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Me había costado convencer a Taehyung de que se fuera, necesitaba dormir y descansar de toda la información que mi cerebro había recibido esta noche.
El acercamiento con él y su beso tan cerca de mis labios me había dejado perdido, no esperaba que hiciera eso, no lo quería. No quería enredarme luego de saber lo que era.

No tendría sentido un simple mortal con alguien tan supremo como él lo era. Una estúpida idea, era propenso a ideas estúpidas, pero esto era demasiado.

Habíamos quedado en que no me acercaría a Hye-jin, pero debía seguir con mi vida, no podía simplemente desaparecer. Así que renunciar a mi trabajo no era una opción, al menos que uno de los dos encontrará la razón por la cual me estaban buscando los vampiros de San Francisco, quería aferrarme a la poca normalidad habitual que me quedaba.

Así que una vez en la cama había decidido apagar mi mente de todo y tratar de conciliar el sueño, haría como si nada de esto había sucedido, tal cual y como le había prometido a Taehyung. Tenía que hacerlo.

—¿Cómo llegaste ayer a tu casa? —la voz de Hyunsik, la voz de lo único normal en mi vida me sacaba de mis pensamientos.

—Ah, bien, bien... Llegue bien. Tuve un poco de trabajo por editar y eso —, «Bien, Jin eres un gran actor. Ahora intenta no balbucear, idiota» — ¿Ese café es para mí? —pregunté señalando sus manos con dos capuchinos que tenían un increíble olor a café y chocolate.

Cambiar de tema era lo mejor. No necesitaba ser el foco.

—Tenía pensado tomarme los dos, pero si así lo deseas , te presto uno y luego me lo devuelves con más leche que café, chocolate y canela. Más dos de azúcar —me guiñaba el ojo, encantador como él solo, luego me entregaba el café y añadía—. Tengo buenas noticias

—Cuéntame —dije luego de darle el primer sorbo a mi café.

—Hoy luego del trabajo tenemos otra cita con Hye-jin para que puedas terminar tu entrevista y tomar otras fotos —luego de pronunciar "Hye-jin" mi mundo comenzaba a temblar haciendo que mi piel palideciera y mi rostro cambiara. Al parecer Hyungsik lo notaba—. Oye ¿Estás bien, Jin?

—No, no. Digo sí, es... Esa historia ya la dejé de lado, hay otra cosa que quiero escribir —dije casi balbuceando y tratando de parecer tranquilo, pero no podía controlarlo. Maldito sea.

—¿De qué hablas? esa historia es excelente para empezar y George cuenta con eso. El Comité ya lo sabe y estamos a jueves Jin, no puedes cambiarla cuando el lunes ya debes entregarla.

En ese momento del pequeño regaño de mí "buen compañero" Hyungsik hacia mi, casualmente, George venía hacia nosotros como por arte de magia y maldito sea por segunda vez.

—¿Todo bien, todo bien?, quise pasar a ver como va esa historia. Hyungsik me contó que ya está casi terminada y hoy tienen una entrevista final, ¿Correcto? —mi Jefe con cara de felicidad relacionándose con nosotros esperando una repuesta positiva.

«Estás jodido, Jin»

Hyunsik me miraba con ojos de: "Díselo tú" maldito sea por jodida y tercera vez.

—Ah... George, tengo un pequeño cambio de planes —empecé a hablar moviendo mis manos. Eso me pasaba cuando trataba de mentir y parecer creíble. No, no había Sido un adolescente rebelde experto en mentiras y ahora eso me pasaba factura—. Encontré una mejor historia y puedo tenerla terminada para el lunes —exclamé de inmediato, George me miraba frunciendo el ceño y cruzado de brazos.

Carajo.

—No funciona así la cosa Seokjin, el Comité está enterado y espera tu historia. Los editores ya apartaron lo correspondido. Buen chiste, chico, pero terminala. La quiero para el lunes a primera hora en mi casilla de correos —se marchaba dejándome con mis excusas en la punta de la lengua.

—Si no me dices por qué  pretendes cancelar la historia, no puedo ayudarte. Estoy a ciegas aquí —exclamaba Hyungsik mirándome fijo y esperando una respuesta.

Decirle la verdadera razón por la cual debía alejarme de Hye-jin iba a dejarme como un desquiciado y también lo pondría en peligro, un peligro que ni yo imaginaba, pero al que le temía.

—Todo está bien, seguiremos con la historia y luego del trabajo terminaremos la entrevista —solté en seco y serio, Hyungsik aceptaba mi respuesta con ceño fruncido, pero volvía a su escritorio.

Por mi cuenta había continuado editando mi artículo y pensaba de manera calmada las preguntas que me faltaban hacerle para terminar con ese encuentro cuanto antes.

«¿Debería avisarle a Tae?»

Luego de tanto pensar mientras trabajaba e intentaba una buena redacción con la información que tenía, había decidido almorzar en mi escritorio, por suerte Hyungsik supo entender y no me había rogado para que bajara almorzar con él.

No quedaban muchos en el piso, cuatro o seis personas de casi veinte, así que decidía hacer un break y comenzaba a googlear—DHAMPIR LEYENDA—lo encontraba y leía todo el artículo que me dejaba boquiabierto.

Taehyung era un Dhampir, hasta anoche no sabía que carajo era eso. Era un perfecto cazador de vampiros. Me estremecía un poco una parte que decía que debía luchar contra su naturaleza, ahora entiendo porque dijo que no bebía sangre humana, al menos no en cantidades mayores y jamás había lastimado a ningún ser humano para alimentarse.

Esto era una locura, no debería estar pasando. Y era la jodida última vez que escribía una historia sólo porque el mismo dueño o dueña de tal me contacta.

El tiempo pasaba y estaba cada vez más convencido de que debía llamar a TaeHyung o el tipo me arrancaría la cabeza. Al menos ahora si tenía su número para llamarlo y me había dicho que lo hiciera por cualquier cosa

«De acuerdo lo haré, mierda»

—Si me llamas, ya estoy aquí —Hyunsik había vuelto de su almuerzo y ponía su trasero en mi escritorio como de costumbre.

—¿Qué? —dije sobresaltado. No lo había visto llegar, maldito gato sigiloso.

— ¿A quién llamas? —preguntaba frunciendo el entrecejo.

—Ah... A nadie, sólo escuchaba mi correo de voz —cortaba la llamada, avisaría luego o rogaría al cielo salir vivo de ese estudio de baile.

—Ok, te dejaré para que sigas trabajando, escuché que el Comité espera con ansias tu primer articulo. No me gustaría estar en tus zapatos, hombre —me soltaba de manera simpática y sarcástica, luego se iba sonriendo como todo un ganador.

—Si, a mí tampoco me gustaría estar en mis zapatos —exclamaba para mí.

Mientras se me venía la hora encima y mis nervio intentaban matarme antes que cualquier vampiro de la ciudad. Al transcurrir la tarde me había dado cuenta que tenía tres mensajes de textos de Hye-jin confirmando que deseaba verme hoy y que lo esperaba con ansias.

«Soy hombre muerto»

Llegando al estudio, del mismo fluía música. Mirando hacia adentro parecía una clase de lo más normal, eran sólo mujeres y hombres de entre dieciocho a treinta años bailando apasionadamente. Si detrás de esto había un nido de vampiros las malditas apariencias si engañaban.

Había notado que habíamos llegado hacía diez minutos ya y aún estaba parado en la puerta con un Hyunsik que me miraba haciéndome seña para entrar de una vez, pero mis pies no querían dejar el suelo que pisaban.

—Jin ¿Vamos a entrar o qué? —preguntaba ansioso. Mirándolo fijamente, intentaba de ocultar mi miedo y él me observaba confundido—. ¿Estás bien? hoy estuviste muy raro

—Estoy bien, deberíamos entrar ¿Cierto? —señale la puerta como imbécil.

—Tú primero —sonreía coqueto y extendía la mano señalando el camino.

También había correspondido a su sonrisa y debía admitir que mis pies todavía pesaban toneladas. No quería entrar ahí, deseaba que algo o alguien me sacara de ese lugar.

«Y pensar que quería ser el chivo expiatorio de Tae ¿En qué carajos estaba pensando?»

Queriendo dar un paso para moverme, mi móvil sonaba, y en la pantalla vislumbraba al único e inigualable desconocido de mis sueños o jodidas pesadillas.

«Taehyung»

—¿Quién es? —preguntaba Hyunsik tratando ver la pantalla la cual le negaba a la vista.

—Mi madre, debo contestarle. Es la tercer llamada del día —exclamé con mi celular listo para atender, pero antes aclaraba—. Ve adentro y ahora te alcanzo.

Hyunsik asentía y entraba, lo veía siendo muy bien recibido por la castaña. Los veía que hablaban y Hyunsik se giraba a señalarme y captaba rápidamente la mirada de Hye-jin, con una demonio, un escalofrío recorría todo mi cuerpo.

La castaña levantaba una mano y me saludaba amablemente, tardando un poco respondía de igual manera a su saludo y luego atendía mi llamada.

—¿Tae?

—¿Dónde estás? vine a buscarte a tu trabajo, tu auto está aquí estacionado ¿a donde has ido, Jinnie? —su voz sombría con un poco de preocupación—. Respondé, carajo

—Estoy a punto de entrar al estudio de baile de Hye-jin —dije casi en un susurro.

«Si no me mata Hye-jin, me mata Taehyung por idiota».

—¿Estás bromeando? porque no me hace gracia Seokjin, quedamos en que te alejaría ¿O acaso quieres morir? —levantaba su tono de voz.

«Ya se enojó».

—No tuve opción, quise cambiar la historia y mi Jefe no me dejó —exclamé excusándome como niño pequeño.

—Me importa un bledo tu Jefe y tu trabajo, voy hacia allá

—¡No! —grité tan fuerte que la gente que pasaba a mi lado se había asustado—. No vengas, puedo arreglármelas, además estoy con Hyungsik

—Si algo te sucede, SeokJin...

—No me sucederá nada. Solo no vengas aquí, prometo salir lo antes posible

—Sal de ahí antes de que baje el sol

«¡Ay, me voy a morir!».

—Seguro, saldré antes de que se haga de noche —los nervios iban a matarme, debía calmarme—. ¿Puedo pedirte algo?.

Se hacía un silencio sepulcral del otro lado del teléfono, solo oía su respiración, hasta que afirmaba:

—Pídeme lo que quieras —, «sin pensamientos sucios, SeokJin Kim Park, te calmas».

—¿Puedes al menos estar a unos cuantos metros vigilándome? —de nuevo la voz de niño asustado.

—Esa chaqueta de cuero te sienta bien —murmuraba. Ya estaba aquí y me estaba viendo, quería buscarlo, pero su voz me detenía—. No me busques, quédate quieto ¿Si? estoy cerca, estoy aquí, solo no voltees y ten cuidado.

Cortaba la llamada y quedaba viendo hacía dentro del estudio cuando de repente Hye-jin se giraba a verme y su mirada me descolocaba por completo. Tomando fuerza y valor, mucho valor, me adentraba al estudio finalmente.

—¡SeokJin! —exclamaba con un tono falso de felicidad. Venia hacía mi con sus brazos extendidos, «tranquilo, Jin» —Que placer volver a vernos.

Me abrazaba más fuerte de lo esperado depositando un beso en cada mejilla.

—Espero no molestar —trataba de mantener la calma—. Disculpa que me falten algunos detalles

—¡No te disculpes! estoy encantada de disipar cualquier duda que te haya quedado —me sonreía y pensaba que era malditamente encantadora, pero era una loca adoradora de vampiros.

—Perfecto ¿En cuánto terminaría? debo irme antes que baje el sol —, «¿Porqué eres así, Seokjin? no puedo ser más idiota», me golpeaba mentalmente.

—¿Antes que baje el sol? que raro sonó eso —se reía de forma falsa y encantadora.

—¡Oh! pasa que hay una tienda en el centro y cierra temprano, solo espero poder llegar, solo por eso... —reí como idiota y de manera muy ruidosa.

—Es un lástima, tenía pensado que podíamos terminar esta entrevista cenando algo —para cuando decía eso Hyunsik se acercaba.

—¿Cenar algo los tres o me dejan afuera? — me olvidaba que este se volvía más idiota frente a ella.

—Los tres, obviamente ¿Qué les parece? —nos sonreía mostrando sus perfectos dientes esperando por una respuesta.

—Yo... No creo que podamos, estoy algo apurado y no quiero ofenderte, pero creo que es mejor que terminemos la entrevista aquí y cuanto antes

—¿Jin, de que hablas? no tienes nada para hacer y hoy ni siquiera bajaste por un buen almuerzo, vayamos con Hye-jin, vamos anda, dí que sí —joder.

—Vamos, solo es una cena, termino en una hora y cenaremos en el café/restaurante de aquí en frente —el café de Tae. Él iba a odiarme si hacía eso. Me ponia en peligro a mí y a Hyunsik.

—Yo no... —, «¡Deja de balbucear Seokjin!».

—Aceptamos —, «nota mental: "No volver a salir con Hyunsik"».

—Genial, pónganse cómodos trataré de terminar temprano. Se me ocurrió que podían sacar una foto de mi último grupo

—Si, con Jin pensamos que la foto grupal sería perfecta

—Prometo que será una cena que no olvidarán —decía guiñándome un ojo, volviendo a besar mi mejilla para luego alejarse y seguir con su clase.

Necesitaba salir de aquí, pero lo veía imposible. Sentía que me faltaba el aire, debía controlarme si no quería morir esa misma noche.

2/2

Las leeré encantada cuando wattpad decida cargarme los comentarios porque está funcionando como el hoyo.

Con amor niñita Nany 💜

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