabras.

Ambos empezamos a correr hasta que frenamos en frente del elevador, las puertas están abiertas y Derek se encuentra en el suelo de este. 

—Stiles, vamos.—Le digo, él sigue mirando a Derek pero con un poco de pesar tomo su mano y l jalo hasta que empezamos a correr otra vez, subimos a una escalera que nos lleva a la terraza de esta. 

Scott y Deucalion se encuentran allí, ambos enfrente del otro.

—Scott.—Pronuncia Stiles con cuidado, yo me pongo junto a él. Scott nos mira a ambos.—No hagas esto, no tienes quehacer esto.

—No se que más hacer.—Dice él con la voz apagada. 

—No, hay...Scott, tiene que haber otra cosa.—Dice mi amigo con lagrimas en sus ojos.

—Scotty, siempre tenemos un plan B.—Digo acercándome a él, Scott se gira por completo a vernos. Sus ojos se fijan en los míos y yo le sonrio mientras niego lentamente.

—Esta vez no.—Dice Scott viendo a Stiles. Yo me acerco más a él, estoy a tan solo unos pasos.

—Scott, no hagas esto.—Camino hasta llegar a él, sus labios se entreabren queriendo decir algo pero sin saber como decirlo.

—No hay opción, Raquelle.—Dice luego de unos silenciosos segundos. Deucalion se mantenía neutro.

—Scott.—Llama Stiles, Scott da un paso atrás y luego mira a mi amigo.

—Voy a encontrar a tu papá.—Dice con firmeza.—Lo prometo.

Scott me mira y yo contengo las gotas saladas que quieren salir de mis ojos. 

—Cuídate, necesito que me prometas eso, por favor.—Le susurro mirando a sus ojos con fijeza, sé que a veces le incomoda que lo miren muy fijo. 

—Lo prometo.—Dice mirándome unos segundos más antes de que él se de la vuelta y se vaya con Deucalion dejándonos ver a Stiles y a mi su espalda.

—¡SCOTT!—Grita Stiles, yo no dudo en acercarme a él y nos abrazamos. 

—Estaremos bien, Stiles. Él lo estará. Lo prometo, lo prometo.—Digo una y otra vez mientras él cae en el suelo y yo lo contengo en mis brazos. No caerá solo. Nunca lo dejaría. 

—Vayámonos.—Dice Stiles con la voz quebrada, yo asiento y lo ayudo a levantarse. Volviendo a bajar las escaleras, llegamos a donde está Derek y miro a Stiles.

Stiles me mira y luego a él. —Stiles, recuerdas como levantaste a Derek el día de la bala, cuando él se estaba muriendo.—Stiles asiente y se pone arriba del lobo. Luego respira hondo y le da un puñetazo en el rostro. Él no reacciona, Stiles me mira.—Trata de nuevo.—Le digo mientras me acerco, Stiles alza el puño y cuando va a golpearlo, Derek se levanta de repente sosteniendo el puño de Stiles antes de que este se estrellara contra su rostro.

—¿Donde está?—Pregunta Derek luego de unos segundos de re calcular en donde está.

—¿Jennifer?—Le devuelve la pregunta Stiles, él lo mira.—Se fue, con la mamá de Scott.

—¿Se la llevó?—Derek me miro a lo que yo asiento llevándome una mano a la boca para morder mis uñas, juro que es inconscientemente consciente. 

—Si. Si eso no te parece una patada en las bolas, Scott se fue con Deucalion.—Dice Stiles sacando su "furia" interna.

—Así que debemos irnos de aquí, la policía está por venir,  entonces debemos largarnos de aquí, ahora.—Digo mirándolos. Stiles sigue arriba de Derek, una sonrisa picara se extiende por mi rostro, confirmación numero cuatrocientos ocho de que Sterek es real.

Stiles sacude su cabeza y levanta a Derek.

—Espera. ¿Y Cora?—Dice Derek, yo lo miro y le sonrio.

—Tranquilo, perro, Cora está con mi tío, Isaac y Peter.—Digo, no estoy tan segura pero no quiero alterarlo. Veo como sus ojos ruedan sobre estos. Mi comentario le sube el animo.

Stiles y yo ayudamos a Derek a salir, Derek pidió que lo lleváramos a su auto y eso hicimos. Él se subió y sin despedirse nos dejó. 

Ahora, Stiles y yo estamos en el hospital, tenemos las manos entrelazadas, él está nervioso por lo que necesita tener algo a mano con lo cual pueda usar para entretenerse, en este casi, mi mano. No me molesta que apretuje mis dedos y los de vuelta mirándolos o que cuente las lineas que hay en mis huellas o las manchas blancas de mis uñas, de las cuales creí desde los cinco años que la cantidad de esas significaba que tan inteligente eres.

Un ruido de pasos hizo que ambos levantemos la cabeza.—Carajo.—Digo mirando al hombre alto de piel morena y cabello castaño, que por cierto es el padre de mi amigo, Scott McCall. El al vernos se nos acerca.

—Dios, esto no puede ser más perfecto.—Dice Stiles a lo que yo sonrio y le doy un apretón a nuestras manos entrelazadas.

—Argent.—El hombre me saluda, yo le sonrio con falsedad.—Un Stilinski en medio de todo este lío. Que sorpresa. ¿Podrías responder algunas preguntas sin tu habitual nivel de sarcasmo?—Pregunta el mayor haciendo que suspire.

—Solo si tú preguntas sin tu habitual nivel de estupidez.—Responde mi amigo a lo que yo río por lo bajo. Esa fue una muy buena respuesta, ¿pero que estoy esperando de Stiles?, él es el rey de las respuestas de todo tipo.

—¿Donde está tu padre, y por qué nadie pudo contactarlo?—Pregunta Rafael McCall, dio justo en el blanco. 

Stiles tensa su mandíbula.—No lo se, no lo he visto hace algunas horas.—Responde mi amigo.

—¿Está bebiendo de nuevo?—El mayor lo mira, no logro descifrar si quiero golpearlo o clavarle algo en el ojo. Solo sé que mi ojo está teniendo un tic nervioso.

—¿Como "de nuevo"? Nunca tuvo que dejarlo. 

—Pero tuvo que moderarse. ¿Está bebiendo como antes?—Agrega el señor haciendo que mis ganas de ahorcarlo con mi cinturón aumenten.

—¿Que te parece esto? Cuando lo vea, le haré una prueba de alcoholemia. Recitaremos el alfabeto. De la F a la U. —Dice Stiles haciendo que una sonrisa se cuele por mi rostro.

—¿Y si me dices que diablos sucedió aquí en vez de dejarte en vergüenza frente a tu novia?—Dice a lo que yo hago una mueca.

—Señor McCall, ¿que diablos se metió antes de venir aquí?—Le pregunto a lo que él me mira con una ceja alzada y el rostro serio, se que por dentro está sorprendido por mis palabras.—Él es mi mejor amigo, y yo soy la de él. Y aún así, si yo fuera su pareja no habría nada que me de vergüenza de un chico inteligente y sarcástico que puede hacer que un oficial de policía quede en ridículo haciéndole hundirse en sus propias palabras. Así que le sugiero que empiece a normalizar la amistad entre hombre y mujer.

Nos quedamos en unos segundos de silencio en los cuales solo se escuchaban nuestras respiraciones y las personas hablando en el fondo. 

—No sabemos que pasó aquí, estuvimos encerrados en los ascensores todo el tiempo.—Dice Stiles, él me mira de reojo y yo le asiento al progenitor de mi mejor amigo.

—No fuiste tú quien puso el nombre en las puertas, ¿o sí?—Dice el hombre, Stiles y yo nos miramos y miramos al mayor que está al frente nuestro.

—¿Que nombre?—Pregunta Stiles a lo que el hombre me mira. 

—Argent.—Dice con voz dura. Yo lo miro tratando de encontrar cualquier atisbo de broma en sus ojos, peor no es así, solo hay pura seriedad. .

[...]

Allison, Stiles y yo entramos al departamento junto al Tio Chris. 

—La palabra es "guardián", Allison. Tú más que nadie sabe que es una función que no estuve cumpliendo.—Dice Christopher Argent, los tres pasamos a su oficina y nos situamos frente a él.

—Llevó a la madre de Scott y al padre de Stiles.—Dice Allison. —No es coincidencia.

—Si, yo también consideraría que escribieron tu nombre muy grande en las puertas del ascensor.—Stiles habla mirándolo.—Eso me pareció una advertencia.

—No, escribieron nuestro apellido. —Digo mirándolo luego una sonrisa ladeada aparece en mi rostro.—Ojala que le toque al viejo decrepito.

—Raquelle.—Me recrimina el tío Chris, yo me encojo de hombros.

—No me lo niegues, todos aquí deseamos eso. Solo que yo soy la única que se atreve a decirlo.—Digo con la ceja elevada, Stiles asiente casi imperceptible y Allison apreta sus labios para no decir nada, se que está de acuerdo conmigo. El tío Chris suspira negando.

—Creo que podría ser Morrel.—Habla mi prima haciendo que retomemos la anterior conversación.—Sabe mucho más de lo que dice, y quizás esté tratando de ayuda.

—Pues tiene que hacerlo mucho más rápido.—Dice Stiles.—Faltan menos de dos noches para el eclipse lunar.

—Stiles, no pierdas las esperanzas.—Dice el mayor haciendo que él baje la mirada, me acerco al nombrado y lo abrazo de costado, él pasa un brazo por mi cintura, haciendo que estemos abrazados de lado. El tío Chris nos mira.

—Lo se, pero ya podría estar muerto.—Dice Stiles con pesar.

—No creo.—Dice Chris.—Hay algo en la táctica de Jennifer. Sigue posicionándose , acomodando las piezas.

—Si, y tú eres una de ellas.—Digo separándome cuidadosamente de Stiles, este se sienta en la silla que está a nuestro lado, me acerco más a la mesa donde mi tío se encuentra.

—Entonces no esperemos su próximo movimiento. Todo lo que hizo estuvo en una corriente telúrica. Entonces Melissa y el sheriff deben estar en una de esas corrientes.—El tío Chris abre un mapa con cruces en este y muchas lineas trazadas con lápiz.—Stiles, para encontrarlos, necesitamos tu ayuda.

—¿En serio quieres ir tras ella?—Dice con incredulidad, Stiles.—¿Y si te lleva como a los otros? No te ofendas pero, ¿que diferencia hay entre tú y ellos?

El tío Chris saca algo de abajo y cuando lo mueve hacia arriba, nos deja ver el arma que sacó de allí.—Tengo una calibre 45.—El tío Chris pone el cargador, donde se encuentran las balas nuevas, de una manera muy cool.—Podrá curarse de un tiro en la pierna y unos cortes en la cara, pero quisiera ver como se las arregla con medio cráneo volado. Ahora tenemos una prioridad, encontrar a Melissa y a tu padre. Tenemos un mapa y las pistas para resolver esto. Lo que no tenemos es tiempo. Por eso los necesito a los tres.

Stiles inspira hondo y sopesa por unos segundos su respuesta.—¿Por donde comenzamos?

Una sonrisa se cuela por mis labios. Ese es mi amigo.

Tio Chris arregla unas cosas y hace que nos acerquemos a ver el mapa.

—Los sacrificios se cometieron generalmente donde no se encontraron los cadáveres. Creo que el lugar tiene que ver con la fuerza de la corriente. Así que están la escuela, la clínica de animales, el banco.—Con una luz de rayos ultravioletas pasa en el mapa cada lugar mencionado.

Y pensar que Allison lo había puesto en la lista de sospechosos.

—Espera. Ella no utilizaría dos veces el mismo lugar, ¿o sí?—Stiles pregunta haciendo que Allison y yo nos miremos.

—Solo si no lo logra la primera vez.

—El jefe de Scott—Murmura Allison cuando el tío Chris coloca la luz contra el lugar en el mapa.

—Deaton.—Decimos Stiles y yo al mismo tiempo.

—Fue su única falla. Eso podría significar algo.—Dice el mayor.

—Es solo un lugar hasta ahora. Necesitaremos mucha más ayuda.—Dice Stiles, Allison parece pensar algo.

—¿Y que hay de Lydia?—Allison habla.

—¿Lydia?—Pregunta el Argent sin entender.—¿Que puede hacer ella?

—Lydia tiene cierto talento. De algún modo encontró un par de cadáveres sin buscarlos.

—¿Que es, médium?—Pregunta con un tono divertido Christopher.

—Tio, Jennifer había dicho que era, pero lo olvidé.—Digo mirándolo mientras muerdo mi labio.—Se que había dicho algo con grito y llanto. No recuerdo más. 

—Luego veremos, ¿está bien?—Dice él haciendo que yo asienta.—Ahora tenemos una misión que cumplir.—Yo sonrio mirándolo.

—¿Traigo a los bebés?—Pregunto a lo que él asiente con una sonrisa divertida. 

Me meto en el armario del costado y selecciono algunas de las armas que hay allí, mis dagas, una ballesta, el arco de Ally, y una MK47, esa es mi favorita. Luego salgo del armario y las coloco alrededor del escritorio, Stiles me mira y Allison sonrie al ver su arco, Chris me mira con la ceja elevada.

—¿Que?, no me pude resistir.—Digo cuando me ve armando la MK47 con todas sus piezas.

—Creí que ustedes estaban retirados.—Dice Stiles mirando como los que nos apellidamos Argent tomamos diferentes pistolas y las armamos.

—Retirados si. Indefensos no.—Dice el padre de Allison, yo le sonrio a Stiles mientras lo apunto con mi arma, él da un paso atrás y eleva los brazos en señal de paz. Yo río.

—Tranquilo, no está cargada.—Le digo, Stiles sonrie con temor y yo niego.

—Bien, mantén tu teléfono encendido. Si hablas con Scott, avísanos enseguida.—Dice mi tío, Stiles y yo nos miramos.

—Si, creo que será poco probable.—Dice Stiles desviando la mirada, sacando su celular.

—Recuerden que él está haciendo lo que cree correcto.—Dice el hombre. 

Un ruido nos hace darnos vuelta y mirar a la puerta, que es de ahí de donde provino, al hacerlo vemos al rubio que alguna vez machaqué en una pista de hielo junto a Scott. Viejo tiempos.

—No puedo disparar un arma ni usar una ballesta ni mucho menos tener puntería con dagas, pero...Pero estoy mejorando mucho con esto.—Dice sacando sus garras a la luz. 

Isaac, Allison, Stiles y yo nos subimos al auto de Chris para dejar a Stiles en clases y luego nosotros ir al banco, en el cual encontramos a Erica.

Entrando al lugar, trago con un poco de dificultad ante los recuerdos. Cierro mis ojos unos momentos, en ese proceso siento la mano de alguien tomar la mía. Los abro y miro a Ally, ella me sonrie y ambas nos asentimos, tenemos que seguir.

Los cuatro abrimos la cúpula del banco, en el que se guardaba todo el dinero y esas cosas.

 Dios, me gustaría que siguiera con dinero.

—Está vacío.—Dice Allison viendo alrededor.

—No, no lo había notado.—Digo haciendo que los presentes me miren mal.—Lo siento, ¿okey?, uso el sarcasmo y la ironía cuando me pongo nerviosa. Además si pasaran dos días con Stiles se darían cuenta que automáticamente el sarcasmo se convierte en tu mejor amigo.

—Tengan cuidado de todos modos.—Dice el tio Chris mientras saca la bara de electricidad. 

Esperen, ¿la bara? Eso es solo para hombres lobo. Algo malo va a pasar, definitivamente algo está por pasar.

—Creí que solo usabas eso en hombres lobo.—Dice Isaac.

—Lo hago.—Luego de decir eso apoya la bara sobre el rubio y nos mira.

Tio Chris saca algo de detrás suyo y lo coloca velozmente sobre nuestras manos. Esposas.

—¿Que diablos haces?—Pregunta Allison alterada. 

Todo me llega con un balde de agua fría.

—Sacrificio.—Digo mirando al tío Chris.

—Lo siento. Pero deberán confiar en mi con esto.—Nos mira a ambas. Al decir eso el se aleja y se pone en el medio del lugar, la puerta es abierta.—Supe que ella no solo operaba en las corrientes. Estaba sincronizadas con ellas.

El mayor suelta la bara y deja caer su arma, la sombra de Jennifer aparece y luego su cuerpo se hace visible.

—Perra.—Murmullo.

Jennifer camina lentamente hacia el tío Chris.—Esto si que es un sacrificio.—Se acerca a él y lo besa revelando su cara, luego ambos desaparecen.

—¡PAPÁ!—Grita Allison.

—Allison, ya está.—Le digo tratando de calmarla, sus lagrimas no tardan en salir. 

Suspirando decido poner mi mente en frío. Tomo con mi mano libre el pasador que está en mi pelo y lo coloco en la cerradura de las esposas, empezando a hacer presión.

—Isaac, ¿puedes ayudarla?, creo que tardaré con esto.—Digo cuando noto como el lobo se levanta y está más lucido que antes. Él me asiente y se acerca a ella. Yo sigo con mi trabajo hasta que luego de varios intentos las esposas se salen. 

Miro a mi costado y veo a Isaac abrazando a mi prima. 

¿Que carajos es eso, y más importante, por que mierda me siento como este lugar, vacía?

[NOTA DE AUTORA]

Jofuckingder esto fue...Raro pero no raro de gracioso si no raro de extraño.

Lo siento, dije que iba a actualizar y no terminé actualizando ni mierdas, jeje. 

Pasaron cosas de por medio, como que me enteré que el chico con el que me hablaba y teníamos algo resultó tener pareja, y lo peor, es que están juntos desde hace un año y medio. 

Pero bueno, las cosas son así, supongo que nací para escribir romance, no para vivirlo. Igual no me quejo, me gusta escribirlo. 

So...Sin más, es probable que siga actualizando este fic por que con los otros no encuentro ese toque mio que tenía con ellos pero pero pronto trataré de actualizarlos, lo prometo, no se cuando, pero lo haré.

Así que sin más espero que se encuentren bien, y si quieren pueden hablarme. Estoy aquí para ustedes. 

Tengan bonito dia, tardem, noche o el horario en el que se encuentren.

Les ama, the other woman, jjaja es chiste, chiste.

Les ama, Luu.


















[...]
























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